Stalin a Mao Zedong: "¡Al diablo con Yalta!... Debemos ir hasta el final"
publicado en el blog Crítica Marxista-Leninista en febrero de 2013
Recordando a Stalin, en el 60º aniversario de su muerte
Fuente: APFR, f. 45, op. 1, d. 329, ll. 29-38; traducción del ruso al inglés por Danny Rozas
Traducido del inglés por Ykv. Pk.
publicado en el Foro en dos mensajes
El 2 de enero de 1950, semanas después de su primera conversación con Stalin, Mao Zedong escribió a Beijing pidiendo que Zhou Enlai viaje a Moscú a fin de tomar parte en la elaboración del nuevo Tratado de Amistad, Alianza y Asistencia Mutua entre la URSS y China Popular. Zhou Enlai llegó el 20 de enero y participó en la segunda entrevista con Stalin, al igual que Chen Boda. Las dos semanas siguientes a esta entrevista con Stalin, serían los de elaboración del Tratado y los preparativos para su vigencia inmediata, particularmente en lo referente a la asistencia soviética a China. El nuevo Tratado fue firmado el 14 de febrero de 1950. La fotografía que acompaña el texto de la segunda conversación entre Stalin y Mao, que hoy publicamos, corresponde al momento de su suscripción.
Conversación entre Stalin y Mao
Moscú, 22 de enero de 1950
Registro de la conversación entre el camarada I.V. Stalin y el Presidente del Gobierno Popular Central de la República Popular de China, Mao Zedong, el 22 de enero de 1950.
Después de un intercambio de saludos y de una breve discusión sobre temas generales, tuvo lugar la siguiente conversación:
Stalin: Hay dos grupos de cuestiones que deben ser discutidas: el primer grupo corresponde a los acuerdos existentes entre la URSS y China; el segundo grupo concierne a los sucesos actuales en Manchuria, Xinjiang, etc.
Creo que sería mejor empezar no con los sucesos actuales sino con la discusión de los acuerdos vigentes. Aunque antes pensábamos que esos acuerdos deberían permanecer intactos, ahora creemos que se necesita cambiarlos. Deben cambiarse los acuerdos vigentes, incluyendo el tratado, porque la guerra contra el Japón figura en el mismo corazón del tratado. Dado que la guerra ha terminado y el Japón ha sido derrotado, la situación ha cambiado y el tratado se ha vuelto anacrónico.
Me gustaría escuchar vuestra opinión en relación con el tratado de amistad y alianza.
Mao Zedong: Hasta ahora no hemos preparado una propuesta concreta de tratado, sólo unos cuantos bosquejos.
Stalin: Podemos intercambiar opiniones y luego preparar un borrador apropiado.
Mao Zedong: A juzgar por la situación actual, creemos que debemos fortalecer nuestra amistad con la ayuda de tratados y acuerdos. Esto repercutiría bien, tanto en China como en el campo internacional. Todo lo que garantice la prosperidad futura de nuestros países debe ser establecido en el tratado de alianza y amistad, incluyendo la necesidad de evitar la repetición de la agresión japonesa. Aunque demostremos interés en la prosperidad de nuestros países, no se puede descartar la posibilidad de que los países imperialistas intenten obstaculizarnos.
Stalin: Es verdad. A Japón todavía le quedan dirigentes, y ciertamente se pondrá levantará de nuevo, especialmente si los norteamericanos continúan su actual política.
Mao Zedong: Dos puntos que señalé antes son cardinales para el cambio del tratado vigente por uno nuevo. Anteriormente, el Guomindang habló de amistad solo de palabra. Ahora la situación ha cambiado, existen todas las condiciones para una amistad y cooperación verdaderas.
Por otro lado, mientras antes hubo conversaciones para la cooperación en la guerra contra Japón, ahora se debe poner la atención en prevenir una agresión japonesa. El nuevo tratado debe incluir las cuestiones de cooperación política, económica, cultural y militar. La cuestión de la cooperación económica es de máxima importancia.
Stalin: ¿Es necesario mantener la disposición establecida en el artículo 3 del actual tratado de amistad: “...Este artículo permanecerá en vigor hasta que, a pedido de los dos Principales Participantes en el tratado, Naciones Unidas se haga cargo de la responsabilidad de prevenir cualquier agresión futura de parte de Japón”?
