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    La Nueva Derecha y el fascismo

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    La Nueva Derecha y el fascismo  Empty La Nueva Derecha y el fascismo

    Mensaje por Danko Jue Oct 04, 2012 10:18 pm

    La existencia de rasgos comunes entre el origen del fascismo y las propuestas de la nueva derecha nacida a la luz de la crisis del capitalismo a fines de la década de los años sesenta del siglo XX permite establecer una comparación entre ambos fenómenos. Las coincidencias son estructurales, no el fruto de una casualidad. Los principios sobre los cuales fundamenta sus acciones y sus propuestas teóricas son homologables en tanto establecen una crítica global a la cultura occidental, al marxismo, la democracia igualitaria y al liberalismo en su vertiente política decimonónica. Sus postulados conllevan una refundación del orden político, una innovación en el pensar y un cambio en la estructura social. La nueva derecha propone una reflexión profunda acerca de la política, la técnica y la ciencia. Asimismo defiende una concepción biológica cultural dependiente de la etológica de donde elabora su crítica a la sociedad mercantilista y de consumo. Es una propuesta cultural revolucionaria por ello cuestiona los valores del orden establecido, adjetivándolo como lucha contra el sistema occidental. En el reino del capitalismo y sobretodo durante el último tercio del siglo XX la definición de nueva derecha ha cobrado carta de ciudadanía. Pero una derecha que se presenta como nueva debe explicitar cuales son sus diferencias con los grupos tradicionales ya existentes y adjetivados como derecha conservadora-reaccionaria o liberal-progresista.


    i) La crítica cultural a la razón occidental




    En este sentido uno de sus rasgos mas destacados es constituirse en una crítica cultural a la denominada razón de occidente identificada con la doctrina de un liberalismo igualitarista, expresión , para la nueva derecha, de un mundo decadente propio de los valores , normas e instituciones prevalecientes en el cosmos burgués.

    ALa civilización occidental, como un mundo sin fin, se auto-reproduce. El cristianismo, transformado en moral social y en evangelio laico, pierde su contenido religioso y no es obstáculo ya para el ateísmo total del mundo. Por primera vez vivimos en una sociedad sin legitimación ni sentido global, donde la domesticación social y la alienación psicológica de masas han tomado el relevo de las ideas y de los mitos. Nuestra ambición entonces es proponer ideas como un posible remedio para los hombres de nuestro tiempo y de nuestro pueblo. Pero esta ambición es un combate. combatimos porque no combatir es morir, porque el mundo que nos rodea es el pasividad y el sueño, donde la energía del pueblo se muere.A1 En estas afirmaciones podemos encontrar una primera semejanza con el fascismo. Su alusión a la creación de mitos, su culto a la muerte y su necesidad de combate contra el tedio nos llevan a considerar los tópicos inherentes a la vanguardia artística conocida como futurismo y cuya influencia fue decisiva en la configuración de la ideología fascista. AEs la primera corriente intelectual que en esta época elabora una formulación estética de la política. El futurismo italiano y el vorticismo inglés de Ezra Pound y Wyndham Lewis..., ilustran a la perfección el aspecto cultural del fascismo. Se explica perfectamente la atracción que este movimiento de ideas ha ejercido, a lo largo de la primera mitad del siglo, sobre amplias capas de la intelectualidad europea, cuando se ha comprendido que estas capas encontraron en él una expresión de su propio inconformismo y de su rebeldía frente a la decadencia burguesa. Mas allá de proponer una concepción entre el individuo y la sociedad, esta ideología representó un nuevo ideal de lo hermoso y lo admirable. Éste era el verdadero denominador común de los revisionistas revolucionarios, los nacionalistas y los futuristas: su odio hacia la cultura dominante y su deseo de reemplazarla con una alternativa total@.2




    Profundamente contrarios a las ideologías que proclaman el igualitarismo y practican una filosofía de los derechos humanos los fundadores de la nueva derecha profesan una ideología anti-universalista y liberal burguesa por ello reniegan del humanismo en todas sus vertientes, especialmente de sus corriente marxista y cristiana. Son portadores de una visión orgánica de lo social constituida bajo los principios de la etología, la genética y la antropología. Se presentan como una propuesta cultural regeneradora y alternativa al universalismo considerado responsable del colonialismo cultural y del actual estado de decadencia y corrupción del carácter y los valores mas nobles de las naciones, los pueblos y los Estados.

