BIOGRAFÍA DE NUESTRO POR SIEMPRE CAMARADA ENRIQUE LISTER[1]
(Ameneiro, La Coruña, 1907-Madrid,1994)
Enrique Líster nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, municipio de Teo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre cantero. Los Líster tuvieron siete hijos, cinco varones que siguieron el oficio del padre y dos mujeres que se dedicaron a los trabajos del campo. Desde pequeño Enrique comenzó a trabajar con sus padres en trabajos en la aldea. La escuela más próxima quedaba muy lejana, por lo que este joven campesino se quedó sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre, harto de tanta pobreza, decidió partir para Cuba donde ya estaban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Líster contaba de esta manera aquella etapa de joven emigrante: "Só mucho más tarde eu decateime de donde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y que me llevaron a Cuba, porque allí muchos usaban el nombre de "gallego" como un insulto. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos, de mis amigos, la aldea, de las huertas de los vecinos, que ninguna de ellas se salvaba de mis asaltos, conociendo yo mejor que nadie los árboles que daban las frutas más sabrosas. Si en vez de agua fuese tierra lo que me separase de Galicia creo que me volvería andando".
Pero este estado de ánimo le duró poco. Acabando de llegar a su tierra se puso a trabajar de aprendiz de adegueiro en un negocio que tenía un paisano llamado José Albariño en la Calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra adega que tenía mejores condiciones laborales, y tras una breve estancia en Matanzas, volvió a La Habana, donde comenzó a estudiar por la noche en la escuela del Centro Gallego mientras que por el día se dedicaba al trabajo de cantero.
Esta rutina no duró mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego una muchacha se le acercó para ofrecerle un par de pesos si le llevaba un paquete y se lo entregaba a una persona. Enrique, sin pensarlo y ante la necesidad de dinero aceptó la propuesta. El sencillo encargo fue cumplido con toda normalidad, sin embargo después de varios días dos personas que se identificaron como policías detuvieron a Enrique. Al llegar a las dependencias policiales los agentes empezaron a gritarle y a golpearle. Le preguntaron quién era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba evitó dar pistas a la policía. Los dos pesos terminaron por salirle muy caros, pues tuvo una condena de dos años de cárcel en un reformatorio. Desde este hecho casual, seguramente, Enrique comenzó a experimentar vivencias muy duras que le fueron curtiendo en su juventud. Al salir de la cárcel con 17 años su padre le consiguió un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaban su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambió el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea le contaba que a su madre le pegaba el herrero y su hijo. La noticia le causó tanta indignación que juntó todos sus ahorros y sacó pasaje para Galicia el 28 de Enero. Y con los que le sobró compró una pistola del 9 largo y una caja de
balas. Llegó a Vigo el 11 de febrero y a su casa el día 13. Su madre asustada intentó quitarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo huyeron de la aldea. Después de un mes la policía registró su casa y requisó la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra pistola. El encuentro fue inevitable, y así el 30 de abril se encontraron los tres y se enfrentaron a tiro limpio. Enrique quedó con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26 Líster intentó darle vida al Sindicato de Oficios Varios de Teo (Ames) donde también participaron sus hermanos.
Después de tener un nuevo incidente con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel volvió a Cuba. Fue en el mes de enero de 1927.
En La Habana trabajó en la construcción del Capitolio donde tomó contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, comenzó a hablarle de la Unión Soviética y del socialismo. Aquella Cuba estaba en un proceso de importantes proporciones. En 1920 se constituyó la Federación Obrera de La Habana, en 1925 se creó en Camagüei la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se fundó el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Líster como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaron parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardó en reaccionar de forma represiva deteniendo a un gran número de comunistas. Líster se vio en la obligación de dejar el trabajo para evitar la detención, motivo por el que su partido decidió que lo mejor era que saliera del país de forma clandestina en un barco que salía para el Estado español y paraba en Nueva York. Su destino debería ser esa última ciudad pero el destino le jugó una mala pasada y una fuerte custodia del barco no le permitió bajar. Fue así como nuevamente estuvo en Galicia. En 1928 llegó a La Coruña donde se puso en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español, incorporándose a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses volvió a caer preso en varias ocasiones, siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Primera República.
