Marcha e himno militar del Ejército Popular de Liberación.
Traducción aproximada de la letra:
Soldados revolucionarios, tenemos que tener siempre presentes las tres reglas fundamentales de la disciplina y las ocho advertencias en nuestro ejército:
Primera, obedecer las órdenes en todo lo que hagamos. Tenemos que actuar al unísono para conseguir la victoria.
Segunda, no tomar siquiera una sola aguja o hilo de las masas, y las masas nos apoyarán y nos respetarán.
Tercera, todos los bienes confiscados tienen que ser devueltos. Procuremos aliviar la carga sobre el pueblo.
Es necesario respetar de forma absoluta las tres reglas de la disciplina. Y no olvidéis los ochos puntos a los que hay que prestar atención:
Primero, hablar de forma educada y respetuosa. Hay que respetar a las masas y no ser arrogante.
Segundo, cuando compremos o vendamos tenemos que ser honrados y los precios razonables. Hay que comprar y vender siempre en público, y utilizar la intimidación está prohibido.
Tercero, si nos prestan objetos, una vez que se terminen de utilizar hay que devolverlos inmediatamente y evitar extraviarlos.
Cuatro, si dañamos o destruimos algo tenemos que indemnizar pagando su valor, ni un céntimo menos.
Cinco, no está permitido ni golpear ni insultar al pueblo. Son comportamientos típicos de los señores de la guerra que es necesario superar.
Seis, apreciar y proteger los cultivos del pueblo. Cuando marchemos al combate hay que prestar mucha atención a este punto.
Siete, no tomarse libertades con las mujeres. Estamos resolutamente decididos a acabar con los comportamientos pícaros.
Ocho, no maltratar a los prisioneros de guerra. No debemos pegarles, ni insultarles, ni quitarles sus pertenencias.
Para mantener esta disciplina cada uno de nosotros tiene que estar alerta. Tenemos que vigilarnos a nosotros mismos y no desobedecer las órdenes. Cada uno de los elementos de la disciplina revolucionaria tiene que recordarse de forma consciente.
¡Los soldados del pueblo aman al pueblo donde quiera que estén! Defenderemos nuestra tierra y marcharemos al progreso. ¡Y la población del país nos defenderá y nos admirará!.
Traducción aproximada de la letra:
Soldados revolucionarios, tenemos que tener siempre presentes las tres reglas fundamentales de la disciplina y las ocho advertencias en nuestro ejército:
Primera, obedecer las órdenes en todo lo que hagamos. Tenemos que actuar al unísono para conseguir la victoria.
Segunda, no tomar siquiera una sola aguja o hilo de las masas, y las masas nos apoyarán y nos respetarán.
Tercera, todos los bienes confiscados tienen que ser devueltos. Procuremos aliviar la carga sobre el pueblo.
Es necesario respetar de forma absoluta las tres reglas de la disciplina. Y no olvidéis los ochos puntos a los que hay que prestar atención:
Primero, hablar de forma educada y respetuosa. Hay que respetar a las masas y no ser arrogante.
Segundo, cuando compremos o vendamos tenemos que ser honrados y los precios razonables. Hay que comprar y vender siempre en público, y utilizar la intimidación está prohibido.
Tercero, si nos prestan objetos, una vez que se terminen de utilizar hay que devolverlos inmediatamente y evitar extraviarlos.
Cuatro, si dañamos o destruimos algo tenemos que indemnizar pagando su valor, ni un céntimo menos.
Cinco, no está permitido ni golpear ni insultar al pueblo. Son comportamientos típicos de los señores de la guerra que es necesario superar.
Seis, apreciar y proteger los cultivos del pueblo. Cuando marchemos al combate hay que prestar mucha atención a este punto.
Siete, no tomarse libertades con las mujeres. Estamos resolutamente decididos a acabar con los comportamientos pícaros.
Ocho, no maltratar a los prisioneros de guerra. No debemos pegarles, ni insultarles, ni quitarles sus pertenencias.
Para mantener esta disciplina cada uno de nosotros tiene que estar alerta. Tenemos que vigilarnos a nosotros mismos y no desobedecer las órdenes. Cada uno de los elementos de la disciplina revolucionaria tiene que recordarse de forma consciente.
¡Los soldados del pueblo aman al pueblo donde quiera que estén! Defenderemos nuestra tierra y marcharemos al progreso. ¡Y la población del país nos defenderá y nos admirará!.