    Podemos situar los orígenes de la nueva derecha en Francia y años mas tarde un sucedáneo esperpéntico en los Estados Unidos. La primera, a la cual nos referiremos mas concretamente, muestra una consistencia teórica y se presenta con un proyecto cultural propio para Europa. La nueva derecha estadounidense tiene un carácter menos genérico y pretende ser un referente para la defensa de los valores culturales que dieron lugar al gran imperialismo norteamericano. Sus fuentes emanan del mito constituyente del destino manifiesto.

    En Francia fue la crisis de la cuarta república, el mayo de 1968 el detonante de su aparición. En Estados Unidos es producto del escándalo Watergate con la posterior renuncia y destitución de Richard Nixon, y el síndrome de Vietnam lo que permitirá ver su luz. En ambos casos sus hacedores emergen como los paladines de una refundación del orden moral y vital, definiendose como movimientos culturales desligados de la acción política partidaria. Esta peculiaridad, constituirse en crítica cultural es sin duda otra de las semejanzas que presenta con el nascimiento del fascismo. AEl crecimiento del fascismo no hubiera sido posible sin la rebelión contra la ilustración y la revolución francesa que barrió Europa a fines del siglo XIX y principios del XX. En cualquier lugar de Europa la rebelión cultural precedió a la política: la ascensión de los movimientos fascistas y la toma del poder fascista en Italia fueron posibles sólo debido a la conjunción de la acumulada influencia de la revolución cultural e intelectual con las condiciones políticas, sociales y psicológicas creadas a fines de la primera guerra mundial.@3 En otras palabras, la crítica a la cultura dominante dotó de fuerza y proveyó de sentido a una propuesta política cuyos postulados dieron consistencia e hicieron atractiva la ideología fascista para una mayoría de ciudadanos italianos.

    Las nuevas derechas francesa y estadounidense nacen enfrentadas. No puede ser de otra manera sus propuestas son excluyentes. Ambas reniegan del universalismo y construyen una interpretación nacionalista de la cultura. El relativismo cultural hace su aparición como parte de una concepción antropológica donde se critica el mestizaje cultural, aunque se reniega del racismo vulgar, considerado producto de la cultura occidental. El llamado a reconocer la tolerancia y la diferencia es una crítica a la visión igualitaria de las ideologías liberal y marxista donde prima una lógica individualista, segmentada y sectorial anclada en principios de una civilización planetaria a la cual se aborrece porque elimina la historia y la tradición de pueblos cuyas diferencias son el motor de un mundo heterogéneo al cual se aspira. Para la nueva derecha la falsa concepción de la diferencia Acorresponde a la construcción de una humanidad homogénea , compuesta de estados-naciones parecidos, en cuyo interior aparecen sociedades heterogéneas y dispares , sin vínculos históricos , culturales comunes , a la manera de la sociedad americana, que es el modelo universal de occidente. Mas que un mundo homogéneo , compuesto de sociedades yuxtapuestas , es preferible un mundo heterogéneo , compuesto de pueblos homogéneos y enraizados@. Oculta la verdadera diferencia se destruye en nombre de un igualitarismo absurdo. AEn efecto, la mentalidad alterofóbica se basa en una especie de monoteísmo social o político. Desde el momento en que uno se adhiere a la idea de una verdad única, le acomete la tentación (que puede incluso ser sentida como un deber) de tratar de reducir la diversidad humana a un modelo único, arbitrariamente considerado como el > mejor=. La lucha contra el racismo exige, pues, junto a una rigurosa batalla contra los prejuicios, una crítica no menos firme de todas las formas de universalismo...Por lo demás, la legislación antirracista ganaría mucho si fuese ampliada a más formas de rechazo del Otro. Podría, por ejemplo, condenar las doctrinas que niegan al otro en nombre de la >clase=, como otras lo hacen en nombre de la >raza=. Incitar al odio entre las clases no es menos condenable que azuzar el odio entre las razas.@4




