Viendo las películas juveniles de la URSS siempre me daba cuenta de que los protagonistas – algunos alumnos de último grado de secundaria – por su aspecto físico, parecían bien adultos y eran muy conscientes a pesar de tener unos 17-18 años de edad. Lo mismo notaba, hojeando los álbumes de fotos de mis padres. Física y moralmente a la edad de 18 años los jóvenes soviéticos eran tan desarrollados como no lo somos hoy día los “jóvenes” de 30-35 años. Se cambió bastante la escala de la madurez.
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Obviamente, cada verdadera revolución hace cambiar la consciencia pública, magnetizando el espíritu del pueblo hacia el polo positivo, hacia “arriba” según el proyecto revolucionario. Por eso no es extraño, que siendo distintos por dentro, nuestros padres y abuelos también eran distintos de nosotros en el ámbito físico.
Más adelante les ofrezco la traducción de una especie del código sexual extraído del folleto “Juventud y revolución”, editado por el Instituto Comunista Yákov Svérdlov, 1924 (el código fue compuesto a base de los estudios de Macárenco, Zálkind y otros pedagogos soviéticos):
1. No debe haber desarrollo demasiado temprano de la vida sexual entre el proletariado.
2. Es necesaria la abstinencia sexual antes de contraer matrimonio y el matrimonio es posible sólo en estado de madurez completa, tanto social como biológica (20-25 años).
3. La relación sexual es solamente una conclusión final de la profunda y detallada simpatía y cariño hacia el objeto del amor carnal.
4. El acto sexual debe ser solamente el último eslabón de una cadena de los profundos y complejos sentimientos, que unen a los afectuosos en el momento dado.
5. El acto sexual no debe ser repetido frecuentemente.
6. No hay que cambiar con frecuencia al objeto sexual. Menor diversidad sexual.
7. El amor debe ser monógamo (una mujer, un marido).
8. Durante cualquier acto sexual siempre hay que acordarse de la posibilidad del engendramiento de bebé – en general hay que acordarse de la descendencia.
9. La selección sexual debe fundarse sobre la base de la armonía de la revolución. Hay que excluir de las relaciones amorosas todos los elementos de flirteo, galanteo, coqueteo y otros métodos de la conquista social-sexual.
10. No debe haber celos.
11. No debe haber perversión sexual.
12. La clase tiene derecho de intervenir en la vida sexual de sus miembros en provecho de la armonía revolucionaria: lo sexual en todo debe subordinarse a lo clasista, no estorbando de ninguna manera a la revolución, manteniéndola antes que todo.
Por supuesto este código no fue ninguna ley, ni decreto, sino una recomendación, una orientación ideológica (aunque si, la homosexualidad se penalizaba desde 1934 hasta 1993). Y es lógico que esta ética sexual explicite completamente la famosa frase de una de las mujeres rusas durante El “Telepuente: Leningrado - Boston”: “No hay sexo en la URSS”.
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Así fue la respuesta de la mujer a una pregunta de una estadounidense, que hubo preguntado, si había en la URSS abuso de los temas sexuales en las publicidades por televisión. La rusa respondió: “No hay sexo en la URSS y estamos categóricamente contra el sexo”. Claro, que todo el mundo se puso a reír a carcajadas, porque la mujer simplemente se confundió… En seguida su vecina le comentó, que en la URSS si hay sexo, pero no hay propaganda… Pero ya a nadie importaba eso.
Y, sin embargo, hoy día yo estoy de acuerdo con aquella mujer confundida: al parecer, de veras en la URSS no había sexo, se trataba de algo más sublime, mientras el sexo era inseparable del amor - el sexo como tal, por sí solo, en calidad de una función animal era tabú. …Y la población del país seguía creciendo.
La clásica rusa e internacional nunca antes supo y jamás sabrá las tiradas soviéticas: la juventud recibió los mejores modelos de relaciones: desde la niñez las chicas se identificaban con Natasha Rostóva de la novela “Guerra y Paz”, mientras los muchachos en general soñaban con ser descubridores o D'Artagnan, como lo mínimo.
