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El sistema capitalista se fundamenta en la opresión de las mujeres
Sindicato de Trabajadores Independientes de oficios varios de El Salvador
artículo extraído de la revista "Chispa Obrera"
tomado de la web de Unión Proletaria – diciembre de 2011
Julieta es madre de un niño, como muchas mujeres en El Salvador y América Latina tiene que vender su fuerza de trabajo en una maquila para poder subsistir ella y su hijo pues su familia no cumple el estereotipo de “familia feliz” que nos han impuesto: Ella es mal llamada “madre soltera” y es capaz de dar sostenimiento y provisión a su familia, a pesar de los sueldos de hambre que ha impuesto la burguesía hegemónica representada en la ANEP, pues ellos definieron los salarios mínimos por debajo de la canasta básica, y aún así es subvalorada.
Todas las tardes, al salir de la Zona Franca la espera Ernesto, un joven que la sigue caminando mientras trata de enamorarla diciendo: Julieta, Julieta, no sabes como quisiera ser el que te da para la leche de tu niño.
Todas las veces ella sólo puede pensar en ir a traer a su niño donde la señora a la que paga por su cuidado.
En Chispa Obrera n° 2, decíamos acerca de cómo el sistema capitalista se beneficia directamente de la expropiación del trabajo ajeno y así relegar a las mujeres el trabajo doméstico, pues los patrones se liberan de garantizar lo requerido para la subsistencia y reproducción de la fuerza de trabajo de los obreros y obreras que explotan y de la reproducción de nuevas generaciones de clases trabajadoras. Se supone que el salario cubre todo esto.
Pero el sistema capitalista no sólo oprime a las mujeres en este sentido sino que también se beneficia de que en la sociedad (que está hecha a su imagen y semejanza) la mujer sea vista como objeto sexual que se vuelve una mercancía, pues vemos hasta en espacios publicitarios de bebidas, llantas, licor, cerveza, etc., imágenes de mujeres semidesnudas que nada tienen que ver con el producto ofrecido. Por supuesto esto es visto como algo “normal”.
¿Acaso esto no favorece directamente la industria de la prostitución y la pornografía?
La idea de que el hombre como “buen proveedor” puede disponer a su antojo de la mujer es causa de que la clase dominante se apropie de la capacidad reproductiva de las mujeres, pues se ve beneficiada directamente con la sobrepoblación, pues así tienen “argumentos suficientes” como para vivir amenazando a obreras y obreras que hay miles de desempleados deseando la plaza que ellos tienen y que si quiere conservar el empleo deben someterse a toda la sobreexplotación sin poder organizarse para luchar por sus necesidades, ni mucho menos para derrocar el orden social y económico de opresión existente.
¿A quien beneficia que sigamos estableciendo y reproduciendo las relaciones familiares que nos enseña el sistema capitalista?. ¿No debería basarse en nuevos propósitos las relaciones entre hombres y mujeres de la clase trabajadora?.
Sólo aboliendo la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales para la sociedad, se podrán generar las condiciones para:
abolir las ideas burguesas sobre la mujer como objeto sexual o como mero instrumento para la reproducción; socializar la riqueza producida; socializar el trabajo doméstico (a través de lavanderías y comedores comunales); socializar el cuidado de nuestros hijos e hijas (a través de guarderías en cada comuna, fábrica y lugar de trabajo); esto generaría mas empleos y sería una solución diferente a las propuestas de la burguesía a través de sus movimientos de distracción de la fuerza revolucionaria de las mujeres.
¡TRABAJADORAS Y TRABAJADORES NO SOSTENGAMOS ESTE SISTEMA DE OPRESIÓN REPRODUCIENDO ACTITUDES BURGUESAS HACIA LAS MUJERES!
¡LA EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: UN PROCESO LARGO DE LUCHA DE CLASES!
Sindicato de Trabajadores Independientes de oficios varios de El Salvador
artículo extraído de la revista "Chispa Obrera"
tomado de la web de Unión Proletaria – diciembre de 2011
Julieta es madre de un niño, como muchas mujeres en El Salvador y América Latina tiene que vender su fuerza de trabajo en una maquila para poder subsistir ella y su hijo pues su familia no cumple el estereotipo de “familia feliz” que nos han impuesto: Ella es mal llamada “madre soltera” y es capaz de dar sostenimiento y provisión a su familia, a pesar de los sueldos de hambre que ha impuesto la burguesía hegemónica representada en la ANEP, pues ellos definieron los salarios mínimos por debajo de la canasta básica, y aún así es subvalorada.
Todas las tardes, al salir de la Zona Franca la espera Ernesto, un joven que la sigue caminando mientras trata de enamorarla diciendo: Julieta, Julieta, no sabes como quisiera ser el que te da para la leche de tu niño.
Todas las veces ella sólo puede pensar en ir a traer a su niño donde la señora a la que paga por su cuidado.
En Chispa Obrera n° 2, decíamos acerca de cómo el sistema capitalista se beneficia directamente de la expropiación del trabajo ajeno y así relegar a las mujeres el trabajo doméstico, pues los patrones se liberan de garantizar lo requerido para la subsistencia y reproducción de la fuerza de trabajo de los obreros y obreras que explotan y de la reproducción de nuevas generaciones de clases trabajadoras. Se supone que el salario cubre todo esto.
Pero el sistema capitalista no sólo oprime a las mujeres en este sentido sino que también se beneficia de que en la sociedad (que está hecha a su imagen y semejanza) la mujer sea vista como objeto sexual que se vuelve una mercancía, pues vemos hasta en espacios publicitarios de bebidas, llantas, licor, cerveza, etc., imágenes de mujeres semidesnudas que nada tienen que ver con el producto ofrecido. Por supuesto esto es visto como algo “normal”.
¿Acaso esto no favorece directamente la industria de la prostitución y la pornografía?
La idea de que el hombre como “buen proveedor” puede disponer a su antojo de la mujer es causa de que la clase dominante se apropie de la capacidad reproductiva de las mujeres, pues se ve beneficiada directamente con la sobrepoblación, pues así tienen “argumentos suficientes” como para vivir amenazando a obreras y obreras que hay miles de desempleados deseando la plaza que ellos tienen y que si quiere conservar el empleo deben someterse a toda la sobreexplotación sin poder organizarse para luchar por sus necesidades, ni mucho menos para derrocar el orden social y económico de opresión existente.
¿A quien beneficia que sigamos estableciendo y reproduciendo las relaciones familiares que nos enseña el sistema capitalista?. ¿No debería basarse en nuevos propósitos las relaciones entre hombres y mujeres de la clase trabajadora?.
Sólo aboliendo la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales para la sociedad, se podrán generar las condiciones para:
abolir las ideas burguesas sobre la mujer como objeto sexual o como mero instrumento para la reproducción; socializar la riqueza producida; socializar el trabajo doméstico (a través de lavanderías y comedores comunales); socializar el cuidado de nuestros hijos e hijas (a través de guarderías en cada comuna, fábrica y lugar de trabajo); esto generaría mas empleos y sería una solución diferente a las propuestas de la burguesía a través de sus movimientos de distracción de la fuerza revolucionaria de las mujeres.
¡TRABAJADORAS Y TRABAJADORES NO SOSTENGAMOS ESTE SISTEMA DE OPRESIÓN REPRODUCIENDO ACTITUDES BURGUESAS HACIA LAS MUJERES!
¡LA EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES: UN PROCESO LARGO DE LUCHA DE CLASES!