    Como corolario de lo anterior y bajo el criterio antropológico de defensa de la diversidad de pueblos y de comportamientos, la nueva derecha francesa no tiene ningún problema en señalar que: Ala inmigración es condenable porque atenta contra la integridad de la cultura anfitriona, así como la identidad de los inmigrados. La nueva derecha está contra la inmigración porque respeta a los inmigrantes, todo lo contrario que la sociedad mercantilista que esta a favor de la inmigración porque desprecia a los pueblos justificando este desprecio mediante un antirracismo progresista. Además, el fenómeno de la inmigración se basa en una concepción de la nacionalidad como superestructura transitoria (marxismo) o simple sección del gran mercado mundial (liberalismo). El pueblo no es otra cosa que una serie de individuos intercambiables, reunidos de manera aleatoria. La nacionalidad se adquiere o abandona, siguiendo un trámite formal. Conforme una sociedad es mas heterogénea, los sociatarios tienen menos cosas en común sólo puede basarse en metafísicas abstractas desarraigadas o en valores estrictamente materiales.@5




    Mas ramplona, la nueva derecha norteamericana ve en los comunistas y no en la homogeneización de valores occidentales el peligro de disolución de identidad. En tiempos de guerra fría, esta fue su visión. A...los comunistas han desarrollado una elaborada técnica científica, calculada y dirigida a inutilizar a la juventud estadounidense por medio de ataques a su sistema nervioso, promoviendo el deterioro y el retardo mental...La música destructiva de los Beatles simplemente refuerza el reflejo excitatorio de la juventud en el punto donde se cruza con el reflejo inhibitorio: todo esto debilita al sistema nervioso del joven y lo hace sufrir una neurosis artificialmente inducida. Lo horrorizante, y aún fatal de este estado de destrucción mental, es que estos adolescentes, una vez han entrado en este estado de excitación pueden ser dirigidos para hacer cualquier cosa, y lo harán.@ 6




    Si en los años setenta, las nuevas derechas, configuraron una crítica a la cultura dominante en la década de los ochenta y hasta el presente han logrado en gran parte imponer sus postulados. Su arsenal ideológico penetra en los nuevos movimientos políticos de una derecha no tradicional nutriendo de ideas y conceptos a sus dirigentes y líderes. En Estados Unidos supuso la articulación de los Atanques de pensamiento@ neoconservadores integrados en la Plataforma del Partido republicano para la elección de Ronald Reagan en 1979 y continua hoy en los gobiernos de Busch padre e hijo. En Francia las ideas culturales de nueva derecha han ido calando lentamente en la sociedad francesa siendo absorbidas en parte por el Frente Nacional que se nutre de sus principios.



    La defensa del capitalismo y su proyecto cultural.


    A pesar de las grandes distancias que separan la nueva derecha francesa de su homóloga estadounidense, sus posturas tienden a confluir cuando se trata de la defensa de los principios del capitalismo en tanto orden de dominio y explotación. Se reconocen parte de la modernidad coincidiendo en ello con el fascismo originario. Como señala Sternhell, el fascismo es Auna revolución que declara querer aprovechar lo mejor del capitalismo, del desarrollo de la tecnología moderna y del progreso industrial. La revolución fascista pretende cambiar la naturaleza de las relaciones entre el individuo y la colectividad sin que por ello sea necesario romper el motor de la actividad económica -la apetencia de beneficio-, ni abolir sus cimientos- la propiedad privada- o destruir el marco indispensable- la economía de mercado. Ese es un elemento que constituye una innovación en el fascismo: la revolución fascista se sustenta en una economía regida por las leyes del mercado.@7

