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La fiscalía abre una investigación sobre el sacerdote católico que realizó comentarios a favor de Corea del Norte
Seúl/Gunsan, Corea del Sur, 26 de noviembre (Yonhap) -- La fiscalía del Estado dijo, este martes, que ha iniciado una investigación sobre el sacerdote católico que realizó comentarios que justifican los ataques realizados por Corea del Norte contra el Sur en 2010.
El pasado viernes, un día antes del tercer aniversario del bombardeo de la isla surcoreana de Yeonpyeong por parte de Corea del Norte, que se cobró la vida de 2 civiles y 2 infantes de marina surcoreanos, los miembros de la Asociación de Sacerdotes Católicos para la Justicia se reunieron en la ciudad suroccidental de Gunsan, a 274 kilómetros al sur de Seúl, para celebrar una misa al objeto de demandar que la presidenta del país, Park Geun-hye, asuma la responsabilidad por la supuesta intervención de las agencias estatales en las elecciones presidenciales del año pasado para influir a su favor en la votación.
En dicha misa, el sacerdote izquierdista Park Chang-shin afirmó que Corea del Norte debía abrir fuego si Corea del Sur y Estados Unidos continúan celebrando ejercicios militares conjuntos cerca de la frontera marítima occidental, llamada comúnmente la Línea Limítrofe del Norte (NLL, según sus siglas en inglés), y añadió que tal fue el caso cuando el país comunista bombardeó, hace tres años, la isla de Yeonpyeong.
El sacerdote también desacreditó enérgicamente la conclusión del Gobierno de que el Norte torpedeó el buque de guerra surcoreano Cheonan en 2010, en aguas cercanas a la frontera intercoreana en el mar Amarillo, diciendo que la nación comunista no podría haber montado un ataque tan sofisticado. En el hundimiento perecieron 46 marinos surcoreanos.
Los comentarios del religioso causaron la indignación entre los grupos cívicos conservadores surcoreanos, que presentaron distintas demandas contra él, tanto ante la agencia de Gunsan de la Oficina de la Fiscalía del Distrito de Jeonju, como ante la Oficina de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl.
La presidenta Park dijo, el pasado lunes, sin mencionar directamente al sacerdote, que no tolerará ningún intento de causar la división social y de perjudicar la unidad nacional.
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Seúl/Gunsan, Corea del Sur, 26 de noviembre (Yonhap) -- La fiscalía del Estado dijo, este martes, que ha iniciado una investigación sobre el sacerdote católico que realizó comentarios que justifican los ataques realizados por Corea del Norte contra el Sur en 2010.
El pasado viernes, un día antes del tercer aniversario del bombardeo de la isla surcoreana de Yeonpyeong por parte de Corea del Norte, que se cobró la vida de 2 civiles y 2 infantes de marina surcoreanos, los miembros de la Asociación de Sacerdotes Católicos para la Justicia se reunieron en la ciudad suroccidental de Gunsan, a 274 kilómetros al sur de Seúl, para celebrar una misa al objeto de demandar que la presidenta del país, Park Geun-hye, asuma la responsabilidad por la supuesta intervención de las agencias estatales en las elecciones presidenciales del año pasado para influir a su favor en la votación.
En dicha misa, el sacerdote izquierdista Park Chang-shin afirmó que Corea del Norte debía abrir fuego si Corea del Sur y Estados Unidos continúan celebrando ejercicios militares conjuntos cerca de la frontera marítima occidental, llamada comúnmente la Línea Limítrofe del Norte (NLL, según sus siglas en inglés), y añadió que tal fue el caso cuando el país comunista bombardeó, hace tres años, la isla de Yeonpyeong.
El sacerdote también desacreditó enérgicamente la conclusión del Gobierno de que el Norte torpedeó el buque de guerra surcoreano Cheonan en 2010, en aguas cercanas a la frontera intercoreana en el mar Amarillo, diciendo que la nación comunista no podría haber montado un ataque tan sofisticado. En el hundimiento perecieron 46 marinos surcoreanos.
Los comentarios del religioso causaron la indignación entre los grupos cívicos conservadores surcoreanos, que presentaron distintas demandas contra él, tanto ante la agencia de Gunsan de la Oficina de la Fiscalía del Distrito de Jeonju, como ante la Oficina de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl.
La presidenta Park dijo, el pasado lunes, sin mencionar directamente al sacerdote, que no tolerará ningún intento de causar la división social y de perjudicar la unidad nacional.
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