Más de 50.000 subsaharianos esperan en Marruecos para cruzar a España
http://www.elmundo.es/espana/2018/07/27/5b5a07b7ca474158728b4596.html
El Mundo, 27 de julio de 2018
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El Mundo, 27 de julio de 2018
Las cifras asustan. Los expertos saben que el norte de África se ha convertido en una olla a presión que acumula más y más inmigrantes dispuestos a todo para cruzar el estrecho y llegar a Europa. Así, según explicaron a este periódico fuentes policiales, las estimaciones apuntan a que son cerca de 50.000 los subsaharianos que están agolpados ya al norte de Marruecos dispuestos a cruzar el Estrecho.
Estas fuentes apuntan que la situación actual está siendo de las más críticas de la década en esa zona de paso. Hacen una comparación con la gran crisis de los cayucos, donde se producían las llegadas por miles a la zona de Canarias.
Estas fuentes explican que los inmigrantes llegan por todas las vías hacia Marruecos, cruzan tras pagar a las mafias toda la zona del Sahel y logran sortear los controles fronterizos que Marruecos tiene en su frontera sur, unos controles con mínima eficacia debido a la realidad física.
Los especialistas detectan que la llegada por esa vía está siendo cada vez más numerosa y más violenta, que la bolsa de 50.000 sigue creciendo, y que las mafias están amplificando y manipulando los mensajes de que España es "su paraíso". Recuerdan como el Gobierno ha decidido anunciar la reposición de la sanidad universal y la inminente retirada de las concertinas en las vallas de la frontera sur de Europa. Alertan de que las llegadas pueden ser cada vez más numerosas y violentas, avalanchas de difícil contención.
Estas fuentes enmarcan en esta nueva situación el salto de la valla de Ceuta que se produjo la pasada madrugada. Este nuevo asalto, en el que participaron más de 600 inmigrantes, ha sido el más violento que se recuerda, según apuntan desde la Guardia Civil. Los asaltantes no sólo venían preparados con medios para sortear las concertinas, sino también para hacer frente a la actuación policial. Utilizaron cal viva contra los agentes que custodiaban la frontera. Veintidós de ellos resultaron heridos, cuatro con quemaduras importantes.
La Delegación del Gobierno ha cifrado en 602 los inmigrantes que lograron entrar en Ceuta y, según la Cruz Roja, 132 necesitaron también asistencia sanitaria, 11 de los cuales fueron trasladados al Hospital Universitario. Desde la Guardia Civil se destaca la gran violencia empleada por los inmigrantes en este nuevo asalto masivo en el que han usado, además de cizallas, palos y objetos cortantes, cal viva.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia en un comunicado que los inmigrantes "han rociado con cal viva, excrementos y orín" a los agentes y que 22 han sido atendidos por "quemaduras químicas, ojos inflamados, contusiones y trastornos respiratorios".
Esta asociación señala que ya advirtieron de que el anuncio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de la retirada de las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla "iba a traer problemas de seguridad" sin que se pusieran en marcha medidas adicionales como un aumento de la plantilla y más material antidisturbios y de autoprotección.
"Desde AEGC le preguntamos al Gobierno ¿dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles? La retirada de las concertinas puede ser una acción humanitaria, pero para llevarla a cabo en primer lugar hay que tener un plan B de seguridad para esta zona caliente de nuestro país como es la frontera de Ceuta y Melilla", sostiene.
La Asociación ha manifestado que los agentes están "cansados de la improvisación con la que se actúa" en este asunto, al tiempo que ha advertido al Ministerio del Interior de que este problema "se agravará" si con la retirada de las concertinas no llegan más guardias civiles y más material antidisturbios y de autoprotección.
Son muchas las voces desde la Guardia Civil que reclaman una mayor defensa pública de su actuación en la frontera por parte de los responsables del Gobierno en general y del Ministerio del Interior en particular. Desde Marruecos, mandos de la seguridad han hecho llegar a España, a través de los organismos de coordinación, su malestar ante la decisión de retirar las concertinas al entender que es una medida disuasoria que estaba teniendo efectividad.