    Aceptación de las leyes del mercado y crítica ideológica a la burguesía ilustrada o inculta, conservadora o liberal y al marxismo materialista es el nexo que une el nacimiento de las nuevas derechas con el fascismo de principios de siglo XX. Sin embargo, las semejanzas se tornan diferencias cuando se trata de identificar a los forjadores del proyecto cultural. Los enemigos cambian y la crítica política adquiere un tono de rechazo frontal hacia el debate teórico y los problemas políticos en los cuales estaban ensalzados derechas e izquierdas tradicionales. Había que empezar de cero. Alain de Benoist, uno de los mas brillantes intelectuales franceses de la nueva derecha acota: APor aquella época -años sesenta- se sentían en total ruptura con la vieja derecha, tanto en el terreno de la sensibilidad como en el de las ideas, y sobre todo ajenos a sus crispaciones tradicionales: el totalitarismo, el colonialismo, el nacionalismo, el racismo, el orden moral. Rechazaban sus desviaciones, tanto nacionalista, con sus prejuicios, su xenofobia y sus ostentosas complacencias, como la economizante, con su liberalismo abstracto, su implícito igualitarismo y sus injusticias sociales; la totalitaria, con sus nostalgias, sus fantasmas de autoridad y su mito del >jefe providencial=, y la tradicionalista, con sus sueños reaccionarios, sus referencias metafísicas y su pasadismo radical. Al mismo tiempo deseaban revitalizar una cultura sumergida. Querían también volver a empezar de cero, ver cómo una >sensibilidad de derecha= `podía traducirse en doctrina, insertarse en el debate ideológico contemporáneo y renovar sus bases y referencias en el sentido de una mayor modernidad. Deseaban acabar con el unilateralismo que caracteriza a la ideología dominante. por último, no veían como su principal adversario al >comunismo=, la subversión= o a la >izquierda=, sino a una ideología igualitaria, regresiva y negativista, representada hoy tanto bajo formas metafísicas como profanas.@8




    Había que derribar el sistema y proponer nuevos referentes capaces de construir un orden social en el cual se vean reflejadas las diferencias subsumidas en un occidentalismo cultural castrador del individuo y la comunidad. Para ello, la nueva derecha se dotó de un marco teórico capaz de enfrentarse a las doctrinas universalistas de un humanismo occidental. Rechazando las propuestas exclusivamente biológicas , pero asociando su marco referencial a la sociología, la política y la economía proponen una visión holista y orgánica, al postular que las sociedades siguen procesos metabiológicos. Sobre la base de un sincretismo teórico, la nueva derecha elabora una doctrina fundacional cuyos principios culturales se encuentran en el estudio comparado de las conductas. Apoyados en los fundamentos etológicos del instinto de agresión explicadas por Konrad Lorenz; las bases fisiológicas de los mecanismos del comportamiento de agresión y miedo propuestas por Ivan Pavlov; y el estudio del aprendizaje y acondicionamiento expuestos por Friedrich Skinner cimientan su doctrina de la agresión como control territorial.

