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Colectivo Comunista 27 de Septiembre, Partido de los Trabajadores de España (PTE-ORT) y Unión Proletaria Pensionazo: del tajo al hoyo
Martes 23 de febrero de 2010
Día tras día observamos estupefactos cómo multitud de empresas, aprovechando la excusa de la crisis, eliminan empleo digno y con derechos para cambiarlo por precario (subcontratas, ETT’s...) mientras la patronal, en el colmo del cinismo, plantea rebajar la indemnización por despido para "crear empleo". Desde luego, con esta medida lo único seguro es que les será mucho mas fácil destruirlo.
A su vez, observamos atónitos cómo el gobierno, con el plan de rescate al sistema financiero, concede a los bancos 150.000 millones de euros, mientras éstos están desahuciando familias por no poder pagar la hipoteca y negando los prestamos a los jóvenes que quieren conseguir una nueva vivienda; eso sí, gracias a estas ayudas y a su usura, los beneficios de los 9 primeros meses del año 2009 para las principales entidades financieras españolas fueron de más de 13.500 millones de euros.
Sumemos a esta orgía de despilfarro costeada por todos los trabajadores el gasto de la Casa Real, cuyo presupuesto reconocido es de unos 20 millones de euros a través de partidas de distintos ministerios, y en el que no se incluyen los gastos de todos sus palacios, ya que forman parte del presupuesto de Patrimonio Nacional.
Sin embargo, esto no acaba aquí: aunque en los últimos años la situación del sistema de pensiones es positiva, con excedentes que hacen que el fondo de reserva de la Seguridad Social ronde los 62.000 millones de euros, la última ocurrencia del gobierno ha sido proponer que se alargue la edad de jubilación dos años más, hasta los 67, aduciendo que el actual sistema de pensiones podría estar en peligro. Esta medida, sin duda, es especialmente llamativa si comparamos los 35 años que debe tener cotizados cualquier trabajador para poder jubilarse con los siete años que necesita un diputado o senador para conseguir la pensión máxima, siendo ésta, además, compatible con cualquier otro cargo en la administración o con otras actividades económicas. ¿No sería más sensato que los que han trabajado toda una vida puedan disfrutar de su merecida jubilación y los más de 4 millones de parados (que sí tienen edad de trabajar) puedan acceder a un empleo?
La situación no es muy halagüeña para el conjunto de los trabajadores, más aún cuando las respuestas de los dirigentes de los grandes sindicatos son tibias y no se plantean ni siquiera la convocatoria de una HUELGA GENERAL para poder al menos presionar y negociar desde una posición de fuerza. Nos venden el modelo capitalista como algo incuestionable, en el que los trabajadores sólo tenemos derecho a algunas migajas o pequeñas mejoras que se nos presentan propagandísticamente como victorias o progresos.
Si algo hay claro es que, con el capitalismo, basado única y exclusivamente en la búsqueda de la ganancia empresarial, los que acabamos pagando, una tras otra, todas las crisis somos los trabajadores. No tenemos, por tanto, nada que perder, y sí mucho que ganar, si decidimos construir un modelo que se base en las necesidades de la mayoría de la población y donde la riqueza que generamos entre todos se reparta entre todos y no se la queden unos pocos como hasta ahora.
Por tanto, para construir este esperanzador mañana, debemos fijarnos en las experiencias que han vivido otros trabajadores como nosotros a lo largo de la historia y aprender cómo ellos afrontaron los problemas.
En nuestro caso concreto, la situación de Grecia resulta especialmente aleccionadora. Frente a un ataque similar al que nosotros estamos viviendo, la respuesta de los trabajadores griegos ha sido mucho más contundente: en primer lugar, porque poseen un frente sindical combativo (PAME) que trabaja promoviendo la unidad de todos los obreros para fortalecer así los procesos de lucha y, en segundo lugar, porque tienen un gran Partido Comunista (KKE) que, además de apoyar a la clase obrera en su batalla cotidiana contra la patronal, se encarga de explicar cómo nuestros esfuerzos por conseguir unas mejores condiciones de vida no servirán de nada si no ganamos la guerra en su conjunto; que debemos tomar el poder político para superar el capitalismo y construir el socialismo, el único capaz de garantizar las conquistas de los trabajadores.
Por eso, la tarea más importante de los trabajadores más conscientes, para responder a estas agresiones del capital y de su gobierno, es participar junto a nosotros en el PROCESO DE UNIDAD en marcha, por diferentes organizaciones comunistas, para la construcción de un verdadero Partido Comunista, alejado del servilismo de la dirección del PCE, que dé respuestas a las necesidades de la clase trabajadora.
