Los mercados mundiales amanecieron este lunes con un nerviosismo que no se veía en años. Ya sufrían el impacto del "corralito" impuesto el fin de semana por Grecia sobre los depósitos bancarios, y la creciente probabilidad de su salida del euro.
Pero a esto se le unió el domingo por la noche la carga explosiva de unas declaraciones del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, en las que afirma que la deuda pública del territorio estadounidense, que supera los US$70.000 millones, es "impagable".
Con lo que abriría la puerta para una declaratoria de bancarrota, como la que han hecho otros gobiernos locales estadounidenses como el de la ciudad de Detroit. Excepto que Puerto Rico legalmente no puede declararse en quiebra. Lo que causa una situación inusual en la crisis fiscal que viven los puertorriqueños.
Las causas
Puerto Rico viene experimentando una profunda recesión que ha motivado la emigración de cientos de miles de personas de la isla.
Un informe de diagnóstico dado a conocer en medios puertorriqueños el lunes, redactado por tres exaltos funcionarios del Fondo Monetario Internacional, alega que entre las causas de la crisis está que Puerto Rico tiene costos laborales más grandes que otros competidores, y que las deficiencias en su infraestructura también conllevan para las empresas costos más altos de energía y otros servicios públicos.
Pero una de las causas más agudas detrás de la crisis radica en la peculiar condición política de Puerto Rico como estado libre asociado, dependiente de Estados Unidos, pero no enteramente integrada a sus leyes como un estado más. Esto agrava la situación de fiscal de Puerto Rico.
Otras autoridades estadounidenses como las de la ciudad Detroit, enfrentadas a crisis financieras similares, han podido declarar formalmente la quiebra, lo que les otorga protección legal frente a los acreedores y les permite restructurar sus obligaciones.
En resumidas cuentas, pueden conseguir que legalmente sean perdonadas algunas de las deudas que tenían.
Pero Puerto Rico no dispone de ese privilegio en las mismas condiciones, pues la ley estadounidense no las contempla para un territorio como el de la isla.
"Somos propiedad de EE.UU. pero no somos parte", decía Sergio Marxhuach, director de Políticas Públicas del Centro para una Nueva Economía de Puerto Rico endeclaraciones a BBC Mundo en 2013, cuando ya estaba calentándose esta polémica.
Pero si no contaba con las herramientas de otros gobiernos locales estadounidenses, tampoco puede acudir a fórmulas que usan países soberanos.
"Puerto Rico cuenta con la mitad de las herramientas económicas que tiene un país soberano. En los países existe un Banco Central, un ministro de Finanzas, una moneda. En la isla hay un secretario de Hacienda pero el resto lo maneja la Reserva Federal de EE.UU.", agregaba en 2013 a BBC Mundo.
En febrero de este año el comisionado residente de Puerto Rico en Washington propuso al Congreso federal una reforma legal que le otorgaría al gobierno de la isla la facultad de declararse en quiebra.
Pero "hay un poco de inercia legislativa" frente a la iniciativa y no parece probable que pase en el futuro cercano, le dijo este lunes a BBC Mundo Robert Donahue, analista de la firma financiera estadounidense Municipal Market Analytics.
Lo bueno y lo malo
Nadie duda de que Puerto Rico ha obtenido también sustanciales beneficios económicos de su asociación con Estados Unidos.
Los habitantes de la isla reciben más de US$6.000 millones anuales en asistencia de nutrición, vivienda, salud y educación de EE.UU.
Y, por supuesto, al contar con la ciudadanía estadounidense automáticamente al nacer en Puerto Rico, todos los habitantes de la isla pueden mudarse sin limitación alguna a Estados Unidos.
Pero en el caso de la deuda pública, la relación de Puerto Rico con Estados Unidos ha sido compleja.
El gobierno de la isla se endeudó en US$73.000 millones como una solución para afrontar sus reiterados problemas de financiación, pero también con el entusiasmo demuchos inversores privados en Estados Unidos.
Por su condición de jurisdicción fiscal independiente, los intereses de los bonos que emite el gobierno de Puerto Rico están exentos de impuestos, lo que ha resultado muy atractivo para los inversionistas.
