1) Introducción;
Resulta cuanto menos curioso ver hasta que punto la burguesía es capaz de desarrollar un cinismo y una hipocresía tan descarada que no puedo causar mas que indignación a todo aquel que lo observa. La burguesía, durante los últimos 90 años no ha hecho otra cosa mas que bombardear (a veces con palabras, a veces, literalmente, con bombas) a todo el mundo con el cuento del dogma del comunismo. Durante 90 años, desde la proclamación de la revolución comunista rusa en 1917, la burguesía española nos ha tratado de convencer de que el comunismo es manipulador, es adoctrinador, que el comunismo es un sistema totalitario y moralizante que adoctrina a sus ciudadanos, que no les deja pensar, y como contrapeso a ello, ponen su modelo liberal, la no injerencia dicen ellos, la libertad, y la capacidad de razonamiento.
Durante 90 años, la burguesía española nos ha dicho que el comunismo internacional usaba a sus escuelas, a sus profesores y a sus alumnos como un elemento de propaganda política para adoctrinar a la sociedad y generar así una amplia capa de apoyo social a sus respectivos países. Eso nos ha dicho la burguesía. 20 años después de la caída del Muro de Berlín y desaparecidos una amplia mayoría de esos países socialistas, las pocas criticas que aun resuenan tienen un solo objetivo; cuba. Ahora, en estos últimos 20 años, la burguesía trata de aleccionarnos del adoctrinamiento de las escuelas cubanas, de sus maestros y de sus alumnos, frente a la libertad de pensamiento "a la occidental" (mas les valdría tomar cursos de formación sobre la pedagogía cubana que nos lleva años luz). Nos dicen que allí se adoctrina a la población y que aquí se vive en una libertad de pensamiento total, absoluta e idílica. Y realmente cualquiera que no indague en la realidad cotidiana de los centros docentes y de la escuela podría llegar a creer a su burguesía.
Así, para contrastar mínimamente esta información sesgada que se nos ofrece desde todos los medios que tiene el poder a su alcance (partidos políticos, medios de masas…) del comunismo como una ideología adoctrinadora y del sistema y orden capitalista como el “mundo libre” ajeno a adoctrinamientos escolares, basta con acudir e indagar mínimamente (no hace falta mucho mas) los materiales y textos escolares con los que se trabaja día a día en la escuela para entender un poco mas en profundidad que concepción tiene el sistema capitalista del no adoctrinamiento y de la no injerencia política en las escuelas y en el sistema educativo.
En la enseñanza secundaria, el adoctrinamiento y la visión totalmente subjetiva de la historia, perfectamente evidenciada en los libros de textos es un hecho claro y obvio, y máximo en los temas en los cuales el comunismo o el movimiento obrero tienen algún tipo de incidencia en el. En la enseñanza superior universitaria la situación no cambia mucho, apuntes y texto enfocados desde un punto de vista totalmente subjetivo y continuador de la línea política claramente anticomunista que nos sirven y nos preparan ya en los colegios e institutos, endulzado con una buena dosis de dogmatismo en muchas de sus librerías y bibliotecas que hacen bastante complicado que el alumno pueda desarrollar algún tipo de interés, y por supuesto menos aun simpatías por la ideología comunista.
2) La gestación y conformación del pensamiento único;
En un reciente articulo, publicado en el numero 8 de la revista de historia “Entresiglos”, el historiador Fernando Hernández, ya dedico unas líneas a como se refleja la invisibilización de determinadas partes de la historia en el sistema educativo, y mas concretamente en los libros de texto, abriendo y desbrozando el camino a esta idea general en la cual el sistema educativo en el estado español, como en todo el mundo capitalista por supuesto que fomenta el adoctrinamiento política y las visiones subjetivas dentro de la escuela.
