Alrededor de 1.000 sindicalistas han ocupado esta mañana la Finca "Las Turquillas" donde se ubica la Yeguada Militar del Ejército. La finca, dependiente del Ministerio de Defensa, tiene 1.200 hectáreas, la inmensa mayoría en baldío, dado que el Ejército sólo utiliza 20 hectáreas para la Yeguada.
Tras recorrer el kilómetro que separa la carretera de la Finca se penetró en Zona Militar -advertida por grandes cartelones- y se alcanzó el recinto militar donde una comisión del SAT se entrevistó con los mandos militares. Dentro del recinto militar esperaba una compañía de antidisturbios de la Guardia Civil y tropas militares por lo que en asamblea se decidió no forzar la entrada al recinto y permanecer en la zona militar de la finca, iniciando los trabajos de infraestructura y logística para permanecer en la misma.
Esta tarde ya se está habilitando una zona donde esta misma noche más de 100 compañeros y compañeras se quedarán a pasar la primera noche en "La Turquilla" ocupada.
El Portavoz Nacional del SAT, Diego Cañamero, ha señalado que el objetivo de la ocupación es "que la tierra pase a manos de los trabajadores" y que la finca, dedicada a la cría de caballos, pase a ser utilizada por cooperativas de trabajadores y trabajadoras.
"No queremos la propiedad de la tierra, queremos su uso", enfatiza Cañamero, "que la tierra sirva para dar trabajo y crear riqueza, y no para recibir subvenciones de Europa".
El dirigente sindical ha destacado que la comarca sevillana donde se ubica la finca sufre "un 40% de paro" y, ante esa situación, "no puede ser que tierras públicas o privadas puedan estar ajenas a la realidad de un pueblo que ya no sabe qué hacer con el paro". Queremos demostrar que, en manos de cooperativas, la finca tendrá otro uso, pensando en la creación de trabajo y en sacar productividad a la tierra y no sólo en subvenciones de la UE", ha explicado Diego Cañamero.
Sobre el trato con los militares que trabajan en el centro de reproducción equina de la finca ocupada, Diego Cañamero ha dicho que el trato ha sido cortés y que "no tenemos nada en contra de ellos".
Ante la vigilancia de las fuerzas de seguridad que ha acompañado la ocupación, que se ha desarrollado sin incidentes, el dirigente sindical ha declarado que "hemos venido a quedarnos, no es una ocupación simbólica. Somos conscientes, creemos en lo que hacemos y lo hacemos pacíficamente", ha declarado Cañamero, que ha asegurado que "si nos expulsan, volveremos y lo haremos hasta que el gobierno ceda esas tierras a los trabajadores".
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