“Austerità. Occasione per transformare l’Italia”
breve texto de Enrico Berlinguer - año 1977
La austeridad no es hoy un mero instrumento de política económica al que hay que recurrir para superar una dificultad temporal, coyuntural, para permitir la recuperación y la restauración de los viejos mecanismos económicos y sociales. Así conciben y presentan la austeridad los grupos dominantes y las fuerzas políticas conservadoras. Para nosotros, por el contrario, la austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en una crisis estructural y de fondo, no coyuntural, y cuyas características distintivas son el derroche y el desaprovechamiento, la exaltación de los particularismos y de los individualismos más exacerbados, del consumismo más desenfrenado. Austeridad significa rigor, eficiencia, seriedad y también justicia, es decir, lo contrario de lo que hemos conocido y sufrido hasta ahora y que nos ha conducido a la gravísima crisis cuyos daños hace años que se acumulan y se manifiestan hoy en Italia en todo su dramático alcance.
Es, pues, en base a este enfoque como el movimiento obrero puede enarbolar la bandera de la austeridad. Austeridad es para los comunistas lucha efectiva contra la situación existente, contra la evolución espontánea de las cosas, y al mismo tiempo, premisa, condición material para realizar el cambio. Concebida de esta manera, la austeridad se convierte en un arma de lucha moderna y actualizada tanto contra los defensores de orden económico y social existente como contra los que la consideran como la única situación posible de una sociedad destinada orgánicamente a permanecer atrasada, subdesarrollada y, además, cada vez más desequilibrada, cada vez más cargada de injusticias, de contradicciones, de desigualdades.
breve texto de Enrico Berlinguer - año 1977
La austeridad no es hoy un mero instrumento de política económica al que hay que recurrir para superar una dificultad temporal, coyuntural, para permitir la recuperación y la restauración de los viejos mecanismos económicos y sociales. Así conciben y presentan la austeridad los grupos dominantes y las fuerzas políticas conservadoras. Para nosotros, por el contrario, la austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en una crisis estructural y de fondo, no coyuntural, y cuyas características distintivas son el derroche y el desaprovechamiento, la exaltación de los particularismos y de los individualismos más exacerbados, del consumismo más desenfrenado. Austeridad significa rigor, eficiencia, seriedad y también justicia, es decir, lo contrario de lo que hemos conocido y sufrido hasta ahora y que nos ha conducido a la gravísima crisis cuyos daños hace años que se acumulan y se manifiestan hoy en Italia en todo su dramático alcance.
Es, pues, en base a este enfoque como el movimiento obrero puede enarbolar la bandera de la austeridad. Austeridad es para los comunistas lucha efectiva contra la situación existente, contra la evolución espontánea de las cosas, y al mismo tiempo, premisa, condición material para realizar el cambio. Concebida de esta manera, la austeridad se convierte en un arma de lucha moderna y actualizada tanto contra los defensores de orden económico y social existente como contra los que la consideran como la única situación posible de una sociedad destinada orgánicamente a permanecer atrasada, subdesarrollada y, además, cada vez más desequilibrada, cada vez más cargada de injusticias, de contradicciones, de desigualdades.
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