En ese articulo, Fernando Hernández comentaba de que manera, por arte de magia, toda la resistencia antifranquista de los maquis y guerrilleros, durante la dictadura franquista quedaba totalmente difuminada en los libros de textos de las principales editoriales, de forma que una losa inmensa de silencio cae sobre eso que tan en la actualidad esta hoy en día con la llamada memoria histórica. Y es que, a la luz de los datos arrojados por el historiador Hernández, la memoria histórica y la visión objetiva de la historia, y especialmente de un periodo tan conflictivo como la guerra civil y el franquismo brillan por su ausencia.
Así, en el día a día dentro de las aulas de los centros de educación secundaria del estado español, las clases y los libros de historia no dejan de reproducir los viejos estereotipos de la historiografía oficial y tradicionalista, dando una visión historicista de la materia, centrada en los grandes personajes, en las grandes cronologías y en los grandes conflictos, con el objetivo de tratar de demostrar y justificar el triunfo político de la burguesía y del sistema económico capitalista en todo el mundo, una legitimación de aquel “fin de la historia” que tan famoso hiciese a Fukuyama en los años 90 del pasado siglo.
El adoctrinamiento en esta primera etapa debe ser intenso, al ser la etapa en la que se va a fundamentar y cimentar el adoctrinamiento ideológico de los alumnos en la escuela, y tiene que ser la base sobre la cual se vaya construyendo, día a día durante el resto de sus vidas el pensamiento de oposición y rechazo hacia todo lo relacionado o vinculado con el comunismo, el anarquismo y en general todo el movimiento obrero, político y sindical. Esto es intenso en toda la etapa de la secundaria, pero especialmente descarado en los últimos cursos de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato a nivel internacional, y 2º de Bachillerato a nivel de historia local del estado español.
En esos cursos, se produce el afianzamiento del pensamiento político oficial, y se hace especialmente notorio en aquellos apartados en los cuales se produce un análisis concreto y especifico del pensamiento revolucionario, como seria el caso de las unidades didácticas de movimiento obrero, revolución rusa y sobretodo guerra fría.
Los libros de historia de 4º de la ESO y de 1º de Bachillerato, en general, se encuentran plagados de prejuicios e interpretaciones subjetivistas desde la primera hasta la ultima unidad didáctica, desde el principio, priorizando la historia centrada en las clases dirigentes y en las grandes personalidades y dejando a un lado a las clases populares que, rara vez, encuentran un sitio protagónico o mínimamente destacado en estas unidades didácticas, en esta forma de ver la historia.
Así, desde la adolescencia, se va inculcando a los alumnos la idea de que la historia, la política y el gobierno son cosas de las elites políticas y económicas y que en ellas, las clases populares apenas tienen nada que decir ni que aportar, mas que el sumiso y obediente voto cada 4 años, siempre y cuando no se produzca ningún golpe de estado que altere esa situación, el cual será convenientemente justificado o dulcificado por estos libros de historia para así no despertar ninguna simpatía hacia las victimas.
No obstante, como hemos dicho anteriormente, donde mas claro y evidente es el adoctrinamiento político, el afianzamiento de este pensamiento único, sin duda alguna es en aquellas unidades didácticas que por su análisis especifico ofrecen una explicación medianamente detallada acerca del pensamiento comunista, como es el caso de la revolución rusa o de la guerra fría. Sin embargo, ¿como interpretan y explican estos sucesos históricos en la mayoría de libros de texto de los centros de educación secundaria? Para responder a dicha pregunta basta con sacar algunas conclusiones a través de la observación directa de los materiales en cuestión.
