Filosofía marxista rusa

La filosofía marxista en Rusia. Finales del siglo XIX y comienzos del XX

(resumen de un texto de V. F. Pustarnakov, en „Historia de la filosofía rusa”, redactor P. P. Aprisko, editorial Osiris, Budapest, 2007)

La discusión sobre la existencia o no de una filosofía marxista, que tuvo lugar a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, también se extendió a Rusia, en un primer momento por los textos de "narodnik” y de liberales.

En los años 80 y 90 del siglo XIX destacó en estas discusiones G. V. Plejánov, que defendía la idea de que naturalmente podía hablarse de filosofía marxista, siendo esta la dialéctica y el materialismo histórico. Las tendencias que intentaban completar y complementar el marxismo en filosofía con elementos kantianos, fueron calificadas por Plejánov como revisionismo.

Progresivamente la discusión fue extendiéndose también entre círculos marxistas rusos. V. I. Lenin apoyó las tesis de Plejánov de que la filosofía marxista era el materialismo dialéctico. Pero Lenin fue más allá y consideraba revisionismo cualquier intento de poner en duda el materialismo dialéctico como filosofía marxista.

Junto a las tesis de Plejánov y de Lenin, en el movimiento socialdemócrata ruso había también otras tendencias. Por ejemplo P. S. Yúskievich afirmaba que no existía la filosofía marxista, aunque existían filosofías marxistas diferentes, e incluso filosofías de apariencia marxista. En cualquier caso había, hubo y hay en la actualidad diferentes modelos de interpretación del marxismo como filosofía. La mayoría de estas tendencias pueden ser denominadas “neomarxismo” o “revisionismo filosófico”, dado que se alejan de algunos principios básicos del marxismo. Podemos así hablar de diferentes modelos de interpretación de la filosofía marxista o de diferentes escuelas dentro del marxismo. Veamos las principales:

1.Concepción de Plejánov: que anuncia un modelo cosmológico sistémico-ontológico.
2.Concepción de Lenin: un modelo lógico-metodológico-gnoseológico.
3.Modelo praxiológico o “filosofía práctica”, que caracterizó a un grupo de socialdemócratas rusos denominados “machistas”, entre los que destacaban A. A. Bogdánov, A. V. Lunacharski, V. A. Bazarov y otros.
4.Modelo neokantiano de interpretación del marxismo filosófico: fue representado sobre todo por los “marxistas legales” (P. V. Struve, S. N. Bulgákov, N. A. Berdiáiev).

Naturalmente dentro de estas tendencias principales se dieron también variantes.

Hay que tener en cuenta que estas divisiones en cuanto a la teoría filosófica no tenía por qué corresponder con la interpretación de los principios socio-económicos del marxismo o con la discuisión sobre la estrategia y la táctica del marxismo como movimiento político. La socialdemocracia rusa estaba dividida en dos grandes grupos: mencheviques y bolcheviques, pero en ambos grupos había representantes de los que pensaban el materialismo dialéctico como filosofía marxista, o del machismo (por ejemplo entre los bolcheviques estaban los “machistas” Bogdánov, Lunacharski o Bazarov, entre los mencheviques los machistas Yúskievich o Valentínov).

Dentro de estas diferentes interpretaciones del marxismo como filosofía, la que más respeta los principios fundamentales originales del marxismo es la interpretación de Lenin.

La filosofía de G. V. Plejánov

Georgi Valentinovich Plejánov (1856-1918) fue el primer teórico ruso del marxismo, y una de las figuras clave del movimiento socialdemócrata internacional.

A partir de 1875 Plejánov participa en el movimiento revolucionario ruso, en las filas de "narodnik" (populista) y más en concreto en "la marcha hacia el pueblo", el movimiento que pretendía llevar a las masas campesinas hacia la revolución. En 1878 fue publicista y redactor habitual de órganos de prensa del movimiento narodnik "Tierra y Libertad". El movimiento acabó por dividirse en dos ramas, "Voluntad del Pueblo" (Naródnaya Volya), de tendencia terrorista, y "Reparto Negro" (Chiornyi Peredel), que agrupaba a los partidarios de la lucha pacífica, entre los cuales se encontraba Plejánov. En 1880 abandonó Rusia.

