Después de la Revolución de octubre de 1917, el primer decreto del nuevo poder fue el que aprobó el reparto de la tierra entre los campesinos, a la espera de confirmación por la Asamblea Constituyente. El 12 de noviembre de 1917 se celebran las elecciones a la Asamblea Constituyente.
En diciembre de 1917 se firmó un armisticio con las potencias de la Triple Alianza, y se abrieron negociaciones sobre la paz, que concluyeron con el tratado de Tratado de Brest-Litovsk, tratado en el que la URSS a cambio de la paz cedió Bielorrusia, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia, Transcaucásica y Ucrania. Sin duda, estos hechos son el mejor exponente del carácter popular de la Revolución Rusa de Octubre, al hacer realidad los anhelos de paz, tierra y libertad del pueblo. También explica la intervención militar de las potencias imperialistas en apoyo del ejército blanco, tras el fin de la 1ª Guerra Mundial, para tratar de evitar la expansión de la experiencia revolucionaria a sus propias metrópolis. Guerra tras la cual la URSS recuperó Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania, Transcaucásica y Ucrania. Las elecciones de la Asamblea Constituyente arrojan los siguientes resultados:
Resultado que pone de manifiesto que, en Rusia, en noviembre de 1917, no estaban dadas las condiciones subjetivas en el pueblo ruso para que el proletariado tomara el poder político, la aceptación de las propuestas comunistas por parte del pueblo ruso no alcanzaba el 25 %. La Asamblea Constituyente de todas las Rusias se reunió a lo largo de 12 horas, desde las 4 de la tarde del 18 de enero hasta las 4 de la mañana del 19 de enero de 1918, cuando fue disuelta por el Gobierno bolchevique. En febrero de 1918 se aprobó la ley territorial por la que el estado se convertía en el propietario de toda la tierra salvo la de aquellos campesinos que no contrataban mano de obra.
En 1925 Stalin, en el
Informe Político del XIV Congreso del PCUS, indica las mejoras en las condiciones materiales de existencia del proletariado en la URSS como sigue:
Stalin en Obras completas, tono VII, página 114 escribió:4 Las clases, su actividad, su correlaciónEl desarrollo de la economía nacional del país ha llevado al mejoramiento de la situación material, en primer término, de la clase obrera. Ya ha quedado muy atrás la época en que los obreros se iban desclasando. La clase obrera va restableciéndose y aumentando a un ritmo rápido. He aquí unas cifras: para el 1 de abril de 1924 -si contamos los obreros de toda la industria, incluida la pequeña, si contamos los temporeros y los obreros agrícolas- teníamos, según datos del Comisariado del Pueblo de Trabajo, 5.500.000 obreros, de los cuales 1.000.000 eran braceros y 760.000 carecían de trabajo. El 1 de octubre de 1925, el número de obreros pasaba de los 7.000.000, figurando entre ellos 1.200.000 braceros y 715.000 parados. EL crecimiento de la clase obrera es indudable.
En abril de 1925, el salario mensual medio de un obrero era en toda la industria de 35 rublos chervonni, o sea, el 62% del salario de anteguerra. En septiembre de 1925 era de 50 rublos, o sea, el 88’5% del salario de anteguerra. Algunas ramas de la industria han sobrepasado el nivel de preguerra. En abril de 1925, el salario real medio de un obrero, expresado en rublos mercantiles, era de 0’88 rublos diarios, y en septiembre de 1925, de 1’21 rublos. En abril de 1924, la producción media por jornada de trabajo de un obrero, calculada en rublos de anteguerra, era, en toda la industria, de 4’18, y en 1925, de 6’14, es decir, el 85% del nivel de anteguerra.
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En la URSS, en 1925, la clase obrera constituía aproximadamente el 5 % de la población soviética, el paro entre sus miembros ascendía a algo más del 10 %. Por lo que es de suponer que en 1917 el proletariado fuera una minoría todavía más exigua.
Saludos.