Para ello, analicemos algunos casos concretos de cómo explican la revolución rusa en algunas destacadas editoriales de libros de textos de secundaria y veremos cuanto hay de cierto en aquello de que en el “mundo libre” occidental no hay injerencia ideológica ni adoctrinamiento político en la escuela. Por poner solamente algunos ejemplos;
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 4º de la ESO de la Editorial Santillana del año 2004, se afirma por ejemplo, por supuesto sin ninguna fuente o bibliografía que lo demuestre, que en la época de Stalin se instaura un sistema político basado en el terror, las purgas, la eliminación física y los campos de internamiento, así como una rusificacion que prohibía tajantemente cualquier tipo de nacionalismo. Por supuesto en este breve párrafo, que resume de es manera simplista casi 30 años de historia de la URSS no aparece contrastada, se ofrece como un acto de fe dogmático, no se ofrecen versiones ni visiones alternativas de ese periodo histórico y no se deja margen alguno a la duda. También se olvidan de mencionar el hecho de que en las diversas constituciones de la URSS se reconocía la autonomía nacional, el derecho de autodeterminación de las naciones (recogido ya por Lenin en 1917) y la protección de las diversas manifestaciones culturales de los pueblos soviéticos.
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 4º de la ESO de la Editorial Ecir del año 2003 la situación es aun más vergonzosa y el adoctrinamiento ideológico es aun más claro y evidente. En dicho libro, se afirma, también sin fuentes de ningún tipo, que la URSS se baso en el culto a la personalidad y en la ejecución y persecución de todo aquel que no le caía bien al líder de turno (Lenin, Stalin..) empezando ya aquí el baile de cifras, afirmando que murieron 20 millones de personas y terminando ya para colmo del subjetivismo de la alineación ideológica con una viñeta, el famoso dibujo en el que se observan tres grandes pirámides colosales de cráneos humanos junto a un dibujo de Stalin en el que se lee “ visitad la URSS y sus pirámides”. En dicho libro, donde una vez mas se olvidaron por completo de dar la otra versión de la historia (aunque ellos mismos se califiquen de libres y antidogmáticos) se produce nuevamente el reduccionismo de calificar a todo un sistema político y social que duro mas de 70 años como un elemento basado meramente en el culto a la personalidad. No se muy bien si con eso se refiere al mismo culto a la personalidad que podemos encontrar en los mas de 200 años de historia de los Estados Unidos como país, desde la figura de Washington pasando por Lincoln, Roosevelt o Kennedy, donde la figura del presidente de la republica es prácticamente infalible y que no es para nada ya no criticado si no mencionado en los libros. También se olvidan, por supuesto de dar algún tipo de fuente documental en la que se demuestre o se pruebe de alguna manera esos 20 millones de asesinados en el periodo de Lenin y de Stalin, ofreciendo, como suele ser habitual, los datos como un nuevo elemento de fe y de dogma incontrastable y que no ofrece el menor tipo de duda ni de discusión, lo cual es extraño viniendo de un sistema que dice oponerse al adoctrinamiento dogmático. Por supuesto aquí habría que comentar con preocupación si es normal que el único documento histórico que se ponga en la unidad sobre el periodo sea un cartel elaborada por la propaganda ultraderechista francesa de los años 30 criticando a la figura de Stalin, y hay que preguntarse hasta que punto es legitimo tolerar actos similares de adoctrinamiento vergonzoso, suprimiendo cualquier tipo de visión alternativa de dicho periodo histórico y dando manga ancha a la ultraderecha fascista, en este caso francesa, con el objetivo de difamar en contra del periodo soviético. Sin embargo, este es el modelo de historia del mundo libre que no adoctrina.
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 4º de la ESO de la Editorial Oxford del año 2003, nuevamente vuelve a resumir todo el periodo histórico de Stalin en la URSS como un sistema basado en el asesinato, en este caso de 4 millones de personas, visión que contrasta con los 20 millones de la editorial Ecir, evidenciando lo aleatorio e inconstratado de dichos datos y donde nuevamente y al igual que en el caso anterior no se ofrece absolutamente ningún tipo de dato donde se pueda contrastar o comprobar dichas cifras. Son cifras que el libro lo dice y hay que creerlo como dogma de fe, sin objeción alguna. ¿No es esto un comportamiento un tanto antidemocrático y autoritario?
