kerensky99 escribió:
La segunda parte no me la creo mucho. Por mucho que el Gaseoducto pase por ambas Coreas y en el caso de que el centro de mando de dicho gaseoducto se localice en la parte Norte de la Península de Corea, no creo, primero que Corea del Sur acepte que su suministro de gas dependa directamente de su enemigo. Y segundo, tampoco creo que Rusia permita esto, ya que en teoría el gaseoducto es construido por ellos o con su colaboración, lo que quiere decir que esperan sacar algún tipo de rédito económico y por lo tanto, no creo que dejen el control del gaseoducto en manos de Corea del Norte. De todas maneras sólo estoy haciendo una suposición basandome en lo escrito por ti.
Saludos.
Yo creo que este tipo de cosas no funciona así (me refiero al tema del centro de mandos). Al menos no funciona así en el caso de Ucrania con Rusia. Evidentemente no soy experto en este tema, solo que por el temas de las crisis del petroleo entre Rusia y Ucrania (que en Hungría, donde vivo, causó problemas serios), he acabado sabiendo un poco como funciona la cosa respecto a Ucrania Cada país es responsable del gas que pasa por su territorio y son acuerdos múltiples los que regulan el paso del gas. Me explico. Rusia le da a Ucrania una cantidad de gas determinada, parte para Ucrania, parte para otros países. Pero es Ucrania la que hace la distribución de ese gas y por eso mismo recibe una cantidad monetaria de parte de Rusia. El centro de control ruso no tiene capacidad de decisión sobre lo que pasa en Ucrania, solo puede enviar gas allí o no hacerlo (o mandar una cantidad determinada). Igual que el centro de control ucraniano tiene capacidad de decisión sobre lo que hagan con el gas en ucrania, aunque el gas no sea suyo. Pero Ucrania como país de tránsito tiene acuerdos con Rusia y acuerdos con otros países también, a los que manda el gas ruso (estos países también tienen acuerdos con Rusia, claro porque el gas es ruso y se lo compran a Rusia). Es decir, según esto Corea del Norte siempre tendrá posibilidades de decidir qué pasa con el gas, porque por lógica siempre habrá un centro de control en su territorio. Además parte de ese gas sería también para ellos, así que necesita tener acceso aunque solo sea para coger su gas.
De todas formas es lógico que tengas dudas respeto a la cuestión. A mí también me parece un poco extraño que Corea del Sur acepte ese peligro. Pero es que quizás no les quede más remedio, me explico, necesitan el gas y el camino más corto y más barato es ese. Creo que en la actualidad reciben el gas en barco, lo cual es muy caro. Por ejemplo en la actualidad parte del gas se lo compraran a una empresa rusa, la SPG que lo envía en barco desde la isla Sajalin, a un precio de 450 dólares los 1000 metros cúbicos. A través de Corea del Norte, el precio sería 1/3 inferior. Eso es un ahorro muy grande, aunque en un principio sean necesarias grandes inversiones para realizar el proyecto, pero es que por tierra el camino entre los productores rusos y los consumideros surcoreanos por lo visto es de unos 1200 km, que es relativamente poco. Corea del Sur podría comprar a través de Corea del Norte hasta 10 mil millones de metros cúbicos de gas al año (según los últimos acuerdos podría llegar incluso a los 12 mil millones), lo que supondría que a precios actuales debería pagar al año 4500 millones de dólares (si he hecho bien el cálculo, calculo sobre 10 mil millones de metros cúbicos), pero a través de Corea del Norte pagaría un 30% menos, es decir pagaría 3150 millones de dólares y se ahorraría 1350 millones de dólares anuales. Eso es mucho. El coste total del proyecto se calcula en unos 5 mil millones de dólares, no sé cuánto financiará Corea del Sur, pero en un par o tres de años, en el peor de los casos, puede recuperar la inversión realizada.
