voy a colgar algo . si alguien lo quere leer
EL CAPITALISMO SE HA IMPUESTO EN LA AGRICULTURA
COLOMBIANA POR LA VÍA TERRATENIENTE,
POR LA VÍA REACCIONARIA.
Esta vía es dolorosa para las masas trabajadoras del campo;
costosa socialmente; impregna a toda la sociedad burguesa
de un carácter especialmente reaccionario; enfeuda a la
burguesía y aburguesa a los terratenientes; pone de presente
con especial agudeza, todas las contradicciones insuperables
que clásicamente conlleva el capitalismo en la agricultura. Este
proceso efectuado a partir de la II guerra imperialista, pasó
del predominio de la economía terrateniente, basada en la explotación
de los campesinos por el pago de la renta del suelo en
trabajo y en especie, al predominio de la economía capitalista,
basada en la explotación del proletariado agrícola por parte
de la burguesía agraria y el pago al terrateniente de la renta
del suelo en dinero.
La renta absoluta nace del monopolio de la propiedad territorial
–es el tributo que paga la sociedad al monopolio de la
propiedad privada del suelo; la renta diferencial es una ganancia
extraordinaria que no surge como una cualidad de la tierra
misma, sino de la utilización de ésta por el capital; es una
renta capitalista que proviene de la explotación del trabajo
asalariado en la agricultura. Esta diferencia de la ganancia
agrícola sobre la ganancia media se la embolsilla el propietario
de la tierra, ya sea en su forma de renta diferencial I –cuando
nace de la fertilidad natural de las tierras y de su situación
favorable–, o de renta diferencial II –cuando proviene de las
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inversiones sucesivas de capital en la misma tierra. En Colombia
la renta diferencial II explica la gran vitalidad de los
terratenientes, pues entre más capital se invierta en la tierra
tanto más aumenta la renta, lo que a su vez ocasiona la huida
de los capitales hacia nuevas tierras arruinando la antigua
agricultura y agotando gradualmente a los grandes terratenientes.
La apariencia de la renta del suelo como cualidad inherente
de la tierra misma, conduce a la conclusión falsa de concebir
como feudal la actual renta del suelo en Colombia, y sobre todo
porque esa apariencia se ve reforzada por dos hechos: el primero,
la renta en trabajo y la renta en especie de la economía
feudal forman parte de la génesis histórica de la actual renta
capitalista del suelo; y el segundo, un alto porcentaje –alrededor
del 80%– de la burguesía agraria es a la vez terrateniente.
En el ámbito de la propiedad, el hecho comprobado estadísticamente
de que el número de explotaciones agropecuarias
haya aumentado, y en cambio el de arrendatarios y aparceros
haya disminuido, lleva a la conclusión falsa de que la agricultura
feudal se ha convertido en parcelaria y no en capitalista.
Lo exacto es, que mientras la superficie de la tierra se concentra
en tamaños de 100 a 500 hectáreas y de 1.000 y más, la
inmensa mayoría de explotaciones en propiedad se encuentran
en tamaños de menos de 5 hectáreas. Esto quiere decir
que la propiedad de la tierra en Colombia se ha polarizado
entre los poseedores de una pequeña cantidad de tierra que
son la gran mayoría de propietarios, y los poseedores de la
mayor parte de la superficie del país que son un pequeño número
de propietarios.
El desarrollo del capitalismo en Colombia por la vía terrateniente,
ha traído como consecuencia que no sean barridos
radicalmente los remanentes feudales, socavados ya desde la
década del 40. En los años 60 se acabó la relación típica feu—
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dal, transitando de la vieja aparcería (cultivo con aperos del
campesino) a la nueva aparcería (cultivo con insumos, aperos
y capital dinero del terrateniente) con unas relaciones de producción
capitalistas. En 1965 los marxistas leninistas se referían
al entrelazamiento con el capitalismo de remanentes tales
como la subsistencia de relaciones serviles, el uso de instrumentos
y prácticas agrícolas rudimentarias, y focos aislados
de economía de subsistencia. Hoy estos remanentes han
evolucionado casi que totalmente hacia el capitalismo, pero
esa evolución no ha significado, ni la liberación económica, ni
la emancipación política, ni la ilustración cultural para las
masas trabajadoras del campo. El desarrollo del capitalismo
en el agro colombiano a través de la vía terrateniente ha sido
a costa del sufrimiento, del hambre, de la opresión política y
del peligro de la degeneración espiritual de los trabajadores,
no sólo de quienes han estado vinculados directamente a los
remanentes feudales, sino de todos los pobres del campo y de
todos los obreros de la ciudad.
LA AGRICULTURA COMERCIAL VINCULADA AL MERCADO
MUNDIAL SE HA IMPUESTO SOBRE LA DE AUTOCONSUMO.
El problema de la agricultura no es si se produce para el
mercado interior o para el externo, sino cómo se produce, con
qué relaciones de producción, y de ahí se desprende para qué
mercado se produce. El problema no está en la circulación sino
en la esfera de la producción.
