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LA AGRESION ESTADOUNIDENSE SIGUE SIENDO UN PELIGRO PARA LOS PUEBLOS ARABES Y PARA LA PAZ

«ZERI I POPULLIT» — órgano del CC del PTA

¿QUE LEY DA EL DERECHO A LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Y A LA UNION SOVIETICA DE ACAPARAR LOS MARES SITUADOS A MILES DE MILLAS DE SUS TERRITORIOS?

«ZERI I POPULLIT» — órgano del CC del PTA

WASHINGTON Y MOSCU HACIA NUEVOS COMPLOTS ANTI ARABES

La práctica de las superpotencias imperialistas para discutir sobre la libertad y la independencia de los pueblos y regatear con ellas está cobrando gran envergadura en la arena internacional. Cada vez que los Estados Unidos de América y la Unión Soviética intervienen ellos mismos o con sus vasallos y mercenarios contra a uno u otro país, cada vez que en su rivalidad hegemonista se operan cambios en los mapas de la repartición de las zonas de influencia, su diplomacia se moverá hacia diversas formas de trapícheos. Precisamente esto está ocurriendo ahora con la región estratégica del Oriente Medio, cuando Washington y Moscú se preparan a poner otra vez sobre el tapete de las transacciones bilaterales al problema de los pueblos árabes. Esto lo confirmó el 30 de marzo del año en curso el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Franc Carluchi, durante una entrevista en Washington a la red televisiva CNN. Al referirse a esta entrevista, la agencia norteamericana de noticias señalaba que «el encuentro oficial, del cual se habló también durante la visita que realizó en Moscú el vicesecretario de Estado Michel Armacost, se ocupará en primer lugar del intercambio de los puntos de vista sobre las formas de solucionar los problemas de la región». El mismo 30 de marzo el departamento americano de Estado hizo saber que «los Estados Unidos de América están dispuestos a discutir de manera directa con la Unión Soviética sobre el restablecimiento de la estabilidad en la región del Oriente Medio».

La oferta norteamericana le vino de perillas a Moscú. Independientemente de que Moscú sigue insistiendo en la conocida propuesta soviética a la llamada «conferencia internacional» sobre el Oriente Medio, las conversaciones directas con la Casa Blanca en torno a diversas cuestiones regionales las ha considerado y sigue considerándolas como el «mejor camino», como señalaba TASS recientemente. Esta actividad de zapa se prepara frente a una nueva situación creada en el Oriente Medio donde la Unión Soviética y los Estados Unidos de América emprendieron incluso algunas maniobras, tales como la farsa de la retirada de algunos soldados soviéticos a la que la diplomacia norteamericana saludó considerándolo como un «paso positivo». Esto hizo que Moscú retirara tácticamente la propuesta de «la conferencia internacional» sobre el Oriente Medio y apoyara la disposición de Washington a las transacciones bilaterales. La Unión Soviética se aproxima a la idea y el proyecto de los EE.UU. sobre la base del conocido principio imperialista «cédeme para que te ceda», principio que ha estado siempre en la base de las relaciones soviético-americanas.

En esta ocasión la propaganda norteamericana y soviética, así como todos los medios burgueses y revisionistas de información intentan hacer creer que ya se ha allanado el terreno y ahora se avanza hacia la distensión y la solución pacífica de los graves problemas de la región del Oriente Medio. Desde esta posición se presentarán también los próximos trapícheos Washington-Moscú. Ahora más que nunca, los EE.UU. y la Unión Soviética tratan de salir de la difícil situación en que se encuentran en diversas regiones del mundo, como consecuencia de su política de agresión y de guerra. En semejante situación se encuentra la política norteamericana y soviética en Oriente Medio. A pesar de la rivalidad existente entre ellas, ambas superpotencias no desean de ningún modo el triunfo de la justa causa del pueblo palestino, libio, afgano y de los otros pueblos árabes. Con este fin entablan conversaciones y coordinan su actividad contra de la lucha de liberación y antiimperialista de los pueblos. Por eso se incita la ilusión de que sólo el diálogo soviético-americano tranquilizará las aguas y la turbia y tensa situación en la región del Oriente Medio. A través de este prisma hay que ver también la propensión de Moscú y Washington a querer solucionar los problemas mediante el diálogo. Ambas superpotencias intentan servirse de la causa de los pueblos árabes como una baza en los juegos de azar de sus intereses imperialistas. El imperialismo americano reclama la ayuda de Moscú en sus tejemanejes y complots contra el pueblo palestino y libio, al igual que lo hacen los socialimperialistas soviéticos a Washington para consolidar su dominio tambaleante en Afganistán.

Considerando la lucha de los pueblos por la libertad y la independencia como su enemigo común, los Estados Unidos de América y la Unión Soviética justifican en realidad su intervención en uno u otro país. Semejante justificación cínica hizo un portavoz de la Casa Blanca a la agresión soviética en Afganistán al declarar en estos días que «los EE.UU. son conscientes de los legítimos intereses de la Unión Soviética para la defensa de su seguridad». El reconocimiento de los legítimos intereses recíprocos significa que norteamericanos y soviéticos se reconocen el derecho ilícito de intervenir, de invadir o agredir en uno u otro país. Partiendo de estas posiciones y desarrollando esta actividad se han llevado siempre a cabo los regateos secretos entre ellos a expensas de los pueblos, como los que se preparan ahora contra los pueblos árabes. Entablando conversaciones secretas, el imperialismo americano y el socialimperialismo soviético siguen la conocida política de partirse y repartirse las respectivas zonas de influencia y dominio. Este es un nuevo complot antiárabe de las superpotencias contra la paz y la verdadera estabilidad de la situación en la región del Oriente Medio, es continuación de su agresión y sus brutales intervenciones armadas.