Como no hacer una Revolución
Publicado el 10/06/2011 en la web de Izquierda hispánica
Publicado el 10/06/2011 en la web de Izquierda hispánica
Recogemos aquí las cinco conclusiones en las que resumió Federico Engels su trabajo sobre los bakuninistas españoles.*** Sus artículos aparecieron en Der Volksstrat, en 1873 y todavía no han perdido parte de su actualidad.
Conclusiones:1ª. En cuanto se enfrentaron con una situación revolucionaria seria, los bakuninistas se vieron obligados a echar por la borda todo el programa que hasta entonces habían mantenido. En primer lugar, sacrificaron su doctrina del abstencionismo político y, sobre todo, del abstencionismo electoral obligatorio. Luego, le llegó el turno a la anarquía, a la abolición del Estado; lo que hicieron fue intentar erigir una serie de pequeños Estados nuevos. A continuación, abandonaron su principio de que los obreros no debían participar en ninguna revolución que no persiguiese la inmediata y completa emancipación del proletariado, y participaron en un movimiento cuyo carácter puramente burgués era evidente. Finalmente, pisotearon el principio que acababan de proclamar ellos mismos, principio según el cual la instauración de un gobierno revolucionario no es más que un nuevo engaño y una nueva traición a la clase obrera, instalándose cómodamente en las juntas gubernamentales de las distintas ciudades, y además casi siempre como una minoría impotente, paralizada y políticamente explotada por los burgueses.
2ª. Al renegar de los principios que habían venido predicando siempre, lo hicieron de la manera más cobarde y más embustera y bajo la presión de una conciencia culpable, sin que los propios bakuninistas ni las masas acaudilladas por ellos se lanzasen al movimiento con ningún programa ni supiesen remotamente lo que querían. ¿Cuál fue la consecuencia natural de esto? Que los bakuninistas entorpeciesen todo movimiento, como en Barcelona, o se viesen arrastrados a levantamientos aislados, irreflexivos y estúpidos, como en Alcoy y Sanlúcar de Barrameda, o bien, que la dirección de la insurrección cayera en manos de los burgueses intransigentes, como ocurrió en la mayoría de los casos. Así pues, al pasar a los hechos, los gritos ultrarrevolucionarios de los bakuninistas se tradujeron en medidas apaciguadoras, en levantamientos condenados de antemano al fracaso en la adhesión a un partido prugués que, además de explotar ignominiosamente a los obreros para sus fines políticos, los trataba a patadas.
3ª. Lo único que ha quedado en pie de los llamados principios de la anarquía, de la federación libre de grupos independientes, etcétera, ha sido la disposición sin tasa y sin sentido de los medios revolucionarios de lucha, que permitió al gobierno dominar una ciudad tras otra con un puñado de tropas sin encontrar apenas resistencia.
4ª. Fin de fiesta: No sólo la sección española de la Internacional -lo mismo la falsa que la auténtica- se ha visto envuelta en el derrumbamiento de los intransigentes, y hoy esta sección -en tiempos numerosa y bien organizada- está de hecho disuelta, sino que, además, se le atribuye todo el cúmulo de excesos imaginarios sin el cual los filisteos de todos los países no pueden concebir un levantamiento obrero; con lo que han hecho imposible, casi por muchos años, la reorganización del proletariado español.
5ª. En una palabra, los bakuninistas españoles nos han dado un ejemplo insuperable de cómo no debe hacerse una revolución.
***1873 Los bakuninistas en acción (Memoria sobre el levantamiento en España en el verano de 1873): se trata de un trabajo de Engels, un informe a la Internacional, sobre los acontecimientos de la revolución cantonalista en España. La Iª República Española duró menos de un año por muchas causas, pero algunas de las más importantes son imputables a la nefasta acción de los revolucionarios españoles, con su extremado separatismo y el dominio anarquista.
Se puede leer y descargar en: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]2ª. Al renegar de los principios que habían venido predicando siempre, lo hicieron de la manera más cobarde y más embustera y bajo la presión de una conciencia culpable, sin que los propios bakuninistas ni las masas acaudilladas por ellos se lanzasen al movimiento con ningún programa ni supiesen remotamente lo que querían. ¿Cuál fue la consecuencia natural de esto? Que los bakuninistas entorpeciesen todo movimiento, como en Barcelona, o se viesen arrastrados a levantamientos aislados, irreflexivos y estúpidos, como en Alcoy y Sanlúcar de Barrameda, o bien, que la dirección de la insurrección cayera en manos de los burgueses intransigentes, como ocurrió en la mayoría de los casos. Así pues, al pasar a los hechos, los gritos ultrarrevolucionarios de los bakuninistas se tradujeron en medidas apaciguadoras, en levantamientos condenados de antemano al fracaso en la adhesión a un partido prugués que, además de explotar ignominiosamente a los obreros para sus fines políticos, los trataba a patadas.
3ª. Lo único que ha quedado en pie de los llamados principios de la anarquía, de la federación libre de grupos independientes, etcétera, ha sido la disposición sin tasa y sin sentido de los medios revolucionarios de lucha, que permitió al gobierno dominar una ciudad tras otra con un puñado de tropas sin encontrar apenas resistencia.
4ª. Fin de fiesta: No sólo la sección española de la Internacional -lo mismo la falsa que la auténtica- se ha visto envuelta en el derrumbamiento de los intransigentes, y hoy esta sección -en tiempos numerosa y bien organizada- está de hecho disuelta, sino que, además, se le atribuye todo el cúmulo de excesos imaginarios sin el cual los filisteos de todos los países no pueden concebir un levantamiento obrero; con lo que han hecho imposible, casi por muchos años, la reorganización del proletariado español.
5ª. En una palabra, los bakuninistas españoles nos han dado un ejemplo insuperable de cómo no debe hacerse una revolución.
***1873 Los bakuninistas en acción (Memoria sobre el levantamiento en España en el verano de 1873): se trata de un trabajo de Engels, un informe a la Internacional, sobre los acontecimientos de la revolución cantonalista en España. La Iª República Española duró menos de un año por muchas causas, pero algunas de las más importantes son imputables a la nefasta acción de los revolucionarios españoles, con su extremado separatismo y el dominio anarquista.
Última edición por pedrocasca el Lun Nov 21, 2011 3:30 pm, editado 2 veces