Este sondeo no tiene mucho sentido, la verdad sea dicha.
En primer lugar crea la ilusión de que el fascismo es un fenómeno ajeno al capitalismo, cuando en realidad es la forma aberrante que adoptó desde finales de los años 20 con un claro objetivo: romper los salarios, cosa imposible de hacer sin abolir el propio sistema parlamentario burgués, que al fin y al cabo reconocía como hoy en día ciertos derechos defensivos de los trabajadore: derecho de sindicación, derecho de huelga, etc...
En segundo lugar presenta al fascismo como un movimiento defensivo, cuando en realidad fue todo lo contrario. Eso de que el fascismo es un movimiento para frenar el auge del movimiento revolucionario o "comunismo" es lo que el fascismo dice de sí mismo, pero la Historia demuestra que nada hay más lejos de la verdad. En Alemania no estaba a punto de estallar ninguna revolución en 1931 o 1932; cosa diferente es que la crisis estaba provocando estragos entre las gentes más humildes de ese país y, por lo tanto, había movimientos huelguísticos, descontento y malestar general.
Esto debe quedar bien claro: la salida dictatorial a la crisis no fue un invento de Hitler o Mussolini, sino que se elaboró en los despachos privados de las élites económicas de Alemania, Francia e Italia fundamentalmente. EE.UU., disponiendo de todo un continente que hacía las veces de "imperio" (en la práctica, había heredado el antiguo imperio español), y las colosales dimensiones del imperio británico en términos ecónomicos, es decir, no sólo la posesión de muchas colonias sino la propia existencia de la Commonwealth, no hacían necesarias medidas tan draconianas contra sus respectivas clases obreras. Sin embargo, el imperio francés ni era tan extenso ni tan grande en términos económicos y por esa razón sus élites económicas, enamoradas de Mussolini hasta 1933, cambiaron en un abrir y cerrar de ojos de "amante", que pasó a llamarse Adolf Hitler. Lo intentaron en 1934, en febrero, y de nuevo nadie puede decir que Francia estaba en febrero de ese año al borde de la Revolución. Pero les salió el tiro por la culata; no sólo no pudieron derribar a la República, sino que provocaron la creación del Frente Popular Antifascista, que ganó las elecciones en abril-mayo de 1936 y produjo una oleada de huelgas en junio como nunca se había visto en Francia durante el siglo XX, huelgas que culminaron con una subida salarial general (del 7 al 13%), la semana de 40 horas y quince días de vacaciones pagadas, algo inexistente en ningún país capitalista en aquella época, es decir, recetas económicas totalmente opuestas a los intereses de los grandes empresarios franceses, que volcaron todo su odio contra estas medidas y vendieron su país a la Alemania nazi entre 1938 y 1940, al ser ellos mismos incapaces de implantar la dictadura en Francia. Y a las pruebas me remito: la Gestapo actuaba casi impunemente en Francia desde finales de 1938 y las pruebas de la connivencia de los aparatos del Estado con ella son abrumadoras, antes y después de la ocupación alemana.
Dado que Alemania no disponía de colonias ni de mercados seguros en los que colocar sus grandes excedentes de producción, tanto Gran Bretaña como Francia le "dieron" una salidad hacia el este, a expensas de la URSS, país que estaba fuera del control de los grandes mercados capitalistas ¡oh, terrible crimen anticapitalista donde los haya! Por lo que se demuestra una vez más que de defensivo, nada de nada; el fascismo, que siempre ha revestido una forma imperialista es el causante directo de la mayor guerra de todos los tiempos, y fue derrotado en lugares tan alejados de Roma, Berlín o París como Moscú y Stalingrado, nueva y definitiva prueba geográfica de que sólo sabía de agresiones, contra pueblos y naciones.
El único político importante, defensor del capitalismo en aquella época, que percibió que el fascismo podía suponer la muerte del capitalismo en general fue Winston Churchill, perfectamente consciente de que si el capitalismo perdía su fachada "democrática" la batalla ideológica contra el comunismo estaba perdida.
Por esa razón desde entonces el capitalismo se gasta colosales cantidades de dinero en campañas propagandísticas cuyos objetivos fundamentales son pretender disociarse del fascismo, haciéndolo aparecer como algo que no guarda relación con el capitalismo, emparentándolo cada vez que puede con el "comunismo" porque ambos son "totalitarios" (palabreja tramposa tan vacía de contenido como la palabra "terrorismo") y que EE.UU. y Gran Bretaña fueron los salvadores de la Humanidad en aquella guerra contra el fascismo, argumento fácilmente rebatible a condición de estudiar un poco de Historia.
Y por último, unas palabras sobre España. El golpe militar fascista del 18 de julio de 1936, que no fue un alzamiento porque sólo se alzan los pueblos (como en 1808 contra las tropas de Napoleón) provocó exactamente en España lo que supuestamente pretendía evitar ese mismo fascismo. En España la situación se volvió peligrosamente revolucionaria, pero después del 18 de julio, nunca antes. Por si esto fuese poco, el golpe militar fue un rotundo fracaso y sólo la inmediata intervenció de Hitler y Mussolini salvó los muebles de Franco, que les debe absolutamente todo. Nueva prueba de la agresividad fascista y nueva prueba también de que el Frente Popular Antifascista español funcionó, porque Franco no ganó la guerra civil; se la ganó Hitler, respaldado por el capitalismo a nivel mundial y eso era un hueso demasiado grande para un Frente Popular de un país modesto como España.
El fascismo es el "lado oscuro" del capitalismo. Y mientras exista éste, el peligro fascista y sus guerras de agresión siempre estarán ahí cual espada de Damocles sobre la Humanidad.