En 1882 tradujo al ruso a Marx y a Engels y ya influido por el marxismo, en 1883, junto con varios colaboradores de "Reparto Negro" (Vera Zasúlich, P. B. Akselrod), fundó el primer grupo socialdemócrata ruso "Liberación del Trabajo" (Osvobozhdenie Truda).

Para entonces Plejánov era contrario a la ideología y práctica del movimiento narodnik, al bakuninismo apolítico, que absolutizaba la espontaneidad en la historia y la acción desde abajo de las masas, y también a los de Voluntad del Pueblo, que pretendían la revolución con un grupo elitista (de ahí su recurso al terrorismo), y que reducía la política revolucionaria al nivel de conspiraciones políticas de espíritu blanquista.

En los años 80-90 se dedica a la popularización de obras de Marx y Engels en ruso, a la lucha ideológica contra el movimiento narodnik, y a la fundación de un partido obrero ruso de carácter marxista. En este sentido destaca su obra "El socialismo y la lucha política" (1883), en el que afirma que toda lucha de clases es una lucha política. Otras de sus obras de esta época: "Nuestras divergencias" (1885), una crítica sistemática del movimiento narodnik; "Sobre el desarrollo del punto de vista monístico en la historia" (1885) y "Esbozo de la historia del materialismo" (1893), en los que expresa de manera ordenada su concepción del marxismo.

En 1889, después de estrar en contacto con destacados intelectuales marxistas, como Engels, participa en la creación de la Segunda Internacional (1889). Ya entonces se le considera un destacado intelectual marxista. En los años 90 muchos de sus escritos atacan el revisionismo de la socialdemocracia alemana (Bernstein y K. Schmidt).

En 1900-1903 junto a Lenin participa en la redacción de la revista marxista Iskra (La chispa) y Zaryá (Alba). Fue también uno de los creadores del programa del II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (1903). Fue el momento de la ruptura de la socialdemocracia rusa, entre los bolcheviques y los mencheviques. Plejánov se opuso a esta ruptura y defendió su independencia de los dos grupos, apoyándolos en cuestiones puntuales o al contrario. Sin embargo, sus posturas eran más cercanas a las de los mencheviques y coincidió con ellos en más ocasiones que con los bolcheviques. Sus ideas las expresó en "El diario de un socialdemócrata" (1905)

En 1914 se convirtió en líder del grupo socialdemócrata "Unidad" (Yedinstvo), que intentaba incluir a bolcheviques y mencheviques y que pretendía ser un foro para la unidad de la socialdemocracia rusa. Al comienzo de la guerra mundial los bolcheviques y otros grupos radicales abandonaron el grupo, con lo que las posturas socialpatriotas acabaron imponiéndose.

Tras la Revolución de Febrero de 1917 Plejánov y otros grupos de Yedinstvo apoyaron al nuevo gobierno provisional, además de la guerra contra Alemania, unidos a las potencias democráticas europeas, oponiéndose, por lo tanto, a los bolcheviques, incluso públicamente. Sin embargo, tras el triunfo de la revolución de Octubre, nunca participó en campañas contra el gobierno bolchevique.

Murió en 1918.

Plejánov afrontaba los problemas desde "arriba", desde las alturas de la teoría abstracta, de la filosofía, no desde abajo, partiendo del análisis de la realidad empírica. Era fundamentalmente un filósofo, no un científico. Por eso no prestó la debida atención al estudio de la economía política, punto fundamental del marxismo, y tampoco prestó mucha atención a la situación económica de Rusia o de otros países.