Una de las informaciones analíticas de la Gestapo al respecto de nuestro tema dice lo siguiente:
“En el aspecto sexual los OST-arbieters, sobre todo las mujeres, manifiestan la sana discreción. Por ejemplo, en la fábrica Lauta Werk (Senftenberg) aparecieron los 9 recién nacidos y se esperan otros 50 más. Todos, excepto los 2, son los niños de los matrimonios. Y aunque en una habitación duermen de 6 a 8 familias no se observa ningún desenfreno”.
“La mujer rusa en el aspecto sexual no corresponde a las ideas de la propaganda germana de ningún modo. Ella ignora en absoluto el libertinaje sexual. La población de los diferentes distritos cuenta que durante los chequeos médicos de las trabajadoras del Este, entre todas las jóvenes fue registrada su todavía bien conservada virginidad”.
“La fábrica de película “Wolfen” informa, que durante el chequeo médico en la empresa fue fijado que el 90% de las trabajadoras del Este a la edad de 17 a 29 años eran vírgenes. Los diferentes expertos alemanes llegan a la opinión, que el hombre ruso presta la debida atención a la mujer rusa, lo que al fin de cuentas también se refleja en los aspectos morales de la vida”.
“Después de la revolución de 1917 brotaron todas las libertades, la sexual incluida, - escribe en un ensayo Andrei Jódov. - Por ejemplo, en seguida después de la revolución fue abolido el artículo por la homosexualidad, se postulaba el amor libre, la teoría del vaso de agua (tener sexo es tan fácil como tomar un vaso de agua), etc.
El resultado fue la desintegración de la familia, prostitución en masa, gran cantidad de los embarazos no deseados, abortos y divorcios, extensión de las enfermedades venéreas. Y lo más importante: había indiferencia total y humores de parásito.
Stalin entendió que sobre esta base no se podía construir nada bueno y por eso apretó las tuercas: se introduce la educación separada en las escuelas, las rigurosas orientaciones morales, recriminalización de la homosexualidad, prohibición de los abortos, restricción de la libertad de divorcio, propaganda del ascetismo, etc. El efecto planificado fue logrado. El país ganó la guerra más dura, recuperó en el tiempo muy breve su economía destruida, salió al espacio, etc.”.
Entonces, así fue el “sexo soviético” - sexo suelto, sexo responsable y lleno de amor, el sexo inspirado en las obras maestras de la clásica mundial, el sexo a través de la guerra y dirigido hacia el cósmos.
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Obviamente, cada verdadera revolución hace cambiar la consciencia pública, magnetizando el espíritu del pueblo hacia el polo positivo, hacia “arriba” según el proyecto revolucionario. Por eso no es extraño, que siendo distintos por dentro, nuestros padres y abuelos también eran distintos de nosotros en el ámbito físico.
Más adelante les ofrezco la traducción de una especie del código sexual extraído del folleto “Juventud y revolución”, editado por el Instituto Comunista Yákov Svérdlov, 1924 (el código fue compuesto a base de los estudios de Macárenco, Zálkind y otros pedagogos soviéticos):
1. No debe haber desarrollo demasiado temprano de la vida sexual entre el proletariado.
2. Es necesaria la abstinencia sexual antes de contraer matrimonio y el matrimonio es posible sólo en estado de madurez completa, tanto social como biológica (20-25 años).
3. La relación sexual es solamente una conclusión final de la profunda y detallada simpatía y cariño hacia el objeto del amor carnal.
4. El acto sexual debe ser solamente el último eslabón de una cadena de los profundos y complejos sentimientos, que unen a los afectuosos en el momento dado.
5. El acto sexual no debe ser repetido frecuentemente.
6. No hay que cambiar con frecuencia al objeto sexual. Menor diversidad sexual.
7. El amor debe ser monógamo (una mujer, un marido).
8. Durante cualquier acto sexual siempre hay que acordarse de la posibilidad del engendramiento de bebé – en general hay que acordarse de la descendencia.