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 4º de la ESO de la Editorial Vicens Vives del año 2009, el adoctrinamiento también es bastante claro y evidente. En el, se afirma alegremente que la URSS fue desde sus inicios un sistema antidemocrático que no era elegido democráticamente por el pueblo ya que todo estaba controlado de forma arbitraria por el partido comunista, pasando por los viejos tópicos de los procesos de Moscu que sentencian a la muerte a cientos de miles de disidentes políticos y terminando con un poema en 1935 donde se ensalza el culto a la personalidad de Stalin. Una vez mas, este libro de historia “democrático” y “antidogmático” se vuelve a olvidar de contrastar las fuentes, poner algún tipo de prueba de todo aquello que esta diciendo, de ofrecer visiones alternativas de todo ello. Se olvida, al parecer, se haberse leído las diversas constituciones soviéticas de la URSS de 1918, 1924, 1936 y 1977 (cuatro constituciones en un intervalo de 60 años, el doble que en el estado español, que por supuesto es considera mucho mas democrático) donde se detalla perfectamente el sistema y el método de elección por sufragio universal y mixto (cosa que en 1918 y 1925 no ocurría, por ejemplo en el democrático estado español) de los cargos y los representantes políticos de la URSS. Sin embargo, ninguno de estos datos de contraste de opinión son presentados en el democrático y no dogmático libro de texto de Vicens Vives. Como tampoco se hace mención a las declaraciones de observadores internacionales de EEUU afirmando y garantizando la legalidad y legitimidad de los procesos de Moscu, o como tampoco se cita un solo pasaje de los escritos de Ludo Martens o de Mijail Kilev sobre la visión negativa que tenia el propio Stalin acerca de ese tipo de poemas o de textos, o de cómo textos similares se escribían a lo largo y ancho de todos los países del mundo sobre los lideres políticos, como EEUU, Inglaterra, Francia, o España. Pero todo esto, que serviría para contrastar el dogmático, autoritario y único punto de vista sobre la historia, hay que suponer que esta demás en el libro de texto de un país que se opone al dogmático ideológico.
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 4º de la ESO de la Editorial Teide del año 2008 volvemos a encontrar una vez más nuevas dosis de dogmático y de subjetivismo ideológico. En este libro de texto se vuelven nuevamente a arrojar datos sin contrastar, como son los 6 millones de asesinados en el periodo de Stalin, nuevamente sin aportar ningún documento que lo demuestre y sin dar una sola línea acerca de las visiones contrarias a estas posturas. También se carga contra la propaganda política del periodo soviético, considerándolo como un ejemplo de exaltación del régimen político, olvidándose de casos exactamente similares de propaganda política de la época, como por ejemplo las de los Felices años 20 o las del New Deal en EEUU en los mismos años. Por ultimo y terminando ya para colmo del subjetivismo de la alineación ideológica se ofrece una nueva viñeta, el famoso dibujo de Tintín en el País de los Soviets del filonazi belga Herge, donde se critica a la URSS. Al igual que en el caso de Ecir , habría que comentar con preocupación si es normal que el único documento histórico que se ponga en la unidad sobre el periodo sea un cartel elaborada por un conocido partidario del racismo, la xenofobia, el colonialismo y el fascismo como fue Herge, dando espacio en un texto de un país que se dice democrático a propaganda fascista, y hay que preguntarse hasta que punto es legitimo tolerar actos similares de adoctrinamiento vergonzoso, suprimiendo cualquier tipo de visión alternativa de dicho periodo histórico y dando manga ancha a la ultraderecha fascista, con el objetivo de difamar en contra del periodo soviético. Sin embargo, este es el modelo de historia del mundo libre que no adoctrina.