    AEntre las enseñanzas que pueden extraerse de la etología, encontramos la afirmación de que el hombre es un primate depredador, dotado de una pulsión agresiva, de sentido territorial y de especialización jerárquica. Como todos los primates superiores, el hombre es un animal social que vive en grupo. Estas pulsiones innatas heredadas sirven para la formación y supervivencia del grupo. Lorenz demuestra que la agresividad es una parte esencial de la organización de los instintos para la protección de la vida y la condición de supervivencia de las sociedades (el hombre se impone en detrimento del medio que agrede). En el hombre, la supresión de la agresividad conduciría a la desaparición de su espíritu de iniciativa, de la competición, del riesgo e incluso del honor personal. Atacar esta pulsión equivaldría a despojar al hombre de sus ganas de vivir y de luchar. Mas que oponerle un veto moral a la agresividad, habría que reorientarla hacia formas de actividad , que permitan una descarga catártica...@9




    La posterior transformación del instinto de agresión en violencia creadora de moral y virtud le confiere a la nueva derecha otro símil con el fascismo. Apoyados en los fundamentos de la etología se presentan como recuperadores de la conducta agresiva y competitiva del individuo. Argumentos que también obtienen de la interpretación evolucionista-genética presente en Lamarck. Benoist, infiere: ALa etología, la genética y la antropología han destruido la ilusión de la uniformidad natural del género humano. El hombre como idea, científicamente ha muerto. Agresivo, territorial y jerarquizado, el homo sapiens se nos muestra completamente diferente a la imagen que de él daba el humanismo, fuese rusoniano, cristiano o marxista.@


    El Instinto de agresión Ao sea que lleva al hombre como al animal a combatir contra los miembros de su misma especie@ defendido por la nueva derecha como motor del orden se refuerza en los años setenta con argumentos aportados por la naciente socio-biología. De esta manera emergen explicaciones de contenido genético capaces de transformar el instinto de agresión en un comportamiento egoísta eficaz para sobrevivir y dotar de continuidad a la especie humana. AArgumentaré que una cualidad predominante que podemos esperar que se encuentre en un gén próspero será el egoísmo en el comportamiento despiadado. Esta cualidad egoísta del gén dará, normalmente, origen al egoísmo en el comportamiento humano... A nivel del gen, el altruismo tiene que ser malo, y el egoísmo bueno...El gen es la unidad básica del egoísmo. @ 10




    La lucha contra el sistema


    Violencia, egoísmo, competitividad, heroicidad y entrega son algunos de los reclamos lanzados por la nueva derecha para luchar con éxito contra el sistema. Se trata de canalizar la agresividad humana hacia fines nobles y creadores de una moral y una virtud emanadas del deseo de recuperación de una identidad histórica de pertenencia a naciones y pueblos cuya existencia el sistema pretende eliminar. Voluntad de ruptura y entrega. AContra el sistema se levantan todos aquellos que comparten la filosofía vital del paganismo mental europeo: voluntad creadora , apego a la comunidad , considerada como un trampolín de aventuras , de conquista y combate político y cultural; todos aquellos que rechazan el cosmopolitismo , el burguesismo, el hedonismo y el modelo neoyorquino de subcultura@11 Otra vez la confluencia con el fascismo: el llamado al voluntarismo y el mito de la violencia como síntesis de la lucha contra el conservadurismo, para la nueva derecha, conformismo. El fascismo se construye no sólo por Ael repudio de la democracia, del marxismo, del liberalismo, de los valores llamados >burgueses, de la herencia del siglo XVIII, del internacionalismo y del pacifismo- también por- el culto del heroísmo, del vitalismo y de la violencia@12. Las semejanzas son muchas en cuando propuesta cultural llamando ambas a constituir nuevas fuerzas capaces de detener la decadencia de una sociedad amorfa y pasiva.

    El sistema, adjetivado como occidental y legitimado en una universalidad construida sobre bases artificiales tecno-económicas despolitizantes de dominación son el fundamento para imponer una vida mecánica , intemporal donde no se desea otra cosa mas que el fin de la historia. La necesidad de levantarse contra el orden mundial generado por el sistema occidental forma parte de una lucha heroica por recuperar los valores de una cultura, la europea secuestrada en nombre del universalismo.

