[Red Roja] Unidad y lucha. El único camino

Este gobierno, como antes el de Zapatero, y antes los de Aznar y Felipe Gonzalez, han conseguido comprar a las direcciones de CC.OO y UGT a base de subvenciones y otros privilegios, para que asumieran la regla sagrada del capitalismo: cuanto más fuerte sea el capital y más “competitivo”, más creación de empleo y más riqueza.

La última contrareforma laboral es una demolición del sistema de derechos laborales. Es la generalización del despido libre y gratuito y deja a la clase obrera a los pies de los caballos. Es la herramienta para "limpiar" la multitud de empresas no rentables y llevar a cabo la gran destrucción y concentración de capital que regenerará el capitalismo de nuevo. Pretenden hacerlo sobre la liquidación de las conquistas de la clase obrera mundial de hace un siglo.

Para que se acepte sin rechistar este un engranaje infernal contra las trabajadoras y trabajadores se repite machaconamente desde los medios de comunicación la sarta de mentiras. Se cierran fábricas para crear empleo, se bajan los salarios para fomentar el consumo, se reduce la inversión pública para aumentar la productividad, se facilita y abarata el despido también para crear puestos de trabajo, se pisotean los derechos laborales para mejorar el nivel de vida de los trabajadores, se destruyen los servicios públicos esenciales … para beneficiar al pueblo.

Es un gigantesco montaje que no sirve más que para seguir llenado los bolsillos de banqueros y empresarios a manos llenas. No se va a crear empleo, no habrá crédito hasta que no se culmine la destrucción del capital y los puestos de trabajo “no competitivos”, hasta que hayan liquidado las conquistas de un siglo de lucha obrera, hasta que un enorme ejército de reserva de parados desesperados no esté dispuesto a trabajar como sea para no morir de hambre.

Para conseguir sus objetivos, el capital sabe que lo único que tiene en frente es la organización de la clase obrera y su voluntad de lucha y de resistencia. Su meta fundamental es destruirlos.

Para eso sirvió el indecente acuerdo de hace una semana de CC.OO., UGT y la patronal, para desarmarnos ideológicamente, para meternos hasta la última neurona el discurso del capital de que sin él no hay vida, ni trabajo.

Hace mucho tiempo que CC.OO. y UGT dejaron de ser sindicatos de clase e instrumentos de lucha para convertirse en herramientas de la patronal y, por ello, un cáncer para el movimiento obrero.

Cuando la lucha es tan dura y larga como la que se avecina, tan importante es conocer bien al enemigo como tener muy claro cuales son tus aliados en la pelea.

No cabe la menor duda de que en CC.OO. y UGT hay compañer@s honest@s y luchador@s. Con ell@s hay que contar, pero no con sus direcciones, dispuestas a dejarse sobornar y a traicionarnos por enésima vez.

La unidad y el fortalecimiento del sindicalismo alternativo, asambleario y no cooptado, es la única manera de asentar cimientos sólidos en una lucha en la que cada vez está más claro que el futuro lo determina quien tiene el poder: el capitalismo o la clase obrera y los pueblos.



¡El capital es la muerte, el pueblo la vida!

¡Contra la reforma laboral ¡huelga general!

¡No al pago de la deuda! ¡Salida del euro y de la UE!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

¡Pueblos de Europa, levantáos!