Al salir de la prisión se dedicó de lleno a recuperar el sindicato que estaba en manos de burócratas. Con apoyo de más de un centenar de afiliados, convocó una asamblea donde se barrió la dirección anterior y lo eligieron presidente de la misma. En febrero de 1932 participó activamente en la Conferencia Regional del Partido Comunista donde lo eligieron delegado al IV Congreso, que se celebró en Sevilla.
Su labor de militancia en la comarca la convirtieron en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República nació de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres pedían un cambio profundo. Líster participó apasionadamente en la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil llevaron al Partido a tomar la decisión de conducirlo a la Unión Soviética para prepararlo políticamente. Desde septiembre de 1932 a septiembre de 1935 residió en el país de los Bolcheviques. En la URSS estudió en una escuela leninista así como también en una Academia militar Frunze. Mientras se preparó políticamente, trabajó en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética fue decisivo en su formación comunista. Al regresar a España instruyó militarmente a las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MOAC). El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados tenían contacto con cientos de soldados, cabos, sargentos, oficiales, a los que influían políticamente y en muchos casos se organizaban en comités que llevaban a cabo la lucha por la defensa de los derechos de los soldados contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realizó el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército.
Durante los años que duró la Guerra Civil Líster se convirtió en un símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra se incorporó a las Milicias Populares como simple miliciano. Posteriormente le nombraron comandante en jefe del 5º Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11ª División. Acabando la Guerra con el grado de Coronel en jefe del V Cuerpo del Ejército. Con esas fuerzas participó en las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña.
Mientras se desarrollaba la guerra, los gallegos residentes en Madrid organizaban las Milicias Gallegas. En un principio nacieron como autónomas con una dirección compartida por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). A falta de apoyos para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra tomó la decisión de incorporarse al 5º Regimiento liderado por su compatriota Enrique Líster.
El escritor Arturo Cuadrado recordaba su paso por las Milicias Gallegas: "Con qué amor y heroísmo combatían nuestros
Milicianos. En el frente de batalla nunca faltó la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo.
Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Líster; junto a él pasé parte de la Guerra Civil y juntos soñamos con entrar en nuestro Santiago de Compostela, capital de la Europa liberada del fascismo".
El 5º Regimiento se convirtió en la esperanza de toda la República. Los más destacados escritores llegaban para darles ánimos, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla recitando sus poemas se podía ver a León Felipe, a Rafael Alberti, a Miguel Hernández, a María Teresa León, a Altolaguirre, a Serrano Plaja, etc..". El gran poeta Miguel Hernández relata la batalla de Teruel:
"Líster, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río..."
Mientras tanto otro gran poeta del pueblo de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicó una poesía que dice:
A LÍSTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Líster, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
" Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría".
Antonio Machado tuvo un gran compromiso militante en la defensa de las libertad de los pueblos y nacionalidades del estado español. Durante su enfermedad envió una carta de aliento al 5º Regimiento, la cual remató diciendo:
"Salud obreros y soldados, combatientes en las filas del V Cuerpo de nuestro gran Ejército de la Victoria. Espero que nada pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo."
Tras la caída de Cataluña volvió a la zona Centro pero tras la sublevación de Casado huyó en avión de España. Se exilió en la URSS en la que durante la II Guerra Mundial lucho en el Ejército Rojo contra los alemanes, alcanzando el grado de General Soviético en los ejércitos de la URSS, Polonia y finalmente Yugoslavia.
Tras la II Guerra Mundial se instaló en Paris y luego en Praga. Fue miembro del Comité Central del PCE hasta 1970, año en que fue expulsado, para a partir de 1972 dirigir el Partido Comunista Obrero Español (PCOE). En 1977 regresó a España. Escribió Nuestra guerra(1966), ¡Basta! (1971), Memorias de un luchador (1977) y Así destruyó Carrillo el PCE (1983). En 1986, tras la caída de Santiago Carrillo, se reincorporó al Partido Comunista.
