Unión Proletaria
Con mayor razón que nunca: ¡Vota comunista! ¡Vota al PCPE!
Pronunciamiento de Unión Proletaria ante las Elecciones Generales del 20 de noviembre de 2011
Viernes 11 de noviembre de 2011
El próximo 20 de noviembre, el Estado español convoca a las masas obreras y populares a unas nuevas elecciones legislativas. Las condiciones en las que se desenvuelven estos comicios son las de la mayor crisis económica que ha conocido el capitalismo internacional. Los monopolios pretenden resolverla intensificando la explotación de los trabajadores y de las trabajadoras, para mejorar su competitividad internacional y la rentabilidad de sus capitales. Todo lo que nos están arrebatando fue fruto de la lucha de clases y de las revoluciones del siglo XX, las cuales permitieron la instauración de un fuerte campo socialista en el Este de Europa que actuó como contrapeso a la voracidad del capital. Nos veremos abocados a una situación de esclavitud extrema si no nos unimos, como en el pasado, para poner en pie un movimiento obrero que se enfrente al capital y que combata por el socialismo.
La gran burguesía sabe que un pueblo consciente y organizado es más fuerte que ella. De ahí que invierta ahora tantos esfuerzos en amedrentar, confundir y distraer al pueblo, para debilitarlo. Intensifica la violencia anti-obrera y anti-comunista de los medios de comunicación, de los empresarios, de la policía, de los jueces, etc. Al mismo tiempo, pervierte el mecanismo representativo para que sólo podamos elegir al parlamento a quienes nos van a dar la siguiente vuelta de tuerca. Concede toda clase de ventajas al PP y al PSOE, los dos partidos principales de la oligarquía financiera, y, en menor medida, a los partidos burgueses nacionalistas y a la izquierda domesticada (generosas ayudas financieras, espacios en los medios de comunicación, medios de propaganda electoral, etc.), mientras silencia y obstaculiza al máximo la participación de los comunistas, los únicos que defienden una alternativa probada al capitalismo moribundo: el socialismo.
Los comunistas somos conscientes de que, para construir una fuerza capaz de acometer la revolución socialista, deberemos unir y movilizar a amplias masas de la población que sólo llegarán a comprender la necesidad de tal revolución a partir de su experiencia de lucha contra la oligarquía imperialista y su régimen monárquico. Pero, en la actualidad, es prematuro intentar constituir este amplio frente obrero y popular cuando todavía su columna vertebral –la lucha de clase del proletariado- es débil porque su partido de vanguardia recién ha comenzado a reorganizarse. Por eso, fracasan las propuestas de agrupamiento popular sobre bases republicanas o incluso vagamente democráticas, como el #15-M. Y ello, a pesar de que sus programas de reformas son más fácilmente asumibles que el programa revolucionario, por parte de la mayoría de la población que sufre el capitalismo y su crisis, pero cuya conciencia es moldeada por la burguesía. Esto es aun más cierto en el caso de Izquierda Unida, ese producto de la degeneración socialdemócrata que sufrió la dirección del PCE, debido a su largo historial de colaboración con la oligarquía. Hoy es prioritaria la reconstitución de un fuerte Partido Comunista, mediante la reunificación de sus organizaciones sobre la base de la teoría marxista-leninista, la propaganda de sus principios y la defensa del objetivo estratégico de la revolución socialista frente a las “alternativas” reformistas pequeñoburguesas. Así ha de ser en todas los frentes políticos, incluido el electoral.
De todas formas, por mucho que los comunistas logremos sortear los mecanismos de engaño y manipulación, no nos hacemos ilusiones sobre las posibilidades de unas elecciones celebradas bajo el poder económico de los grandes capitalistas y bajo el poder político de sus burócratas. Desde 1936, en España, sabemos por amarga experiencia que los oligarcas están dispuestos a ahogar en sangre la democracia y la libertad de las que tanto presumen, cuando las urnas desaprueban a sus representantes políticos. Por eso, sólo confiamos en el camino de la movilización obrera y popular hasta desarrollar una fuerza capaz de destruir el poder de los opresores capitalistas.
La participación de los comunistas en las elecciones organizadas por la burguesía está totalmente subordinada a este fin. Las aprovechamos porque mucha gente indispensable para la revolución socialista de mañana cree aún hoy que las elecciones parlamentarias son un mecanismo mediante el cual el pueblo decide realmente su futuro. Por supuesto, no participamos en ellas y en las instituciones representativas burguesas para alimentar este engaño, sino para denunciarlo, para revelar los verdaderos intereses de clase de las promesas hechas por los partidos burgueses, para demostrar que estos intereses no se pueden conciliar con los de la clase obrera. Lo hacemos para despertar a las capas sociales más atrasadas, para incorporarlas a la lucha de clases y poder avanzar así hacia la revolución socialista. La abstención no sirve para este fin y condena, por ello, a los revolucionarios a la impotencia. El boicot sería legítimo únicamente si dispusiéramos ya de una fuerza capaz de derribar el poder burgués y éste intentara neutralizarla con una convocatoria electoral.
En conclusión, vamos a llevar a esta campaña electoral y a las instituciones burguesas nuestra lucha permanente por las necesidades cotidianas y por la emancipación social de los trabajadores. Y lo vamos a hacer apoyando al Partido Comunista de los Pueblos de España, el cual representa la mayor fuerza comunista organizada, con un programa de revolución socialista y con una clara vocación de unir a todos los comunistas y a la clase obrera para hacerla posible, como se demuestra en el actual proceso de unidad que se desarrolla entre PCPE y Unión Proletaria.
Con mayor razón que nunca: ¡Vota comunista! ¡Vota al PCPE!