Teoría sociopolítica de Plejánov (por M.V. Romanenko)

Plejánov era partidario del socialismo, como objetivo último del movimento obrero. Según Plejánov, el proletariado solo podía alcanzar el socialismo si recorría la escuela política clásica del capitalismo hasta el final, dado que el capitalismo podía desarrollar al máximo las fuerzas materiales de producción y formar un régimen político democrático burgués.

Partía de que Rusia era un estado donde predominaba el modo de producción capitalista. Opinaba también que la burguesía liberal rusa no tenía interés en una revolución económica en el país. Sin embargo, teniendo en cuenta la situación de Rusia, defendía la alianza temporal con los liberales para conseguir un sistemo político democrático.

En cuanto al campesinado, Plejánov pensaba que las exigencias de los campesinos eran fundamentalmente conservadoras, y que el campesinado ruso era inculto políticamente hablando, indiferente, y portador del "principio asiático".

La clase social en la que había que apoyarse para la transformación social era la clase obrera.

De acuerdo en su experiencia durante la época narodnik, Plejánov era partidario de un partido centralizado, unido y disciplinado. En estas cuestiones su postura era similar a la de Lenin, y se alejaba de las de Mártov y otros ideólogos mencheviques, que soñaban con un partido que siguiera el modelo de la socialdemocracia de Europa Occidental. Pero a diferencia de Lenin, Plejánov que el partido era simplemente la expresión de la formación espontanea de los acontecimientos, a diferencia de Lenin, cuya concepción de la toma de conciencia obrera "desde fuera", consideraba erroneamente una mera variante de la teoría subjetivista de los héroes y la masa.

Filosofía especulativa (de Plejánov)

Desde el principio, Plejánov intentó expresar y popularizar el marxismo en su contexto histórico-filosófico, conectándolo con la tradición materialista (consideraba precusor del materialismo marxista a la filosofía de Spinoza, al materialismo francés del siglo XVIII y al materialismo de Feuerbach), y con la historia del idealismo dialéctico, representado principalmente por Hegel. Pero Plejánov no se ciñó solo a la sistematización, explicación y popularización de la filosofía de Marx y Engels, sino que desarrolló conceptos originales, diferentes de los fundadores del marxismo.

Plejánov se ocupó en numerosas ocasiones de definir el objeto, las tareas y la función de la filosofía.

En "Sobre la concepción materialista de la historia" se muestra de acuerdo con el filósofo marxista italiano A. Labriola que opinaba que la filosofía, dado que se diferencia de la teología, se ocupa de las tareas a las que está dirigida también la investigación científica, y proponiendo soluciones propias, al mismo tiempo intenta definir el propio concepto de ciencia o resume y supedita a la visión lógica las soluciones proporcionadas por la ciencia. De este modo, la filosofía guía a las ciencias. La filosofía y la ciencia se ocupan de los mismos problemas, de los mismos objetos, pero en niveles diferentes: la filosofía analiza el mundo en su conjunto, las ciencias analizan el mundo en partes.

En su escrito "Evolución filosófica de Marx" Plejánov considera la historia de la filosofía (y dentro de ella al marxismo), como un sistema de ideas sintéticas, que "unifican las experiencias conseguidas en un nivel dado del desarrollo intelectual y social de la humanidad". O resumiendo: «la filosofía es la síntesis de la existencia conocida en una determinada época».

El materialismo es una teoría que afirma que "no podemos conocer la substancia pensante fuera de la substancia que dispone de extensión, y que el pensamiento de igual manera que el movimiento, es una función de la materia" - menciona las palabras de Huxley. Para Plejánov, el moderno materialismo no es más que el spinozismo más o menos consciente de sí mismo.

Enfrentándose a los críticos del marxismo, que defendían que la dialéctica no puede coordinarse con el materialismo, Plejánov demuestra que la dialéctica marxista se apoya en la teoría materialista de la naturaleza.