Mao Zedong: No creo que sea necesario mantener esa disposición.
Stalin: Yo tampoco creo que sea necesario. ¿Qué disposiciones necesitamos especificar en el nuevo tratado?
Mao Zedong: Creemos que el nuevo tratado debe incluir un parágrafo sobre consultas en relación con asuntos de preocupación internacional. La adición de este parágrafo fortalecería nuestra posición, dado que al interior de la burguesía nacional china hay objeciones a la política de acercamiento a la Unión Soviética sobre asuntos de interés internacional.
Stalin: Bien. Cuando firmemos el tratado de amistad y cooperación, la inclusión de ese parágrafo cae por su propio peso.
Mao Zedong: Correcto.
Stalin: ¿A quién encargamos la preparación del borrador? Creo que debemos encargárselo a [Ministro de Asuntos Exteriores soviético Andrei] Vishinsky y a [Ministro de Asuntos Exteriores chino] Zhou Enlai.
Mao Zedong: De acuerdo.
Stalin. Tratemos ahora el acuerdo sobre KChZhD. ¿Qué propuestas tienen sobre esta cuestión?
Mao Zedong: ¿Debemos, quizás, aceptar como principio guía la idea de hacer cambios prácticos en los acuerdos sobre KChZhD y Puerto Arturo, manteniendo su continuidad legal tal como están actualmente?
Stalin: Es decir, usted está de acuerdo en declarar la continuación legal del acuerdo vigente, mientras que de hecho permitimos que se hagan los cambios necesarios.
Mao Zedong: Debemos actuar así, teniendo en cuenta los intereses de ambas partes, China y la Unión Soviética.
Stalin. Es verdad. Creemos que el acuerdo sobre Puerto Arturo no es equitativo.
Mao Zedong: ¡¿Pero al cambiar este acuerdo, no vamos contra las decisiones de la Conferencia de Yalta?!
Stalin: Sí, pero ¡al diablo con eso! Una vez que hemos adoptado la posición de que los tratados deben ser cambiados, debemos ir hasta el final. Es cierto que esto entraña ciertos inconvenientes para nosotros, y que tendremos que pelear con los norteamericanos. Pero ya nos hemos avenido a ello.
Mao Zedong: Esta cuestión nos preocupa sólo porque puede tener consecuencias indeseables para la URSS.
Stalin: Como usted sabe, adoptamos ese acuerdo durante la guerra con Japón. No sabíamos que Jiang Jieshi sería derrotado. Actuamos bajo la premisa de que la presencia de nuestras tropas en Puerto Arturo sería en interés de la Unión Soviética y la democracia en China.
Mao Zedong: El asunto es claro.
Stalin: En ese caso, ustedes pueden considerar el siguiente escenario como aceptable: declarar que el acuerdo sobre Puerto Arturo quedará en vigor hasta que se firme un tratado de paz con Japón, después de lo cual las tropas rusas serán retiradas de Puerto Arturo. O quizá se puede proponer otro escenario: declarar que el actual acuerdo permanecerá en vigencia, mientras que de hecho retiramos las tropas de Puerto Arturo. Aceptaremos cualquiera de esos escenarios, el que sea más conveniente. Estamos de acuerdo con ambos escenarios.
Mao Zedong: Deberíamos pensar más esta cuestión. Estamos de acuerdo con la opinión del camarada Stalin y creemos que el acuerdo sobre Puerto Arturo debe permanecer en vigor hasta que se firme un tratado de paz con Japón, después de lo cual el tratado será nulo y los soldados soviéticos se retirarán. Sin embargo, quisiéramos que Puerto Arturo sea un lugar de colaboración militar, donde podamos entrenar a nuestras fuerzas navales militares.
Stalin: Sobre la cuestión de Dalny [Dairen, Dalian]. No tenemos la intención de asegurar ningún derecho soviético en Dalny.
Mao Zedong: ¿Dalny quedará como puerto libre?
Stalin: Dado que nosotros estamos cediendo nuestros derechos ahí, le corresponde a China decidir por sí misma la cuestión de Dalny: si queda como puerto libre o no. Durante su época, Roosevelt insistía que Dairen quedara como puerto libre.
Mao Zedong: ¿Entonces, mantenerlo como puerto libre estaría de acuerdo con los intereses de Estados Unidos y Gran Bretaña?