    El sistema pasa a ser considerado un gobierno mundial de transnacionales cuya praxis de naturaleza económica y financiera vacía de todo contenido la realidad nacional y su cosmopolitismo hace perder toda noción de territorialidad. Para la nueva derecha no se trata de una crítica al capitalismo, ya lo hemos señalado, supone un rechazo a la visión de universalidad de lo común cuyas raíces están en la llamada american way of life considerada hostil a cualquier concepción ideológica orgánica. De aquí su rechazo a la sociedad americana como forma de vida, como imperio y como imperialismo cultural. AEl sistema occidental debe entenderse como la extensión planetaria, no de los Estados Unidos, en tanto que nación, sino de la sociedad americana, de la parte mundializable de esta sociedad, es decir de todo aquello que comporta una mayor universalidad y es común a todas las estructuras mentales, y por lo tanto resulta mas primitivo.@13

    Tras dos décadas de predicar sus doctrinas y presentar a la sociedad francesa los postulados de un orden nuevo cuyos valores culturales son la lucha contra el sistema, Le Pen y el Frente Nacional han incorporado esta cosmovisión como parte del discurso ideológico. AEl frente tiene algunas cosas claras muy claras, que tiene que expresar en su propaganda para mantener en pie esta verdadera coalición del malestar. Por ejemplo, la crítica al sistema, entendiendo por él el régimen político y no las razones íntimas del capitalismo. Su denuncia de la mundialización se debe a haber entendido la fuerza de las identidades nacionalistas en esta fase del sistema, la potencia de lo particular, de una cultura excepcional, pero también de un modelo de cohesión social destruido por el sistema en los años noventa.@14




    Como colofón el llamado a la revolución y la lucha contra el sistema occidental cuyos valores culturales proyectan una sociedad patológica Aque en el plano fisiológico e intelectual y en el plano orgánico destruye la energía de los grupos e individuos donde las masas humanas que nos rodean- continua Fayé ideólogo de la nueva derecha- no están únicamente >deculturadas, sino también desnacionalizadas.@ El llamado a construir un tipo de nacionalismo revolucionario desde donde imponer las nuevas pautas de reconstrucción de la soberanía y la identidad nacional abre las puertas a otra semejanza con el fascismo. Ya sólo cabe concluir con la deslegitimación de una sociedad que se muere. El recurso al fundador de la etología permite corroborar a la nueva derecha su postulado. AComo ha visto Konrad Lorenz, la civilización occidental nos arrastra a una muerte lenta. Sus modos de vida tienen incidencias psicológicas, neuróticas y patógenas: nos transformamos en seres domesticados y fragilizados en nuestros comportamientos. La decadencia demográfica, la debilidad de carácter, la degradación genética de los occidentales son hechos confirmados por los propios médicos.@15

    Será nuevamente el Frente Nacional con Le Pen a la cabeza quienes doten de sentido esta crítica, asimilen los postulados de la nueva derecha y desplieguen el argumento de un nacionalismo revolucionario. Como bien expresa Ferran Gallego: A Le Pen había madrugado señalando que su candidatura obedecía a la necesidad de acabar con la degeneración francesa que llegaría a ser irreparable. Decadencia expresada en la contaminación cultural que implicaba la extranjerización, la destrucción de los valores tradicionales y, en todo cao, propios del país a manos de una inmigración cada vez mas dispuesta a defender su carácter diferencial, menos resignada a adoptar las formas de vida del país de acogida. El discurso sobre la decadencia moral se convertía en la necesidad de una alternativa expresada no en términos sociales, sino en la esfera de la identidad francesa, que debía ser el punto de encuentro de las clases, de los individuos, de las opciones parciales. El imaginario nacional-populista comenzaba a actuar como una forma antisistema, como un recurso defensivo frente a amenazas perceptibles@.16