Actualmente la economía natural, de autoconsumo, ha
desaparecido prácticamente de la agricultura colombiana,
incluso en el último refugio de la economía natural: la colonización
de nuevas tierras. El resquebrajamiento y desaparición
de la economía natural y el crecimiento de la producción dedicada
al mercado se ha realizado durante los últimos 50 años.
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Los productos del agro se obtienen en Colombia, como en cualquier
país capitalista, no como medios directos de subsistencia para quien
los produce, sino como mercancías. El mercado interno capitalista
ha abarcado toda la economía agrícola y posee el desequilibrio
y la falta de armonía que caracteriza al capitalismo como
modo de producción caduco. Está vinculado al mercado mundial,
pues en la actualidad, en la época del imperialismo, el
capitalismo tiene que circular las mercancías a nivel mundial
para realizar la plusvalía.
La economía mercantil no sólo ha cumplido su papel en la
diferenciación de las clases en el campo, sino que además de
producir para el mercado, consume mercancías: bienes de consumo
para los trabajadores, insumos, aperos y maquinaria; incluso el
mercado de la tierra es libre en Colombia. En la gran producción
no sólo se produce exclusivamente para el mercado, sino que
se ha realizado una especialización por zonas dedicadas a
determinados cultivos (bananera, azucarera, arrocera, cafetera,
flores, marimbera, cocalera y amapolera).
El dominio pleno de la economía mercantil en la agricultura,
se ha logrado además, por el avance en la aplicación de la
técnica y la ciencia a la agricultura capitalista como comprador
de estos bienes. La introducción de motores, tractores, combinadas
y otras máquinas, es notable por varias razones: en el
transcurso de unos pocos años se llegó a su utilización generalizada
en las zonas especializadas de agricultura comercial;
por los altibajos de su utilización, ocasionados no por las necesidades
de la propia agricultura, sino por las necesidades
del capital, tanto de la burguesía colombiana, como la de los
países imperialistas. El avance tecnológico en el agro colombiano
se ha desarrollado en cuatro etapas, que a su vez, son
cuatro etapas del enlace de la agricultura colombiana con el
mercado imperialista mundial: 1– de 1945 a 1955 importación
masiva de equipos y maquinaria agrícola. 2– de 1955 a
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1970 innovaciones químicas en fertilizantes y control de plagas.
3– de 1970 a 1980 fitomejoramiento ligado a los "paquetes
tecnológicos" que imponen las empresas y los organismos
imperialistas de crédito. 4– de 1980 en adelante, vuelta al incremento
de maquinaria y equipo, merced a la inversión de
capitales provenientes de la producción y comercio de estupefacientes.
EL PREDOMINIO DEL CAPITAL EN LA SOCIEDAD Y EL
IMPACTO DEL IMPERIALISMO EN LA AGRICULTURA, HAN
INFLUENCIADO EN FORMA DETERMINANTE EL DESARROLLO
DEL CAPITALISMO EN EL CAMPO.
La inversión directa en el campo de capitales provenientes
de otras esferas de la economía (industrial y comercial), se ha
realizado de las más diversas maneras, desde las inversiones
de los pequeños burgueses de pueblo, hasta las grandes inversiones
de los grupos capitalistas colombianos o de los monopolios
imperialistas para aprovecharse de zonas enteras especializadas
de agricultura comercial. Los verdaderos gamonales
en Colombia son los representantes del capital en la agricultura: la
burguesía agraria, los terratenientes y los representantes del capital
proveniente de la industria y del comercio. Por la resistencia,
incluso armada, que los antiguos terratenientes han puesto al
capital, pero por sobre todo por la posición de Colombia en el
mercado mundial, la forma predominante de la vinculación
de estos capitales al campo ha sido la compra de tierra y las
posteriores inversiones de capital en ella, por medio de las
"sociedades agropecuarias".
Pero la forma más importante cuantitativa y cualitativa de
vinculación del capital al agro ha sido la del capital financiero
a través del crédito agropecuario, que desde el agiotista de pueblo
hasta las corporaciones del llamado "crédito institucional"
han acaparado el 90% del crédito agrario, y a través de los
bancos por medio del sistema hipotecario, apoderándose
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formalmente de casi toda la tierra laborable en Colombia, y
merced a eso dominan toda la agricultura. La tendencia del
crédito agropecuario es crecer hasta hacerse impagable, frenando
la producción, causando la miseria acumulada de la
pequeña burguesía rural, y aún contradicciones graves entre
la burguesía agraria y el capital financiero, que año tras año
se torna más determinante en la agricultura y refleja la dominación
de clase de la burguesía. En conclusión, el avance del
capitalismo en la agricultura, se ha convertido en el obstáculo principal
para su desarrollo racional.
Así mismo, aparte de la opresión y explotación general que
el imperialismo ha ejercido sobre toda la sociedad colombiana,
su presencia en la agricultura se destaca a través de las
inversiones, "ayudas" y tecnología que el capital financiero
realiza en el campo. Si bien la inversión directa de capital
imperialista en la agricultura ha sido pequeña, no lo ha sido
la presencia de su capital financiero. El Estado colombiano ha
hipotecado el agro al capital financiero de las grandes agencias
imperialistas de exportación de capital y de los bancos privados
de los países imperialistas.
