Unas 200 personas
ocupan el lujoso hotel Mandarín de Barcelona
Unos 400 jóvenes antisistema han cortado esta tarde el tráfico del paseo
de Gràcia de Barcelona y un par de centenares de ellos han llegado a
ocupar el vestíbulo y el comedor del lujoso hotel Mandarín. Los
manifestantes habían participado con anterioridad en la Manifestación
Unitaria Alternativa del Primero de mayo, pero al terminar optaron por
continuar su protesta en el centro de Barcelona al tratarse de jóvenes
más radicales. Eligieron como objetivo este céntrico hotel para
denunciar el sistema capitalista y las desigualdades, que a su juicio,
provoca.
Según ha relatado un testigo, unas 200 personas han ocupado las
instalaciones del hotel, dónde se han sentado y han coreado consignas
contrarias al sistema económico "especulativo", que consideran que
beneficia a los más ricos y desprotege a las partes mayoritarias de la
sociedad. Al cabo de unos diez minutos han aparecido diversas unidades
policiales, con cuyos mandos los manifestantes han negociado una salida
pacífica de las instalaciones hoteleras. Según otros testigos, el
incidente se ha saldado con alguna pintada en el interior del hotel y un
jarrón roto. A continuación, varias decenas de policías antidisturbios
han formado una barrera frene al hotel Mandarín, mientras los
manifestantes mantenían cortado el paseo de Gràcia y entonaban consignas
contra el sistema capitalista y lucían diversas pancartas, todo ello
bajo un amplio dispositivo policial.
Un asistente, erigido como portavoz, explicó que el acto pretendía
romper la "dinámica de paz social" del Primero de mayo.
El Ayuntamiento de Barcelona expresó, posteriormente, su "indignación"
por los hechos, que calificó de "intolerable acto de vandalismo en el
espacio público".
Los jóvenes se disolvieron al cabo de unas horas de forma pacífica.
ocupan el lujoso hotel Mandarín de Barcelona
Unos 400 jóvenes antisistema han cortado esta tarde el tráfico del paseo
de Gràcia de Barcelona y un par de centenares de ellos han llegado a
ocupar el vestíbulo y el comedor del lujoso hotel Mandarín. Los
manifestantes habían participado con anterioridad en la Manifestación
Unitaria Alternativa del Primero de mayo, pero al terminar optaron por
continuar su protesta en el centro de Barcelona al tratarse de jóvenes
más radicales. Eligieron como objetivo este céntrico hotel para
denunciar el sistema capitalista y las desigualdades, que a su juicio,
provoca.
Según ha relatado un testigo, unas 200 personas han ocupado las
instalaciones del hotel, dónde se han sentado y han coreado consignas
contrarias al sistema económico "especulativo", que consideran que
beneficia a los más ricos y desprotege a las partes mayoritarias de la
sociedad. Al cabo de unos diez minutos han aparecido diversas unidades
policiales, con cuyos mandos los manifestantes han negociado una salida
pacífica de las instalaciones hoteleras. Según otros testigos, el
incidente se ha saldado con alguna pintada en el interior del hotel y un
jarrón roto. A continuación, varias decenas de policías antidisturbios
han formado una barrera frene al hotel Mandarín, mientras los
manifestantes mantenían cortado el paseo de Gràcia y entonaban consignas
contra el sistema capitalista y lucían diversas pancartas, todo ello
bajo un amplio dispositivo policial.
Un asistente, erigido como portavoz, explicó que el acto pretendía
romper la "dinámica de paz social" del Primero de mayo.
El Ayuntamiento de Barcelona expresó, posteriormente, su "indignación"
por los hechos, que calificó de "intolerable acto de vandalismo en el
espacio público".
Los jóvenes se disolvieron al cabo de unas horas de forma pacífica.