    La nueva derecha está triunfando. El fascismo reaparece bajo nuevas formas dando lugar a un entramado fino donde las críticas al sistema occidental generan y movilizan a la juventud a los sectores medios e intelectuales. Se trata de una propuesta cultural cuyo atractivo radica en la movilización y el rechazo a la uniformidad nacida del consumismo. Muchos podrían estar compartiendo parte del diagnóstico. En eso consiste su atractivo y su fuerza. Así, es posible encontrarnos con un campo de confluencias absolutas como son: la creciente fuerza de las transnacionales y del capital financiero en el proceso de toma de decisiones, la pérdida de centralidad de la política, la crítica sistémica, el pensamiento conformista o el reconocimiento a la diferencia y el llamado a la tolerancia. Sin embargo, las diferencias se hacen notar cuando se exponen las causas de dichos fenómenos. Es en ellas donde estriba la diferencia y se explicita la distancia que separa la nueva derecha con su reconocimiento del capitalismo como orden social de dominio y explotación del nacimiento de una cultura democrática ajena por completo a los intereses de la nueva derecha.




    Dejemos que sean las palabras de la nueva derecha quienes cierren este ensayo. Su apostolado totalitario de lucha antisistémica se concreta al inferir: AÚnicamente de las revoluciones nacionales y populares podrá partir la rebelión contra la sociedad planetaria del bienestar mediocre...Sólo una revolución popular podrá permitir a cada pueblo recuperar su historia y actuar según su destino...Únicamente los pueblos y las naciones aisladamente, resolverán las cuestiones internacionales cruciales, jamás una burocracia internacional...La salvación de la humanidad es una palabra vacía. Lo que esta en juego es el futuro de cada pueblo. La especie humana no sobrevivirá mas que si los pueblos preservan, no sólo sus diferencias, sino que entran en competencia los unos contra los otros@.




    1BENOIST, Alain y FAYE, Guillaume: Las ideas de la Nueva Derecha. Una respuesta al Colonialismo cultural. Ediciones de Nuevo Arte Thor. Barcelona 1986. Pág 167.

    2STERNHELL, Seev, ZSNAJDER, Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de la ideología fascista. Editorial Siglo XXI, España. 1994. Pág 40.

    3STERNHELL,Zeev,ZSNAJDER, Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de la ideología fascista. Editorial Siglo XXI, España 1994. Pág 1.

    4BENOIST, Alain de: La nueva derecha. Editorial Planeta. Barcelona 1982. Pág 123. (La edición francesa es de 1979)

    5PINEDO, Carlos: ABases ideológicas de la Nueva Derecha. En BENOIST, Alain y FAYE, Guillaume: Las ideas de la nueva derecha. Op. Cit. Pág. 139.

    6SAXE-FERNÁNDEZ,John: ALos fundamentos de la >derechización= en los Estados Unidos@; En Tiempos Conservadores. América latina en la derechización de Occidente. Cueva, Agustín (Comp)Editorial El Conejo 1987. Pág 66.

    7STERNHELL, Zeev, SZNAJDER, Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de la ideología fascista. Editorial siglo XXI, España 1994. Pag 7.

    8BENOIST, Alain de: La nueva Derecha. Una respuesta clara, profunda e inteligente. Editorial Planeta, Barcelona 1982. Pág 15.

    9PINEDO, Carlos: Op. Cit. Pág 35.

    10DAWKINS, Richard: El gen Egoísta. Ediciones Salvat, Ciencia. Barcelona, 1997. Pág 3.(El texto original data del año 1976)

    11PINEDO, Carlos: Op. Cit. Pág 84.

    12STERNHELL, Zeev: Op. Cit. Pág 43.

    13PINEDO Carlos: Op. Cit. Pág 76.

    14GALLEGO, Ferran: Por qué Le Pen. Editorial Viejo Topo. España. 2002. Pág 130. (Cursivas en el original).

    15FAYE, Guillaume: ACrítica del sistema occidental@ . En BENOIST, Alain y FAYE, Guillaume: Op. Cit. Pág 464.

    16GALLEGO, Ferran: Op. Cit. Pág 118 y 119.


    Marcos Roitman Rosenmann
    El Viejo Topo


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