Editorial de la REVISTA LA MOCHILA # 53. Puedes ver la revista completa pinchando ACÁ
El título de nuestra editorial, aunque suena a nombre de película, se presenta como una imperiosa necesidad para el movimiento social por la educación en su etapa actual. Esto porque, tras meses de movilizaciones en que los estudiantes y trabajadores hemos puesto el tema de la educación en el tapete, hay quienes nos quieren ver derrotados y suponen nuestro desgaste.
El gobierno y todos los defensores de la educación de mercado, entre los que cuentan evidentemente los oportunistas de la concertación, apuestan a que estamos desgastados, a que nuestro poder de convocatoria y apoyo ha disminuido. A lo largo de estos meses de intensa lucha han usado todos los medios posibles para deslegitimarnos y acabar con el movimiento, ahora quieren jugar a desmotivarnos (después que nos han chantajeado, reprimido y criminalizado), quieren instalar la idea de que vamos quedando pocos dispuestos a salir a las calles, que ya son miles los que hemos perdido el año escolar, pretenden que sus palabras sean una profecía autocumplida y que con el solo hecho de su afirmación muchos de nuestros compañeros vayan desmoralizándose.
Lamentablemente para ellos, lo único que parece desgastarse es la legitimidad no solo del gobierno, sino de los dos grandes bloques políticos defensores del neoliberalismo y la educación de mercado. Las encuestas, esas que tanto les gustan a estos señores, confirman mes a mes cómo la Alianza y la Concertación caen y caen en picada, a los abismos de un vergonzoso apoyo ciudadano, al mismo tiempo que aumenta su desaprobación. El caso de la Concertación llega a ser patético, especialmente porque quieren mostrarse como amigos del movimiento, siendo que en dos décadas solo profundizaron el modelo de educación de mercado que tanto repudiamos. Su accionar solo tiene un nombre: oportunismo. El mismo nombre que les queda a los apéndices de este bloque neoliberal, que intentan a como dé lugar arrimarse a la cola de ellos con pactos por omisión, gestos de unidad con sus puestitos en el congreso y futuras alianzas para un hipotético “gobierno de nuevo tipo”… nos referimos obviamente al Partido “Comunista” con el que también debemos estar atentos, para que no entreguen nuestro movimiento a sus pololeos con la concerta, como lo han hecho en años pasados.
Ante estos llamados a la desmoralización que se nos hacen desde la vereda de la educación de mercado, desde el lado de los que quieren seguir alimentando sus bolsillos con algo que debe ser un derecho para todos lo chilenos, nosotros, los estudiantes, trabajadores y pueblos de Chile solo debemos dar una respuesta bien contundente: ¡NO RETROCEDEREMOS EN NUESTRAS DEMANDAS, NO NOS RENDIREMOS!
Ahora es tarea de cada uno de nosotros hacer que el movimiento no solo se mantenga sino que crezca y se eleve, convocando a los que aún se mantienen pasivos o quieren tirar la toalla, animándoles y sumándoles a la causa. Es de vital importancia tratar de sumar no solo estudiantes sino trabajadores, ya que con su unión nuestro movimiento será más efectivo. Que cada uno de nosotros invite a una persona a las manifestaciones y así nos multipliquemos.
Que el movimiento se eleve, que se politice y podamos levantar la gran demanda de nuestros tiempos que es la de Asamblea Constituyente con Protagonismo Popular. Con esta última demanda no solo podemos comenzar a dar solución al tema de la educación, sino que será el paso necesario para romper con la institucionalidad neoliberal de la dictadura. Así las mayorías de Chile podrán decidir no solo qué educación quieren, sino también qué salud, qué Estado, qué economía y qué democracia. Debemos aspirar a ser un movimiento radical, lo que no quiere decir que andemos tirando molotov a diestra y siniestra, sino que apuntemos a la raíz de nuestros problemas.
