Es difícil hacer una cronología por los numerosos escándalos que han salpicado a la familia real en estos últimos 2 años y que han provocado un terremoto en la popularidad de la familia real, evidenciando lo que para muchos era obvio pero que, al parecer, para otros no lo era tanto: que la corrupción esta metida hasta el tuétano en el seno de nuestra familia real gobernante borbónica.
En medio de los numerosos casos de corrupción protagonizados en las ultimas décadas por los partidos políticos oficiales del régimen actual, parecía que la única institución que se salvaba de estas practicas era la casa real, aunque desde hacia décadas muchos sabíamos que el rey Juan Carlos nunca ha sido trigo limpio, como ya se destapo abiertamente en el año 2000 con la publicación del libro "Un rey golpe a golpe", firmado con el seudónimo de Patricia Sverlo y que denunciaba los chanchullos y negocios del soberano, que se ha forrado en todo este tiempo gracias al negociete que Franco le monto.
Sin embargo, toda esa losa de silencio tejida en torno a la casa real estallo en noviembre de 2011, cuando el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin y sus socios fueron investigados en el caso Babel, derivado de la investigación del caso Palma Arena por corrupción en las Islas Baleares. El 10 de noviembre apareció en los medios de comunicación la noticia de una probable imputación por un supuesto desvío de dinero público desde el Instituto Nóos que presidía, valiendose de sus influencias en la familia real (al parecer, a modo anecdotico nuestro comico aristocrata firmaba sus clandestinos emails con el pseudonimo de "duque empalmado"...al menos ironia no le faltaba aunque si mucha cara).
Este escándalo llego, como no podía ser de otra forma, hasta la casa real, la cual apartó a Iñaki Urdangarin de sus actos oficiales desde diciembre de 2011.
Por si esto fuera poco para el crédito de la institución monárquica el 14 de abril de 2012, el monarca Juan Carlos sufrió una fractura de cadera durante una cacería de elefantes a la que había sido invitado en Botsuana, lo que levantó críticas desde distintos ámbitos debido a que ocurrió en la peor semana de la crisis económica y tras un discurso en el que el Rey había pedido "rigor" y "sacrificios" a los españoles. Ello quedo aun mas agravado meses después al comprobarse que en dicha cacería había tenido vinculación directa una amante secreta del monarca, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la cual habría recibido tratos de favor por parte del soberano sufragados con el dinero de la casa real, pagada por todos los trabajadores de este país.
El propio monarca se tuvo que ver forzado incluso a salir por la televisión para pedir públicamente disculpas por sus actos, algo que no había sucedido jamas en toda la historia de esta institución, y que demostraba el nivel de desprestigio de la casa real.
Como colofón de esta bonita historia de corrupción en las altas esferas del poder, otro miembro relevante de la casa real aparecía implicado en casos de corrupción En esta ocasión fue la infanta Cristina, esposa del corrupto duque de Palma, Urdangarin, la que saltara a la palestra cuando a inicios de abril de 2013 el juez José Castro imputara a la infanta Cristina de Borbón dentro del caso que afecta a su marido Iñaki Urdangarin, y que provoco toda una oleada de declaraciones incluso dentro de la propia casa real para impedir el suceso, algo que tampoco jamas había ocurrido hasta entonces.
Todo ello evidencia la crisis real a que esta sometida actualmente la institución monárquica en nuestro país que no duda en tratar de recurrir a la amenaza, las leyes punitivas y la censura para tratar de contener los ataques y asegurar así a Felipe un futuro seguro que ya se esta labrando a nuestras espalda por su cuenta como ya dijimos anteriormente.
Y es que, como dijo en su articulo sobre la censura monárquica el abogado Juan Manuel Olarieta:
Actualmente parece que se ha roto el “pacto de silencio” para no publicar nada dañino a la Corona, o al menos que se ha debilitado; pero el pacto sigue firmemente consolidado entre buena parte de periodistas, escritores y editores, y bajo la atenta mirada de jueces y fiscales que deciden en última instancia qué se puede publicar o decir y qué no. Y la Casa Real sigue interviniendo como antaño, con discreción pero con la contundencia de la fiscalía.