El impacto del imperialismo no solo ha recaído sobre el
mercado al condicionar los "paquetes tecnológicos" y los cultivos,
de acuerdo al mercado mundial dominado por él, sino
que también ha impactado a los salarios, cuya tendencia al
envilecimiento general, ha sido reforzada por el empleo de las
máquinas en la agricultura y por el mercado mundial de la
fuerza de trabajo. De ahí que la causa inicial de la
superexplotación y del atraso general, está en el desarrollo capitalista
de la agricultura, y la causa básica de la superexplotación
en Colombia radica en que, la burguesía y los terratenientes
son socios del imperialismo en la explotación y opresión del
pueblo colombiano.
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EL MUNDO ESTÁ MADURO PARA LA REVOLUCIÓN
EN COLOMBIA, EL CAPITALISMO HA SUMIDO A LA
AGRICULTURA EN UNA CRISIS PERMANENTE.
La crisis de la agricultura a finales de siglo en Colombia es
apenas un episodio de su crisis permanente, y es en realidad
una manifestación de las contradicciones profundas de la agricultura
capitalista y de las condiciones en las cuales se ha desarrollado.
El desarrollo de una agricultura racional en Colombia es
impedido: por la propiedad privada –grande o pequeña– sobre
la tierra; por el aumento constante del precio de la tierra –
el suelo no tiene valor, pero sí un precio correspondiente al
estimado de capital que rinde un interés bancario equivalente
a la renta de la tierra– que impide o limita la propia vinculación
del capital; por la explotación del campo a cuenta de la
ciudad pues a ella van a parar el aumento de la renta territorial,
de los intereses sobre deudas y el de los impuestos.
Sólo suprimiendo la propiedad privada sobre la tierra y las
relaciones capitalistas de producción soportadas sobre ella, se
podrá superar la crisis de la agricultura y la desigualdad del
campo frente a la ciudad.
EL CAPITALISMO Y SU ENTRELAZAMIENTO CON EL
IMPERIALISMO, ES EL PRINCIPAL PROBLEMA DE
TODA LA INDUSTRIA EN COLOMBIA.
Tal como en los países más clásicamente capitalistas, en
Colombia tuvo lugar la completa separación de la agricultura y
la industria, logrando ésta última su predominio sobre la agricultura.
Este proceso de transformación de la industria se desarrolló
con la misma naturalidad que en los países más clásicamente
capitalistas: arrancando de la industria familiar para
autoconsumo; pasando por la industria artesanal por encargo
y aún no para el mercado; por la pequeña producción industrial
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de mercancías en donde comienza la división entre obreros y
patronos; por la industria manufacturera determinada por el
predominio del trabajo manual y la colaboración dentro de
un mismo local, y aunque no existe todavía división del trabajo
sí es el origen de la clase obrera industrial moderna; hasta
llegar a las grandes fábricas de producción industrial en compleja
y completa cooperación entre los obreros facilitada por la
conversión de las herramientas en máquinas, y la transformación
del obrero como productor directo en un simple apéndice
de las máquinas, cuya vida se la controla y se la consume
la fábrica.
La fábrica en Colombia además de tener su proceso natural,
presenta una particularidad en su desarrollo: ha sido acelerado;
tanto así que para 1945 ya existían verdaderas fábricas
en las cuatro principales ciudades, incluso fábricas de bienes
de producción fueron creadas durante los años siguientes a
la crisis económica de 1958. La causa de esta particularidad
se encuentra en el fenómeno extraeconómico de la violencia
que entre 1945 y 1953 aceleró la diferenciación y descomposición
del campesinado. Y los resultados arrojados por ese desarrollo
han sido evidentes: la sustitución de la manufactura
por el taller capitalista, el poco peso de la industria artesanal
y el predominio absoluto del trabajo asalariado en la industria.
Los rasgos fundamentales del desarrollo de la industria en Colombia
corresponden a los del capitalismo clásico: dominio de las
relaciones de producción basadas en el trabajo asalariado, generalización
de la producción de mercancías y formación de obreros y
burgueses, clases típicas del capitalismo.
A partir de 1945 sobre la base de las relaciones asalariadas
que ya existían se aceleró la concentración de la producción y
la centralización del capital, se aceleró la descomposición del
campesinado y la concentración del proletariado, dando como
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EL MUNDO ESTÁ MADURO PARA LA REVOLUCIÓN
resultado un rápido desarrollo del capitalismo; también desde
ese año comienza el ciclo de inversiones directas del imperialismo
a través de instituciones financieras y de préstamos. Pero
en Colombia, para que fuera rentable el excesivo capital de
Estados Unidos y de algunos países de Europa, se tuvo que
acelerar la descomposición violenta del campesinado, surtiéndose
de fuerza de trabajo barata, cuyo precio no se tasaba por las
necesidades medias de producción y reproducción de la fuerza
de trabajo imperantes en el mundo, sino por un precio que
estaba muy por debajo del valor de la fuerza de trabajo en el
mercado mundial.
En Colombia, la superexplotación de la clase obrera ha sido
el "secreto" del acelerado desarrollo del capitalismo, que es a
la vez causado y causa de la superexplotación del trabajo asalariado.
