John Locke
1.- Introducción:
Nació en Wrigton, condado inglés de Somerset, en 1632. Los años en los que vivió fueron de los más turbulentos de la historia de Inglaterra.
Sus obras más importantes son: Ensayo sobre el entendimiento humano, Dos tratados sobre el gobierno civil y Carta sobre la tolerancia.
I.- EL CONOCIMIENTO
II. DOCTRINA POLÍTICA
III.- LA TOLERANCIA RELIGIOSA
1.- Introducción:
Nació en Wrigton, condado inglés de Somerset, en 1632. Los años en los que vivió fueron de los más turbulentos de la historia de Inglaterra.
Sus obras más importantes son: Ensayo sobre el entendimiento humano, Dos tratados sobre el gobierno civil y Carta sobre la tolerancia.
I.- EL CONOCIMIENTO
- Spoiler:
- 1.- La primacía del conocimiento:
En el Ensayo sobre el entendimiento humano trata de examinar que objetos están al alcance de nuestro entendimiento y cuáles no. Centra su estudio en estas cuestiones: el origen del conocimiento, sus grados, su alcance y su realidad. No obstante John Locke, aunque da bastante primacía a la gnoseología la coloca como fundamento del filosofar, pero no como su fin sino como medio.
2.- El origen del conocimiento:
A) Nuestros conocimientos son adquiridos:
1) Inicia su estudio sobre el origen del conocimiento con una crítica extensa del innatismo, la doctrina generalmente admitida. Creía que el principal argumento a favor del innatismo era falso. Ese argumento era el consentimiento universal: hemos de aceptar que todos los conocimientos están originariamente en las mentes de todos los hombres, porque “son aceptados de manera universal por todos los hombres”. Frente a esto, Locke sostiene que:
a) No gozan de esa aprobación universal los principios especulativos (como los de identidad y de contradicción), porque son desconocidos por una buena parte de la humanidad, como los niños y los ignorantes.
b) Tampoco gozan de aceptación universal los principios prácticos, que por ejemplo varían en los distintos pueblos. Además, si fuesen universalmente aceptados no requerirían pruebas para su aceptación, como de hecho necesitan.
c) Ni siquiera es innata la idea de Dios, pues esa idea falta, no sólo en los ateos, sino en muchos pueblos; e incluso los que la tienen no la entienden de la misma manera.
2) Nuestro espíritu esta desprovisto de ideas, como un papel en blanco. Las ideas proceden de la experiencia que puede ser externa o interna. De la experiencia externa proceden las ideas de las cualidades con las que caracterizamos a las materiales. De la experiencia interna provienen las ideas que tenemos de nuestras actividades psíquicas. Locke saca de la experiencia la esencia nominal, es decir aquel conjunto de cualidades que debe poseer una cosa para poder ser identificada con un determinado nombre. La esencia real, en cambio, es aquello por lo que la cosa es lo que es, es decir, su constitución íntima. La esencia nominal del oro, por ejemplo, es el conjunto de aquellas cualidades –amarillo, fusible, maleable- que se requieren para que a un determinado metal le demos el nombre de oro. La esencia real, en cambio, es la constitución profunda de ese cuerpo, de la que esas cualidades dependen.
B) La adquisición de las ideas simples:
De la experiencia proceden las ideas simples, con lo cual esas ideas no son fruto de la actividad del espíritu, sino más bien de su pasividad frente a la experiencia.
a) Algunas ideas simples proceden de la experiencia externa, concretamente las cualidades de los cuerpos. Llegan a nuestro espíritu a través de los sentidos (ideas de sensación). Si nos llegan a través de un solo sentido son cualidades secundarias y si nos llegan a través de varios, cualidades primarias.
b) Otras ideas simples proceden de la experiencia interna a través de la reflexión (ideas de reflexión).
c) Otras ideas simples provienen bien de la sensación, bien de la reflexión (ideas de sensación-reflexión). Por ejemplo la idea de poder, que podemos obtener al observar los efectos que producen unos cuerpos sobre otros o de observar que nuestro deseo es capaz de poner en movimiento una parte de nuestro cuerpo.
C) La adquisición de las ideas compuestas:
El espíritu tiene poder para elaborar ideas complejas a partir de combinación de ideas simples. Esta combinación puede hacerse: bien uniendo unas ideas con otras (sustancias y modos); bien yuxtaponiendo unas con otras, sin que llegue a producirse la unión (relaciones); bien separando unas de otras (abstracción). Las ideas compuestas están conectadas con la experiencia a través de las ideas simples.