El Comité Central de Unión Proletaria, a 12 de noviembre de 2011. [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Con mayor razón que nunca: ¡Vota comunista! ¡Vota al PCPE!
Pronunciamiento de Unión Proletaria ante las Elecciones Generales del 20 de noviembre de 2011
Viernes 11 de noviembre de 2011
El próximo 20 de noviembre, el Estado español convoca a las masas obreras y populares a unas nuevas elecciones legislativas. Las condiciones en las que se desenvuelven estos comicios son las de la mayor crisis económica que ha conocido el capitalismo internacional. Los monopolios pretenden resolverla intensificando la explotación de los trabajadores y de las trabajadoras, para mejorar su competitividad internacional y la rentabilidad de sus capitales. Todo lo que nos están arrebatando fue fruto de la lucha de clases y de las revoluciones del siglo XX, las cuales permitieron la instauración de un fuerte campo socialista en el Este de Europa que actuó como contrapeso a la voracidad del capital. Nos veremos abocados a una situación de esclavitud extrema si no nos unimos, como en el pasado, para poner en pie un movimiento obrero que se enfrente al capital y que combata por el socialismo.
La gran burguesía sabe que un pueblo consciente y organizado es más fuerte que ella. De ahí que invierta ahora tantos esfuerzos en amedrentar, confundir y distraer al pueblo, para debilitarlo. Intensifica la violencia anti-obrera y anti-comunista de los medios de comunicación, de los empresarios, de la policía, de los jueces, etc. Al mismo tiempo, pervierte el mecanismo representativo para que sólo podamos elegir al parlamento a quienes nos van a dar la siguiente vuelta de tuerca. Concede toda clase de ventajas al PP y al PSOE, los dos partidos principales de la oligarquía financiera, y, en menor medida, a los partidos burgueses nacionalistas y a la izquierda domesticada (generosas ayudas financieras, espacios en los medios de comunicación, medios de propaganda electoral, etc.), mientras silencia y obstaculiza al máximo la participación de los comunistas, los únicos que defienden una alternativa probada al capitalismo moribundo: el socialismo.
Los comunistas somos conscientes de que, para construir una fuerza capaz de acometer la revolución socialista, deberemos unir y movilizar a amplias masas de la población que sólo llegarán a comprender la necesidad de tal revolución a partir de su experiencia de lucha contra la oligarquía imperialista y su régimen monárquico. Pero, en la actualidad, es prematuro intentar constituir este amplio frente obrero y popular cuando todavía su columna vertebral –la lucha de clase del proletariado- es débil porque su partido de vanguardia recién ha comenzado a reorganizarse. Por eso, fracasan las propuestas de agrupamiento popular sobre bases republicanas o incluso vagamente democráticas, como el #15-M. Y ello, a pesar de que sus programas de reformas son más fácilmente asumibles que el programa revolucionario, por parte de la mayoría de la población que sufre el capitalismo y su crisis, pero cuya conciencia es moldeada por la burguesía. Esto es aun más cierto en el caso de Izquierda Unida, ese producto de la degeneración socialdemócrata que sufrió la dirección del PCE, debido a su largo historial de colaboración con la oligarquía. Hoy es prioritaria la reconstitución de un fuerte Partido Comunista, mediante la reunificación de sus organizaciones sobre la base de la teoría marxista-leninista, la propaganda de sus principios y la defensa del objetivo estratégico de la revolución socialista frente a las “alternativas” reformistas pequeñoburguesas. Así ha de ser en todas los frentes políticos, incluido el electoral.
De todas formas, por mucho que los comunistas logremos sortear los mecanismos de engaño y manipulación, no nos hacemos ilusiones sobre las posibilidades de unas elecciones celebradas bajo el poder económico de los grandes capitalistas y bajo el poder político de sus burócratas. Desde 1936, en España, sabemos por amarga experiencia que los oligarcas están dispuestos a ahogar en sangre la democracia y la libertad de las que tanto presumen, cuando las urnas desaprueban a sus representantes políticos. Por eso, sólo confiamos en el camino de la movilización obrera y popular hasta desarrollar una fuerza capaz de destruir el poder de los opresores capitalistas.
La participación de los comunistas en las elecciones organizadas por la burguesía está totalmente subordinada a este fin. Las aprovechamos porque mucha gente indispensable para la revolución socialista de mañana cree aún hoy que las elecciones parlamentarias son un mecanismo mediante el cual el pueblo decide realmente su futuro. Por supuesto, no participamos en ellas y en las instituciones representativas burguesas para alimentar este engaño, sino para denunciarlo, para revelar los verdaderos intereses de clase de las promesas hechas por los partidos burgueses, para demostrar que estos intereses no se pueden conciliar con los de la clase obrera. Lo hacemos para despertar a las capas sociales más atrasadas, para incorporarlas a la lucha de clases y poder avanzar así hacia la revolución socialista. La abstención no sirve para este fin y condena, por ello, a los revolucionarios a la impotencia. El boicot sería legítimo únicamente si dispusiéramos ya de una fuerza capaz de derribar el poder burgués y éste intentara neutralizarla con una convocatoria electoral.
En conclusión, vamos a llevar a esta campaña electoral y a las instituciones burguesas nuestra lucha permanente por las necesidades cotidianas y por la emancipación social de los trabajadores. Y lo vamos a hacer apoyando al Partido Comunista de los Pueblos de España, el cual representa la mayor fuerza comunista organizada, con un programa de revolución socialista y con una clara vocación de unir a todos los comunistas y a la clase obrera para hacerla posible, como se demuestra en el actual proceso de unidad que se desarrolla entre PCPE y Unión Proletaria.
Con mayor razón que nunca: ¡Vota comunista! ¡Vota al PCPE!
El Comité Central de Unión Proletaria, a 12 de noviembre de 2011. [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]