Pero no sólo eso, al hecho de que el capitalismo en
Colombia no sea una entidad autónoma, sino que está encadenado
y sometido a las necesidades de la economía mundial
imperialista, se le agregó el envilecimiento del salario por debajo
del valor de la fuerza de trabajo, el aumento constante
del grado de explotación del trabajo, y el empeoramiento de
las condiciones materiales de existencia del proletariado como
condición de vida, con todo lo cual, se condenó al capitalismo
en Colombia a un desarrollo desigual en relación con el desarrollo
global del imperialismo.
La superexplotación del proletariado explica por qué en
Colombia la burguesía, que tiene su base económica y el poder
político en el país, se beneficie de las relaciones
imperialistas, pues sólo así obtiene una cuota de ganancia igual
a la de la burguesía de otros países. Por ello, la independencia
económica del país, se contradice con sus intereses de clase,
ya que no es que sea una simple empleada en los negocios
capitalistas imperialistas: es socia y partícipe del sistema mundial
del imperialismo.
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Y el desarrollo del capitalismo a través de crisis, de saltos,
también se ha llevado a cabo en Colombia, como un fenómeno
normal del capitalismo.
Su particularidad ha consistido en que distinto a los períodos
de 7 a 10 años de las crisis clásicas del capitalismo, aquí
las crisis han sido en ciclos más periódicos, más cortos, dando la
apariencia de que fuera una sola crisis permanente.
LA SOCIEDAD COLOMBIANA
ES CAPITALISTA Y SEMICOLONIAL.
El capital imperialista actuó sobre los embriones del capitalismo
en Colombia surgidos del seno de la antigua economía
feudal, impulsando su desarrollo en especial a partir de
1945, pasando en los años 60 a convertirse en el modo de producción
predominante sobre el semifeudalismo, hasta llegar a
ser el modo de producción completamente dominante tanto en la
industria como en la agricultura de la sociedad colombiana.
Tras la apariencia de "entorpecimiento", "deformidad",
"subdesarrollo", en el crecimiento del capitalismo en Colombia,
se encuentra la particularidad esencial de su desarrollo: se ha
basado en la superexplotación del trabajo asalariado y está entroncado
o entrelazado con el sistema imperialista mundial.
En Colombia, el modo de producción capitalista entrelazado
con el imperialismo, se ha impuesto en todas las ramas
de la producción. Por ello el carácter de la sociedad colombiana
con relación al modo como produce sus bienes materiales, es capitalista,
pero no es una sociedad independiente, pues sufre la
opresión semicolonial del imperialismo, principalmente del norteamericano.
El carácter de la sociedad colombiana con relación al
imperialismo, es de dependencia semicolonial: independencia formal
y jurídica; en los hechos, dependencia económica y política.
LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA
DEBE SER OBRA
DE LA PROPIA CLASE OBRERA
UNA FORMIDABLE FUERZA EXISTE EN COLOMBIA
Y EN EL MUNDO: LA CLASE OBRERA.
“Por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores
asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios,
se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder
existir.”(6) Obreros han existido en las etapas anteriores a la
sociedad capitalista, pero sólo en ella, su relación con la clase
dominante, la burguesía, es de explotación asalariada, y sólo en
ella, son completamente libres: libres de vender su fuerza de trabajo
como una mercancía, y libres de otras mercancías para
vender, libres de ataduras con la tierra o la propiedad privada.
El proletariado es la clase de los obreros modernos, de los
trabajadores que producen plusvalía al fabricar objetos con
sus manos, y de quienes contribuyen a realizarla para el capitalista
valorizando el capital, y cuyo salario corresponde al
costo de producción de su fuerza de trabajo y no al producto
de su trabajo: el maestro asalariado, el asalariado bancario,
comercial, del transporte, de la salud, etc.
El salario, o precio de venta de la fuerza de trabajo, no es
simplemente una relación jurídica, contractual; es ante todo
y sobre todo una relación social, una relación entre el capital y
el trabajo, una relación de las clases en el capitalismo en la
que el capital de la burguesía sólo puede valorizarse a cuenta
del trabajo del obrero y éste sólo puede subsistir a cambio de
valorizar el capital; relación a través de la cual, toda la clase
obrera se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a toda la
clase burguesa. “Por tanto, el concepto de trabajo productivo no
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entraña simplemente una relación entre la actividad y el efecto útil de
ésta, entre el obrero y el producto de su trabajo, sino que lleva además
implícita una relación específicamente social e históricamente
dada de producción, que convierte al obrero en instrumento directo
de valorización del capital.”(7)
A excepción de su fuerza de trabajo –“conjunto de las condiciones
físicas y espirituales que se dan en la corporeidad, en la personalidad
viviente de un hombre y que éste pone en acción al producir
valores de uso de cualquier clase”–(
los proletarios no tienen
propiedad sobre los medios de producción. El trabajo asalariado
no crea propiedad para el proletario, solo crea capital,
es decir, la propiedad que explota al trabajo asalariado y
que no puede acrecentarse sino a condición de producir nuevo
trabajo asalariado para volver a explotarlo.