9. La selección sexual debe fundarse sobre la base de la armonía de la revolución. Hay que excluir de las relaciones amorosas todos los elementos de flirteo, galanteo, coqueteo y otros métodos de la conquista social-sexual.
10. No debe haber celos.
11. No debe haber perversión sexual.
12. La clase tiene derecho de intervenir en la vida sexual de sus miembros en provecho de la armonía revolucionaria: lo sexual en todo debe subordinarse a lo clasista, no estorbando de ninguna manera a la revolución, manteniéndola antes que todo.
Por supuesto este código no fue ninguna ley, ni decreto, sino una recomendación, una orientación ideológica (aunque si, la homosexualidad se penalizaba desde 1934 hasta 1993). Y es lógico que esta ética sexual explicite completamente la famosa frase de una de las mujeres rusas durante El “Telepuente: Leningrado - Boston”: “No hay sexo en la URSS”.
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Y, sin embargo, hoy día yo estoy de acuerdo con aquella mujer confundida: al parecer, de veras en la URSS no había sexo, se trataba de algo más sublime, mientras el sexo era inseparable del amor - el sexo como tal, por sí solo, en calidad de una función animal era tabú. …Y la población del país seguía creciendo.
La clásica rusa e internacional nunca antes supo y jamás sabrá las tiradas soviéticas: la juventud recibió los mejores modelos de relaciones: desde la niñez las chicas se identificaban con Natasha Rostóva de la novela “Guerra y Paz”, mientras los muchachos en general soñaban con ser descubridores o D'Artagnan, como lo mínimo.
Una de las informaciones analíticas de la Gestapo al respecto de nuestro tema dice lo siguiente:
“En el aspecto sexual los OST-arbieters, sobre todo las mujeres, manifiestan la sana discreción. Por ejemplo, en la fábrica Lauta Werk (Senftenberg) aparecieron los 9 recién nacidos y se esperan otros 50 más. Todos, excepto los 2, son los niños de los matrimonios. Y aunque en una habitación duermen de 6 a 8 familias no se observa ningún desenfreno”.
“La mujer rusa en el aspecto sexual no corresponde a las ideas de la propaganda germana de ningún modo. Ella ignora en absoluto el libertinaje sexual. La población de los diferentes distritos cuenta que durante los chequeos médicos de las trabajadoras del Este, entre todas las jóvenes fue registrada su todavía bien conservada virginidad”.
“La fábrica de película “Wolfen” informa, que durante el chequeo médico en la empresa fue fijado que el 90% de las trabajadoras del Este a la edad de 17 a 29 años eran vírgenes. Los diferentes expertos alemanes llegan a la opinión, que el hombre ruso presta la debida atención a la mujer rusa, lo que al fin de cuentas también se refleja en los aspectos morales de la vida”.
“Después de la revolución de 1917 brotaron todas las libertades, la sexual incluida, - escribe en un ensayo Andrei Jódov. - Por ejemplo, en seguida después de la revolución fue abolido el artículo por la homosexualidad, se postulaba el amor libre, la teoría del vaso de agua (tener sexo es tan fácil como tomar un vaso de agua), etc.
El resultado fue la desintegración de la familia, prostitución en masa, gran cantidad de los embarazos no deseados, abortos y divorcios, extensión de las enfermedades venéreas. Y lo más importante: había indiferencia total y humores de parásito.
Stalin entendió que sobre esta base no se podía construir nada bueno y por eso apretó las tuercas: se introduce la educación separada en las escuelas, las rigurosas orientaciones morales, recriminalización de la homosexualidad, prohibición de los abortos, restricción de la libertad de divorcio, propaganda del ascetismo, etc. El efecto planificado fue logrado. El país ganó la guerra más dura, recuperó en el tiempo muy breve su economía destruida, salió al espacio, etc.”.
Entonces, así fue el “sexo soviético” - sexo suelto, sexo responsable y lleno de amor, el sexo inspirado en las obras maestras de la clásica mundial, el sexo a través de la guerra y dirigido hacia el cósmos.
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