Las ideas compuestas pueden reunirse en tres grupos:
a) La sustancia. Empezamos observando una serie de ideas simples que van constantemente unidas, al no imaginarnos como esas ideas simples pueden existir por sí mismas, nos acostumbramos a suponer algún sustrato. El sustrato es pues aquello que mantiene unidas las ideas simples y sin lo cual ese complejo de ideas simples se desharía. La idea que tenemos de sustancia es oscura*.
b) Los modos son aquellas ideas complejas que dependen de una sustancia. Hay dos clases: simples y mixtos. Los simples son combinaciones de ideas homogéneas (la docena es la suma de unidades). Los modos mixtos están formados por combinaciones de ideas heterogéneas (la idea de hipocresía está formada por la ostentación de cualidades buenas y la idea de la carencia de las mismas).
c) Las relaciones comparan unas ideas con otra (Cayo está casado con Sempronia). Nos interesan sobre todo tres tipos de relaciones: las de causa-efecto, las de identidad-diversidad y las morales.
i) Con el nombre de causa designamos aquello que produce alguna idea, simple o compleja, y con el efecto, aquello que es producido. Puede proceder tanto de la sensación como de la reflexión, pero se ve más claro en la reflexión.
ii) La idea de identidad y diversidad surge de la comparación de una cosa con el lugar y tiempo en que se da: es imposible que dos cosas de la misma especie existan en el mismo lugar y en el mismo instante. La identidad del ser pensante no sale de su relación con el lugar y el tiempo, sino de la conciencia. Si un ser pensante se considera el mismo en diferentes tiempos y lugares es porque tiene conciencia de ser el mismo.
iii) Las relaciones morales surgen de comparar las acciones humanas con las normas de comportamiento. La ley divina determina si las acciones son moralmente buenas o no; la ley civil determina si son delictivas o no; y la ley de opinión determina si son dignas o no de censura.
D) La abstracción de las ideas generales:
Los signos mejores de la ideas para la comunicación son las palabras, que pueden ser nombres generales o particulares. Un lenguaje sin nombres comunes sería prácticamente inservible para la comunicación.
Las palabras se hacen generales cuando se utilizan como signos de ideas generales. La generalidad de las ideas generales viene de una actividad del espíritu, la abstracción. Entendiendo por abstracción la separación de una idea de otra con la que se encuentra unida en la realidad.
3.- El conocimiento cierto:
1) El objeto inmediato de nuestro conocimiento son las ideas y mediante ellas conocemos las cosas: las ideas tienen un carácter representativo.
2) El conocimiento se define como la percepción del acuerdo o desacuerdo entre dos ideas. Puede ser de identidad (una idea es la misma o no que otra; de coexistencia necesaria (una idea coexiste necesariamente con otra); de relación (está o no en relación con otra); y de existencia real (si responde o no a una existencia real).
3) Grados de conocimiento. Dichos acuerdos o desacuerdos pueden ser percibidos de distintas maneras. i) Intuitivamente, de manera inmediata y evidente; ii) demostrativamente, cuando lo percibimos de manera mediata a través de otras ideas llamadas pruebas; iii) sensitivamente, para conocer las cosas (tiene cierta evidencia).
4) Ningún género de conocimiento puede ir más allá de nuestras ideas y ninguno de ellos llega hasta donde llegan nuestras ideas.
5) Sabemos que nuestro conocimiento es real cuando existe conformidad entre nuestras ideas y la realidad de las cosas. Para Locke, dios es el garante de este acuerdo. El conocimiento es cierto cuando hay conveniencia o disconveniencia entre ideas; y real cuando las ideas se corresponden con las cosas.
6) Lo anterior sirve para las ideas abstractas. En cuanto a la existencia: i) la existencia nuestra la conocemos por intuición, ii) la de dios por demostración (nosotros existimos, la nada no produce nada y nada se produce por sí mismo), iii) y la de las otras cosas por sensación (las sensaciones sólo pueden ser producidas por las cosas externas, por tanto deben existir).
4.- El conocimiento probable:
Además del conocimiento cierto, tenemos el conocimiento probable. Se basa en la apariencia de un acuerdo o desacuerdo entre ideas. Hay dos grandes grupos de conocimiento probable.
1) Referido a los datos que caen bajo los sentidos son objeto de testimonio humano. Según sea tal testimonio hay tres grados de probabilidad: en orden descendente son: i) las experiencias que concuerdan siempre con las nuestras; ii) experiencias que concuerdan generalmente con las nuestras y iii) el testimonio de una persona honesta y que se refiere a cosas indiferentes.
2) No son datos que caen bajo nuestros sentidos, cómo la existencia de ángeles o la manera profunda de comportarse de las cosas. El fundamento de la probabilidad es la analogía.
5.- La fe como conocimiento cierto:
1) La fe como conocimiento razonable. Hay un caso en el que el testimonio de otro es cierto y no es probable: el testimonio de dios. Este testimonio recibe el nombre de revelación y nuestra adhesión a ella, el de la fe. Las proposiciones contrarias a la razón quedan excluidas del ámbito de la fe y no se excluyen aquellas que son conforme a la razón. El ámbito peculiar de la fe es el de aquellas proposiciones que son superiores a la razón (resurrección). La razón debe probar que la revelación procede de dios. La religión, pues, no es puramente racional ni puramente irracional.