Stalin: Por supuesto. Es una casa con las puertas abiertas.
publicado en el blog Crítica Marxista-Leninista en febrero de 2013
Recordando a Stalin, en el 60º aniversario de su muerte
Fuente: APFR, f. 45, op. 1, d. 329, ll. 29-38; traducción del ruso al inglés por Danny Rozas
Traducido del inglés por Ykv. Pk.
publicado en el Foro en dos mensajes
El 2 de enero de 1950, semanas después de su primera conversación con Stalin, Mao Zedong escribió a Beijing pidiendo que Zhou Enlai viaje a Moscú a fin de tomar parte en la elaboración del nuevo Tratado de Amistad, Alianza y Asistencia Mutua entre la URSS y China Popular. Zhou Enlai llegó el 20 de enero y participó en la segunda entrevista con Stalin, al igual que Chen Boda. Las dos semanas siguientes a esta entrevista con Stalin, serían los de elaboración del Tratado y los preparativos para su vigencia inmediata, particularmente en lo referente a la asistencia soviética a China. El nuevo Tratado fue firmado el 14 de febrero de 1950. La fotografía que acompaña el texto de la segunda conversación entre Stalin y Mao, que hoy publicamos, corresponde al momento de su suscripción.
Conversación entre Stalin y Mao
Moscú, 22 de enero de 1950
Registro de la conversación entre el camarada I.V. Stalin y el Presidente del Gobierno Popular Central de la República Popular de China, Mao Zedong, el 22 de enero de 1950.
Después de un intercambio de saludos y de una breve discusión sobre temas generales, tuvo lugar la siguiente conversación:
Stalin: Hay dos grupos de cuestiones que deben ser discutidas: el primer grupo corresponde a los acuerdos existentes entre la URSS y China; el segundo grupo concierne a los sucesos actuales en Manchuria, Xinjiang, etc.
Creo que sería mejor empezar no con los sucesos actuales sino con la discusión de los acuerdos vigentes. Aunque antes pensábamos que esos acuerdos deberían permanecer intactos, ahora creemos que se necesita cambiarlos. Deben cambiarse los acuerdos vigentes, incluyendo el tratado, porque la guerra contra el Japón figura en el mismo corazón del tratado. Dado que la guerra ha terminado y el Japón ha sido derrotado, la situación ha cambiado y el tratado se ha vuelto anacrónico.
Me gustaría escuchar vuestra opinión en relación con el tratado de amistad y alianza.
Mao Zedong: Hasta ahora no hemos preparado una propuesta concreta de tratado, sólo unos cuantos bosquejos.
Stalin: Podemos intercambiar opiniones y luego preparar un borrador apropiado.
Mao Zedong: A juzgar por la situación actual, creemos que debemos fortalecer nuestra amistad con la ayuda de tratados y acuerdos. Esto repercutiría bien, tanto en China como en el campo internacional. Todo lo que garantice la prosperidad futura de nuestros países debe ser establecido en el tratado de alianza y amistad, incluyendo la necesidad de evitar la repetición de la agresión japonesa. Aunque demostremos interés en la prosperidad de nuestros países, no se puede descartar la posibilidad de que los países imperialistas intenten obstaculizarnos.
Stalin: Es verdad. A Japón todavía le quedan dirigentes, y ciertamente se pondrá levantará de nuevo, especialmente si los norteamericanos continúan su actual política.
Mao Zedong: Dos puntos que señalé antes son cardinales para el cambio del tratado vigente por uno nuevo. Anteriormente, el Guomindang habló de amistad solo de palabra. Ahora la situación ha cambiado, existen todas las condiciones para una amistad y cooperación verdaderas.
Por otro lado, mientras antes hubo conversaciones para la cooperación en la guerra contra Japón, ahora se debe poner la atención en prevenir una agresión japonesa. El nuevo tratado debe incluir las cuestiones de cooperación política, económica, cultural y militar. La cuestión de la cooperación económica es de máxima importancia.
Stalin: ¿Es necesario mantener la disposición establecida en el artículo 3 del actual tratado de amistad: “...Este artículo permanecerá en vigor hasta que, a pedido de los dos Principales Participantes en el tratado, Naciones Unidas se haga cargo de la responsabilidad de prevenir cualquier agresión futura de parte de Japón”?
Mao Zedong: No creo que sea necesario mantener esa disposición.