Con todo nuestro empeño compañeros, demostremos que no estamos desgastados, demostremos que nos da vitalidad la justeza de nuestra lucha. Con nuestro protagonismo en las calles, en los liceos, universidades y poblaciones les mostraremos que seguimos firmes, que no cederemos en nuestras demandas y que lucharemos hasta lograr nuestros objetivos. Por eso NUNCA RETROCEDEREMOS NI JAMÁS NOS RENDIREMOS.
El gobierno y todos los defensores de la educación de mercado, entre los que cuentan evidentemente los oportunistas de la concertación, apuestan a que estamos desgastados, a que nuestro poder de convocatoria y apoyo ha disminuido. A lo largo de estos meses de intensa lucha han usado todos los medios posibles para deslegitimarnos y acabar con el movimiento, ahora quieren jugar a desmotivarnos (después que nos han chantajeado, reprimido y criminalizado), quieren instalar la idea de que vamos quedando pocos dispuestos a salir a las calles, que ya son miles los que hemos perdido el año escolar, pretenden que sus palabras sean una profecía autocumplida y que con el solo hecho de su afirmación muchos de nuestros compañeros vayan desmoralizándose.
Lamentablemente para ellos, lo único que parece desgastarse es la legitimidad no solo del gobierno, sino de los dos grandes bloques políticos defensores del neoliberalismo y la educación de mercado. Las encuestas, esas que tanto les gustan a estos señores, confirman mes a mes cómo la Alianza y la Concertación caen y caen en picada, a los abismos de un vergonzoso apoyo ciudadano, al mismo tiempo que aumenta su desaprobación. El caso de la Concertación llega a ser patético, especialmente porque quieren mostrarse como amigos del movimiento, siendo que en dos décadas solo profundizaron el modelo de educación de mercado que tanto repudiamos. Su accionar solo tiene un nombre: oportunismo. El mismo nombre que les queda a los apéndices de este bloque neoliberal, que intentan a como dé lugar arrimarse a la cola de ellos con pactos por omisión, gestos de unidad con sus puestitos en el congreso y futuras alianzas para un hipotético “gobierno de nuevo tipo”… nos referimos obviamente al Partido “Comunista” con el que también debemos estar atentos, para que no entreguen nuestro movimiento a sus pololeos con la concerta, como lo han hecho en años pasados.
Ante estos llamados a la desmoralización que se nos hacen desde la vereda de la educación de mercado, desde el lado de los que quieren seguir alimentando sus bolsillos con algo que debe ser un derecho para todos lo chilenos, nosotros, los estudiantes, trabajadores y pueblos de Chile solo debemos dar una respuesta bien contundente: ¡NO RETROCEDEREMOS EN NUESTRAS DEMANDAS, NO NOS RENDIREMOS!
Ahora es tarea de cada uno de nosotros hacer que el movimiento no solo se mantenga sino que crezca y se eleve, convocando a los que aún se mantienen pasivos o quieren tirar la toalla, animándoles y sumándoles a la causa. Es de vital importancia tratar de sumar no solo estudiantes sino trabajadores, ya que con su unión nuestro movimiento será más efectivo. Que cada uno de nosotros invite a una persona a las manifestaciones y así nos multipliquemos.
Que el movimiento se eleve, que se politice y podamos levantar la gran demanda de nuestros tiempos que es la de Asamblea Constituyente con Protagonismo Popular. Con esta última demanda no solo podemos comenzar a dar solución al tema de la educación, sino que será el paso necesario para romper con la institucionalidad neoliberal de la dictadura. Así las mayorías de Chile podrán decidir no solo qué educación quieren, sino también qué salud, qué Estado, qué economía y qué democracia. Debemos aspirar a ser un movimiento radical, lo que no quiere decir que andemos tirando molotov a diestra y siniestra, sino que apuntemos a la raíz de nuestros problemas.
Con todo nuestro empeño compañeros, demostremos que no estamos desgastados, demostremos que nos da vitalidad la justeza de nuestra lucha. Con nuestro protagonismo en las calles, en los liceos, universidades y poblaciones les mostraremos que seguimos firmes, que no cederemos en nuestras demandas y que lucharemos hasta lograr nuestros objetivos. Por eso NUNCA RETROCEDEREMOS NI JAMÁS NOS RENDIREMOS.