.........................

Paulina escribió:no puedo alegrarme de la falsa igualdad que muestran y divulgan en este tipo de desfiles donde, hipocritamente, los burgueses y pequeño burgueses aparecen como responsables, respetuosos, igualitarios, sin complejos...para después, en su casa o en el parlamento ejercer la política de la desigualdad.

Danko, coincido contigo en que la opción sexual de cada individuo es algo personal y privado. Reconocer y respetar a un gay, una lesbiana, un bisexual o a un heterosexual nada tiene que ver con esta fiesta social que tras su apariencia igualitaria muestra un ejercicio de marginación social ante los que salen de la norma establecida por la moral burguesa. De ahí que bajo el capitalismo su igualdad social como individuos no será real. Sin embargo necesitan de su existencia para ejercer de maestros moralistas.

saludos



Para el m-l este aspecto por ser privado en el sentido que corresponde la decisión intima de cada individuo, nada tiene que ver con la lucha de clase, solo en el aspecto y forma en que se plantea esta lucha para derrocar al capitalismo.

salud

Le doy toda la razón a UnRaVel. Yo sí tengo pareja, de hecho estamos casadas, pero ni siquiera podemos ir de la mano por las calles de nuestra ciudad. Al principio de nuestra relación, cuando la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo ya hacía dos años que había salido, íbamos a todas partes de la mano. Pues bien, y esto pasó en una ciudad tan abierta y tolerante como se supone que es Barcelona, no había día que alguien no nos insultara al pasar por nuestro lado por la calle, o murmurase algo a la persona que llevaba al lado y ambos se nos quedasen mirando con risitas en la cara, el colmo de los colmos fue que una tarde sobre las seis en el transporte público nos insultara un tío a mí me agrediera, sólo porque nos habíamos dado la mano en el pasillo del tren. Desde entonces, no hemos vuelto a cogernos de la mano, nos da miedo, mi mujer no quiere que vuelvan a agredirme o que la agredan a ella, ni yo tampoco por supuesto.
Conozco gente a quien jamás le han insultado ni agredido por ser homosexual, sin embargo esas personas con las que he hablado tampoco han ido de la mano por la calle con sus parejas. Hay gente que nos dice que le echemos un par de ovarios y salgamos agarradas pasando de todo; pero no es tan fácil cuando ya has vivido una agresión.
Vemos parejas heterosexuales por todas partes, van de la mano, se besan, sin embargo nosotras tenemos que hacerlo en casa, por miedo. Hay todavía mucha homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia.

Report Mime Monday, 02 July 2012 23:20

Mucho peor que el recurso en el tribunal constitucional, o que en el diccionario no aparezca la palabra matrimonio como union de simplemente dos personas, es la homofobia espantosa que todavía continua en la sociedad.

Yo no tengo pareja, pero me es facil ver como en el Retiro, por ejemplo, por las tardes, las unicas parejitas felices que se ven manifestar su amor son las heterosexuales, o en cualquier barrio (excepto chueca), las únicas parejas que se dan la mano son las heterosexuales.

Las parejas homosexuales lo ocultamos ... ¿por qué?. Porque seguimos viviendo en una sociedad llena de homofobia, a pesar del enorme regalo del matrimonio civil hace ya 7 años.

Que en Uganda están peor, o en Estados Unidos (en este último tendría que comprobarlo, si bien no hay matrimonio civil quizá si hay mas libertad para expresar sentimientos que aquí, en el Estado español), no me vale, no me vale para nada.


Pedro el Romano, quiza.

Report UnRaVel Monday, 02 July 2012 21:34

Danko escribió:Considero que la exaltación sexual sea hetero u homo es desagradable y acaba manifestándose en actitudes sectarias excluyentes hacia los del "otro bando".

Algunos progres pijo-guays, miran mal cuando en lugar de decir gay, decimos "maricón",-aunque sea el mismo concepto-.

Precisamente, un importante sector de la comunidad gay, al menos en nuestro pais, emplea esta palabra entre los propios homosexuales sin ninguna carga peyorativa. Muchos la reivindican frente al término gay, como se hizo entre los angloparlantes con queer. Pues prefieren usar el término "maricón" porque consideran la palabra gay un eufemismo extranjero... ya se sabe, hay que mantener las formas castizas.

Danko escribió:Considero que la exaltación sexual sea hetero u homo es desagradable y acaba manifestándose en actitudes sectarias excluyentes hacia los del "otro bando".

Algunos progres pijo-guays, miran mal cuando en lugar de decir gay, decimos "maricón",-aunque sea el mismo concepto-.