Por lo demás, la prensa rusa da ya el proyecto como decidido (aunque aún no lo está). Se mencionan incluso declaraciones del presidente de Corea del Sur, hablando muy posítivamente del proyecto y se da por hecho que Corea del Sur lo aceptará. El proyecto es muy positivo para los tres países, lo que puede hacer que prefieran no preocuparse mucho de los posibles conflictos que puedan tener unos con otros (la pela es la pela). Rusia gana mercados, amplía sus socios y diversifica la dirección de sus importanciones (ocupando el mercado de Corea del Sur, que es muy grande). Corea del Sur tiene fácil acceso a gas de bajo precio y deja de depender de un transporte caro y relativamente imprevisible, por mar. Corea del Norte accede a gas barato, lo cual supone un alivio para su economía, además recibe ingresos como país de tránsito (pueden ser alrededor de unos 100 millones de dólares al año). Y por otro lado, un conflicto norcoreano-surcoreano no tiene por qué suponer un problema insalvable, primero porque todos están interesados en el negocio, segundo porque los conflictos que son tan habituales entre los dos países, también suelen ser puntuales, y no extenderse mucho en el tiempo, lo que permite cierta flexibilidad a la hora de tratar el asunto del gas, solo en un par o tres de meses de invierno puede ser la situación más peligrosa, pero se pueden construir también depósitos de almacenaje de gas. Por ejemplo en Hungría cuando los problemas del gas entre Ucrania y Rusia, aunque hubo problemas serios, estos fueron sobre todo porque se envió parte del gas a otros países que no tenían reservas, por ejemplo Yugoslavia ... que no tiene reservas porque los asesinos de la OTAN destrozaron los depósitos durante los bombardeos sobre Yugoslavia. Pero la población no sufrió restricciones, y aunque las hubo en instituciones oficiales y fábricas, también se sabía que había reservas suficientes hasta la llegada de la primavera, luego el problema dejaba de ser tan acuciante.
fuentes:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Aquí un artículo en inglés sobre el tema (por cierto yo no lo he leído):
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]- Spoiler:
26 September 2011 Last updated at 01:01 GMT
Could Russia pipe gas to Seoul via North Korea?
By Lucy Williamson BBC News, Seoul
File image of a gas flame The proposed pipeline would carry much-needed gas to the South - as long as Pyongyang co-operates
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Looking at the map, it is a no-brainer. Less than 700km (435 miles) separate one of the world's biggest energy producers and one of its neediest consumers.
Russia sells natural gas; South Korea wants to buy it. Building a pipeline between the two seems like such an obvious solution that it has been on the table for years.
But for years, that is where it has stayed, because those crucial few hundred kilometres which separate them run through North Korea - a country still technically at war with its neighbour to the south.
And which government wants a key energy supply controlled by its enemy? Well, South Korea, for one.
President Lee Myung-bak - in line with presidents before him - has been sounding remarkably keen on the idea recently. And so, for the first time, has his North Korean counterpart Kim Jong-il.
Mr Kim met the Russian president in Siberia last month to discuss the project, since when North Korea's state media has carried glowing reports on the prospect of warmer economic ties with Russia.
So what is behind the sudden upsurge in interest?
Regional scramble
As Mikkal Herberg, an energy specialist at the National Bureau of Asian Research (NBR) points out, the race is on for energy markets in Asia.
Map
"Asia has become 'ground zero' in global energy markets," he said in a report last year.
"Asia's boom in oil and natural gas demand has increasingly provoked a scramble among regional powers to secure access to future oil and gas supplies, as well as intense competition over control of transportation links [and] infrastructure."
South Korea has a pressing need to protect its energy supplies in the face of growing regional competition. It built its $800bn (£520bn) economy by importing 96% of its energy from elsewhere.
And it also has a growing interest in Russia's natural gas, as it tries to wean itself off reliance on Middle Eastern oil.
Gas imports last year rose to 15% of the country's total energy imports - all of it brought in by tanker as Liquefied Natural Gas (LNG) at a cost of $17bn, according to the Ministry of Knowledge Economy.
Importing gas via pipeline from eastern Russia may save a bit of money. But far more importantly, says Mikkal Herberg, it would mean securing an energy supply closer to home.
"What they're worried about is diversification: that they're 100% reliant on imported LNG," he says - at a time when maritime threats to Asia's sea lanes are seen to be a significant problem.
