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El 17 de julio de1936, estalla la Guerra Civil española tras un golpe de Estado llevado a cabo por los elementos fascistas tanto españoles, como de todo el mundo. El final de la contienda fue desastroso para las fuerzas de la libertad y supuso una de las épocas más oscuras en toda la historia de España, desembocando en 40 años atroces de dictadura fascistas sin piedad ni compasión. Pero dentro de todas estas derrotas y tragedias, obtuvimos grandes victorias una de ellas la más importante de toda la historia mundial, la participación de las Brigadas Internacionales a favor del Bando Republicano, elegido legítimamente por el pueblo en las elecciones celebradas en febrero de 1936.
Las Brigadas Internacionales, supuso un movimiento de solidaridad y comprometimiento con una causa común y tan honorable, como puede ser la de la libertad y morir defendiendo unas ideas políticas que no debían caer en el olvido.
Las Brigadas Internacionales, formaron un ejército popular con nacionalidades de hasta 54 países, no solo comunistas, sino de todo tipo de ideologías, pero al fin y al cabo con un objetivo común, aplastar el fascismo. Los brigadistas procedían de lugares tan opuestos como la propia Unión Soviética como de los propios Estados Unidos de América con la famosa Brigada Lincoln.
Si nos paramos a pensar un solo minuto, llegamos a darnos cuenta el magnitud de este acontecimiento, donde miles de estos brigadistas teniendo su vida en sus diferentes países de orígenes, dejaron todo a un lado, para coger el fusil y llegar a España como voluntario, sin conocimiento del propio país ni mucho menos del lenguaje español. No es que dejaran de lado sus ocupaciones, familia, amigos…de su país natal por un tiempo, es que vinieron sabiendo que aquí podían dejarlo todo para siempre, pues la muerte supuso el triste final de mucho de estos héroes de la libertad.
Las Brigadas Internacionales participaron en varias batallas a lo largo de toda la contienda nacional, entre ellas la Batalla de Madrid, defendiendo la casa de campo y sus alrededores contra las acciones de las tropas fascistas dirigidas por el general Valera, así como también participaron en la Batalla del Jarama, la Batalla de Belchite, la Batalla de Guadalajara y la Batalla de Teruel.
Entre estas Brigadas se encontraban famosos grupos de brigadistas, como puede ser el Batallón Rakosi, el Batallón Lincoln o el italiano Batallón Garibaldi.
Una vez prevista la derrota de la República Española, muchos de estos brigadistas volvieron a sus países de orígenes, por el contrario, mucho de los que provenían de países fascistas, como podía ser Italia, Alemania… se mantuvieron en España combatiendo en el bando republicano hasta el fin de la guerra, ni si quiera intentaron volver a sus países, preferían morir aquí, en un país extraño al suyo, lejos de su familiares y seres queridos, o por simple y heroico valor o por el compresivo terror que suponía ser militante de izquierda en una regímenes tan brutales y dictatoriales como los fascistas.
Para terminar con algo agradable, mientras la mayoría de los brigadistas se disponían a volver a sus países de orígenes, Barcelona olvidó las penas de la guerra y la invasión fascista por un momento, para realizar un increíble desfile con el título de “Caballeros de la libertad del mundo: ¡buen camino!” , en el desfile participaron entre otros Juan Negrín, Manuel Azaña o Dolores Ibárruri “La Pasionaria” quien pronunció un memorable discurso que me gustaría usar como elemento adicional de este humilde trabajo.
Para acabar quiero hacer una pequeña reflexión que espero que le sirva a todo aquel que tenga el tiempo y la paciencia de leer este mi trabajo. Puede que en el 1939, perdiéramos la guerra, la libertad, incluso la propia vida, pero dentro de esa derrota, dentro de ese fracaso, la llegada de 60.000 brigadistas, supuso tal demostración de poderío y de capacidad de solidaridad que tras esto, Mussolini y el propio Hitler conocía su futuro tras la Segunda Guerra Mundial mucho antes de que esta acabara, porque no existe arma más poderosa que la solidaridad entre camaradas, Proletarios del mundo ¡¡¡¡Uníos!!!!