II. DOCTRINA POLÍTICA
- Spoiler:
- 1.- El estado de naturaleza.
El Tratado segundo sobre el gobierno civil intenta delimitar lo que llama el estado de naturaleza: de perfecta libertad e igualdad. Está regido por la ley del creador, infinitamente sabio, que obliga a todos. La vida, la libertad y las posesiones son derechos naturales individuales e inalienables. Además tenemos el derecho a defender esos derechos. Pero la humanidad padece una condición de enfermedad cuando se halla en ese estado.
Dicha enfermedad se basa en: i) el desconocimiento de la ley, una ley desconocida no puede ser cumplida; ii) la falta de imparcialidad que dificulta juzgar correctamente y, iii) la falta de fuerza, porque hace falta fuerza para ejecutar un juicio mayor de quien la desobedece.
2.- La propiedad privada.
Originalmente los bienes materiales son comunes a todos los hombres. Cuando alguien en su trabajo saca las cosas del estado de naturaleza, dejan de corresponder a todos, pasando a pertenecer a quien invirtió en ellas algo propio, su trabajo. El hombre “lleva dentro de sí el gran fundamento de la propiedad”. El trabajo es, el título en virtud del cual lo que es propiedad común se convierte en propiedad privada; tanto más que el trabajo introduce en las cosas una diferencia de valor.
Ahora bien, no podemos aumentar nuestras propiedades ilimitadamente, sólo lo utilizable y “todo aquello que exceda lo utilizable será de otros”. (El dinero, que no se corrompe introducirá la posibilidad de una propiedad ilimitada).
3.- La sociedad civil:
Para evitar los inconvenientes del estado de naturaleza, la humanidad “se siente inclinada a vivir en sociedad cuanto antes”. Esto implica la cesión de los propios derechos a la comunidad de la que uno forma parte, cesión que no afecta al derecho a la vida, a la libertad y a los bienes materiales. Se cede el derecho a defender personalmente esos derechos. Esa cesión no puede exigirse, debe ser consentida. Quien tiene derecho “a actuar y decidir en nombre de todos es la mayoría”. Cada uno está obligado a someterse al parecer de la mayoría. El consentimiento debe estar plasmado en una constitución que sancione la división de poderes. El poder legislativo estará en manos de una asamblea que hará leyes según la ley natural. El poder ejecutivo estará en manos del gobernante así como el de regular las relaciones internacionales.
4.- La rebelión:
Si los que tienen el poder, dejan de defender los derechos naturales individuales, entonces están introduciendo una rebelión y el pueblo debe juzgar si es legítima o no y puede actuar en defensa.
III.- LA TOLERANCIA RELIGIOSA
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- El fundamento de esa tolerancia hay que buscarlo en la separación entre la Iglesia y el Estado. El fin de la Iglesia es la salvación de las almas, todo lo que vaya más allá debe ser tolerado y cuanto más tolerante más verdadera es una iglesia. Puede excomulgar, pero no puede ir más allá de eso. La Iglesia iría más allá de sus de sus fines si privase al excomulgado de sus derechos naturales individuales, aunque sólo fuese de sus bienes materiales, porque estos le pertenecen al excomulgado por el hecho de ser hombre, no por el hecho de pertenecer a una Iglesia. Tampoco puede una Iglesia ejercer su jurisdicción sobre otra.
El fin del Estado es la paz social, que hace posible los derechos naturales individuales. El Estado ha der ser tolerante, pero sólo en la media en que lo permita la paz social. Si la paz social no lo permite, entonces deber hacer que la Iglesia se mantenga dentro de los límites de lo privado. Debe ser tolerante con las doctrinas puramente teóricas.
J. Locke, en Dos tratados sobre el gobierno sostiene que el Estado puede imponer ciertas leyes sobre el culto; en Ensayo sobre la tolerancia cambia de parecer y sostiene que los hombres han de gozar en ese terreno de absoluta tolerancia. El Estado es árbitro entre un hombre y otro, no entre dios y el hombre. No obstante, debe ser intolerante con ciertos vicios e imponer ciertas virtudes: ya que estas afectan a la mejoría o empeoramiento del trato de los hombres entre sí. Por otra parte, Locke sostiene que hay que ser intolerante con ateos y católicos: negar la existencia de dios es un error moral e implica no aceptar ninguna obligación moral y, por otra parte, los católicos ponen en peligro el fundamento de la sociedad que es el pacto social (ya que los católicos se someten al poder papal extranjero). En cambio, con los disidentes extranjeros hay que ser tolerantes, para que no se unan en frente común contra el oficial.
Fuente: Historia de la Filosofía Moderna - J. Luis Fernández- Mª Jesús Soto.