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(Ameneiro, La Coruña, 1907-Madrid,1994)
Enrique Líster nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, municipio de Teo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre cantero. Los Líster tuvieron siete hijos, cinco varones que siguieron el oficio del padre y dos mujeres que se dedicaron a los trabajos del campo. Desde pequeño Enrique comenzó a trabajar con sus padres en trabajos en la aldea. La escuela más próxima quedaba muy lejana, por lo que este joven campesino se quedó sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre, harto de tanta pobreza, decidió partir para Cuba donde ya estaban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Líster contaba de esta manera aquella etapa de joven emigrante: "Só mucho más tarde eu decateime de donde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y que me llevaron a Cuba, porque allí muchos usaban el nombre de "gallego" como un insulto. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos, de mis amigos, la aldea, de las huertas de los vecinos, que ninguna de ellas se salvaba de mis asaltos, conociendo yo mejor que nadie los árboles que daban las frutas más sabrosas. Si en vez de agua fuese tierra lo que me separase de Galicia creo que me volvería andando".
Pero este estado de ánimo le duró poco. Acabando de llegar a su tierra se puso a trabajar de aprendiz de adegueiro en un negocio que tenía un paisano llamado José Albariño en la Calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra adega que tenía mejores condiciones laborales, y tras una breve estancia en Matanzas, volvió a La Habana, donde comenzó a estudiar por la noche en la escuela del Centro Gallego mientras que por el día se dedicaba al trabajo de cantero.
Esta rutina no duró mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego una muchacha se le acercó para ofrecerle un par de pesos si le llevaba un paquete y se lo entregaba a una persona. Enrique, sin pensarlo y ante la necesidad de dinero aceptó la propuesta. El sencillo encargo fue cumplido con toda normalidad, sin embargo después de varios días dos personas que se identificaron como policías detuvieron a Enrique. Al llegar a las dependencias policiales los agentes empezaron a gritarle y a golpearle. Le preguntaron quién era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba evitó dar pistas a la policía. Los dos pesos terminaron por salirle muy caros, pues tuvo una condena de dos años de cárcel en un reformatorio. Desde este hecho casual, seguramente, Enrique comenzó a experimentar vivencias muy duras que le fueron curtiendo en su juventud. Al salir de la cárcel con 17 años su padre le consiguió un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaban su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambió el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea le contaba que a su madre le pegaba el herrero y su hijo. La noticia le causó tanta indignación que juntó todos sus ahorros y sacó pasaje para Galicia el 28 de Enero. Y con los que le sobró compró una pistola del 9 largo y una caja de
balas. Llegó a Vigo el 11 de febrero y a su casa el día 13. Su madre asustada intentó quitarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo huyeron de la aldea. Después de un mes la policía registró su casa y requisó la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra pistola. El encuentro fue inevitable, y así el 30 de abril se encontraron los tres y se enfrentaron a tiro limpio. Enrique quedó con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26 Líster intentó darle vida al Sindicato de Oficios Varios de Teo (Ames) donde también participaron sus hermanos.
Después de tener un nuevo incidente con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel volvió a Cuba. Fue en el mes de enero de 1927.
En La Habana trabajó en la construcción del Capitolio donde tomó contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, comenzó a hablarle de la Unión Soviética y del socialismo. Aquella Cuba estaba en un proceso de importantes proporciones. En 1920 se constituyó la Federación Obrera de La Habana, en 1925 se creó en Camagüei la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se fundó el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Líster como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaron parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardó en reaccionar de forma represiva deteniendo a un gran número de comunistas. Líster se vio en la obligación de dejar el trabajo para evitar la detención, motivo por el que su partido decidió que lo mejor era que saliera del país de forma clandestina en un barco que salía para el Estado español y paraba en Nueva York. Su destino debería ser esa última ciudad pero el destino le jugó una mala pasada y una fuerte custodia del barco no le permitió bajar. Fue así como nuevamente estuvo en Galicia. En 1928 llegó a La Coruña donde se puso en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español, incorporándose a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses volvió a caer preso en varias ocasiones, siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Primera República.
