Evo Morales es homófobo . No se les ha ocurrido nada mejor a los grandes medios de comunicación españoles para denostar la imagen del presidente boliviano, quién se encuentra liderando una cumbre mundial sobre el medio ambiente, ideada e impulsada por él mismo en la que dice claramente que el culpable de la actual situación es el capitalismo, hoy en fase neoliberal.
Evo Morales, quizá ingenuamente, ha dado de lleno contra los intereses de los gobiernos y grandes industrias que se benefician del actual sistema económico explotando los recursos naturales. El presidente boliviano ha observado el contenido del Protocolo de Kyoto, y al ver que en este se recoge la reducción de 6 de los gases más contaminantes por parte de los principales países que más ensucian el planeta, se ha posicionado a su favor. En ese momento se ha dado cuenta que ninguno de los firmantes ha hecho lo prometido en Kyoto aunque firmaron el documento. Ha sido entonces cuando el líder indígena ha puesto al descubierto que las cumbres que los gobiernos occidentales montan para revestirse con una imagen ecologista es sólo eso: una imagen. Al final el dinero prima por encima de los derechos.
Pero ahí no quedó la cosa, Evo Morales fue hace unos meses junto a su par Venezolano, Hugo Chávez y al ex canciller ecuatoriano Falconí, a denunciar esta situación y a intentar cambiarla en la Cumbre de Copenhague. La respuesta agresiva, culpándolo junto a sus dos compañeros de dinamitar la cumbre, de los países occidentales no dejó lugar a dudas: no interesaba aplicar ninguna medida a favor de la naturaleza que trascendiera la imagen con la que los gobiernos y grandes empresas tapan sus desmanes.
A la salida de esta cumbre, Evo Morales propuso organizar otra, a la que asistiesen los gobiernos, partidos políticos y organizaciones sociales realmente interesadas en mejorar el trato que dispensamos a la Madre Naturaleza, una llamada Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra. En la que las propuestas concretas superasen la mera imagen y pudieran ser desarrolladas para garantizar un futuro mejor a las nuevas generaciones. Una de esas propuestas ha sido la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática para evitar la situación de la que Evo Morales se dio cuenta al analizar porqué ninguno de los firmanes occidentales cumplían con lo refrendando. Este Tribunal debe tener competencias para investigar y juzgar a los gobiernos y empresas que no cumplan con el Protocolo de Kyoto o cualquier otro tratado internacional sobre medio ambiente.
Esta propuesta al ser contraria a los intereses de las empresas privadas y gobiernos contaminantes, ha sentado como un jarro de agua fría entre las élites que ejercen el poder en los países neoliberales. Por si fuera poco a esta cumbre han acudido ya 32.000 personas representantes de movimientos sociales y partidos políticos de izquierda de todo el mundo, toda una demostración del poder de convocatoria del presidente revolucionario de Bolivia. Varios presidentes latinoamericanos como Hugo Chávez de Venezuela, Daniel Ortega de Nicaragua y Fernando Lugo de Paraguay entre otros, han apoyado esta iniciativa de su homólogo andino.
Esta situación representa un verdadero peligro para las clases dominantes que ya han perdido bastantes beneficios con las nacionalizaciones y socializaciones llevadas a cabo por Evo Morales, quien además no sigue los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI). Debido a ello han estado esperando cualquier fallo para saltar sobre el mandatario boliviano, en busca de ensuciar su imagen y minimizar la repercusión de esta cumbre medioambiental de los pueblos. En ese momento, Evo Morales, hablando en un idioma no materno para él como es el castellano, pronunció una frase un tanto ambigua sólo para quién esperase una mínima equivocación para gritar en su contra a los cuatro vientos, “cuando hablamos del pollo, el pollo que comemos, está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombre, entre otras deficiencias, tales como la calvicie prematura, como así aceleraciones irregulares en el metabolismo en las mujeres al nacer a la vida reproductiva”.
Evo Morales se refiere a la ginecomastia, al agrandamiento patológico de una o las dos glándulas mamarias en los hombres. Eso es una desviación en su ser, desviación física. Es más, el propio presidente Morales se refiere a esto como deficiencia física al poner otro ejemplo: la calvicie. En ningún momento del discurso el mandatario boliviano habla de la homosexualidad, sino de las consecuencias físicas que tiene comer comida hormonada. En la delirante información de los medios de masas españoles se observa una preocupante falta de conocimiento, ya que dicen que Evo Morales le echa la culpa a los transgénicos cuando lo hace a los pollos alimentados con hormonas. Los alimentos transgénicos son los creados mediante ingeniería genética, siendo modificados genéticamente.
Se hace fácil ver la desesperación que los presidentes bolivarianos provocan al orden establecido, cuando éste, falto de argumentos carga contra ellos de una forma deshonesta, manipulando declaraciones bienintencionadas, sin contrastar lo sucedido, ya que no les importa estar en lo cierto o no, sólo denostar a un presidente que se atreve a desafiar los intereses de las grandes transnacionales.
Esta ofensiva mediática ha sido espectacular. Iniciada por Público, adalid de los ataques contra la izquierda latinoamericana, ha sido rápidamente continuada por Televisión Española –gestionada por MediaPro, la empresa de comunicación encargada de las campañas al PSOE-, Cuatro, La Sexta, Telecinco, El País, Libertad Digital, ABC, Cadena SER, La Razón…
Incluso Público que se vende con una imagen progre, no tiene reparos en ser el vocero de la ultraderecha cuando los intereses de sus dueños están en juego.
Tercerainformación