Es absolutamente necesario explicar y conocer bien este concepto, porque sino corremos el riesgo de acabar siendo un foro tradicionalista donde nos quejemos del feminismo e insistiendo en que el lugar de la mujer es estar en casa descansando, mientras que el hombre se deja la piel para sobrevivir en la "carrera de ratas" que supone el mundo laboral. También le sirve de repaso para aquellos que todavía no acaban de comprender el concepto, o para quienes no lo habían escuchado nunca.
La entrada en la Wikipedia [1], [2] sobre Ginocentrismo es muy exigua. Dice solamente: "centrado en la mujer, observar el mundo desde una perspectiva femenina". Y el resto del artículo se dedica a explicar el origen griego de la palabra y otros tecnicismos…
El Ginocentrismo no es ningún trastorno psicológico o una enfermedad mental.
El Ginocentrismo es un instinto. Un instinto que se encuentra presente en muchos animales así como en el ser humano. Es el impulso biológico que nos induce a proteger a las mujeres y jugarnos el pellejo por ellas.
Se encuentra presente tanto en el hombre como en la mujer, aunque en ambos sexos se manifiesta de manera diferente. El efecto general puede observarse en el conjunto de la sociedad, siendo tanto hombres como mujeres hipersensibles al sufrimiento de la mujer y más indolentes con el sufrimiento del hombre. Se trata básicamente de darle prioridad a la mujer por encima del hombre.
La base biológica en la que se sustenta este instinto es la siguiente:
El valor de cada sexo se basa en lo limitado de su capacidad para procrear.
Los hombres pueden reponer su esperma fácilmente, pero una mujer solo puede quedarse embarazada unas pocas veces a lo largo de su vida.
Por tanto las mujeres son el factor limitante en la generación de la prole, y esto las convierte en más valiosas.
La razón de todo esto es muy sencilla: para que una especie pueda sobrevivir, debe reproducirse. Da igual la esperanza de vida de una especie, que mientras que el índice de natalidad sea superior al de mortalidad, la especie continuará existiendo. Si la hembra es el factor limitante, su vida y su protección es la prioridad. A una especie le afectaría más que el 20% de su población femenina desapareciese, que si desapareciese el 20% de su población masculina. Por tanto hemos evolucionado con un instinto para proteger a las mujeres y garantizar su seguridad.
Este instinto se encuentra tanto en hombres como en mujeres.
Las mujeres instintivamente se preocupan por el bienestar de las mujeres.
Los hombres instintivamente se preocupan por el bienestar de las mujeres.
La hembra es más importante para la supervivencia de una especie que el macho, por tanto una especie debe comportarse de manera que prioritice el bienestar de la hembra por encima del macho. Esto es el Ginocentrismo.
Una vez que comprendes esto, vas a darte cuenta el porqué los hombres persiguen a las mujeres para aparearse, y porqué las mujeres son selectivas y se consideran el premio por encima de todo. Entenderás el origen de su narcisismo y de su carácter porqueyolovalguista.
Entenderás la razón por la que los hombres son prescindibles en nuestra sociedad.
Entenderás por qué las mujeres utilizan a los hombres como si fueran una herramienta.
Entenderás por qué nuestra cultura dice "las mujeres y los niños primero".
Entenderás por qué las enfermedades y los cánceres de las mujeres reciben más fondos.
Entenderás por qué a las mujeres las condenan a menos años o tienden a recibir menos condenas.
Entenderás por qué los hombres pagan la mayor parte de los impuestos y las mujeres reciben más ayudas.
Entenderás por qué las mujeres suelen ser percibidas como las víctimas, y los hombres como peligros potenciales.
Es también la razón por la que los feministas le dicen a los hombres que "revisen su privilegio" a pesar de ser ellas el grupo privilegiado. Las mujeres asumen instintivamente su derecho a la seguridad y demás ventajas como inalienables, y al mismo tiempo tienden a percibirse amenazadas, oprimidas o víctimas. Las mujeres solo se comportan como su naturaleza les dice: mirar por los suyos y ver el mundo bajo el prisma de "cómo afectará esto a las mujeres", sin pararse a pensar en "cómo afectará esto a los hombres" o al resto de la sociedad.
Las mujeres asumen instintivamente que su seguridad y su bienestar es algo reservado solo a ellas y no a los hombres, porque el papel de los hombres es el de velar por la seguridad y el bienestar de las mujeres. Y llegado el caso ellos deben renunciar a su propia seguridad y bienestar.
Todo aquello que amenace a los hombres, solo importa si afecta también a las mujeres.
Todo lo que le importa a nuestra sociedad está centrado en si agrada o desagrada a las mujeres.
Si algo devastase a nuestra economía y condenase a los hombres al desempleo, sería malo porque los hombres sin trabajo perjudicarían a las mujeres que dependen de sus maridos, o contribuyen al estado con sus impuestos, o ayudan a mantener las infraestructuras que dan lugar al estado de bienestar que las mujeres disfrutan.
Si algo devastase a nuestra economía y condenase a los hombres al desempleo pero de alguna manera no afectase a las mujeres, a nuestra sociedad no le preocuparía demasiado y probablemente tampoco intentaría arreglarlo. El motivo es porque los hombres no son importantes. La única manera en la que importan es la relación en la que cualquier cosa que afecte a los hombres, puede afectar a las mujeres.