v En el libro de Historia del mundo contemporáneo de 1º de Bachillerato de la Editorial Santillana del año 2002, en último caso volvemos a encontrar una vez más nuevas dosis de dogmático y de subjetivismo ideológico. Habría que mencionar aquí en concreto las diversas menciones que se hacen acerca de las purgas dentro del sistema soviético, ofreciéndose un listado de nombres sin mas, sin ofrecer ningún tipo de aclaración o de profundización de sus biografías, sin dar lugar a una explicación desde el punto de vista soviético sobre esas personas, sin ofrecer, pues, esa libertad de expresión y de disensión que tanto se exige luego a otros países desde esos mismos libros de textos. Se coloca en estos textos a ojos de los alumnos que desconocen la historia como héroes y victimas del comunismo a personas como Tujachevsky, persona que, a pesar de haber obtenido destacados puestos de responsabilidad bajo el periodo de Stalin organiza un golpe de estado anticomunista contra el dirigente soviético en 1936 con el apoyo de la Alemania nazi, traicionando así a su país y al sistema político que le ofreció todas las posibilidades para el desarrollo de su vida y de su profesión. Al parecer, para Santillana, este es el tipo y el modelo de personas heroicas a las que hay que admirar. Por ultimo, se nos ofrece como documento estrella de esta unidad un fragmento del famoso “Testamento de Lenin”, texto sobre el cual aun hoy en día, casi 90 años después de haber sido escrito, muchos historiadores albergan muchísimas dudas acerca de su veracidad y en todo caso sobre su interpretación. Indistintamente, no aparece una sola línea dedicada a las visiones favorables a la URSS y por ende favorable a un contraste de opiniones y no como en estos casos basado en una opinión dogmática de la historia.
Por el contrario, y una vez vistos algunos ejemplos del dogmático punto de vista que se puede encontrar cualquier persona a la hora de analizar algunos libros de texto sobre los cuales los alumnos vana a forjar su opinión y su visión sobre la historia y sobre estos sucesos históricos, sin embargo podemos encontrar similares casos de adoctrinamiento extremo similares en otras numerosas cuestiones; mentiras, ocultamiento de la realidad, difamaciones…esa es la tónica habitual y la base sobre la cual aprenden nuestros alumnos hoy en día en todos los centros educativos.
Así, se hacen criticas feroces y brutales a los casos de represión de Stalin, pero en absolutamente ninguno de esos libros de textos encontramos ni una sola línea dedicada a las purgas y depuraciones llevadas a cabo por el responsable de las criticas a Stalin en el XX Congreso del PCUS, Nikita Jruschev, que en todos los libros de historia es colocado como el modelo antagónica a imitar de Stalin, a saber el “bueno de la película”. Así, los alumnos aprenderán las bondades y las correcciones de Jruschev, pero desde luego no oirán en ningún momento hablar de Molotov, político y diplomático soviético, depurado de sus responsabilidades por discrepancias políticas e ideológicas con Jruschov y exiliado durante un tiempo. Tampoco los alumnos leerán nada en sus democráticos y antidogmáticos libros de historia sobre Chiaureli, destacado y prestigioso cineasta soviético, depurado y marginado de la vida publica soviética por Jruschev, que le acuso de “adulador de Stalin”.
Nuevamente otra purga por motivos estrictamente ideológicos y políticos. Tampoco se menciona en los libros a Kaganovich, también destacado político soviético depurado y purgado políticamente por Jruschov por discrepancias ideológicas. Voroshilov, uno de los mas destacados héroes de la resistencia soviética durante la II Guerra mundial, y posteriormente relegado, purgado, humillado y marginado de la vida política por discrepancias políticas e ideológicas con Kruschev tampoco es mencionado. Y mucho menos aun el caso de Beria, polémico político comunista que indistintamente de sus trayectorias ideológicas, fue asesinado por Jruschev en una de sus grandes purgas “antiestalinistas” en 1953, siendo uno de los mas celebres crímenes infames de este periodo post-Stalin, y el cual, por supuesto es plenamente ignorado, ocultado y silenciado por la historiografía oficial. Los políticos Malenkov y Bulganin, también relegados, purgados, humillados y marginados de la vida política por discrepancias políticas e ideológicas con Kruschev tampoco son mencionados.