Plejánov considera el principio de Hérakleitos "todo fluye, todo cambia" como la ley fundamental de todo lo existente. El mundo no solo cambia, sino que además cambia de acuerdo a unas leyes; las leyes del movimiento del mundo son las leyes de la dialéctica; la dialéctica es el álgebra del progreso.

Plejánov remonta los rasgos característicos de la cosmovisión de la dialéctica a dos leyes fundamentales de la teoría del desarrollo:

1. Todo final que se suprime a sí mismo se transforma en su contrario. Este paso sucede con la ayuda de la naturaleza característica a todo fenómeno; todo fenómeno contiene en sí mismo las fuerzas que provocan a su propio contrario.

2. El cambio progresivo de cantidad se acaba convirtiendo en cambio de calidad. Los momentos de esta transformación es el salto, los momentos de la ruptura que tiene lugar en la progresión.

Si bien Plejánov acepta la primera ley de la dialéctica -ley de unidad de contrarios-, siguiendo a Hegel, resalta que la lucha de contrarios supone avance, pero resalta no la lucha de la división ni de opuestos, sino la imposibilidad de cortar o detener un proceso continuo, eterno.

Para Plejánov, la transformación de la cantidad en calidad no crea una nueva substancia sino un nuevo estado de esa substancia, unas nuevas relacciones en los componentes de la substancia.

Una expresión típica de Plejánov sobre la transformación de la cantidad en calidad es su afirmación de la "dialecta es el álgebra del progreso", que gustaba de usar contra los evolucionistas (como Struve) o con los extremistas de izquierda - por ejemplo con los anarco sindicalistas, que daban un valor absoluto al "salto".

Si bien Engels, basándose en la filosofía de Hegel, estableció tres leyes fundamentales de la dialéctica, Plejánov solo enunció dos leyes. La ley de la negación de la negación no es mencionada por Plejánov como ley fundamental, aunque está presente en su pensamiento indirectamente (por ejemplo en el usa de términos como "tesis" o "antítesis" característicos de esta ley).

Aunque la dialéctica de Plejánov era una dialéctica antes que nada objetiva, eso no significa que no le interesara la dialéctica subjetiva. «Quien reconoce en la naturaleza la existencia de procesos dialécticos, debe reconocer también "la dialéctica subjetiva"», afirmaba. Para Plejánov, la dialéctica subjetiva significa entre otras cosas que a diferencia de las concepciones metafísicas creadas por la contradicción y de acuerdo a las leyes de los propios conceptos, conceptos tales como positivo y negativo, razón y consecuencia, libertad y necesidad, no se excluyen a sí mismas definitivamente, es decir, que no son enteramente contrarios. Según Plejánov la dialéctica de los conceptos se fundamenta en la dialéctica de las cosas: «todo fluye, todo cambia, toda cosa contiene en sí misma el embrión de su desaparición. Tal desarrollo de las cosas, tal y como se refleja en la mente humana, supone que todo concepto contiene en sí mismo el embrión de su negación. Esta es la dialéctica de la naturaleza de los conceptos, que se fundamenta en la dialéctica de la naturaleza».

La concepción gnoseológica propia de Plejánov se hizo conocida a finales del siglo XIX.

Para Plejánov, la tarea fundamental de la filosofía es la solución de la cuestión de la relación mutua entre el espíritu y la naturaleza, el pensamiento y la existencia, el sujeto y el objeto. No la identificación entre subjeto y objeto (como en Hegel), ni su ruptura (como en Kant), no se trata de un fenomenalismo puro que desliga el objeto en el sujeto (como en Fichte), sino la unidad del sujeto y el objeto dentro del espíritu monismo materialista de Feuerbach (que deriba de Spinoza). Por eso Plejánov lleva a la conclusión de que la gnoseología de marx es fundamentalmente la gnoseología de Feuerbach, a excepción de algunos puntos irrelevantes que no satisfacían a Marx. La teoría del conocimiento de Marx es materialista y se crea por "el camino de la crítica" a partir de la filosofía de Feuerbach, de igual manera a cómo la filosofía de Feuerbach surge de la de Hegel.