Precisamente, un importante sector de la comunidad gay, al menos en nuestro pais, emplea esta palabra entre los propios homosexuales sin ninguna carga peyorativa. Muchos la reivindican frente al término gay, como se hizo entre los angloparlantes con queer. Pues prefieren usar el término "maricón" porque consideran la palabra gay un eufemismo extranjero... ya se sabe, hay que mantener las formas castizas.

Rodimtsev escribió:

Danko escribió:Considero que la exaltación sexual sea hetero u homo es desagradable y acaba manifestándose en actitudes sectarias excluyentes hacia los del "otro bando".

Algunos progres pijo-guays, miran mal cuando en lugar de decir gay, decimos "maricón",-aunque sea el mismo concepto-.

Precisamente, un importante sector de la comunidad gay, al menos en nuestro pais, emplea esta palabra entre los propios homosexuales sin ninguna carga peyorativa. Muchos la reivindican frente al término gay, como se hizo entre los angloparlantes con queer. Pues prefieren usar el término "maricón" porque consideran la palabra gay un eufemismo extranjero... ya se sabe, hay que mantener las formas castizas.

Sudaca, guiri, bollera, ecuato, maricona... Aprended a utilizar el lenguaje sin formas despectivas. El detalle es importante entre tanta "ambigüedad". Por lo demás decir que tu último post es nefasto y va cargado de homofobia.

Orgullo y Perjuicio o de por qué rechazo las marchas del Orgullo Gay
LUNES, 25 DE JUNIO DE 2012

Arcoíris, plumas, dragqueens, plataformas, sexo, travestismo, excentricismo…es, si no lo que más hay, de lo que más se hace ver en los desfiles del Orgullo Gay. La diversidad queda anulada por un estereotipo predominante de hombre gay, joven, cosmopolita, promiscuo y locaza, exactamente el tipo de hombre gay que les interesa promover a los homófobos y los medios para evitar su integración: además de dejar fuera a lesbianas, personas de edad avanzada, etc, el “orgullo” hace un flaco favor a los que coinciden con los requisitos del cliché.

No pretendo decir con esto que tenga nada en contra de la pluma, más allá de que personalmente pueda no gustarme su excentricismo característico ya se dé en hombres o en mujeres. Lo que pretendo reprobar es el fortalecimiento del estereotipo que impide la normalización e integración de los gays y lesbianas (que, por cierto, en el movimiento LGBT escasas veces se mencionan también pansexuales o asexuales, entre otros), su consideración por parte del resto de la población como “personales normales”, que pueden ser profesores, abogados, estudiantes, administrativos, judíos, budistas, padres, hijos, vecinos o compañeros de trabajo, y no simplemente un ghetto de juventud, drogas y promiscuidad sexual con ocupaciones tales como estilismo, decoración o prostitución.

Hagamos, por ejemplo, una analogía con el feminismo: ¿Qué mensaje se transmitiría a la gente en un desfile por el Día de la Mujer en el cual el tipo de mujer que predominase en sus carrozas fuera de veintitantos, guapa, con poca ropa, muy arreglada y “femenina”? ¿Ayudaría en algo al logro de la igualdad el fortalecimiento de ese estereotipo, y el de mujer-madre en otra carroza, mujer-ama de casa en otra, mujer-cuidadora, etc? Todas esas mujeres tienen todo el derecho del mundo a hacer lo que les dé la gana con su vida y su cuerpo (lo contrario iría en contra de ese mismo feminismo), pero desde el punto de vista estratégico, en un desfile o actividad cualquiera en que se pretenda reclamar la igualdad y condenar la marginación de un grupo minorizado es preferible no llevarlo a cabo antes que hacerlo de forma tan contraproductiva y dañina para el movimiento, pues reforzar esos estereotipos hegemónicos (y que en el caso de la comunidad gay son considerados cómicos y grotescos) no hará que se integren, sino que permanezcan encorsetados en su cliché-ghetto e invisibilicen aún más a aquellos que no encajan con él.

Por último, esa simplificación de la realidad que se da en los desfiles es de por sí un tipo de prejuicio homófobo: el de vincular la orientación sexual con un determinado comportamiento, estética, valores y preferencias, de tal modo que se mete a todo aquel que no encaje dentro de la amplia variedad de formas de ser que sería posible con la heterosexualidad en un reducido saco: todos los homosexuales son “la comunidad homosexual”, la “masa” homosexual, con unos mismos intereses y formas de ser que muy al contrario de salir de la homogeneidad de la corriente principal se meten en otra aún más restrictiva de su corriente alternativa.



Fuente: http://reciclajeneuronal.blogspot.com.es/2012/06/orgullo-y-perjuicio-o-de-por-que.html