por Dzerjinskii Sáb Jun 01, 2013 7:19 pm
Si se tenía tan clara la importancia de la derrota del eje nazi fascista en la 2da. GM y además se comprendía perfectamente por qué el peronismo "cambiaba de táctica" como ambas cosas son evidentes en el texto, nunca voy a entender porqué la medida extrema de formar la Unión Democrática. Sospecho que el PCA nunca logró romper la lógica de priorizar el corto plazo, la desesperación por tener la consigna del momento, y no tolerar el reflujo y la retirada. Cayeron en el oportunismo, no me queda claro si por sobrestimar al peronismo o por subestimarlo y pensar que con una elección podían voltearlo gracias al contexto internacional "antifascista". Como sea, en ese mismo año (1946) EEUU defendería al peronismo en la ONU y ya desde antes quedaba claro que no haría nada contra los regimenes pro eje, como pasó con Franco etc. Si por esto era que el peronismo se convertía en un enemigo peligroso que ameritaba un frente popular, no se entiende por qué buscaron aliados en los liberales y conservadores pro occidentales.
Esa idea de buscar "sectores progresistas" en todo lados (incluso en los conservadores como dice el texto) y ver la política como una alianza y contra alianza de facciones en contextos de corto plazo y muchas veces ligado a las elecciones, es lo peor que ha dejado como escuela el PCA hasta hoy, y que continúa incluso en su principal ruptura orgánica que es el PCR maoísta.
Para colmo los dirigentes que tuvieron que interpretar y diseñar una táctica contra el peronismo eran dirigentes formados en la lucha contra el fascismo internacional, incluso en la guerra civil española, como es el caso del mismo Codovila. Fíjense que no hay referencia en el texto a la cuestión de la burguesía nacional, el peronismo parece una simple camarilla mixta y contradictoria nacional y extranjera que solo quiere usufructuar el Estado y su único vínculo es su ideología nazi y munichista. No ve detrás del peronismo una clase social ni toda una necesidad histórica derivada de la crisis capitalista que obliga a la burguesía a renovar (conservadoramente) la estructura atrasada del capitalismo semicolonial. Por momentos parece una guerra de agentes secretos, de la resaca conspiradora que queda del eje nazifascista con apoyo de los imperialistas munichistas.
Creo que el comité central del PCA no noto la diferencia entre su papel y lugar en la España del frente popular en pleno auge del fascismo y lo que requería el contexto Argentino 10 años después. Ellos mismo fueron agentes de la Tercera Internacional (y lo hicieron admirablemente y con la determinación que se debía tener en ese momento) pero trasladaron esa lógica a la dirección de un partido nacional.
Es en este nuevo contexto en que la táctica de frente popular se degenera y convierte en otra cosa, hasta ser el camino directo hacia el revisionismo y la socialdemocracia.
Para cuando los “no alineados” el “tercer mundo” y todas esas experiencia de capitalismo nacional (que le disputaban una cuota del negocio al imperialismo aprovechando la contradicción entre las superponencias) ya fue evidente, el PCA vuelve a dar otro giro oportunista, nuevamente en sintonía con los intereses de Moscú, pero ahora, ya no con la irreprochable prioridad de enfrentar al eje nazifascista que implico desde el pacto Molotov-Ribentrop hasta los fretes populares con facciones burguesas, sino por intereses mucho más mezquinos y de una URSS ya revisionista que tenía planes como el de la captación económica de los regimenes burgueses nacionales para ampliar el are a de influencia del socialimperilaismo (con perdón por la palabra pero a falta de otra es la que hay) La crítica y arrepentimiento de Molotov es el mejor ejemplo de lo que digo. En fin, esto terminó de destruir al PCA hasta convertirlo en lo que es hoy.
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