Los proletarios –clase de los completamente desposeídos–,
no tienen nada que salvaguardar; tienen que destruir todo lo que
hasta ahora ha venido protegiendo y garantizando la conservación
de la propiedad privada. Sus intereses se corresponden
con la tendencia histórica de la sociedad hacia el socialismo,
por lo cual, el proletariado es la única clase verdaderamente
revolucionaria. Las demás clases que se enfrentan a la
burguesía, o van contra esa tendencia, o pretenden detenerla,
y “son revolucionarias únicamente cuando tienen ante sí la perspectiva
de su tránsito inminente al proletariado, defendiendo así no sus
intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan
sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado.”(9)
Los proletarios no tienen patria. El capitalismo derrumbó
las fronteras nacionales del mercado, de la producción y por
ende, de la extracción de plusvalía, convirtiendo al mundo
en una inmensa fábrica, con una contradicción de carácter
social y mundial entre los obreros y los capitalistas. “Que las
clases dominantes tiemblen ante una revolución comunista. Los
proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadeLA
EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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nas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. ¡Proletarios de todos
los países, Unios!.”(10)
COLOMBIA: PAÍS DE INMENSA MAYORÍA DE POBLACIÓN
PROLETARIA.
La sociedad colombiana está dividida en clases. La posición
frente a los medios de producción, su relación con ellos,
como propietarios o no propietarios, coloca a los individuos
en una u otra clase social. De esta situación surgen distintas
condiciones de vida de las clases y aspiraciones contradictorias,
siendo la condición económica la que determina su actitud
y posición frente a la revolución.
El capitalismo al extender sus contradicciones a todos los
países, creó en ellos, incluida Colombia, una formidable y grandiosa
fuerza que lo sepultará: la clase obrera. "En Colombia, alrededor
de 10 millones de trabajadores, en las ciudades y en los campos,
consigue sus medios de subsistencia, para sí mismos y para sus
familias, exclusivamente de la venta de su fuerza de trabajo y no del
rédito de algún capital. Este proletariado ha alcanzado un alto grado
de concentración. Aproximadamente 23 millones de personas, de
los 34 que conforman la población colombiana, vive en las condiciones
económicas y sociales de la clase de los proletarios."(11)
La reproducción de la clase obrera, la reproducción de los
obreros mismos, hace que la familia obrera viva en las condiciones
del proletariado: a disposición del capital, encadenada
obligatoriamente a la esclavitud asalariada, aunque en apariencia,
sólo el obrero que trabaja lleve la cadena.(12)
La clase obrera incluye tanto a los semiproletarios de la ciudad,
obreros asalariados que siendo obligados a vender su fuerza
de trabajo, aún se apegan a alguna forma de propiedad sobre
rudimentarios y vetustos medios de producción (caso de la
inmensa mayoría de vendedores ambulantes, quienes no venden
su fuerza de trabajo a un patrón en particular, sino a todo
PROYECTO DE PROGRAMA — UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM)
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el capital comercial); como a los semiproletarios del campo o campesinos
pobres, que aún teniendo una pequeña parcela tienen
que vender su fuerza de trabajo durante la mayor parte del
año para poder subsistir. "Al incluir a los campesinos pobres entre
el proletariado rural no decimos nada nuevo... sólo los economistas
del populismo hablan del 'campesinado' en general."(13)
Cerca de la mitad de la población trabajadora, corresponde
a las mujeres proletarias y semiproletarias, quienes cumplen
una jornada en la fábrica, la oficina o la plantación, y otra en
la casa, de trabajo no reconocido y no remunerado. Su emancipación
es doble, y sólo puede lograrse en el socialismo, uniendo
desde ahora su lucha como mujer oprimida por el hombre,
a la lucha de la clase obrera como clase oprimida por el capitalismo.
La emancipación de la mujer, forma parte de la emancipación
del trabajo asalariado.
EL CAPITALISMO ES EL CAUSANTE DE LA SUPERPOBLACIÓN
OBRERA EN COLOMBIA.
La superpoblación obrera –como en todo país capitalista–,
en Colombia “es producto necesario de la acumulación o del incremento
de la riqueza dentro del régimen capitalista”,(14) y es superpoblación
sólo en relación con las necesidades medias de
explotación del capital. Es el ejército de reserva que el capital
tiene a su disposición para los períodos de auge de la producción,
y que condena a la miseria tan pronto llegan los períodos
de crisis y estancamiento.
El desempleo aceptado por la estadística oficial, sólo abarca
a la parte flotante de la superpoblación obrera, esto es, aquellos
obreros de la industria moderna que la producción tan
pronto repele como vuelve a atraer. Queda por fuera la
superpoblación latente, esa parte de la población rural que se ve
constantemente abocada a ser absorbida por el proletariado
urbano y en acecho de circunstancias propicias para esa transLA
EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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formación, pero siempre con un pie en el pauperismo. También
se omite la parte de la superpoblación obrera intermitente:
obreros dedicados a trabajos a domicilio, temporales o subempleados.