Espero que este trabajo además sirva para que no olvides nuestra guerra, para nosotros y el resto del mundo la una Guerra Civil a causa de un violento golpe de Estado, para los “vencedores” una guerra que no se desea ser recordada, únicamente su desgraciado desenlace, “La Guerra del Olvido”.
Salud.
PD: Coloco el discurso de la Pasionaria en la despedida de las brigadas, pero no lo contéis como parte del trabajo ya que si no ocuparía demasiado espacio y no me pertenece.
“Es muy difícil pronunciar unas palabras de despedida dirigidas a los héroes de las Brigadas Internacionales, por lo que son y por lo que representan.
Un sentimiento de angustia, de dolor infinito, sube a nuestras gargantas atenazándolas... Angustia por los que se van, soldados del más alto ideal de redención humana, desterrados de su patria, perseguidos por la tiranía de todos los pueblos...
Dolor por los que se quedan aquí para siempre, fundiéndose con nuestra tierra y viviendo en lo más hondo de nuestro corazón aureolados por el sentimiento de nuestra eterna gratitud.
De todos los pueblos y todas las razas, vinisteis a nosotros como hermanos nuestros, como hijos de la España inmortal, y en los días más duros de nuestra guerra, cuando la capital de la República española se hallaba amenazada, fuisteis vosotros, bravos camaradas de las Brigadas Internacionales, quienes contribuisteis a salvarla con vuestro entusiasmo combativo y vuestro heroísmo y espíritu de sacrificio.
Y Jarama y Guadalajara, y Brunete y Belchite, y Levante y el Ebro cantan con estrofas inmortales el valor, la abnegación, la bravura, la disciplina de los hombres de las Brigadas Internacionales.
Por primera vez en la historia de las luchas de los pueblos se ha dado el espectáculo, asombroso por su grandeza, de la formación de las Brigadas Internacionales para ayudar a salvar la libertad y la independencia de un país amenazado, de nuestra España.
Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, hombres de distinto color, de ideología diferente, de religiones antagónicas, pero amando todos ellos profundamente la libertad y la justicia, vinieron a ofrecerse a nosotros incondicionalmente.
Nos lo daban todo; su juventud o su madurez o su experiencia; su sangre y su vida, sus esperanzas y sus anhelos... Y nada nos pedían. Es decir, sí: querían un puesto en la lucha, anhelaban el honor de morir por nosotros.
¡Banderas de España!... ¡Saludad a tantos héroes, inclinaos ante tantos mártires!...
¡Madres!... ¡Mujeres! Cuando los años pasen y las heridas de la guerra se vayan restañando; cuando el recuerdo de los días dolorosos y sangrientos se esfume en un presente de libertad, de paz y de bienestar; cuando los rencores se vayan atenuando y el orgullo de la patria libre sea igualmente sentido por todos los españoles, hablad a vuestros hijos; habladles de estos hombres de las Brigadas Internacionales.
Contadles cómo, atravesando mares y montañas, salvando fronteras erizadas de bayonetas, vigiladas por perros rabiosos deseosos de clavar en ellos sus dientes, llegaron a nuestra patria como cruzados de la libertad, a luchar y a morir por la libertad y la independencia de España, amenazadas por el fascismo alemán e italiano. Lo abandonaron todo: cariños, patria, hogar, fortuna, madre, mujer, hermanos, hijos y vinieron a nosotros a decirnos: «¡Aquí estamos»!, vuestra causa, la causa de España es nuestra misma causa, es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva».
Hoy se van; muchos, millares, se quedan teniendo como sudario la tierra de España, el recuerdo saturado de honda emoción de todos los españoles.
¡Camaradas de las Brigadas Internacionales! Razones políticas, razones de Estado, la salud de esa misma causa por la cual vosotros ofrecisteis vuestra sangre con generosidad sin límites os hacen volver a vuestras patrias a unos, a la forzada emigración a otros. Podéis marcharos orgullosos. Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia, frente al espíritu vil y acomodaticios de los que interpretan los principios democráticos mirando hacia las cajas de caudales o hacia las acciones industriales que quieren salvar de todo riesgo.
No os olvidaremos, y, cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved!...