Uno de los rasgos característicos de la teoría del conocimiento de Plejánov es el jeroglifismo o la "señalización" del pensamiento. De acuerdo a su concepción, las impresiones provocadas por el objeto no se parecen al objeto en sí, la imaginación no se parece a la cosa que la ha provocado; lo ideal no se parece a lo material; nuestra representación de la forma y relación de los objetos no es más que un jeroglífico. El jeroglífico no es algo arbitrario, subjetivo, sino objetivo de acuerdo a la naturaleza, entre el jeroglífico y la realidad hay una correspondencia. Al mismo tiempo Plejánov reconoció que en este aspecto, su materialismo se parece mucho al agnosticismo, por ejemplo al de Spencer.

Plejánov fue uno de los primeros marxistas que se plantearon el problema de la relación entre la dialéctica y la lógica formal. Plejánov, siguiendo a Hegel, opinaba que la lógica pertenece al ser y a la existencia, la dialéctica en cambio al origen y a la transformación. Plejánov consideraba la lógica formal una ciencia aparte, junto a la dialéctica. La lógica formal se ocupa de las formas del pensamiento, la dialéctia en cambio, de los problemas del ser.

En la filosofía especulativa de Plejánov (y también, entre otras cosas, en su gnoseología), queda un problema no resuelto, que lueg ocupará un lugar especial en la filosofía de Lenin y en la filosofía soviética. Mientras que Plejánov reconoció en Hegel el problema de la identificación de la dialéctica, la lógica y la teoría del conocimiento, en cuanto a la filosofía marxista la ignoraba.

Filosofía de la historia (de Plejánov)

En la cosmovisión de Plejánov, el elemento determinante es la oposición declarada al subjetivismo y al antropocentrismo. Según Plejánov, el marxismo ha derrotado tanto al antropocentrismo de las concepciones idealistas del "espíritu", como al punto de vista de los materialistas sobre "la naturaleza humana". El "giro copernicano" provocado por Marx se basa en instar al abandono del punto de vista de "la naturaleza humana". Marx mostró que la razón de los cambios de la naturaleza humana, así como la producción histórica posterior a la evolución zoológica se encuentra en el desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, ante todo, en la relación recíproca entre el hombre y la naturaleza que lo rodea.

En la filosofía de la historia de Plejánov hay dos temas fundamentales que centran su interés. Uno de ellos surge del materialismo histórico de Marx, el otro de la filosofía de la Historia de Hegel. Pero este último lo situa a un nivel mucho más bajo que el de Marx, y lo considera un juego de niños en comparación con la filosofía de la Historia de Marx.

Para Plejánov los problemas fundamentales del materialismo histórico son: el ser social y la conciencia social; el modo de producción; las fuerzas de producción y las relaciones de producción; la base económica, la superestructura política e ideológica; la estructura clasista de la sociedad; la lucha de clases y la existencia de la revolución social; lo inevitable y lo casual en la sociedad; la inevitabilidad y la libertad; lo objetivo y lo subjetivo; el papel del individuo en la historia.

El punto de partida lógico de su concepción materialista de la historia es el análisis de Marx de la relación mutua entre el hombre y la naturaleza, de la cual se extrae la teoría del modo de producción. Para Plejánov la economía no es una razón primaria, sino una consecuencia ella misma, la función de las fuerzas de producción: un nuevo estado de las fuerzas de producción conllevan una nueva estructura económica, asi como una "nueva psicología" (supraestructura ideológica), el "espíritu de los nuevos tiempos". Los seres humanos se agrupan de diversos modos en su lucha por la existencia y crean relaciones de producción de acuerdo al estado de las fuerzas de producción. El término de "lucha por la existencia" no es casual: parte del pensamiento de que el análisis de Marx tiene su inicio lógico allí donde acaba el de Darwin, de manera que en cierto sentido, el marxismo no es más que darwinismo aplicado a las ciencias sociales.

