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Cuba atiende a niños sordociegos
La inclusión social de los niños y adolescentes sordociegos en Cuba forma parte hoy de los diversos programas de enseñanza especial que desarrolla el ministerio de Educación (Mined) de la isla.
La sordoceguera es una discapacidad considerada entre las más severas pues, al incluir dos sentidos, limita a la persona para interactuar con el mundo que le rodea.
Cuba cuenta en la actualidad con 130 niños y adolescentes que son ciegos y a la vez sordomudos, quienes reciben atención especializada por parte de más de 600 profesores.
La directora de Enseñanza Especial del Mined, Moraima Orozco, explicó que, en promedio, cuatro de esos maestros atienden un niño o adolescente con tales dolencias, pues además del docente están el guía-intérprete, el logopeda y el psicopedagogo.
Explicó que a través de servicios especializados de terapia asistida, como la equinoterapia y la delfinoterapia, se busca la elevación de la calidad de vida de los discapacitados.
"Lo que hacemos es priorizar la investigación sobre la atención educativa para atender esa población", subrayó.
Orozco resaltó que se trata de una formación "costosa" de unos 900 pesos (similar a dólares al cambio oficial) al mes por niño, sin incluir los gastos en transporte y de guías-intérpretes.
En el país caribeño existen tres escuelas especializadas en la atención a la sordoceguera, en las provincias de Granma (oriente), Cienfuegos (centro) y La Habana (occidente).
El trabajo en esos centros docentes está dirigido a elevar la calidad de vida de los infantes y estudiar sus potencialidades y necesidades para el desarrollo de una formación integral.
La educación especial en Cuba está diseñada para fomentar una mejor incorporación de esos pequeños al contexto familiar, comunitario y social, y prepara además a los familiares de los niños para que den continuidad en los hogares a los procesos de aprendizaje iniciados en las aulas, precisó la especialista.
Como parte de esa atención, desde el 2000 hasta la fecha 27 niños sordociegos fueron beneficiados con implante coclear, de los 224 sometidos a este proceder con tecnología avanzada y de manera gratuita.
Los logros de la isla en este campo serán mostrados en el Primer Taller internacional de Sordoceguera "Defendiendo la esperanza" que sesiona desde este martes en el Palacio de Convenciones de La Habana y reúne a más de un centenar de expertos de América Latina, Europa y Africa.
El foro, que se extenderá hasta mañana miércoles, acoge a maestros y otros profesionales vinculados con la educación especial de Argentina, Ecuador, México, Puerto Rico, Venezuela, España, Angola y Cuba.
Entre otros temas, se abordarán en el evento la preparación de los docentes para ocuparse de las personas con sordoceguera; estimulación temprana, comunicación, orientación y movilidad; atención educativa integral y papel de la familia.
El presidente del Comité Organizador del foro, Santiago Borges, explicó que en el mundo no existe una atención educativa generalizada para este tipo de discapacidad y que la experiencia cubana se basa, en lo fundamental, en la práctica de los profesores llevada a sus tesis de maestría.
"En los últimos cinco años se ha ido conformando un modelo, que vamos perfeccionando y que nos demuestra que estas personas, a pesar de sus grandes limitaciones, tienen capacidades que pueden desarrollar si reciben una buena atención especializada", puntualizó.
También, desde hace dos años y medio Cuba desarrolla un proyecto de cooperación con España, que ha permitido la transmisión de experiencias a especialistas de la ínsula.
Borges enfatizó que se debe comprender el concepto de sordoceguera, aceptar las potencialidades de esta población, sus necesidades básicas y las claves para la inserción social.
Para el experto cubano, la sociedad está llamada a repensar la educación de personas con discapacidades complejas, sobre la base del compromiso con la realización personal, con el ejercicio de la razón y la solidaridad para que sean protagonistas de su desarrollo.
Uno de los retos más importantes que enfrentan hoy los científicos locales es que, según investigaciones, la mayor de las Antillas registró en los últimos años un incremento en el número de esos discapacitados, en especial en la región oriental.