Volved a nuestro lado, que aquí encontraréis patria los que no tenéis patria, amigos, los que tenéis que vivir privados de amistad, y todos, todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español, que hoy y mañana gritará con entusiasmo: ¡Vivan los héroes de las Brigadas Internacionales!"
Dolores Ibárruri, Pasionaria
1-XI-1938
Las Brigadas Internacionales, supuso un movimiento de solidaridad y comprometimiento con una causa común y tan honorable, como puede ser la de la libertad y morir defendiendo unas ideas políticas que no debían caer en el olvido.
Las Brigadas Internacionales, formaron un ejército popular con nacionalidades de hasta 54 países, no solo comunistas, sino de todo tipo de ideologías, pero al fin y al cabo con un objetivo común, aplastar el fascismo. Los brigadistas procedían de lugares tan opuestos como la propia Unión Soviética como de los propios Estados Unidos de América con la famosa Brigada Lincoln.
Si nos paramos a pensar un solo minuto, llegamos a darnos cuenta el magnitud de este acontecimiento, donde miles de estos brigadistas teniendo su vida en sus diferentes países de orígenes, dejaron todo a un lado, para coger el fusil y llegar a España como voluntario, sin conocimiento del propio país ni mucho menos del lenguaje español. No es que dejaran de lado sus ocupaciones, familia, amigos…de su país natal por un tiempo, es que vinieron sabiendo que aquí podían dejarlo todo para siempre, pues la muerte supuso el triste final de mucho de estos héroes de la libertad.
Las Brigadas Internacionales participaron en varias batallas a lo largo de toda la contienda nacional, entre ellas la Batalla de Madrid, defendiendo la casa de campo y sus alrededores contra las acciones de las tropas fascistas dirigidas por el general Valera, así como también participaron en la Batalla del Jarama, la Batalla de Belchite, la Batalla de Guadalajara y la Batalla de Teruel.
Entre estas Brigadas se encontraban famosos grupos de brigadistas, como puede ser el Batallón Rakosi, el Batallón Lincoln o el italiano Batallón Garibaldi.
Una vez prevista la derrota de la República Española, muchos de estos brigadistas volvieron a sus países de orígenes, por el contrario, mucho de los que provenían de países fascistas, como podía ser Italia, Alemania… se mantuvieron en España combatiendo en el bando republicano hasta el fin de la guerra, ni si quiera intentaron volver a sus países, preferían morir aquí, en un país extraño al suyo, lejos de su familiares y seres queridos, o por simple y heroico valor o por el compresivo terror que suponía ser militante de izquierda en una regímenes tan brutales y dictatoriales como los fascistas.
Para terminar con algo agradable, mientras la mayoría de los brigadistas se disponían a volver a sus países de orígenes, Barcelona olvidó las penas de la guerra y la invasión fascista por un momento, para realizar un increíble desfile con el título de “Caballeros de la libertad del mundo: ¡buen camino!” , en el desfile participaron entre otros Juan Negrín, Manuel Azaña o Dolores Ibárruri “La Pasionaria” quien pronunció un memorable discurso que me gustaría usar como elemento adicional de este humilde trabajo.
Para acabar quiero hacer una pequeña reflexión que espero que le sirva a todo aquel que tenga el tiempo y la paciencia de leer este mi trabajo. Puede que en el 1939, perdiéramos la guerra, la libertad, incluso la propia vida, pero dentro de esa derrota, dentro de ese fracaso, la llegada de 60.000 brigadistas, supuso tal demostración de poderío y de capacidad de solidaridad que tras esto, Mussolini y el propio Hitler conocía su futuro tras la Segunda Guerra Mundial mucho antes de que esta acabara, porque no existe arma más poderosa que la solidaridad entre camaradas, Proletarios del mundo ¡¡¡¡Uníos!!!!
Espero que este trabajo además sirva para que no olvides nuestra guerra, para nosotros y el resto del mundo la una Guerra Civil a causa de un violento golpe de Estado, para los “vencedores” una guerra que no se desea ser recordada, únicamente su desgraciado desenlace, “La Guerra del Olvido”.
Salud.
