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Iniciativa Comunista ante el 14 de Abril
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Este 14 de abril se conmemora en todo el Estado el aniversario de la proclamación de la II República Española. Como todos y todas sabemos, dicha república llega a su fin con el triunfo de la alianza fascista tras tres duros años de guerra.
Quienes ganaron la guerra sentaron la base de un régimen totalitario con el General Franco a la cabeza, y desde el poder del Estado planificaron las reformas necesarias para tutelar la llamada “transición” y la vuelta del monarca hasta nuestros días.
No podemos olvidar que aquel golpe de estado de los fascistas, no fue en esencia contra lo que conocemos como una república presidencialista, sino contra el triunfo político del Frente Popular y la cercana y previsible toma del poder por parte de la clase obrera.
De forma idealista, algunos sectores de la izquierda española ansían una tercera república asociada a los valores de los primeros ideólogos burgueses (los llamados padres de la democracia norteamericana o de la revolución francesa), sin embargo
ignoran a propósito la naturaleza del estado español actual, su estructura de dominación de clases, y la inevitable quiebra económica del capitalismo.
Para nosotros, los comunistas, es evidente la contradicción existente entre los valores del idealismo burgués de libertad e igualdad, con la explotación del trabajo, la acumulación de capital, y la ley de caída tendencial de la tasa de ganancia. Así llegamos a la actualidad, donde el capital ha ido acumulándose hasta la formación de los grandes monopolios, un capital monopolista que maneja a su antojo al régimen para garantizarse más mercados que explotar, y un número mayor de trabajadores a los que extraer plusvalía de su trabajo, más allá de nuestras fronteras.
Dicho capital monopolista, controlado por la burguesía nacional, no apareció de la nada, sino que se forja esencialmente durante el régimen de Franco apoyado en la maquinaria terrorista del estado. Todas las grandes empresas españolas de nuestros días adquieren su poder y notoriedad durante el franquismo. Son las mismas que controlan y dirigen el régimen para su propio beneficio, las mismas que pactan con la burguesía extranjera (principalmente la norteamericana y la alemana), el lavado de cara de régimen, un cambio de careta realizado con sangre y fuego sobre los trabajadores y las organizaciones obreras, que se salda con centenares de asesinados, presos políticos, miles de encarcelados, y múltiples medidas represivas que aun continúan hasta nuestros días, y vemos como poco a poco siguen endureciéndose.
No es casualidad que en plena crisis de superproducción mundial no sólo se endurezcan las medidas de explotación a la clase obrera, sino que vayan acompañadas de una escalada represiva que sabemos que no tiene fin. No es casualidad tampoco que quienes tutelen las actuales reformas y recortes sean los mismos que moldearon el estado actual. Cuando el pueblo señala a la banca y “a la Merkel” como los titiriteros de esta farsa democrática, no hacen más que apuntar a los mismos que llevan anejando el cotarro desde hace más de 30 años, la misma burguesía nacional y extranjera que ostenta el poder en el Estado.
Es por ello que los y las trabajadoras y las clases populares sólo tenemos una salida. La salida revolucionaria.
No podemos caer en más cantos de sirena, la esencia del régimen es puramente reaccionaria y apunta a nuestras cabezas. La III República será socialista y de los trabajadores o no será, porque la única forma de solucionar los males que azotan al pueblo es eliminar a toda esa casta de parásitos y explotadores, a todos aquellos que se han enriquecido con nuestra sangre y sudor, a los mismos que nos han metido en esta crisis y se ríen desde sus poltronas ante los espontáneos movimientos de resistencia obrera y popular.
Sobre las luchas de hoy se forjan los revolucionarios y revolucionarias que garantizarán un futuro digno en el mañana.
Desde el recuerdo a todos y todas aquellas que dieron su vida en la lucha contra el fascismo, a todas y todos los torturados y encarcelados, a quienes han luchado por un futuro mejor y en especial a todos aquellos y aquellas militantes que hoy en día siguen represaliados, han cumplido condenas en la cárcel o aun permanecen en prisión por su lucha. Hoy más que nunca la lucha por la III República es necesaria, hoy más que nunca la lucha por el Socialismo es imprescindible.
