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    Declaración de la fracción marxista-leninista del PCUS en la era revisionista de Gorbachov

    Camarada López
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    Declaración de la fracción marxista-leninista del PCUS en la era revisionista de Gorbachov Empty Declaración de la fracción marxista-leninista del PCUS en la era revisionista de Gorbachov

    Mensaje por Camarada López Mar Ago 16, 2011 11:51 pm

    Nina Andreieva, presidente del movimiento Unidad, creado en marzo de 1989, es su portavoz más conocido. Aunque uno pudiera discrepar de algunos de sus análisis y opiniones, hay que reconocer que defiende, en sus posiciones fundamentales, el socialismo y la dictadura del proletariado. Presentó el informe a la dirección a la II Conferencia de la Asociación Unidad por el Leninismo y los Ideales Comunistas, celebrada el 14 de abril de 1990 en Moscú.

    "En 1985, cuando Gorbachov anunció la perestroika como una retorno al marxismo, aplaudimos su proyecto.

    Desde el periodo de Stalin, muchas cosas han ido mal. En aquella época, la URSS era la tercera gran potencia. Jruschov ya trató de introducir algunos principios capitalistas.

    En los años 60, asistimos a la expulsión y a la desaparición de cuadros del partido y de los soviets, templados en la lucha por el socialismo y por la destrucción del fascismo. Fueron clasificados sin distinción entre los “stalinistas”. Así comenzó el proceso de degradación burocrática, nacionalista y socialdemócrata del partido. Los dirigentes del período de Stalin lucharon duramente contra el peligro interior de la codicia y la degradación. Más tarde, tras la victoria sobre el fascismo, esta lucha fue progresivamente abandonada, y después enteramente eliminada. Las enfermedades han podido entonces atacar al partido en pleno corazón.

    Bajo Brezhnev, había un sistema de paraguas, que permitía a todo el mundo ponerse a cubierto de cualquiera responsabilidad. Durante 30 años, se cometieron, efectivamente, errores graves en el campo de la economía planificada del socialismo. Muchos elementos negativos habían penetrado en el sistema socialista y era preciso erradicarlos. Pero hoy día, observando el camino recorrido, debemos concluir que desde el principio, la peretroika ha sido una contrarrevolución, realizada por Gorbachov etapa por etapa.

    Gorbachov comenzó por desacredita la historia soviética, reviviendo la histeria contra Stalin. De este modo, canalizó todas las críticas, incluidas las críticas justificadas contra los últimos 30 años, para atacar las verdaderas conquistas de la revolución de 1917.

    La restauración del capitalismo en la Unión Soviética se desarrolla bajo la cobertura de un embalaje político-ideológico refinado. Los renegados han organizado, en los medios de comunicación, un lavado de cerebro anticomunista, antistalinista. Uno de los objetivos de esta campaña era el de calumniar las etapas más heroicas y logradas del desarrollo del Estado soviético. Se quería así paralizar toda resistencia por parte de los ciudadanos soviéticos.

    En materia de sociología, de filosofía, de política, de economía, y de historia, los jefes de fila han comenzado a rivalizar con Radio Europa Libro, La Voz de Israel y otros centros de propaganda extranjeros del imperialismo, con el objetivo de rebajar y de banalizar la contribución histórica del socialismo a la civilización mundial, y al salvamento de la humanidad frente a la podredumbre fascista. Resultado de esta campaña: el pueblo soviético se encuentra hoy en una verdadera “prisión ideológica”. Es sobre todo la juventud soviética la que se encuentra en dificultad, desmoralizada como está por la pornografía, las drogas, el alcohol, las obras de la cultura de masas occidental, por el culto del “todo está permitido”, la sed de beneficios y la violencia. Se priva a la juventud de sus ideales y, por ende, de su porvenir.

    Los verdaderos bolcheviques, entre los cuadros y militantes del partido, están en una posición muy difícil. Muchos buenos militantes ya han abandonado el partido, porque no aceptan la dirección de Gorbachov, considerándolo anticomunista.

    Gorbachov ha organizado el hundimiento económico, para presentar luego el capitalismo como la única salida. Los principios de la propiedad colectiva, por la vía de los koljoses y los sovjoses, son desmantelados y la única salida propuesta es la propiedad privada de los medios de producción.

    Sólo una economía socialista planificada, que funcione bien, puede ofrecer una alternativa. Si durante la Segunda Guerra Mundial no hubiéramos sabido apoyarnos en la economía planificada, jamás habríamos sido capaces de desplegar una resistencia tal como la hemos conocido, con el apoyo consciente de toda la población. Y las estructuras soviéticas de la enseñanza, de la sanidad, y de la vivienda social, han sido un modelo durante muchos años para numerosos países. Y el único resultado de la economía capitalista hasta el presente, es que ha arrojado a nuestro país en un caos completo.

