He hecho esta historieta para un concurso de literatura. Habla del último día de Salvador Allende, está basada en hechos reales pero hay partes que las he inventado. Originariamente la escribí en catalán, perdón si hago faltas al traducirla
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- Spoiler:
- El teléfono despertó a Salvador. Miró el despertador: eran las seis y media. Descolgó el teléfono, era Jorge, mucho mas preocupado que de costumbre. Salvador escuchaba atentamente su explicación. Sabía perfectamente que los oficiales estaban destrás de la ocupación militar de Valparaíso, estaba claro que tramaban algo, habían presionado mucho al general Prats para que abandonés su cargo. Pero ahora el cargo lo ocupada Augusto, un hombre apolítico y de confianza, según el mismo Prats, que seguro que sulocionaría este alzamiento militar. Salvador pidió a Jorge que localizés a Augusto y que acabés con todo esto, pero Jorge le dijo que ni Augusto ni Leigh respondían en ningún lugar. Salvador comprendió la situación y se acomiadó de Jorge. Salvador estaba muy chocado. Estados Unidos estaban a punto de conseguirlo. Esos "demócratas" no tenían suficiente poninedo a Chile en una gran crisis por culpa de su boicot que además se disponían a hacer un golpe de estado y derrocarlo. Pero no luchaban solos, todos los altos cargos del ejército, incluiendo el mismo Augusto que le había jurado lealtad poco menos de un mes antes estaban ocupando Valparaíso y seguro que se disponían a dominar toda Chile.
Slavador se puso de camino al Palacio de la Moneda con si Fiat 125 y su Kalashnikova, regalada por su amigo Fidel Castro. Había trabajado mucho para llegar a ser eso que estaba a punto de dekar de ser: el presidente de Chile, el presidente de los obreors y los campesinos chilenos, el que llevaría a cabo la revolución socialista xilena. La victória de Unidad Popular había sido muy difícil, los otros partidos estaban financiados por Estados Unidos, pero los dineros no puecen comprar la voluntad del pueblo. Muchos le havian criticado, hasta del lado comunista, pero él creía en la democrácia, en la via chilena al socialismo. Llegó a la Moneda y provó de obtener mas imformación sobre el movimientos, pero no consiguió nada. Salvador abrió la radio. La mayoría de las radios que daban soporte a su gobierno no transmitían nada. Pensó que era obra del ejército y de la CIA. Una de las pocas radios que seguían activas y fieles al gobierno de Salvador dejó que hiciera un discurso pidiendo prudencia a la población. En acabar el discurso, puso las radios de la derecha. Todas retransmitían lo mismo, el coronel Guillard, en nombre de todos los altos cargos del ejército, anunciaba que se estaba llevando a cabo un golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende y que si la Moneda no era desalojada antes de las 11 sería atacada por tierra y aire. En sentir esto, Salvador manó que se retirés parte del personal de seguridad. Eran cerca de las nueve y media cuando Salvador hizo su segundo discurso, pedía de nuevo prudencia y no dijo nada sobre la resistencia armada, aun que muchas fábricas habían sido ocupadas por obreros defensores del gobiernos que hubieran dejada la vida por él, ni tampoco dió ninguna orden a los líderes de Unidad Popular. En acabar el discurso, un conjunto de ministros entraron para hablar con él. Querían que Salvador abandonés la Moneda, pero se negó, quería defensar su lugar hasta la muerte.
Salvador pensaba en sus hijas y en su mujer. Sabía que entenderían que defensara el socialismo hasta la muerte. Pensó que sin él podrían sobrevivir, podrían ir a vivir a Cuba, ahí siempre serían bienvenidas. Pensó en sus padres. Des de pequeño que le habían transmitido una actitud crítica del mundo, a no ser conformista, a luchar por sus derechos. Sabía que toda su familia, empezando por su abuelo, El Rojo, estarían muy orgullosos de él. Eran casi las diez cuando los tanques y los francotiradores llegaron cerca de la Moneda. Cuando fueron las diez y cuarto, Salvador empezó su último discurso por Radio Magallanes, la única radio fiel al gobierno que aun no había sido silenciada. A las diez y cuarto los tanques y los avionesempezaron a atacar la Moneda. Esos perritos del capital, como muchos los mencionaban, no esperaron ni a la hora préviamente dicha por empezar a atacar. Después de un buen rato de fuego por parte del ejército y, ligeramente, del gobierno, comunican a Salvador que los militares ababan de ocupar el primer piso y pedían su rendición incondicional. Luego, Salvador manó que todo el mundo bajara y se rindiera. Pero no, no bajaría todo el mundo, él nunca se rendiría. Sabía que la lucha por la libertad de Chile no acabaría aquel día, solo habría un paréntesis, y deseava que este fuera tan corto como fuera posible. Sabía que aquella fértil semilla que había sido regada por la sangre de tantos obreros y campesiones en luchas sociales anteriores y que él había intentado convertirla en un árbol bien grande y de hojas rojas acabaría dando sus frutos un día o otro. Ahora le tocaba a él regar este árbol, que aun no tenía todas la ramas que algún día llegaría a tener. Cogió la Kalashnikova, el regal de Fidel, esa que tenía la plaquita dorada donde ponía "A mi buen amigo Salvador, de Fidel, que por medios distintos intenta llegar a los mismos objetivos". La alzó apuntandose a si mismo y disparó. Esperó a encontrarse con San Pedro, había sido buen creiente y buena persona, siempre había luchado por la libertad y la justicia y no quirió rendirse delante de esos que por el medio de la fuerza querían imponer sus ideales, pasando por encima del pueblo y yendo contra el pueblo.
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Última edición por Ebrin el Dom Dic 02, 2012 8:57 pm, editado 1 vez