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La inclusión social de los niños y adolescentes sordociegos en Cuba forma parte hoy de los diversos programas de enseñanza especial que desarrolla el ministerio de Educación (Mined) de la isla.
La sordoceguera es una discapacidad considerada entre las más severas pues, al incluir dos sentidos, limita a la persona para interactuar con el mundo que le rodea.
Cuba cuenta en la actualidad con 130 niños y adolescentes que son ciegos y a la vez sordomudos, quienes reciben atención especializada por parte de más de 600 profesores.
La directora de Enseñanza Especial del Mined, Moraima Orozco, explicó que, en promedio, cuatro de esos maestros atienden un niño o adolescente con tales dolencias, pues además del docente están el guía-intérprete, el logopeda y el psicopedagogo.
Explicó que a través de servicios especializados de terapia asistida, como la equinoterapia y la delfinoterapia, se busca la elevación de la calidad de vida de los discapacitados.
"Lo que hacemos es priorizar la investigación sobre la atención educativa para atender esa población", subrayó.
Orozco resaltó que se trata de una formación "costosa" de unos 900 pesos (similar a dólares al cambio oficial) al mes por niño, sin incluir los gastos en transporte y de guías-intérpretes.
En el país caribeño existen tres escuelas especializadas en la atención a la sordoceguera, en las provincias de Granma (oriente), Cienfuegos (centro) y La Habana (occidente).
El trabajo en esos centros docentes está dirigido a elevar la calidad de vida de los infantes y estudiar sus potencialidades y necesidades para el desarrollo de una formación integral.
La educación especial en Cuba está diseñada para fomentar una mejor incorporación de esos pequeños al contexto familiar, comunitario y social, y prepara además a los familiares de los niños para que den continuidad en los hogares a los procesos de aprendizaje iniciados en las aulas, precisó la especialista.
Como parte de esa atención, desde el 2000 hasta la fecha 27 niños sordociegos fueron beneficiados con implante coclear, de los 224 sometidos a este proceder con tecnología avanzada y de manera gratuita.
Los logros de la isla en este campo serán mostrados en el Primer Taller internacional de Sordoceguera "Defendiendo la esperanza" que sesiona desde este martes en el Palacio de Convenciones de La Habana y reúne a más de un centenar de expertos de América Latina, Europa y Africa.
El foro, que se extenderá hasta mañana miércoles, acoge a maestros y otros profesionales vinculados con la educación especial de Argentina, Ecuador, México, Puerto Rico, Venezuela, España, Angola y Cuba.
Entre otros temas, se abordarán en el evento la preparación de los docentes para ocuparse de las personas con sordoceguera; estimulación temprana, comunicación, orientación y movilidad; atención educativa integral y papel de la familia.
El presidente del Comité Organizador del foro, Santiago Borges, explicó que en el mundo no existe una atención educativa generalizada para este tipo de discapacidad y que la experiencia cubana se basa, en lo fundamental, en la práctica de los profesores llevada a sus tesis de maestría.
"En los últimos cinco años se ha ido conformando un modelo, que vamos perfeccionando y que nos demuestra que estas personas, a pesar de sus grandes limitaciones, tienen capacidades que pueden desarrollar si reciben una buena atención especializada", puntualizó.
También, desde hace dos años y medio Cuba desarrolla un proyecto de cooperación con España, que ha permitido la transmisión de experiencias a especialistas de la ínsula.
Borges enfatizó que se debe comprender el concepto de sordoceguera, aceptar las potencialidades de esta población, sus necesidades básicas y las claves para la inserción social.
Para el experto cubano, la sociedad está llamada a repensar la educación de personas con discapacidades complejas, sobre la base del compromiso con la realización personal, con el ejercicio de la razón y la solidaridad para que sean protagonistas de su desarrollo.
Uno de los retos más importantes que enfrentan hoy los científicos locales es que, según investigaciones, la mayor de las Antillas registró en los últimos años un incremento en el número de esos discapacitados, en especial en la región oriental.
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