    Gorbachov se ha aprovechado hábilmente de las críticas que existían en el seno de la población contra algunos miembros del partido, la nomenclatura. Efectivamente había abusos, incluso muy graves, algunos ganaban millones gracias a inversiones y a la especulación. Pagaban una comisión del 3% al partido, y todo el mundo se callaba. Los principios justos de la lucha entre las dos líneas, de la crítica y la autocrítica ya no se aplicaban, de forma que la corrupción ha podido instalarse en el partido. Gorbachov pretendía que iba a cambiar todo esto.

    El oportunismo de derecha del gobierno ha conducido al país a la destrucción de la sociedad socialista, del gobierno soviético, y del Partido Comunista. Pienso que se puede hablar hoy de la segunda etapa, la etapa decisiva de la contrarrevolución. Puede tener como resultado la transformación de la Unión Soviética en una semicolonia, que exporta materias primas al imperialismo norteamericano, a la OTAN y al imperialismo japonés. El grupo oportunista derechista Gorbachov-Yakolev-Shevardnadze ha mostrado su verdadero rostro. Son los servidores y ejecutores de la transformación del país de los soviets en un apéndice del imperialismo, que deberá suministrar materias primas a los países capitalistas desarrollados.

    La contrarrevolución en la Unión Soviética tiene un significado internacional. Su éxito se debe apuntar en la cuenta de la CIA y de Bush. El debilitamiento del socialismo en nuestro país es una pérdida para el mundo entero. Por todas partes, la situación de la clase obrera va deteriorarse. Gracias a la existencia del socialismo, el capitalismo también se veía obligado a hacer concesiones (al tener delante de sus ojos el espectro del socialismo). Si el socialismo desaparece, esta amenaza para el capitalismo también se esfuma. La situación en el Tercer Mundo se va a deteriorar aún más.

    Una vez más, la práctica ha demostrado que el paso del capitalismo al socialismo sólo es posible por la dictadura del pñroletariado, pero también que el paso del socialismo al capitalismo sólo se puede hacer por la dictadura de la neoburguesía, los barones de la economía paralela, salidos de la burocracia corrompida y de la intelectualidad elitista. Son precisamente estos los que necesitan el autoritarismo presidencial.

    La advertencia de Lenin, a menudo repetida por Stalin, se ha realizado: Cuanto más vanza el país en la vía al socialismo, más agudas y peligrosas para la clase obrera se tornan las formas que puede tomar la lucha de clases. Esta predicción –rabiosamente rechazado por nuestros “leninistas” del temple de Jruchov y Suslov- se ve ahora confirmada por todo el curso de los acontecimientos en la URSS y en los países de la comunidad socialista. El lento deslizamiento de la URSS hacia el oportunismo de derecha y el menchevismo, bajo la presión de los elementos pequeñoburgueses, comenzó a finales de los años 50, y recogemos ahora sus frutos envenenados. De nuevo se plantea la pregunta: ¿Quién vencerá, el imperialismo o el socialismo?.

    Para detener la contrarrevolución, hay que llevar a cabo un trabajo teórico y organizativo eficaz, en las siguientes direcciones:

    -Regreso a la renovación de la economía planificada y reforzamiento de la propiedad socialista en materia de instalaciones y de medios de producción.
    -Distribución del bienestar, no en función del capital o de los privilegios, sino según la calidad y la cantidad de trabajo de cada uno, y lucha contra la injusticia social en la sociedad socialista.
    -Reforzamiento del papel dirigente de la clase obrera en la solución de la crsis y en la renovación del socialismo, en pro de formas verdaderamente democráticas y humanas del Estado de la dictadura del proletariado.
    -Los intereses de clase, nacionales y humanos, deben converger.
    -Por una reforzamiento de los principios patrióticos e internacionalistas en la vida de la sociedad; por el reforzamiento de las federaciones, sin renunciar a los principios de la Unión.
    -Por una visión marxista-leninista del mundo, liberada del revisionismo y del dogmatismo, apoyada por el desarrollo y el enriquecimiento de las experiencias del movimiento comunista internacional y de la construcción socialista.
    -Por la solidaridad y la unidad de acción de todas las fuerzas socialistas y patrióticas del país”.

    Extraído de: La URSS y la contrarrevolución de terciopelo de Ludo Martens.

    Obra que puede ser extraída de:

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    No estaba en pdf, así que me di el currele de ir poniendo palabra a palabra, vamos no ha sido copiar y pegar XD, es un extracto interesante, vamos por eso lo he puesto.

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