Stalin: Yo tampoco creo que sea necesario. ¿Qué disposiciones necesitamos especificar en el nuevo tratado?
Mao Zedong: Creemos que el nuevo tratado debe incluir un parágrafo sobre consultas en relación con asuntos de preocupación internacional. La adición de este parágrafo fortalecería nuestra posición, dado que al interior de la burguesía nacional china hay objeciones a la política de acercamiento a la Unión Soviética sobre asuntos de interés internacional.
Stalin: Bien. Cuando firmemos el tratado de amistad y cooperación, la inclusión de ese parágrafo cae por su propio peso.
Mao Zedong: Correcto.
Stalin: ¿A quién encargamos la preparación del borrador? Creo que debemos encargárselo a [Ministro de Asuntos Exteriores soviético Andrei] Vishinsky y a [Ministro de Asuntos Exteriores chino] Zhou Enlai.
Mao Zedong: De acuerdo.
Stalin. Tratemos ahora el acuerdo sobre KChZhD. ¿Qué propuestas tienen sobre esta cuestión?
Mao Zedong: ¿Debemos, quizás, aceptar como principio guía la idea de hacer cambios prácticos en los acuerdos sobre KChZhD y Puerto Arturo, manteniendo su continuidad legal tal como están actualmente?
Stalin: Es decir, usted está de acuerdo en declarar la continuación legal del acuerdo vigente, mientras que de hecho permitimos que se hagan los cambios necesarios.
Mao Zedong: Debemos actuar así, teniendo en cuenta los intereses de ambas partes, China y la Unión Soviética.
Stalin. Es verdad. Creemos que el acuerdo sobre Puerto Arturo no es equitativo.
Mao Zedong: ¡¿Pero al cambiar este acuerdo, no vamos contra las decisiones de la Conferencia de Yalta?!
Stalin: Sí, pero ¡al diablo con eso! Una vez que hemos adoptado la posición de que los tratados deben ser cambiados, debemos ir hasta el final. Es cierto que esto entraña ciertos inconvenientes para nosotros, y que tendremos que pelear con los norteamericanos. Pero ya nos hemos avenido a ello.
Mao Zedong: Esta cuestión nos preocupa sólo porque puede tener consecuencias indeseables para la URSS.
Stalin: Como usted sabe, adoptamos ese acuerdo durante la guerra con Japón. No sabíamos que Jiang Jieshi sería derrotado. Actuamos bajo la premisa de que la presencia de nuestras tropas en Puerto Arturo sería en interés de la Unión Soviética y la democracia en China.
Mao Zedong: El asunto es claro.
Stalin: En ese caso, ustedes pueden considerar el siguiente escenario como aceptable: declarar que el acuerdo sobre Puerto Arturo quedará en vigor hasta que se firme un tratado de paz con Japón, después de lo cual las tropas rusas serán retiradas de Puerto Arturo. O quizá se puede proponer otro escenario: declarar que el actual acuerdo permanecerá en vigencia, mientras que de hecho retiramos las tropas de Puerto Arturo. Aceptaremos cualquiera de esos escenarios, el que sea más conveniente. Estamos de acuerdo con ambos escenarios.
Mao Zedong: Deberíamos pensar más esta cuestión. Estamos de acuerdo con la opinión del camarada Stalin y creemos que el acuerdo sobre Puerto Arturo debe permanecer en vigor hasta que se firme un tratado de paz con Japón, después de lo cual el tratado será nulo y los soldados soviéticos se retirarán. Sin embargo, quisiéramos que Puerto Arturo sea un lugar de colaboración militar, donde podamos entrenar a nuestras fuerzas navales militares.
Stalin: Sobre la cuestión de Dalny [Dairen, Dalian]. No tenemos la intención de asegurar ningún derecho soviético en Dalny.
Mao Zedong: ¿Dalny quedará como puerto libre?
Stalin: Dado que nosotros estamos cediendo nuestros derechos ahí, le corresponde a China decidir por sí misma la cuestión de Dalny: si queda como puerto libre o no. Durante su época, Roosevelt insistía que Dairen quedara como puerto libre.
Mao Zedong: ¿Entonces, mantenerlo como puerto libre estaría de acuerdo con los intereses de Estados Unidos y Gran Bretaña?
Stalin: Por supuesto. Es una casa con las puertas abiertas.