Hoy muchos de estos inversionistas enfrentan la posibilidad de perder a menos parte de su capital, ante el anuncio del gobierno de la isla que no está en capacidad de responder por todas sus obligaciones
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150629_economia_puerto_rico_bancarrota_lf
Pero a esto se le unió el domingo por la noche la carga explosiva de unas declaraciones del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, en las que afirma que la deuda pública del territorio estadounidense, que supera los US$70.000 millones, es "impagable".
Con lo que abriría la puerta para una declaratoria de bancarrota, como la que han hecho otros gobiernos locales estadounidenses como el de la ciudad de Detroit. Excepto que Puerto Rico legalmente no puede declararse en quiebra. Lo que causa una situación inusual en la crisis fiscal que viven los puertorriqueños.
Las causas
Puerto Rico viene experimentando una profunda recesión que ha motivado la emigración de cientos de miles de personas de la isla.
Un informe de diagnóstico dado a conocer en medios puertorriqueños el lunes, redactado por tres exaltos funcionarios del Fondo Monetario Internacional, alega que entre las causas de la crisis está que Puerto Rico tiene costos laborales más grandes que otros competidores, y que las deficiencias en su infraestructura también conllevan para las empresas costos más altos de energía y otros servicios públicos.
Pero una de las causas más agudas detrás de la crisis radica en la peculiar condición política de Puerto Rico como estado libre asociado, dependiente de Estados Unidos, pero no enteramente integrada a sus leyes como un estado más. Esto agrava la situación de fiscal de Puerto Rico.
Otras autoridades estadounidenses como las de la ciudad Detroit, enfrentadas a crisis financieras similares, han podido declarar formalmente la quiebra, lo que les otorga protección legal frente a los acreedores y les permite restructurar sus obligaciones.
En resumidas cuentas, pueden conseguir que legalmente sean perdonadas algunas de las deudas que tenían.
Pero Puerto Rico no dispone de ese privilegio en las mismas condiciones, pues la ley estadounidense no las contempla para un territorio como el de la isla.
"Somos propiedad de EE.UU. pero no somos parte", decía Sergio Marxhuach, director de Políticas Públicas del Centro para una Nueva Economía de Puerto Rico endeclaraciones a BBC Mundo en 2013, cuando ya estaba calentándose esta polémica.
Pero si no contaba con las herramientas de otros gobiernos locales estadounidenses, tampoco puede acudir a fórmulas que usan países soberanos.
"Puerto Rico cuenta con la mitad de las herramientas económicas que tiene un país soberano. En los países existe un Banco Central, un ministro de Finanzas, una moneda. En la isla hay un secretario de Hacienda pero el resto lo maneja la Reserva Federal de EE.UU.", agregaba en 2013 a BBC Mundo.
En febrero de este año el comisionado residente de Puerto Rico en Washington propuso al Congreso federal una reforma legal que le otorgaría al gobierno de la isla la facultad de declararse en quiebra.
Pero "hay un poco de inercia legislativa" frente a la iniciativa y no parece probable que pase en el futuro cercano, le dijo este lunes a BBC Mundo Robert Donahue, analista de la firma financiera estadounidense Municipal Market Analytics.
Lo bueno y lo malo
Nadie duda de que Puerto Rico ha obtenido también sustanciales beneficios económicos de su asociación con Estados Unidos.
Los habitantes de la isla reciben más de US$6.000 millones anuales en asistencia de nutrición, vivienda, salud y educación de EE.UU.
Y, por supuesto, al contar con la ciudadanía estadounidense automáticamente al nacer en Puerto Rico, todos los habitantes de la isla pueden mudarse sin limitación alguna a Estados Unidos.
Pero en el caso de la deuda pública, la relación de Puerto Rico con Estados Unidos ha sido compleja.
El gobierno de la isla se endeudó en US$73.000 millones como una solución para afrontar sus reiterados problemas de financiación, pero también con el entusiasmo demuchos inversores privados en Estados Unidos.
Por su condición de jurisdicción fiscal independiente, los intereses de los bonos que emite el gobierno de Puerto Rico están exentos de impuestos, lo que ha resultado muy atractivo para los inversionistas.
Hoy muchos de estos inversionistas enfrentan la posibilidad de perder a menos parte de su capital, ante el anuncio del gobierno de la isla que no está en capacidad de responder por todas sus obligaciones
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150629_economia_puerto_rico_bancarrota_lf