Madrid, 13 de abril del 2012.
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Este 14 de abril se conmemora en todo el Estado el aniversario de la proclamación de la II República Española. Como todos y todas sabemos, dicha república llega a su fin con el triunfo de la alianza fascista tras tres duros años de guerra.
Quienes ganaron la guerra sentaron la base de un régimen totalitario con el General Franco a la cabeza, y desde el poder del Estado planificaron las reformas necesarias para tutelar la llamada “transición” y la vuelta del monarca hasta nuestros días.
No podemos olvidar que aquel golpe de estado de los fascistas, no fue en esencia contra lo que conocemos como una república presidencialista, sino contra el triunfo político del Frente Popular y la cercana y previsible toma del poder por parte de la clase obrera.
De forma idealista, algunos sectores de la izquierda española ansían una tercera república asociada a los valores de los primeros ideólogos burgueses (los llamados padres de la democracia norteamericana o de la revolución francesa), sin embargo
ignoran a propósito la naturaleza del estado español actual, su estructura de dominación de clases, y la inevitable quiebra económica del capitalismo.
Para nosotros, los comunistas, es evidente la contradicción existente entre los valores del idealismo burgués de libertad e igualdad, con la explotación del trabajo, la acumulación de capital, y la ley de caída tendencial de la tasa de ganancia. Así llegamos a la actualidad, donde el capital ha ido acumulándose hasta la formación de los grandes monopolios, un capital monopolista que maneja a su antojo al régimen para garantizarse más mercados que explotar, y un número mayor de trabajadores a los que extraer plusvalía de su trabajo, más allá de nuestras fronteras.
Dicho capital monopolista, controlado por la burguesía nacional, no apareció de la nada, sino que se forja esencialmente durante el régimen de Franco apoyado en la maquinaria terrorista del estado. Todas las grandes empresas españolas de nuestros días adquieren su poder y notoriedad durante el franquismo. Son las mismas que controlan y dirigen el régimen para su propio beneficio, las mismas que pactan con la burguesía extranjera (principalmente la norteamericana y la alemana), el lavado de cara de régimen, un cambio de careta realizado con sangre y fuego sobre los trabajadores y las organizaciones obreras, que se salda con centenares de asesinados, presos políticos, miles de encarcelados, y múltiples medidas represivas que aun continúan hasta nuestros días, y vemos como poco a poco siguen endureciéndose.
No es casualidad que en plena crisis de superproducción mundial no sólo se endurezcan las medidas de explotación a la clase obrera, sino que vayan acompañadas de una escalada represiva que sabemos que no tiene fin. No es casualidad tampoco que quienes tutelen las actuales reformas y recortes sean los mismos que moldearon el estado actual. Cuando el pueblo señala a la banca y “a la Merkel” como los titiriteros de esta farsa democrática, no hacen más que apuntar a los mismos que llevan anejando el cotarro desde hace más de 30 años, la misma burguesía nacional y extranjera que ostenta el poder en el Estado.
Es por ello que los y las trabajadoras y las clases populares sólo tenemos una salida. La salida revolucionaria.
No podemos caer en más cantos de sirena, la esencia del régimen es puramente reaccionaria y apunta a nuestras cabezas. La III República será socialista y de los trabajadores o no será, porque la única forma de solucionar los males que azotan al pueblo es eliminar a toda esa casta de parásitos y explotadores, a todos aquellos que se han enriquecido con nuestra sangre y sudor, a los mismos que nos han metido en esta crisis y se ríen desde sus poltronas ante los espontáneos movimientos de resistencia obrera y popular.
Sobre las luchas de hoy se forjan los revolucionarios y revolucionarias que garantizarán un futuro digno en el mañana.
Desde el recuerdo a todos y todas aquellas que dieron su vida en la lucha contra el fascismo, a todas y todos los torturados y encarcelados, a quienes han luchado por un futuro mejor y en especial a todos aquellos y aquellas militantes que hoy en día siguen represaliados, han cumplido condenas en la cárcel o aun permanecen en prisión por su lucha. Hoy más que nunca la lucha por la III República es necesaria, hoy más que nunca la lucha por el Socialismo es imprescindible.
Madrid, 13 de abril del 2012.
