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Hace unos días, veíamos en distintos medios como los resultados de las Elecciones Europeas causaban la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como Secretario General del PSOE, lo que daba una imagen del partido de "derrotismo" ante los resultados de las Europeas en las que sólo consiguieron el 23% de los votos. Junto con el PP no alcanzan el 50% de los votos, lo que demuestra el fin del bipartidismo en las Elecciones Europeas, y probablemente, también se dará el mismo casos en las Generales y Autonómicas.
Pero el PSOE no es que tenga una actitud derrotista, es que se encuentra en una crisis. En Castilla y León han dimitido 25 de los 48 miembros que conforman la Ejecutiva Autonómica. El secretario autonómico del PSOE Julio Villarrubia, señaló al secretario de Organización, Óscar López, como responsable, de forma premeditada, de encabezar la dimisión de la mitad de los miembros de la Ejecutiva del PSOE en Castilla y León. El PSOE se encuentra en una crisis de la que le va a costar salir. Llaman "traidores" a los que dimiten y son incapaces de parar este proceso de debilitamiento del Partido.
Y es que es normal que los políticos del PSOE dimitan ante estos resultados tan perjudiciales para ellos. Se están dando cuenta de que, como el pueblo ya no confía en ellos (porque habría que ser estúpido para seguir confiando en ellos después de tantos años de traición a la clase obrera) el PSOE no es un partido con el que poder "hacer política". Entiendase "hacer política" para un militante del PSOE como enriquecerse a costa de engañar al pueblo trabajador.
Se están dando cuenta los militantes del PSOE de dos cosas: los que están en ese partido para enriquecerse y ganarse la vida con la política (la gran mayoría) se han dado cuenta de que en el PSOE no van a poder conseguir los mismos beneficios que en otros partidos, que el PSOE cada vez es una opción peor para engañar al pueblo con mentiras, ya que no cuelan después de tantos años de traición a la clase. Los militantes del PSOE que sí que son "socialistas", los que creen que el PSOE sigue siendo socialdemócrata, han descubierto que éste partido ya nada tiene que ver con el pueblo, algo que muchos ya sabíamos. Han descubierto que ese partido ya no es la socialdemocracia de Pablo Iglesias Possé, sino que ahora es otro Pablo Iglesias el que lidera la socialdemocracia.
La clase obrera no puede volver a caer en la trampa de la socialdemocracia. No pueden dejar que Podemos se convierta en el nuevo PSOE. Deben de renunciar a las falsas promesas y mentiras de los partidos oportunistas y luchar por un sistema nuevo en el que los trabajadores y trabajadoras tengan el poder político mediante una democracia directa que sirva a sus intereses, y no deben dejarse gobernar por políticos que sólo venden humo, que prometen el oro y el moro pero que no luchan por organizar a la clase obrera en sus centros de trabajo ni por organizar al pueblo allí donde se concentra, en centros de estudios, en barrios, en asociaciones culturales...
Las promesas del PSOE ya no le valen a la clase obrera. El bipartidismo se ha roto. Sin embargo, lo mismo da que nos oprima uno, que dos, que siete. Lo que hay que hacer es organizar la revolución socialista para que el pueblo tenga el poder en sus propias manos y no en manos de traidores socialdemócratas.
Hace unos días, veíamos en distintos medios como los resultados de las Elecciones Europeas causaban la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como Secretario General del PSOE, lo que daba una imagen del partido de "derrotismo" ante los resultados de las Europeas en las que sólo consiguieron el 23% de los votos. Junto con el PP no alcanzan el 50% de los votos, lo que demuestra el fin del bipartidismo en las Elecciones Europeas, y probablemente, también se dará el mismo casos en las Generales y Autonómicas.
Pero el PSOE no es que tenga una actitud derrotista, es que se encuentra en una crisis. En Castilla y León han dimitido 25 de los 48 miembros que conforman la Ejecutiva Autonómica. El secretario autonómico del PSOE Julio Villarrubia, señaló al secretario de Organización, Óscar López, como responsable, de forma premeditada, de encabezar la dimisión de la mitad de los miembros de la Ejecutiva del PSOE en Castilla y León. El PSOE se encuentra en una crisis de la que le va a costar salir. Llaman "traidores" a los que dimiten y son incapaces de parar este proceso de debilitamiento del Partido.
Y es que es normal que los políticos del PSOE dimitan ante estos resultados tan perjudiciales para ellos. Se están dando cuenta de que, como el pueblo ya no confía en ellos (porque habría que ser estúpido para seguir confiando en ellos después de tantos años de traición a la clase obrera) el PSOE no es un partido con el que poder "hacer política". Entiendase "hacer política" para un militante del PSOE como enriquecerse a costa de engañar al pueblo trabajador.
Se están dando cuenta los militantes del PSOE de dos cosas: los que están en ese partido para enriquecerse y ganarse la vida con la política (la gran mayoría) se han dado cuenta de que en el PSOE no van a poder conseguir los mismos beneficios que en otros partidos, que el PSOE cada vez es una opción peor para engañar al pueblo con mentiras, ya que no cuelan después de tantos años de traición a la clase. Los militantes del PSOE que sí que son "socialistas", los que creen que el PSOE sigue siendo socialdemócrata, han descubierto que éste partido ya nada tiene que ver con el pueblo, algo que muchos ya sabíamos. Han descubierto que ese partido ya no es la socialdemocracia de Pablo Iglesias Possé, sino que ahora es otro Pablo Iglesias el que lidera la socialdemocracia.
La clase obrera no puede volver a caer en la trampa de la socialdemocracia. No pueden dejar que Podemos se convierta en el nuevo PSOE. Deben de renunciar a las falsas promesas y mentiras de los partidos oportunistas y luchar por un sistema nuevo en el que los trabajadores y trabajadoras tengan el poder político mediante una democracia directa que sirva a sus intereses, y no deben dejarse gobernar por políticos que sólo venden humo, que prometen el oro y el moro pero que no luchan por organizar a la clase obrera en sus centros de trabajo ni por organizar al pueblo allí donde se concentra, en centros de estudios, en barrios, en asociaciones culturales...
Las promesas del PSOE ya no le valen a la clase obrera. El bipartidismo se ha roto. Sin embargo, lo mismo da que nos oprima uno, que dos, que siete. Lo que hay que hacer es organizar la revolución socialista para que el pueblo tenga el poder en sus propias manos y no en manos de traidores socialdemócratas.