En cierta manera estos ejemplos son algo exagerados, pero sirven para ayudaros a comprender como funcionan los mecanismos del Ginocentrismo. […]
Debo también señalar que al tratarse de un instinto nosotros no pensamos conscientemente en ello, sino que todo tiene lugar a un nivel subconsciente.
Para aquellos que dicen que el Ginocentrismo es simplemente la "naturaleza humana" y no se puede cambiar, estoy en desacuerdo. Es un error de concepto pensar que un sentimiento o un comportamiento basado en un instinto natural no se puede cambiar.
Tomemos el ejemplo de un domador de leones. Cuando un león ruge y se acerca amenazante, nuestro instinto nos empuja a sentir miedo y a escapar. Pero el domador de leones conoce la naturaleza del animal, y sabe que si le da la espalda y se echa a correr estará firmando su sentencia de muerte. Por tanto en lugar de obedecer a su instinto, hace lo contrario. Se enfrenta a él y gesticula de manera amenazante. Un buen domador sabe perfectamente qué tipo de gestos, postura y comportamiento debe adoptar. Esto de alguna manera condiciona el instinto del león que acaba echándose atrás. Así vemos a dos especies diferentes comportándose de una manera, por así decirlo, "antinatural". El león recula ante la presencia de una criatura que debería servirle de almuerzo, y un humano controla de alguna manera una criatura de la que debería mantenerse muy lejos.
Puede que el Ginocentrismo fuese en su momento fundamental para la supervivencia de la especie, pero desde luego ya no lo es. Veamos algunos motivos:
1- Ya no vivimos en la era Paleolítica. La raza humana ha conquistado el planeta y ninguna criatura puede amenazarnos. De hecho hemos condenado a la extinción a numerosas especies sin tan siquiera proponérnoslo. Puede que haya facciones ideológicas que amenacen a otras facciones, o que haya guerras por la supremacía de una raza sobre otra, pero nada amenaza al conjunto de nuestra especie.
2- Hemos llegado a un punto en el que el planeta está superpoblado, la gente está consumiendo los recursos limitados de nuestro mundo, donde incluso el hipotético caso de una reducción de población puede que no fuese tan perjudicial. Asimismo, crear hijos en un útero artificial puede ser una realidad dentro de poco, lo que eliminaría completamente los factores limitantes de la reproducción de nuestra especie.
3- El Ginocentrismo es un mecanismo instintivo donde prima la protección de las mujeres, en perjuicio del bienestar de la tribu o del resto de la comunidad en general, convirtiéndose en un lastre para el progreso de la humanidad.
[…]
Mucho antes de que la primera mujer se proclamase como feminista, muchos hombres iban a la guerra de manera voluntaria u obligada. Las mujeres se quedaban en casa sanas y salvas, alejadas del peligro porque ellas eran más valiosas.
El día que nuestra sociedad le diga a las mujeres -y lo demuestre con hechos- que tener un útero no las convierte en más valiosas que un hombre, y que ellas tienen tanto derecho a vivir o a morir como los hombres, será un gran ejemplo de que el Ginocentrismo habrá sido derrotado. El que una mujer tenga que cumplir el servicio militar no significa nada, aunque puede ser un comienzo.
Puede que no seamos iguales, físicamente o neurológicamente, pero esto no significa que recibir el mismo trato, responsabilidad y consideración entre los sexos sea algo imposible.
[…]
Un punto a tener en cuenta: Derrotar al Feminismo no afecta al Ginocentrismo. El Feminismo es una ideología supremacista que trabaja para privilegiar a las mujeres por encima de los hombres, pero es solo un síntoma del problema, no la causa. Derrotar al feminismo pero no al Ginocentrismo es como darle una aspirina a alguien con neumonía. No se está atacando la raíz del problema.
Para derrotar al Ginocentrismo debemos ponernos a trabajar durante las siguientes generaciones para crear una sociedad donde ninguna ley proteja a las mujeres de manera diferente que a los hombres. Debemos señalar aquellos comportamientos de la mujer en nuestra sociedad que beneficien a la mujer a costa del hombre, o que ofrezcan cualquier tipo de protección y salvaguarda a la mujer, y no al hombre. Debemos entender que las mujeres reclaman instintivamente sentirse desprotegidas, descuidadas, amenazadas, para provocar que los hombres acudan en su ayuda, dando igual que su ayuda venga en forma de una erección, una ley o un decreto. Y por eso cuando una mujer diga instintivamente que se "siente insegura", tenemos que decirle lo mismo que le decimos a un hombre: "espabila", "agarra el toro por los cuernos", "échale un par de ovarios", etc.
Debemos construir una sociedad en donde los "sentimientos" de la mujer no tengan más peso que los derechos de un hombre.
Creo que no puedo ser más claro. El Ginocentrismo es un instinto basado en la protección de la mujer. Las mujeres se sienten instintivamente amenazadas o asustadas y desean que se modifique cierta situación o condición, y los hombres acceden. Esto es el meollo del Ginocentrismo y aquí yace el motivo de la desigualdad del hombre.
Cualquier hombre que apoye leyes o decretos diferentes en los que de alguna manera proteja a la mujer más de lo que lo haría al hombre, estaría incurriendo en un comportamiento ginocéntrico, y -se de o no cuenta de ello- no está teniendo un trato equitativo con el hombre.
El auténtico enemigo del hombre es el Ginocentrismo, y toda la desigualdad hacia los hombres se basa en ello.
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