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    Anarquismo, el Frente Popular y el PCE ― Carta de un obrero anarquista al Mundo Obrero

    marxismo_futuro
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    Gran camarada
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    Anarquismo, el Frente Popular y el PCE ― Carta de un obrero anarquista al Mundo Obrero Empty Anarquismo, el Frente Popular y el PCE ― Carta de un obrero anarquista al Mundo Obrero

    Mensaje por marxismo_futuro Mar Abr 01, 2014 10:11 pm

    El anarquismo fue, durante muchísimas décadas, el principal corriente del movimiento obrero español, siendo España, probablemente, el país del mundo donde, hasta día de hoy, más opciones ha tenido. Con un sindicato muy numeroso, la CNT, el anarquismo cogió mucha fuerza; pero su proyecto revolucionario, enmarcado en la más sincera utopía y tergiversación dialéctica, no pudo materializarse con éxito y amplitud, aún contando con cerca de un millón de afiliados. No fue hasta ya iniciada la Guerra Civil que el anarquismo pudo lograr avances revolucionarios en algunas zonas. Con la irrupción del Partido Comunista de España bajo el liderazgo de José Díaz Ramos y Dolores Ibarruri, grandes sectores del proletariado español engrosaron sus filas y dieron solidez a su proyecto, apoyado por la Kominterm y la URSS. En este momento histórico, las elecciones parlamentarias del 16 de febrero de 1936 y la victoria del Frente Popular marcaron un antes y un después. Por un lado, el PCE se consolidó como una creciente fuerte fuerza antifascista y revolucionaria y, por otro lado, la reacción fascista de la gran burguesía y los terratenientes, en alianza con la Iglesia y con el apoyo de Alemania, Italia y Portugal, dedujo que era el momento adecuado para poner fin al peligroso ascenso de las fuerzas progresistas y revolucionarias en la sociedad española. Durante el gobierno de Alejandro Lerroux, con la participación de la CEDA en el gobierno desde octubre de 1934, con una represión brutal y concesiones abiertas a las fuerzas fascistas y a los elementos golpistas, la reacción intentó sojuzgar al movimiento obrero; estrangularlo. La victoria del Frente Popular y sus medidas inmediatas dieron cierto respiro a las fuerzas del movimiento obrero ―en comparación a los años anteriores―, significando así, con la intensificación de las contradicciones capitalistas y de la lucha de clases, el pretexto con el cual la reacción fascista se alzó en armas para liquidar el peligro de la situación para su dominio social.

    A continuación se reproduce un fragmento de un artículo de 1936 del Secretario General del Partido Comunista de España de ese momento, José Díaz Ramos, en el que explica la correlación de fuerzas entre el anarquismo y el PCE, así como las negativas consecuencias de la táctica abstencionista de la CNT y, por otro lado, su papel en las elecciones de 1936. Al final, una carta de un obrero anarquista expresa claramente la influencia que tuvo el ascenso del PCE entre las masas trabajadoras adheridas al anarquismo.



    Como ha contribuido el Frente Popular al triunfo electoral de España

    José Díaz Ramos

    Artículo publicado el 17 de abril de 1936 en la «Correspondencia Internacional»

    Han sido la unidad de acción y el frente popular los que han contribuido a que los obreros anarquistas se inclinen y se incorporen a la lucha contra el fascismo y la reacción. Los obreros anarquistas, en su inmensa mayoría, han votado. Y no sólo han votado, sino que en muchas provincias han participado activamente en la propaganda y en los trabajos prácticos de la campaña electoral. Tenemos casos, como los de las provincias de Cádiz y de Zaragoza, donde los obreros anarquistas han sido los que han dado el triunfo al frente popular. En estas provincias, donde la influencia anarquista en el movimiento obrero es aún considerable, la reacción había vencido siempre y se las consideraba como sus baluartes. Gracias a las campañas abstencionistas de los anarquistas, la reacción había logrado siempre triunfar en esas provincias. La provincia de Cádiz, por ejemplo, siempre había dado el triunfo a los monárquicos y a Primo de Rivera. Y lo mismo Zaragoza. Esta vez, y gracias a la participación de los obreros anarquistas en las elecciones, la reacción ha sufrido una derrota. Y al hablar de los obreros anarquistas hay que reconocer que no se trata únicamente de una cuestión sentimental, de la cuestión de votar simplemente, sino de todo un proceso de revolucionarización que desde hace algún tiempo se viene operando entre ellos. La constitución de las alianzas obreras y campesinas, su eficacia como órganos de lucha por el poder en Asturias, la fusión de la CGTU con la UGT, la formación del frente popular y, en general, todo el trabajo de esclarecimiento y de organización llevado a cabo por el Partido Comunista de España han obligado a los obreros anarquistas a reflexionar sobre la necesidad de la unidad y sobre la ineficacia y utopía de los métodos anarquistas. He aquí una carta publicada en nuestro periódico: «Mundo Obrero», del 6 de marzo último, firmada por un obrero anarquista, que nos demuestra cuál es el ambiente y el espíritu que reinan actualmente entre vastos sectores de los obreros anarquistas. Este obrero anarquista escribe:

    «Compañeros comunistas: ante el panorama político-social, que presenta el mundo, y en particular España, las experiencias del pasado y, más concretamente, la insurrección de octubre del 34, yo, ante las razones expuestas, siento la necesidad de rectificar mi pasado y descender de los olímpicos sueños utópicos del anarquismo a la realidad. No pretendo negar la importancia del ideal anarquista ni de los hombres que nos han precedido dentro del anarquismo; pero creo en la necesidad de un período transitorio – dictadura del proletariado–, hasta que los pueblos se encuentren en condiciones de vivir la anarquía. Las experiencias realizadas en otros países ponen de relieve que para contrarrestar la reacción fascista, que no es ni más ni menos que los últimos despojos del capitalismo, pero que dispone de un formidable aparato represivo, es necesaria la unión de todos los trabajadores ante la amenaza de una posible dictadura negra. Ante este peligro, opongámonos uniendo todas nuestras fuerzas para que en España no se repitan los casos vergonzosos de Italia y Alemania. Los momentos actuales no son para soñar, sino para estar muy alerta; los problemas no son solamente nacionales, sino mundiales. No debemos perder de vista la actitud de Italia en África, ni una posible agresión del Japón y Alemania contra la Unión Soviética, el único país donde la clase trabajadora llegó a conquistar sus destinos. ¡Viva la Unión de todos los trabajadores!». (17) (Firma de la carta: S. de la Rok. Madrid, 4 de marzo de 1936).

    Fuente: pág. 29, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

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