Finalmente, también se oculta la parte de la
superpoblación que se refugia en el pauperismo, como “el asilo
de los inválidos del ejército obrero en activo y el peso muerto del
ejército industrial de reserva.”(15)
Considerar que el proletariado en Colombia es una minoría
de la población es un prejuicio, que no se corresponde con la
realidad y proviene de la creencia tradicional de que éste es un
país de pequeños burgueses, de pequeños propietarios; esa
creencia, aparte de tener sólo en cuenta la apariencia social y
no profundizar en las relaciones de clase, arraigó también a
causa del bombo propagandístico y las acciones espectaculares
del revolucionarismo pequeño burgués, que durante décadas
jugó un papel mucho mayor que su real fuerza de clase.
Lo cierto es que en un país donde la explotación asalariada
se ha generalizado y en cuya sociedad se ha vuelto dominante
la explotación capitalista del trabajo... el obrero es el representante
único y natural de toda la población trabajadora y explotada.
LA CONCENTRACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y LA
CENTRALIZACIÓN DEL CAPITAL EN COLOMBIA, ES A LA VEZ,
LA CONCENTRACIÓN DE LA CLASE OBRERA.
El cambio de distribución de la población en Colombia, que
ha llegado a concentrar la inmensa mayoría en las ciudades (72%
en cifras de año 1992),(16) es un proceso propio del desarrollo capitalista
que por un lado, disminuye relativamente la población
agrícola en favor de la población industrial y comercial, y por
otro, concentra la producción.
El mismo capitalismo ha creado la principal condición material
para la educación, la organización y la movilización revolucionarias
del proletariado: su concentración, que en Colombia ha
PROYECTO DE PROGRAMA — UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM)
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alcanzado un alto grado, manifiesto en que la inmensa mayoría
del proletariado trabaja en unidades de producción de más de
50 personas, y sólo una minoría se encuentra dispersa; esta concentración
se acentúa y desarrolla principalmente en los sectores
modernos y más decisivos de la producción.
Es indispensable que el proletariado agrícola, que no tiene
el grado de concentración del proletariado industrial, sea independiente
del campesinado, tanto por su programa como por
su organización; sólo así puede sustraerse de la atmósfera
pequeñoburguesa rural del propietario y de la ilusión en la
pequeña propiedad. Sólo así, podrá enseñar a los campesinos,
que para salvarse deben aliarse al proletariado para luchar
contra la propiedad privada y convertir la propiedad de
su tierra en propiedad y explotación colectivas, pues la explotación
individual condicionada por la propiedad individual,
es la que empuja a los campesinos a la ruina.
MIRADA DE CONJUNTO LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA
EN COLOMBIA, SU RASGO MÁS NOTABLE
ES LA SUPEREXPLOTACIÓN.
La fuerza de trabajo se vende y se compra como cualquier
mercancía; su valor se determina como el de cualquier mercancía:
por el tiempo necesario para producirla –y además
reproducirla. Bajo las condiciones de la producción capitalista
siempre existirá desempleo, siempre existirá una superpoblación
relativa en aumento, que desata la competencia
entre los obreros, y decide –por la violencia del hambre y la
miseria y no por la libertad– la oferta y la demanda del mercado
de fuerza de trabajo, a favor del capitalista.
El valor de la fuerza de trabajo del obrero, es el valor de la
producción y reproducción de la clase obrera misma, y en términos
generales y aproximadamente, el reflejo de ese valor es
el salario, cuyo nivel en Colombia ha descendido por debajo del
LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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valor de los medios de subsistencia necesarios para vivir, obligando
a la familia obrera a completar el valor real de la fuerza de
trabajo del obrero adulto, con el trabajo de varios de sus miembros,
en particular, de las mujeres y los niños.
Además, el salario –precio de la fuerza de trabajo–, refleja
la capacidad de organización y de lucha del proletariado, refleja la
correlación de fuerzas entre el proletariado y la burguesía, es por
así decirlo, un termómetro del nivel de resistencia de la clase obrera
a la tendencia general del capitalismo de extremar su miseria.
Cuando la correlación de fuerzas favorece a la burguesía, ésta la
aprovecha desplegando toda una ofensiva para rebajar ¡aún más!
el salario por debajo del valor de la fuerza de trabajo, con las
llamadas "reformas laborales" –que imponen el "salario integral",
cercenan las prestaciones, aumentan la duración de la jornada
de trabajo–, y con la política de no negociar con los sindicatos
por encima del "índice" de inflación.
La superexplotación de la fuerza de trabajo es una realidad en
Colombia, que oscila según sea la resistencia que se le oponga,
esto es, según sea el grado de organización y lucha de la
clase obrera. Comenzó con el fin de la segunda guerra mundial
imperialista, y ha alcanzado niveles de estrangulamiento
del proletariado durante la crisis mundial capitalista de final
de siglo. Es una realidad que ha colocado a la clase obrera cara a
cara con la tendencia a la degradación física, si se resigna y no
lucha revolucionariamente.
La superexplotación de la fuerza de trabajo no es un fenómeno
colombiano, es apenas parte de la superexplotación de
la fuerza de trabajo en todos los países oprimidos por el imperialismo
y la burguesía mundial, y es la base para que el imperialismo
pueda, de un lado, sobornar a su "aristocracia obrera",
y de otro, disimular con subsidios al desempleo, la
superpoblación relativa en los países imperialistas.