Russian President Dmitry Medvedev welcomes North Korean leader Kim Jong-il in Ulan-Ude on 24 August 2011 The leaders of Russia and North Korea held rare talks last month, with the plan top of the agenda
"Eighty per cent [of their oil] comes from the Middle East. They've been working for 20 years to change that, and they haven't been able to because that's where the oil comes from. [So] they'd dearly love to diversify their gas supply, so they've worked a long time to make this gas pipeline work."
Mr Lee, answering questions on a live television programme this month, said he expected talks on the pipeline to proceed "faster than expected" because, he said, it would benefit all three parties.
A senior government official in South Korea, who spoke on condition of anonymity, went further - saying "it could not only boost economic cooperation between the three countries involved, but could also contribute to peace in North East Asia."
But, he admitted "the biggest concern whenever it comes to North Korea is their unpredictability... We will need a strong commitment that they will keep their promises."
Political leverage?
North Korea is increasingly public about its need for income and investment.
Professor Andrei Lankov, from Kookmin University in Seoul, says the pipeline is attractive to the North Korean leadership because "they need money in a way that would not require reforms and would not bring foreign knowledge inside the country".
Even a railway line, he says, would mean North Koreans seeing trains full of large, bright containers, passing every few minutes - "a pipeline is ideal, because there's no interaction".
But despite the economic benefits, many analysts believe that the chances of Pyongyang using the pipeline as leverage - either for political or economic gain - are high.
Villas built with South Korean money at the Mount Kumgang resort, pictured on 1 September 2011 Foreign investments in the North like Mt Kumgang resort have proved hostage to political tensions
Paik Keun-wook, a specialist in Asian energy from the Royal Institute of International Affairs in London, says it could turn out to be "a very serious threat".
Mikkal Herberg says that "time and time again, the North Koreans have proved they're working for short-term agendas - not willing to meet [Seoul's] needs on security".
And the political atmosphere now, he says, is more tense than before. "I think it's a ploy by North Korea... looking for ways to look a little more co-operative without easing up on key strategic issues."
Mr Lee has said his government is already discussing with Russia how to compensate for any disruption to supply.
"I know there are worries amongst South Koreans," he said. "People are wondering whether the gas could be cut off. But do you think we haven't thought about this?"
The gas provided by the proposed pipeline, he said, would be 30% cheaper than current LNG shipments.
"If the line gets cut off by the wrongdoings of North Korea or Russia, the gas should be continuously provided at this cheaper price, even if it were to be shipped," he said.
And, as Andrei Lankov points out, it is not just North Korea that could use the pipeline to punish its neighbours. A hardline government in Seoul - or even in Washington - might be just as tempted to reduce this new cheap source of income.
China wrangling
But despite the potential pitfalls, officials in all countries see political mileage in Pyongyang moving closer to Moscow - balancing North Korea's heavy reliance on China.
Which brings us to perhaps the most interesting part of the picture - why Russia itself is keen on pushing this deal through at the moment.
At face value, of course, energy producers always want customers. And Andrei Lankov believes Russia's interest in the project is a straightforward bid for regional influence and a long-term economic foothold: "putting down a marker", he says, for a more peaceful, stable time on the peninsula.
But according to Dr Paik, this is really part of a much bigger game being played out in North East Asia.
This deal, he says, is Russia's "Korea card" - an attempt to pressure China into agreeing to higher prices for Russian gas.
"The Korean market isn't really big enough," he says. "What they're intending to do is make a benchmark price.. with Korea, [then] apply it to the Chinese."
Russia and China have been working on a gas pricing deal for several years, but talks broke up in June leaving both parties frustrated, he says.
Since the talks with North Korea in August, Beijing has announced a massive increase in gas imports from Turkmenistan - a sign, says Dr Paik, that "Gazprom's game backfired".
Gazprom, meanwhile, has been publicly pushing forward with the Korea deal, signing a road map with South Korea this month, and according to local media reports preparing to wipe out billions of dollars' worth of North Korean debt in preparation for the proposed pipeline deal.
Nevertheless, Mikkal Herberg agrees that Korea is not the real prize. The Korea deal represents a relatively modest amount of gas, he says.
"[Russia] needs to move into the Chinese market, but increasingly the Chinese feel they're comfortably supplied with gas. I think the Russians have played themselves out of the game."
Salud