Tampoco en estos libros de historia, cuando se habla de las maldades de los políticos estalinistas (concepto y termino inventado por los dirigentes capitalistas) en los llamados países de las democracias populares del bloque del este europeo, se hace mención alguna a como paso la represión jruschoviana por aquellos países. Así, se oirá hablar de los abusos de Stalin y de la URSS en esos países, pero en ningún libro de texto de ninguna editorial de ningun centro de educación publica del estado español podemos leer o ver algún tipo de referencia al caso de Matyas Rakosi, secretario general del Partido Comunista Húngaro, responsable durante la Republica Popular de Hungría, relegado, purgado, humillado y marginado de la vida política húngara por discrepancias políticas e ideológicas con Kruschev y forzado al exilio hasta los años 70. Tampoco se lee nada sobre Vulko Chervenkov, secretario general del Partido Comunista Búlgaro, responsable durante la Republica Popular de Bulgaria, relegado, purgado, humillado y marginado de la vida política búlgara por discrepancias políticas e ideológicas con Kruschev. Tampoco se menciona en estos libros de texto como el secretario del SED y dirigente de la RDA, Walter Ulbricht fue también colocado en el punto de mira de Jruschov para una nueva purga masiva por motivos únicamente ideológicos como en los casos húngaro o búlgaro y salvado por los sucesos del 17 de junio de 1953 en Berlín.
También se omite de una forma descarada en estos libros de textos datos que a los alumnos les vendría bien conocer para desarrollar el pensamiento relativista y ejercer el contraste reflexivo de diversas opiniones acerca de sucesos como la primera de Praga o la revuelta húngara de 1956. Así, en el caso de la Primavera de Praga de 1968 siempre se nos mencionan las purgas soviéticas contra los sectores reformistas del partido comunista checo y la expulsión de Dubcek, pero rara vez se nos dice como llegaron al poder estos sectores en los años previos. De esta forma, se nos hablan de las maravillas del democrático socialismo de rostro humano de Dubcek, pero se nos omite que esta corriente, que ya venia gestándose desde el final del periodo de Gottwald (considerado “estalinista”) e impulsada y apoyada por Jruschev como corriente interna en los años posteriores, propicio que, con el apoyo de Breznev, en 1968 diera un golpe de estado interno en el partido comunista checoslovaco, reemplazando el hasta entonces electo Novotny por los nuevos lideres mas acordes a las directrices revisionistas como Alexander Dubcek, quien desarrollo sus posteriores reformas económicas. Al parecer, esta forma de actuar, saltándose la legalidad democrática del partido y fomentando purgas ideológicas, es algo para nada digno de mención en los libros de historia de estos cursos que, sin embargo, se recrean más allá de lo imaginable en la represión de Praga.
Tampoco encontramos referencia a aquellos datos oscuros de la revuelta de Hungría en 1956, de contenido fuertemente anticomunista, y donde se nos ensalza el valor y el heroísmo de los anticomunistas húngaros, pero donde se nos oculta de forma calculada a los cientos de comunistas húngaros y soviéticos asesinados, torturados y descuartizados por los anticomunistas en aquella jornada de, como lo califican ellos, heroísmo. Es, sin duda, preocupante que, una vez más, en los libros de texto que dicen no fomentar la injerencia ideológica ni el adoctrinamiento político, fomenten actitudes de simpatía hacia matanzas indiscriminadas de masas de personas únicamente por su ideología política.