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EL GRADO DE EXPLOTACIÓN DEL TRABAJO EN COLOMBIA,
SIGUE UNA TENDENCIA CRECIENTE.
El crecimiento de la productividad del trabajo por los adelantos
científicos y técnicos, obliga a los capitalistas a invertir
mayor capital en instalaciones, máquinas y demás medios de
producción, y menos capital en la compra de fuerza de trabajo.
Con esta composición orgánica del capital, la cuota de ganancia
tiende a disminuir, y obliga a los capitalistas a contrarrestarla,
entre otros medios, con la disminución de los salarios,
la prolongación de la jornada de trabajo, y la intensificación
del trabajo mismo, conllevando al alza de la cuota de
plusvalía, o lo que es lo mismo, al alza del grado de explotación
del trabajo.
El crecimiento del grado de explotación del trabajo se manifiesta
en las condiciones en que trabaja la clase obrera: fábricas
convertidas en infiernos de intensificación del trabajo,
aumento en magnitudes inconcebibles de las cargas de trabajo,
los supervisores convertidos en perros de presa, incremento
incesante de los accidentes de trabajo y de las enfermedades
mentales entre los obreros.
Banderas como "salvar la producción nacional" no pueden
ser empuñadas por el movimiento obrero, porque esa
producción es parte de la producción del capitalismo mundial,
y "salvarla" equivale a mantener y aumentar las ganancias
de los capitalistas a cuenta del sacrificio de la clase
obrera. Al moribundo sistema capitalista mundial, no hay que
salvarlo, sino sepultarlo.
AUMENTA DÍA A DÍA EL EMPEORAMIENTO DE LAS
CONDICIONES MATERIALES DE EXISTENCIA DE LOS
PROLETARIOS Y SUS FAMILIAS.
Además de las viejas "enfermedades de pobres" (tuberculosis,
gastrointestinales, fiebre reumática, paludismo...) que el proletariado
heredó de la vieja sociedad semifeudal, ahora lo atacan las
LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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enfermedades típicas de la producción capitalista, ambientales
y profesionales (silicosis, malformaciones de fetos, infecciones
respiratorias, envenenamiento paulatino por tóxicos,
accidentes...) que arruinan su vida y lo amenazan como clase con
la degeneración física. Y como si esto fuera poco, la burguesía
cumpliendo órdenes de sus amos imperialistas, desmonta la
salud pública y la privatiza, convirtiéndola en un lucrativo
negocio, que exprime aún más los ya miserables salarios de la
clase obrera y de hecho, condena al obrero a una muerte prematura.
Si bien, ha aumentado el nivel de alfabetismo del proletariado,
los niños proletarios deben desertar desde la escuela
primaria por la necesidad de vender su fuerza de trabajo desde
temprana edad. En su avance el capitalismo necesita de
obreros calificados, pero esa relativa cualificación del proletariado
lleva consigo el envilecimiento de sus salarios. La privatización
de la educación, significa para el proletariado que en pocos
años, estará cerrado el acceso a la educación más allá del
alfabetismo.
En el terreno de la vivienda, la ley general en Colombia es
el aumento del hacinamiento del proletariado en tugurios, y
como en cualquier país capitalista, el grado de miseria en las
condiciones de vivienda del proletariado, crece en proporción directa
al crecimiento del capitalismo en las ciudades y en el campo,
donde también se ha tugurizado la vivienda del proletariado
agrícola, como producto de la descomposición del campesinado.
El acelerado desarrollo del capitalismo en Colombia a partir
de 1945, ha desarrollado también aceleradamente dos
subproductos de la reproducción de la clase obrera en las condiciones
de superexplotación: el pauperismo oficial, o reconocimiento
oficial de que millones de personas(17) viven sin servicios
públicos y en tugurios, con un alto grado de analfabetisPROYECTO
DE PROGRAMA — UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM)
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mo y deserción escolar, sin ingresos fijos un elevado índice de
mujeres jefes de hogar; y el lumpen-proletariado (ladrones, vagabundos,
prostitutas y prostitutos), como excrecencia final y
necesaria de todo régimen de producción capitalista y que
son el peso muerto que la burguesía echa sobre los hombros
del proletariado. Las pandillas juveniles surgidas a partir de
la crisis capitalista del 82, en muchos aspectos son parte del
lumpen-proletariado, y como tales se les debe considerar: víctimas
del sistema de producción capitalista y no como enemigos
del proletariado a quienes se les debe victimar.
LA CLASE OBRERA NECESITA ORGANIZARSE EN
PARTIDO POLÍTICO INDEPENDIENTE.
ORGANIZARSE EN PARTIDO POLÍTICO ES ORGANIZARSE
COMO CLASE CONSCIENTE.
La clase obrera en Colombia, desde cuando aún las relaciones
de producción capitalistas ni siquiera predominaban
en la sociedad, ya había comenzado a luchar en todos los aspectos
de su vida, como resistencia y oposición naturales a la
explotación económica, la opresión política y la discriminación
social que durante toda su historia ha soportado.