23 de febrero de 2010.
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Martes 23 de febrero de 2010
Día tras día observamos estupefactos cómo multitud de empresas, aprovechando la excusa de la crisis, eliminan empleo digno y con derechos para cambiarlo por precario (subcontratas, ETT’s...) mientras la patronal, en el colmo del cinismo, plantea rebajar la indemnización por despido para "crear empleo". Desde luego, con esta medida lo único seguro es que les será mucho mas fácil destruirlo.
A su vez, observamos atónitos cómo el gobierno, con el plan de rescate al sistema financiero, concede a los bancos 150.000 millones de euros, mientras éstos están desahuciando familias por no poder pagar la hipoteca y negando los prestamos a los jóvenes que quieren conseguir una nueva vivienda; eso sí, gracias a estas ayudas y a su usura, los beneficios de los 9 primeros meses del año 2009 para las principales entidades financieras españolas fueron de más de 13.500 millones de euros.
Sumemos a esta orgía de despilfarro costeada por todos los trabajadores el gasto de la Casa Real, cuyo presupuesto reconocido es de unos 20 millones de euros a través de partidas de distintos ministerios, y en el que no se incluyen los gastos de todos sus palacios, ya que forman parte del presupuesto de Patrimonio Nacional.
Sin embargo, esto no acaba aquí: aunque en los últimos años la situación del sistema de pensiones es positiva, con excedentes que hacen que el fondo de reserva de la Seguridad Social ronde los 62.000 millones de euros, la última ocurrencia del gobierno ha sido proponer que se alargue la edad de jubilación dos años más, hasta los 67, aduciendo que el actual sistema de pensiones podría estar en peligro. Esta medida, sin duda, es especialmente llamativa si comparamos los 35 años que debe tener cotizados cualquier trabajador para poder jubilarse con los siete años que necesita un diputado o senador para conseguir la pensión máxima, siendo ésta, además, compatible con cualquier otro cargo en la administración o con otras actividades económicas. ¿No sería más sensato que los que han trabajado toda una vida puedan disfrutar de su merecida jubilación y los más de 4 millones de parados (que sí tienen edad de trabajar) puedan acceder a un empleo?
La situación no es muy halagüeña para el conjunto de los trabajadores, más aún cuando las respuestas de los dirigentes de los grandes sindicatos son tibias y no se plantean ni siquiera la convocatoria de una HUELGA GENERAL para poder al menos presionar y negociar desde una posición de fuerza. Nos venden el modelo capitalista como algo incuestionable, en el que los trabajadores sólo tenemos derecho a algunas migajas o pequeñas mejoras que se nos presentan propagandísticamente como victorias o progresos.
Si algo hay claro es que, con el capitalismo, basado única y exclusivamente en la búsqueda de la ganancia empresarial, los que acabamos pagando, una tras otra, todas las crisis somos los trabajadores. No tenemos, por tanto, nada que perder, y sí mucho que ganar, si decidimos construir un modelo que se base en las necesidades de la mayoría de la población y donde la riqueza que generamos entre todos se reparta entre todos y no se la queden unos pocos como hasta ahora.
Por tanto, para construir este esperanzador mañana, debemos fijarnos en las experiencias que han vivido otros trabajadores como nosotros a lo largo de la historia y aprender cómo ellos afrontaron los problemas.
En nuestro caso concreto, la situación de Grecia resulta especialmente aleccionadora. Frente a un ataque similar al que nosotros estamos viviendo, la respuesta de los trabajadores griegos ha sido mucho más contundente: en primer lugar, porque poseen un frente sindical combativo (PAME) que trabaja promoviendo la unidad de todos los obreros para fortalecer así los procesos de lucha y, en segundo lugar, porque tienen un gran Partido Comunista (KKE) que, además de apoyar a la clase obrera en su batalla cotidiana contra la patronal, se encarga de explicar cómo nuestros esfuerzos por conseguir unas mejores condiciones de vida no servirán de nada si no ganamos la guerra en su conjunto; que debemos tomar el poder político para superar el capitalismo y construir el socialismo, el único capaz de garantizar las conquistas de los trabajadores.
Por eso, la tarea más importante de los trabajadores más conscientes, para responder a estas agresiones del capital y de su gobierno, es participar junto a nosotros en el PROCESO DE UNIDAD en marcha, por diferentes organizaciones comunistas, para la construcción de un verdadero Partido Comunista, alejado del servilismo de la dirección del PCE, que dé respuestas a las necesidades de la clase trabajadora.
23 de febrero de 2010.
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