Es también interesante leer en los libros de texto de historia del mundo contemporáneo de la enseñanza secundaria, las constantes referencias a las hambrunas masivas de la población soviética, especialmente la ucraniana en los años 30, durante la época de Stalin. Así, sumado a las constantes acusaciones (todas ellas, por supuesto, sin aportar ni una sola prueba) de genocidio, purgas, autoritarismo y demás, se cargan además las tintas acusando al sistema soviético de las hambrunas y las dificultades alimenticias en diversos momentos de la historia. Sin embargo, en esos mismos libros de textos que vierten las constantes acusaciones de hambruna no encontramos absolutamente ninguna referencia a la gran hambruna que padeció el pueblo de los Estados Unidos en los años 30, como fruto de la crisis económica de 1929 y la destrucción masiva decretada por terratenientes e industriales de producción alimenticia. Así, según las investigaciones de Boris Borisov en su libro “The American Famine” se calcula que unos 8 millones de estadounidenses fallecieron a causa de la hambruna masiva y de la desprotección social típica del sistema político de los EEU que se mantiene hasta nuestros días, además de fomentar desplazamientos masivos de población de más de 5 millones de personas.
También, a la hora de hacer referencias a las purgas soviéticas, estos libros de textos, que como dije anteriormente, presumen de ser neutrales y de no adoctrinar a los alumnos se olvidan de tratar en profundidad un proceso tan poco democrático como fue “la caza de brujas” o más conocido como el macarthismo en los EEUU. Así, hemos visto como no solo Jruschov cometió purgas masivas, si no que también en la “democrática y libre” EEUU en los años 50, en la incipiente guerra fría entre capitalismo y comunismo, los actos de persecuciones, purgas y depuraciones masivas ideológicas en EEUU a aquellos sospechosos de ser comunistas fueron masivos. El Partido Comunista de Estados Unidos (CPUSA) fue ilegalizado, sus dirigentes perseguidos y encarcelados y numerosas personas juzgadas, encarceladas o forzadas al exilio únicamente por su ideología. Y es que, si presentáramos los hechos sin dar los nombres, sin duda alguna adjudicaríamos este panorama político a la Alemania nazi de los años 30, a la Italia fascista de los años 20 o a la España franquista de los años 40. Y sin embargo ocurrieron en un país que se considera no solo democrático, si no el mas democrático, el “mundo libre” en referencia al “mundo esclavo” socialista, el mundo de la libertad de expresión y de la tolerancia, el mundo de aquellos que se permitían dar juicios de valor y opinión sobre el sistema político de los países socialistas.
Ilegalización de partidos políticos, persecuciones individuales a sospechosos de ser comunistas, censura de miles de libros considerados como “comunistas”, acusaciones masivas falsas, despidos, humillaciones, y exilios masivos de cientos de personas en todo el país, es una herencia vergonzosa y bochornosa para un país que se decía democrático, y para un sistema educativo que no parece estudiar con suficiente profundidad estos acontecimientos y otorgarle la misma importancia que luego le otorgan a otros sucesos históricos.
Silenciamiento, ocultamiento o marginalización de estos acontecimientos son la tónica habitual en nuestros libros de texto, que, una vez mas, vuelven a darnos otra clase magistral de que se entiende en este país por una educación no dogmática y alejada de la injerencia ideológica.
En la universidad la situación será similar, y como dije en la introducción, la situación no cambia mucho, con apuntes y textos enfocados desde un punto de vista totalmente subjetivo y continuador de la línea política claramente anticomunista que nos sirven y nos preparan ya en los colegios e institutos, endulzado con una buena dosis de dogmatismo en muchas de sus librerías y bibliotecas que hacen bastante complicado que el alumno pueda desarrollar algún tipo de interés, y por supuesto menos aun simpatías por la ideología comunista.