Como la planta busca la luz, todo el movimiento obrero
tiende objetivamente hacia la conciencia y hacia el socialismo,
tiende a cumplir su misión histórica, y esta tendencia se
impondrá ineluctablemente. Si bien esto es cierto, no lo hará
sin lucha contra las aspiraciones de la burguesía de cambiarle
el rumbo, de someterlo a su dirección e incluso, de utilizarlo
para prolongar su dominación.
"En su lucha contra el poder colectivo de las clases poseedoras,
el proletariado no puede actuar como clase sino constituyéndose él
mismo en partido político propio y opuesto a todos los antiguos
partidos formados por las clases poseedoras.
LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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Esta constitución del proletariado en partido político es indispensable
para asegurar el triunfo de la revolución social y el logro
de su fin supremo: la abolición de las clases.
La coalición de las fuerzas obreras, obtenida ya por medio de la
lucha económica, debe servir también de palanca en manos de esta
clase en su lucha contra el poder político de sus explotadores.
Por cuanto los señores de la tierra y del capital se sirven siempre
de sus privilegios políticos para defender y perpetuar sus monopolios
económicos y sojuzgar el trabajo, la conquista del poder
político pasa a ser el gran deber del proletariado."(18)
Sin embargo, la lucha del movimiento obrero en Colombia
organizada y guiada con el propósito de alcanzar sus objetivos,
manifiesta como lucha independiente de toda la clase, ha
sido esporádica y muy escasa. Salvo algunos heroicos e inolvidables
combates de clase, la gran mayoría de las diversas
luchas en las que se han comprometido los obreros, desde las
llamadas "cívicas" hasta las huelguísticas, desde las pacíficas
hasta las armadas, han tenido una característica común: ausencia
de su ideología de clase como guía, y de la dirección de su
partido político independiente.
EL MOVIMIENTO SINDICAL HA SIDO LA PRINCIPAL
EXPRESIÓN DE LUCHA DEL MOVIMIENTO OBRERO
EN COLOMBIA.
El movimiento sindical como parte del movimiento obrero, ha
sido la principal forma de organización de la lucha de clases
en el terreno de la resistencia económica, y en Colombia tiene
una historia larga y llena de lucha.
El surgimiento revolucionario.
En la segunda década del siglo veinte, comienza la historia
del movimiento sindical en Colombia, con el período heroico
de lucha sin legislación laboral, sin huelgas anunciadas, con
PROYECTO DE PROGRAMA — UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM)
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sindicatos ilegales y hasta clandestinos. Al incrementarse la
producción industrial la clase obrera hizo presencia como movimiento
de clase; la difusión de las ideas socialistas, el surgimiento
de importantes sindicatos, las heroicas huelgas en petroleras,
bananeras y ferrocarriles dirigidas por el Partido Socialista
Revolucionario creado en 1926, las huelgas de solidaridad
como principal manifestación de la unidad del movimiento
sindical, fueron los principales hitos de este período. El carácter
revolucionario del surgimiento de la clase obrera y su movimiento
sindical, se lo otorgó la íntima ligazón en un solo movimiento
de clase, de la lucha de resistencia al capital, la lucha
política contra el imperialismo, aunadas a las reivindicaciones
democráticas y a las ideas socialistas.
La desviación reformista liberal burguesa.
Período del movimiento sindical colombiano signado por sucesos
tales como la crisis mundial del capitalismo (1929), la derrota
de la heroica huelga de las bananeras (1928) en la cual el
movimiento obrero recibió su bautismo de fuego, la fundación
del Partido Comunista (1930) y su pérdida de la independencia
de clase en el primer lustro de su existencia. El movimiento obrero
fue presa del reformismo promovido desde el gobierno quien
a través del partido liberal funda la Confederación de Trabajadores
de Colombia –CTC– en 1935, con la cual, si bien se continuaron
heroicas huelgas de resistencia, se transformó la actividad política
del movimiento sindical en el apoyo al presidente López
Pumarejo contra la reacción conservadora; en este período el
movimiento sindical estuvo dirigido predominantemente por la
política y la ideología burguesas.
La reacción imperialista conservadora clerical.
Es un período que arranca desde la década del 40 cuando se
acrecienta la importación de capital financiero, se solidifica la
alianza del imperialismo, la burguesía y los terratenientes, y se
LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA...
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acelera la industrialización del país, lo cual exigía fuerza de
trabajo asalariada abundante y barata, concentración de la propiedad
de la tierra y materias primas para la industria. Son los
años de la vertiginosa descomposición violenta del campesinado,
e inicio de la superexplotación del proletariado y del desarrollo
desigual del capitalismo en Colombia. La total claudicación
browderista del Partido Comunista ante el imperialismo
norteamericano, le brinda condiciones a la reacción del gobierno
conservador de Ospina Pérez, y del clero para conformar la
Unión de Trabajadores de Colombia –UTC– con la cual ejerce el
sometimiento del nuevo proletariado industrial apenas recién
salido del campesinado. Conservadores y Liberales entrelazados
en la CTC y UTC –ahora bajo la orientación imperialista de
la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres
–CIOSL– y de la Organización Regional Internacional del Trabajo
–ORIT– continúan dirigiendo al movimiento sindical, combatiendo
la independencia de clase y restringiéndolo a la sola lucha
contra los patrones y el gobierno por salario y mejores condiciones
de trabajo.