[CJC-MADRID] Ante la represión en Somosaguas

Esta mañana, 25 de abril, tras la solicitud y autorización del rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, agentes de la UIP (antidisturbios) han entrado en el campus de Somosaguas, persiguiendo hasta el interior de las facultades a los estudiantes y deteniendo a un total de once personas.

En un despliegue policial propio de los tiempos del franquismo, las fuerzas policiales –con la connivencia de un rector que en poco más de un año en el cargo se ha cubierto de infamia, siendo esta no la primera ocasión en que autoriza la intervención policial contra los estudiantes en el interior de la universidad– han desplegado todo un dispositivo represivo que se enmarca en un amplia y clara estrategia de ataque sobre la juventud y el estudiantado obrero y popular más combativo.

Ha sido en las Facultades de Trabajo Social, Ciencias Políticas y Sociología, donde hasta esta misma semana se mantenía la huelga de las trabajadoras de la limpieza, una lucha que –con el apoyo absoluto de los estudiantes– ha terminado en la victoria de las trabajadoras, contra las pretensiones de la empresa y del rectorado, también en este conflicto del lado de los intereses del capital.

Los Colectivos de Jóvenes Comunistas señalamos y hacemos absolutamente responsable del grado de represión sobre el estudiantado universitario más combativo al rector de la UCM, José Carrillo, cómplice y colaborador de facto de la misma estrategia de persecución que la Delegación del Gobierno en Madrid –al mando de Cristina Cifuentes– está llevando a cabo sobre la clase obrera y los sectores populares desde hace meses, y que parece tener el día de hoy señalado para dar un salto en la senda de la escalada represiva.

La persecución y la represión no conseguirá doblegar un solo centímetro a los que luchamos por una educación pública y de calidad, más al contrario, solo conseguirá que aumente la solidaridad y la determinación de luchar.

Los Colectivos de Jóvenes Comunistas exigimos la inmediata puesta en libertad sin cargos de todos los detenidos. Y la igualmente inmediata dimisión de José Carrillo, rector de la Universidad Complutense de Madrid, y de Cristina Cifuentes, Delegada del Gobierno en Madrid.