Si es cierto que en el caso universitario hay un margen mucho más amplio de divergencia ideológica, al ser las asignaturas expuestas por profesores de diversas ideologías que pueden fomentar un mayor aperturismo ideológico o un mayor contraste en cuanto a los diferentes puntos de vista y formas de ver un mismo acontecimiento histórico. Quizá sea por eso, por la falta de costumbre de los alumnos en la escuela de analizar diferentes puntos de vista, en vez del discurso único que se les ofrece, por lo que los alumnos universitarios de Historia tengan en los primeros años de sus estudios algunas dificultades a la hora de sacar adelante este tipo de ejercicios y actividades. Y es que hay que hacer una autocrítica y ser sinceros; nuestros alumnos de secundaria no están acostumbrados al pensamiento relativista, no están acostumbrados al contraste de opiniones, no están acostumbrados a la variación del discurso único, no están acostumbrados a oír y analizar otra cosa que no sea la visión única y el modo único de ver y enseñar la historia que ofrecen las grandes empresas editoriales de textos, que corresponde a las mismas visiones que tienen los grandes partidos políticos.
A pesar de ello, también en la universidad se reproducen los mismos viejos estereotipos y tópicos anticomunistas que se inculcan a los alumnos en las escuelas, es en realidad, la conformación definitiva (o al menos el intento) del pensamiento único en el sistema educativo. Y es que aunque el nivel de control de las autoridades educativas y por tanto el nivel de autonomía de la cátedra es mayor en la universidad, al final la visión de criminalización del comunismo es la que se acaba transmitiendo definitivamente en las aulas universitarias. Una visión que se complementa con la falta de interés de muchos de estos centros universitarios de hacerse con un buen fondo bibliográfico para que los alumnos puedan contrastar opiniones a través de la lectura, o elaboración de trabajos acerca de los diferentes puntos de vista, por ejemplo en el periodo soviético, en el caso concreto de la época de Lenin y Stalin, con mayor dosis de polémica, pero también de versiones y de forma de verlos. Es paradójico encontrar en los estantes de estas bibliotecas en la sección cronológica mencionada libros de antileninistas destacados como Trosky, E. Carr, A. Woods, Cesar Vidal, o Donald Rayfield, y sin embargo, encontramos mucho menos o absolutamente nada de autores favorables o defensores de ese punto de vista o de ese periodo cronológico como el propio Stalin, Ludo Martens o Mijail Kilev, autores de una amplia cantidad de textos de gran calidad e interés histórico e historiográfico sobre el periodo soviético, pero que el parecer no gozan de interés ninguno para las diversas bibliotecas universitarias del estado español, que lo ignoran por completo. Es de hecho paradójico, que muchas de estas bibliotecas encontremos antes el “Mein Kampf” de Adolfo Hitler que algunos textos básicos del marxismo.
En resumidas líneas, y tras ver solo algunos de los muchísimos casos que podríamos reseñar, se puede concluir que el interés de nuestro sistema educativo, medio y superior, no es formas a los alumnos, no es enseñarles el gusto y el interés por la historia, no es enseñarle a analizar críticamente la realidad que les rodea.
El verdadero objetivo e interés de nuestros centros de educación es crear maquinas autómatas, maquinas que respondan por impulso automático a los años y años de adoctrinamiento político e ideológico al que son sometidos desde que son pequeños en la escuela hasta el final de sus vidas en las universidades, trabajos, en la tele, la prensa, la radio o los partidos políticos. La injerencia ideológica, la manipulación informativa y el adoctrinamiento político es algo inherente a la escuela y al sistema educativo del orden capitalista, aunque ellos intenten hacer creer lo contrario, aunque ellos intenten achacar sus propios males al sistema socialista, que por el contrario, siempre ha enseñado la parte critica y reflexiva de la historia en sus sistemas educativos que siempre se le ha negado a nuestros alumnos en el sistema capitalista. El interés por la manipulación, el control y la domesticación, el odio a aquello que pone en peligro el orden político burgués y económico capitalista es, ha sido y será la única fuente de inspiración que van a tener aquellos que manejan los resortes de la autoridad.
http://www.iniciativacomunista.org/venceremos/spip.php?article792