Plejánov observa la idea fundamental de Marx desde dos perspectivas: 1. Las relaciones de producción determinan el resto de relaciones que tienen lugar entre los hombres y su vida social. 2. Las relaciones de producción son determinadas por la fuerza de producción.

Más tarde Plejánov concretiza estos puntos y desarrolla un esquema de cinco puntos que resumen la teoría de Marx y Engels sobre la base y la superestructura: 1. estado de las fuerzas de producción, 2. relaciones sociales determinadas por ese estado. 3. sistema socio-político creado sobre la base económica dada. 4. mentalidad de los hombres, como seres sociales, determinada en parte directamente por la economía, en parte por el sistema socio-político creado sobre la base de esa economía. 5. ideologías diferentes que reflejan las características de esa mentalidad. ("Cuestiones fundamentales del marxismo", V. G. Plejánov).

Además, Plejánov introduce en su concepción las circunstancias geográficas, en la categoría de factor de influencia sobre las fuerzas de producción. Hasta cierto punto Plejánov se inscribe dentro de escuela de la ciencia histórica y la geografía sociológica. Y así, como otros representantes de estas escuelas, considera que las peculiaridades del desarrollo de la historia rusa son explicables por criterios geográficos.

Además de Marx, en la visión de Plejánov influyeron también algunos aspectos de las ideas de Hegel. Plejánov valoraba a Hegel como filósofo de la historia, fundamentalmente por su severo determinismo, así como por su teoría del desarrollo dialéctico, en la cual, junto a la idea de la transformación y desaparición progresivas se resaltaba también el principio de ruptura de la progresividad, es decir, el principio del salto, que se produce por el camino de la transformación del cambio cuantitativo en cualitativo, así como de la transformación de las diferencias cualitativas en cuantitativas.

Ante la inevitabilidad histórica es imposible rebelarse, pero sí es posible manejarla hasta cierto punto. Plejánov era seguidor de un determinismo severo, pero no rechazaba la casualidad histórica, aunque consideraba que esta casualidad era solo relativa ya que surgía en los puntos de corte de los procesos inevitables.

El producto de la inevitabilidad es la libertad humana. La libertad de voluntad significa que el hombre es capaz, poseyendo el conocimiento de la cosa, de tomar decisiones; la libertad está presente en que se comprende el dominio de la inevitabilidad también en la naturaleza externa; la inevitabilidad es solo ciega en tanto que no la entendemos.

¿Y qué papel juega, mientras tanto, la personalidad? En opinión de Plejánov el papel de la personalidad no es nulo; al contrario, tiene un gran efecto en el destino de la sociedad, presta un rostro individual a los acontecimientos históricos; pero su influencia está determinada por la estructura interna de la sociedad y la influencia mutua cono otras sociedades. Las grandes personalidades son los medios del movimiento histórico, pero no pueden variar el paso general de la historia.

Un rasgo característico del pensamiento de la filosofía de la historia de Plejánov es el "mundialismo", es decir, el esfuerzo en analizar la vida social de cualquier país bajo el prisma de las leyes históricas universales, y de rechazar las inevitabilidades del desarrollo interno de los países como factores determinantes fundamentales. Esta concepción la aplicaba también respecto a la discusión de Rusia y Occidente.

En este sentido era occidentalista y se sentía orgulloso de que calificaran a los marxistas rusos como occidentalistas. Plejánov no aceptaba la idea de que el pueblo ruso era incapaz y una masa muerta, pero tampoco la opinión contraria, de los narodniks, de que el pueblo ruso era el más maduro de entre los pueblos para realizar una revolución social y el socialismo. Para Plejánov Rusia debía seguir el camino de toda Europa, no crear una civilización separada, pero no aceptaba que fuera la burguesía obligatoriamente la encargada de llevar a cabo el proceso.