Desde nuestros humildes medios, no duden lo mas mínimo en que seguiremos ayudando a destapar la imagen real de esta institución que no quieren que se sepa, para abrirles los ojos al pueblo trabajador de este país y hacerles ver que el bienestar y el futuro de nuestra clase pasa, inevitablemente, por quitarnos de encima a toda esta casta de parásitos, y vividores.
http://nnbes.blogspot.co.uk/2013/04/la-familia-irreal.html
En medio de los numerosos casos de corrupción protagonizados en las ultimas décadas por los partidos políticos oficiales del régimen actual, parecía que la única institución que se salvaba de estas practicas era la casa real, aunque desde hacia décadas muchos sabíamos que el rey Juan Carlos nunca ha sido trigo limpio, como ya se destapo abiertamente en el año 2000 con la publicación del libro "Un rey golpe a golpe", firmado con el seudónimo de Patricia Sverlo y que denunciaba los chanchullos y negocios del soberano, que se ha forrado en todo este tiempo gracias al negociete que Franco le monto.
Sin embargo, toda esa losa de silencio tejida en torno a la casa real estallo en noviembre de 2011, cuando el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin y sus socios fueron investigados en el caso Babel, derivado de la investigación del caso Palma Arena por corrupción en las Islas Baleares. El 10 de noviembre apareció en los medios de comunicación la noticia de una probable imputación por un supuesto desvío de dinero público desde el Instituto Nóos que presidía, valiendose de sus influencias en la familia real (al parecer, a modo anecdotico nuestro comico aristocrata firmaba sus clandestinos emails con el pseudonimo de "duque empalmado"...al menos ironia no le faltaba aunque si mucha cara).
Este escándalo llego, como no podía ser de otra forma, hasta la casa real, la cual apartó a Iñaki Urdangarin de sus actos oficiales desde diciembre de 2011.
Por si esto fuera poco para el crédito de la institución monárquica el 14 de abril de 2012, el monarca Juan Carlos sufrió una fractura de cadera durante una cacería de elefantes a la que había sido invitado en Botsuana, lo que levantó críticas desde distintos ámbitos debido a que ocurrió en la peor semana de la crisis económica y tras un discurso en el que el Rey había pedido "rigor" y "sacrificios" a los españoles. Ello quedo aun mas agravado meses después al comprobarse que en dicha cacería había tenido vinculación directa una amante secreta del monarca, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la cual habría recibido tratos de favor por parte del soberano sufragados con el dinero de la casa real, pagada por todos los trabajadores de este país.
El propio monarca se tuvo que ver forzado incluso a salir por la televisión para pedir públicamente disculpas por sus actos, algo que no había sucedido jamas en toda la historia de esta institución, y que demostraba el nivel de desprestigio de la casa real.
Como colofón de esta bonita historia de corrupción en las altas esferas del poder, otro miembro relevante de la casa real aparecía implicado en casos de corrupción En esta ocasión fue la infanta Cristina, esposa del corrupto duque de Palma, Urdangarin, la que saltara a la palestra cuando a inicios de abril de 2013 el juez José Castro imputara a la infanta Cristina de Borbón dentro del caso que afecta a su marido Iñaki Urdangarin, y que provoco toda una oleada de declaraciones incluso dentro de la propia casa real para impedir el suceso, algo que tampoco jamas había ocurrido hasta entonces.
Todo ello evidencia la crisis real a que esta sometida actualmente la institución monárquica en nuestro país que no duda en tratar de recurrir a la amenaza, las leyes punitivas y la censura para tratar de contener los ataques y asegurar así a Felipe un futuro seguro que ya se esta labrando a nuestras espalda por su cuenta como ya dijimos anteriormente.
Y es que, como dijo en su articulo sobre la censura monárquica el abogado Juan Manuel Olarieta:
Actualmente parece que se ha roto el “pacto de silencio” para no publicar nada dañino a la Corona, o al menos que se ha debilitado; pero el pacto sigue firmemente consolidado entre buena parte de periodistas, escritores y editores, y bajo la atenta mirada de jueces y fiscales que deciden en última instancia qué se puede publicar o decir y qué no. Y la Casa Real sigue interviniendo como antaño, con discreción pero con la contundencia de la fiscalía.
Desde nuestros humildes medios, no duden lo mas mínimo en que seguiremos ayudando a destapar la imagen real de esta institución que no quieren que se sepa, para abrirles los ojos al pueblo trabajador de este país y hacerles ver que el bienestar y el futuro de nuestra clase pasa, inevitablemente, por quitarnos de encima a toda esta casta de parásitos, y vividores.
http://nnbes.blogspot.co.uk/2013/04/la-familia-irreal.html