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El Conjunto A. Alexandrov y ‘La Sagrada Guerra’
1.400 conciertos en el frente, más de 200 canciones memorizadas por los soldados durante la Guerra que
imprimían fuerzas y fe en la victoria sobre los fascistas. Es difícil menospreciar el papel desempeñado por el Conjunto A. V. Alexandrov, el grupo de música y baile más grande del Ejército ruso.
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1.400 conciertos en el frente, más de 200 canciones memorizadas por los soldados durante la Guerra que imprimían fuerzas y fe en la victoria sobre los fascistas. Es difícil menospreciar el papel desempeñado por el Conjunto A. V. Alexandrov, el grupo de música y baile más grande del Ejército ruso, en la Gran Guerra Patria.
Todo empezó en 1928, cuando el entonces chantre de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, Alexandr Aleksándrov, junto con los miembros del coro de la iglesia, formaron el conjunto conocido hoy en día en todo el mundo.
Aquellos días nadie pensaba en la fama. El objetivo era llevar el arte de la música y el baile a cada soldado del país. Pero la fama llegó el año 1937, cuando el conjunto obtuvo el Primer Premio en la Exposición Internacional de París. Durante esos mismos años las habilidades de los artistas militares fueron reclamadas en el Lejano Oeste, donde se desarrollaba el conflicto bélico contra Japón.
La actuación de los artistas tenía un singular impacto moral en los soldados. Y lo más fuerte de esta influencia se dio en los primeros días de la Gran Guerra Partia.
El hijo del fundador del conjunto, Boris Alexandrov, que también dirigió al grupo entre 1946 y 1987, recuerda la primera interpretación del himno de la Guerra, ‘La Sagrada Guerra’ que llama al país y a su pueblo a levantarse para llevar a cabo un combate mortal contra las fuerzas fascistas. Es una "guerra sagrada" con el objetivo de expulsar a los agresores.
“Ahora pienso que la canción 'La Sagrada Guerra' fue escrita de una sola vez. Justo al día siguiente la canción ya estaba escrita y él [su padre] escribió en la pizarra las notas porque no había tiempo de imprimirlas, teníamos prisa. Los cantantes copiaron las letras y la música para recordarlas rápidamente y al día siguiente actuamos con esa canción en la Estación de Bielorusski.
Se sentaron los soldados y oficiales, fumando. Acabó de sonar la canción. Y no hubo aplausos de manera inmediata. ¿Y si es un fracaso? Mi padre se azoró. Y de repente estalló una ráfaga de ovaciones. Recuerdo cómo el coro repetía la canción una vez, dos, temo exagerar, pero la interpretaron muchas veces. Teníamos que interpretar allí un programa de concierto completo, pero resultó que cantamos sólo esa canción y los soldados así, con esa canción, se fueron al frente”.
La música de la canción ‘La Sagrada Guerra’ fue escrita por A. V. Alexandrov y la letra por V. Lebedev- Kumach en los primeros días de la guerra y sonó por primera vez el 26 de junio de 1941.
Esa canción se interpreta hasta nuestros días. Cada año, en la Estación de Bielorusski, los 'alexándrovtsi' la cantan especialmente para los veteranos de la Gran Guerra Patria. No celebran ningún concierto en cualquier país del mundo sin interpretar este tema.
Durante la Gran Guerra Patria los artistas de la Asamblea visitaron todos los frentes, ofreciendo 1.400 conciertos. Dividieron al conjunto en cuatro grupos y el propio dirigente Alexandrov viajaba con el coro al frente noroeste y de Karelia, pero la mayoría del tiempo lo pasó en Moscú para grabar en radio y en discos de vinilo las nuevas canciones militares.
El conjunto actuaba frente las divisiones que se dirigían a la batalla o los que estaban descansando, en los hospitales y aeródromos, en las posiciones de fuego de artilleros, en los poblados y ciudades. Trabajaban sin parar y al acabar de actuar en un lugar, el grupo de músicos subía en coches para dirigirse al lugar en el que dar el siguiente concierto.
En las situaciones más graves los artistas no tenían sólo que cantar y bailar, sino que también cargaban a los heridos en los trenes médicos, apagaban incendios, ayudaban en la reconstrucción de los puentes y ferrocarriles y participaban en la batalla.
En el año 1944, el conjunto se reunió y mostró su maestría en el istmo de Carelia, donde los grupos soviéticos rompían el sistema defensivo de los alemanes. En aquella época en el Ejército reinaba el espíritu de la victoria y por eso los militares acogían los conciertos del los “alexandrovtsi” con especial entusiasmo. Especial importancia tenían los conciertos en las ciudades liberadas, como Leningrado, Kiev, Járkov, Riga y otras.
Ese mismo año, en Nochevieja, todas las estaciones de radio de la URSS estrenaron el nuevo himno de la URSS interpretado por el Conjunto Alexandrov. A éste estreno le precedía un trabajo duro y largo de los compositores y poetas.
La comisión gubernamental encabezada por Iósif Stalin eligió entre muchas variantes de obras musicales ‘El himno del partido de los bolcheviques’, con música de Alexandr Alexandrov, letras de Serguéi Mijalkov y El- Registán.
“En este himno quise unir los géneros de la marcha triunfal, la canción rusa rotunda y la melodía épica rusa. Y después, perfeccionando el himno quisiera que fuera un amigo e inspirador del hombre, que le ayude a superar las pruebas, que provoque el sentimiento de alegría y júbilo por nuestra patria soviética”, recuerda Alexand Alexandrov. La majestuosa música de Alexandrov también suena en el himno moderno de Rusia.