Al salir de la prisión se dedicó de lleno a recuperar el sindicato que estaba en manos de burócratas. Con apoyo de más de un centenar de afiliados, convocó una asamblea donde se barrió la dirección anterior y lo eligieron presidente de la misma. En febrero de 1932 participó activamente en la Conferencia Regional del Partido Comunista donde lo eligieron delegado al IV Congreso, que se celebró en Sevilla.
Su labor de militancia en la comarca la convirtieron en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República nació de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres pedían un cambio profundo. Líster participó apasionadamente en la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil llevaron al Partido a tomar la decisión de conducirlo a la Unión Soviética para prepararlo políticamente. Desde septiembre de 1932 a septiembre de 1935 residió en el país de los Bolcheviques. En la URSS estudió en una escuela leninista así como también en una Academia militar Frunze. Mientras se preparó políticamente, trabajó en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética fue decisivo en su formación comunista. Al regresar a España instruyó militarmente a las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MOAC). El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados tenían contacto con cientos de soldados, cabos, sargentos, oficiales, a los que influían políticamente y en muchos casos se organizaban en comités que llevaban a cabo la lucha por la defensa de los derechos de los soldados contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realizó el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército.
Durante los años que duró la Guerra Civil Líster se convirtió en un símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra se incorporó a las Milicias Populares como simple miliciano. Posteriormente le nombraron comandante en jefe del 5º Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11ª División. Acabando la Guerra con el grado de Coronel en jefe del V Cuerpo del Ejército. Con esas fuerzas participó en las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña.
Mientras se desarrollaba la guerra, los gallegos residentes en Madrid organizaban las Milicias Gallegas. En un principio nacieron como autónomas con una dirección compartida por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). A falta de apoyos para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra tomó la decisión de incorporarse al 5º Regimiento liderado por su compatriota Enrique Líster.
El escritor Arturo Cuadrado recordaba su paso por las Milicias Gallegas: "Con qué amor y heroísmo combatían nuestros
Milicianos. En el frente de batalla nunca faltó la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo.
Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Líster; junto a él pasé parte de la Guerra Civil y juntos soñamos con entrar en nuestro Santiago de Compostela, capital de la Europa liberada del fascismo".
El 5º Regimiento se convirtió en la esperanza de toda la República. Los más destacados escritores llegaban para darles ánimos, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla recitando sus poemas se podía ver a León Felipe, a Rafael Alberti, a Miguel Hernández, a María Teresa León, a Altolaguirre, a Serrano Plaja, etc..". El gran poeta Miguel Hernández relata la batalla de Teruel:
"Líster, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río..."
Mientras tanto otro gran poeta del pueblo de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicó una poesía que dice:
A LÍSTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Líster, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
" Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría".
Antonio Machado tuvo un gran compromiso militante en la defensa de las libertad de los pueblos y nacionalidades del estado español. Durante su enfermedad envió una carta de aliento al 5º Regimiento, la cual remató diciendo:
"Salud obreros y soldados, combatientes en las filas del V Cuerpo de nuestro gran Ejército de la Victoria. Espero que nada pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo."
Tras la caída de Cataluña volvió a la zona Centro pero tras la sublevación de Casado huyó en avión de España. Se exilió en la URSS en la que durante la II Guerra Mundial lucho en el Ejército Rojo contra los alemanes, alcanzando el grado de General Soviético en los ejércitos de la URSS, Polonia y finalmente Yugoslavia.
Tras la II Guerra Mundial se instaló en Paris y luego en Praga. Fue miembro del Comité Central del PCE hasta 1970, año en que fue expulsado, para a partir de 1972 dirigir el Partido Comunista Obrero Español (PCOE). En 1977 regresó a España. Escribió Nuestra guerra(1966), ¡Basta! (1971), Memorias de un luchador (1977) y Así destruyó Carrillo el PCE (1983). En 1986, tras la caída de Santiago Carrillo, se reincorporó al Partido Comunista.
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