Otro rasgo de la "occidentalidad" de Plejánov es su rechazo a Asia. El despotismo oriental era la pesadilla de cualquier occidentalista. Y en la cosmovisión de Plejánov también encontramos el motivo del despotismo oriental o asiático. Pero para Plejánov la única alternativa frente a este despotismo era el capitalismo (considerado como mar menor). Lo que rechazaba fundamentalmente en el despotismo era la preponderancia del estado, que convertía en una simple ficción la libertad individual. Es indudable que en esta concepción de Plejánov había cierta influencia de ideas antiestatales bakuninistas.

Esta fue una discusión muy destacada a finales del siglo XX, ya que varios grupos narodniks legales le predestinaban al estado un importante papel, lo que según Plejánov no habría hecho más que conducir al reforzamiento del despotismo asiático. Para Plejánov el capitalismo sacaba el animal de cada hombre, el despotismo asiático una bestia de carga. El capitalismo pone su sucia mano sobre la ciencia y la literatura, el despotismo asiático mata la ciencia y la literatura. De todas formas Plejánov tenía una visión clásica del capitalismo, se trataba de un capitalismo que asegurara hasta cierto punto la libertad y la democracia.

Sin embargo, en la concepción de Plejánov había varios errores. No le daba demasiada importancia a la teoría de Marx sobre las diferentes formaciones sociales a lo largo de la historia. Pensaba que la teoría de Marx era aplicable de igual manera para Grecia y Roma, para la India o Egipto, o para la Europa contemporanea o Rusia, naturalmente con una mínima antención a las peculiaridades locales. Además sobrevaloró el papel de los factores objetivos y despreció el de los factores subjetivos (como partidos, clases, ideologías, personalidades, etc).

Filosofía del derecho, ética y estética en Plejánov

Naturalmente, la concepción materialista de la historia era para Plejánov el elemento fundamental de la filosofía del derecho, la filosofía moral, la filosofía del arte, la filosofía de la crítica literaria y otras.

Respecto a la filosofía del derecho y de la moral, para Plejánov las religiones eran también productos de las relaciones sociales a consecuencia de los procesos de producción. El arte no puede existir sin ideas, sin política.

Además del elemento marxista, en la concepción del arte en Plejánov también se observa la influencia de Hegel y Kant, por ejemplo que el objeto del arte es el mismo que el de la ciencia (Hegel).

En cuanto a la crítica literaria, Plejánov se inclinaba hacia la "estética objetiva", que se centraba especialmente en las condiciones sociales e históricas que condicionaban el surgimiento de la obra. El análisis estético de por sí, estaba en segundo plano para Plejánov.

Era partidario del realismo y por lo tanto rechazaba el concepto de arte por el arte, el formalismo, el decadentismo y el simbolismo. También era muy caracterísico de Plejánov que hacía una diferenciación entre el realismo francés, que consideraba completamente apático y el realismo literario popular que alienta el sentimiento y llama a la reflexión.  

Investigaciones de Historia de la Filosofía (Plejánov)

Destacan muchos trabajos suyos sobre la cuestión.

- Ensayo sobre la historia del materialismo (1893)
- Aspectos de la filosofía de Herzen (1912)
- Historia del Pensamiento Social Ruso (una de sus obras cumbre, inacabada): repasa la historia del pensamiento social ruso desde los orígenes hasta el siglo XVIII.

Tendencias no ortodoxas de la Filosofía Marxista
(capítulo II)

A finales del siglo XIX y comienzos del XX existían tres grandes corrientes dentro del marxismo ruso:

1. ortodoxa: Lenin y otros representantes del materialismo dialéctico, que se esforzaron en proteger y desarrollar los principios del marxismo.

2. objetiva: varias corrientes entre las que destacan las "económicas" (el marxismo legal, el economicismo, el menchevismo), que absolutizaban el papel de factores objetivos (la economía).

3. activista: empiriomonismo, empiriosimbolismo, construcción divina y otras que interpretaban el marxismo con el espíritu del activismo (voluntarismo).