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1.400 conciertos en el frente, más de 200 canciones memorizadas por los soldados durante la Guerra que
imprimían fuerzas y fe en la victoria sobre los fascistas. Es difícil menospreciar el papel desempeñado por el Conjunto A. V. Alexandrov, el grupo de música y baile más grande del Ejército ruso.
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1.400 conciertos en el frente, más de 200 canciones memorizadas por los soldados durante la Guerra que imprimían fuerzas y fe en la victoria sobre los fascistas. Es difícil menospreciar el papel desempeñado por el Conjunto A. V. Alexandrov, el grupo de música y baile más grande del Ejército ruso, en la Gran Guerra Patria.
Todo empezó en 1928, cuando el entonces chantre de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, Alexandr Aleksándrov, junto con los miembros del coro de la iglesia, formaron el conjunto conocido hoy en día en todo el mundo.
Aquellos días nadie pensaba en la fama. El objetivo era llevar el arte de la música y el baile a cada soldado del país. Pero la fama llegó el año 1937, cuando el conjunto obtuvo el Primer Premio en la Exposición Internacional de París. Durante esos mismos años las habilidades de los artistas militares fueron reclamadas en el Lejano Oeste, donde se desarrollaba el conflicto bélico contra Japón.
La actuación de los artistas tenía un singular impacto moral en los soldados. Y lo más fuerte de esta influencia se dio en los primeros días de la Gran Guerra Partia.
El hijo del fundador del conjunto, Boris Alexandrov, que también dirigió al grupo entre 1946 y 1987, recuerda la primera interpretación del himno de la Guerra, ‘La Sagrada Guerra’ que llama al país y a su pueblo a levantarse para llevar a cabo un combate mortal contra las fuerzas fascistas. Es una "guerra sagrada" con el objetivo de expulsar a los agresores.
“Ahora pienso que la canción 'La Sagrada Guerra' fue escrita de una sola vez. Justo al día siguiente la canción ya estaba escrita y él [su padre] escribió en la pizarra las notas porque no había tiempo de imprimirlas, teníamos prisa. Los cantantes copiaron las letras y la música para recordarlas rápidamente y al día siguiente actuamos con esa canción en la Estación de Bielorusski.
Se sentaron los soldados y oficiales, fumando. Acabó de sonar la canción. Y no hubo aplausos de manera inmediata. ¿Y si es un fracaso? Mi padre se azoró. Y de repente estalló una ráfaga de ovaciones. Recuerdo cómo el coro repetía la canción una vez, dos, temo exagerar, pero la interpretaron muchas veces. Teníamos que interpretar allí un programa de concierto completo, pero resultó que cantamos sólo esa canción y los soldados así, con esa canción, se fueron al frente”.
La música de la canción ‘La Sagrada Guerra’ fue escrita por A. V. Alexandrov y la letra por V. Lebedev- Kumach en los primeros días de la guerra y sonó por primera vez el 26 de junio de 1941.
Esa canción se interpreta hasta nuestros días. Cada año, en la Estación de Bielorusski, los 'alexándrovtsi' la cantan especialmente para los veteranos de la Gran Guerra Patria. No celebran ningún concierto en cualquier país del mundo sin interpretar este tema.
Durante la Gran Guerra Patria los artistas de la Asamblea visitaron todos los frentes, ofreciendo 1.400 conciertos. Dividieron al conjunto en cuatro grupos y el propio dirigente Alexandrov viajaba con el coro al frente noroeste y de Karelia, pero la mayoría del tiempo lo pasó en Moscú para grabar en radio y en discos de vinilo las nuevas canciones militares.
El conjunto actuaba frente las divisiones que se dirigían a la batalla o los que estaban descansando, en los hospitales y aeródromos, en las posiciones de fuego de artilleros, en los poblados y ciudades. Trabajaban sin parar y al acabar de actuar en un lugar, el grupo de músicos subía en coches para dirigirse al lugar en el que dar el siguiente concierto.
En las situaciones más graves los artistas no tenían sólo que cantar y bailar, sino que también cargaban a los heridos en los trenes médicos, apagaban incendios, ayudaban en la reconstrucción de los puentes y ferrocarriles y participaban en la batalla.
En el año 1944, el conjunto se reunió y mostró su maestría en el istmo de Carelia, donde los grupos soviéticos rompían el sistema defensivo de los alemanes. En aquella época en el Ejército reinaba el espíritu de la victoria y por eso los militares acogían los conciertos del los “alexandrovtsi” con especial entusiasmo. Especial importancia tenían los conciertos en las ciudades liberadas, como Leningrado, Kiev, Járkov, Riga y otras.
Ese mismo año, en Nochevieja, todas las estaciones de radio de la URSS estrenaron el nuevo himno de la URSS interpretado por el Conjunto Alexandrov. A éste estreno le precedía un trabajo duro y largo de los compositores y poetas.
La comisión gubernamental encabezada por Iósif Stalin eligió entre muchas variantes de obras musicales ‘El himno del partido de los bolcheviques’, con música de Alexandr Alexandrov, letras de Serguéi Mijalkov y El- Registán.
“En este himno quise unir los géneros de la marcha triunfal, la canción rusa rotunda y la melodía épica rusa. Y después, perfeccionando el himno quisiera que fuera un amigo e inspirador del hombre, que le ayude a superar las pruebas, que provoque el sentimiento de alegría y júbilo por nuestra patria soviética”, recuerda Alexand Alexandrov. La majestuosa música de Alexandrov también suena en el himno moderno de Rusia.
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Última edición por javicho II el Dom Nov 11, 2012 1:53 am, editado 1 vez