PD: Coloco el discurso de la Pasionaria en la despedida de las brigadas, pero no lo contéis como parte del trabajo ya que si no ocuparía demasiado espacio y no me pertenece.
“Es muy difícil pronunciar unas palabras de despedida dirigidas a los héroes de las Brigadas Internacionales, por lo que son y por lo que representan.
Un sentimiento de angustia, de dolor infinito, sube a nuestras gargantas atenazándolas... Angustia por los que se van, soldados del más alto ideal de redención humana, desterrados de su patria, perseguidos por la tiranía de todos los pueblos...
Dolor por los que se quedan aquí para siempre, fundiéndose con nuestra tierra y viviendo en lo más hondo de nuestro corazón aureolados por el sentimiento de nuestra eterna gratitud.
De todos los pueblos y todas las razas, vinisteis a nosotros como hermanos nuestros, como hijos de la España inmortal, y en los días más duros de nuestra guerra, cuando la capital de la República española se hallaba amenazada, fuisteis vosotros, bravos camaradas de las Brigadas Internacionales, quienes contribuisteis a salvarla con vuestro entusiasmo combativo y vuestro heroísmo y espíritu de sacrificio.
Y Jarama y Guadalajara, y Brunete y Belchite, y Levante y el Ebro cantan con estrofas inmortales el valor, la abnegación, la bravura, la disciplina de los hombres de las Brigadas Internacionales.
Por primera vez en la historia de las luchas de los pueblos se ha dado el espectáculo, asombroso por su grandeza, de la formación de las Brigadas Internacionales para ayudar a salvar la libertad y la independencia de un país amenazado, de nuestra España.
Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, hombres de distinto color, de ideología diferente, de religiones antagónicas, pero amando todos ellos profundamente la libertad y la justicia, vinieron a ofrecerse a nosotros incondicionalmente.
Nos lo daban todo; su juventud o su madurez o su experiencia; su sangre y su vida, sus esperanzas y sus anhelos... Y nada nos pedían. Es decir, sí: querían un puesto en la lucha, anhelaban el honor de morir por nosotros.
¡Banderas de España!... ¡Saludad a tantos héroes, inclinaos ante tantos mártires!...
¡Madres!... ¡Mujeres! Cuando los años pasen y las heridas de la guerra se vayan restañando; cuando el recuerdo de los días dolorosos y sangrientos se esfume en un presente de libertad, de paz y de bienestar; cuando los rencores se vayan atenuando y el orgullo de la patria libre sea igualmente sentido por todos los españoles, hablad a vuestros hijos; habladles de estos hombres de las Brigadas Internacionales.
Contadles cómo, atravesando mares y montañas, salvando fronteras erizadas de bayonetas, vigiladas por perros rabiosos deseosos de clavar en ellos sus dientes, llegaron a nuestra patria como cruzados de la libertad, a luchar y a morir por la libertad y la independencia de España, amenazadas por el fascismo alemán e italiano. Lo abandonaron todo: cariños, patria, hogar, fortuna, madre, mujer, hermanos, hijos y vinieron a nosotros a decirnos: «¡Aquí estamos»!, vuestra causa, la causa de España es nuestra misma causa, es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva».
Hoy se van; muchos, millares, se quedan teniendo como sudario la tierra de España, el recuerdo saturado de honda emoción de todos los españoles.
¡Camaradas de las Brigadas Internacionales! Razones políticas, razones de Estado, la salud de esa misma causa por la cual vosotros ofrecisteis vuestra sangre con generosidad sin límites os hacen volver a vuestras patrias a unos, a la forzada emigración a otros. Podéis marcharos orgullosos. Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia, frente al espíritu vil y acomodaticios de los que interpretan los principios democráticos mirando hacia las cajas de caudales o hacia las acciones industriales que quieren salvar de todo riesgo.
No os olvidaremos, y, cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved!...
Volved a nuestro lado, que aquí encontraréis patria los que no tenéis patria, amigos, los que tenéis que vivir privados de amistad, y todos, todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español, que hoy y mañana gritará con entusiasmo: ¡Vivan los héroes de las Brigadas Internacionales!"
Dolores Ibárruri, Pasionaria
1-XI-1938