Según la Cruz Roja, de los 11 inmigrantes trasladados al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario, siete han sido por cortes importantes, tres por fracturas óseas y uno por luxación. El salto masivo de este jueves se produjo hacia las siete de la mañana y la Cruz Roja puso en marcha un dispositivo con todas sus ambulancias, dos vehículos de coordinación y dos de transporte asistido, así como 50 voluntarios, entre conductores, técnicos en emergencia, socorristas y enfermeros. El salto tuvo lugar en la zona fronteriza próxima a la conocida como Finca Berrocal, donde los inmigrantes tienen una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a zonas ciegas donde las cámaras no pueden detectarlos. Hacía meses que no se producía un asalto masivo por el perímetro fronterizo. La vía principal desde Marruecos estaba siendo marítima. Los inmigrantes se dirigieron al Centro de Estancia Temporal, que ya está a más del doble de su capacidad.
Estas fuentes apuntan que la situación actual está siendo de las más críticas de la década en esa zona de paso. Hacen una comparación con la gran crisis de los cayucos, donde se producían las llegadas por miles a la zona de Canarias.
Estas fuentes explican que los inmigrantes llegan por todas las vías hacia Marruecos, cruzan tras pagar a las mafias toda la zona del Sahel y logran sortear los controles fronterizos que Marruecos tiene en su frontera sur, unos controles con mínima eficacia debido a la realidad física.
Los especialistas detectan que la llegada por esa vía está siendo cada vez más numerosa y más violenta, que la bolsa de 50.000 sigue creciendo, y que las mafias están amplificando y manipulando los mensajes de que España es "su paraíso". Recuerdan como el Gobierno ha decidido anunciar la reposición de la sanidad universal y la inminente retirada de las concertinas en las vallas de la frontera sur de Europa. Alertan de que las llegadas pueden ser cada vez más numerosas y violentas, avalanchas de difícil contención.
Estas fuentes enmarcan en esta nueva situación el salto de la valla de Ceuta que se produjo la pasada madrugada. Este nuevo asalto, en el que participaron más de 600 inmigrantes, ha sido el más violento que se recuerda, según apuntan desde la Guardia Civil. Los asaltantes no sólo venían preparados con medios para sortear las concertinas, sino también para hacer frente a la actuación policial. Utilizaron cal viva contra los agentes que custodiaban la frontera. Veintidós de ellos resultaron heridos, cuatro con quemaduras importantes.
La Delegación del Gobierno ha cifrado en 602 los inmigrantes que lograron entrar en Ceuta y, según la Cruz Roja, 132 necesitaron también asistencia sanitaria, 11 de los cuales fueron trasladados al Hospital Universitario. Desde la Guardia Civil se destaca la gran violencia empleada por los inmigrantes en este nuevo asalto masivo en el que han usado, además de cizallas, palos y objetos cortantes, cal viva.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia en un comunicado que los inmigrantes "han rociado con cal viva, excrementos y orín" a los agentes y que 22 han sido atendidos por "quemaduras químicas, ojos inflamados, contusiones y trastornos respiratorios".
Esta asociación señala que ya advirtieron de que el anuncio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de la retirada de las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla "iba a traer problemas de seguridad" sin que se pusieran en marcha medidas adicionales como un aumento de la plantilla y más material antidisturbios y de autoprotección.
"Desde AEGC le preguntamos al Gobierno ¿dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles? La retirada de las concertinas puede ser una acción humanitaria, pero para llevarla a cabo en primer lugar hay que tener un plan B de seguridad para esta zona caliente de nuestro país como es la frontera de Ceuta y Melilla", sostiene.
La Asociación ha manifestado que los agentes están "cansados de la improvisación con la que se actúa" en este asunto, al tiempo que ha advertido al Ministerio del Interior de que este problema "se agravará" si con la retirada de las concertinas no llegan más guardias civiles y más material antidisturbios y de autoprotección.
Son muchas las voces desde la Guardia Civil que reclaman una mayor defensa pública de su actuación en la frontera por parte de los responsables del Gobierno en general y del Ministerio del Interior en particular. Desde Marruecos, mandos de la seguridad han hecho llegar a España, a través de los organismos de coordinación, su malestar ante la decisión de retirar las concertinas al entender que es una medida disuasoria que estaba teniendo efectividad.
Según la Cruz Roja, de los 11 inmigrantes trasladados al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario, siete han sido por cortes importantes, tres por fracturas óseas y uno por luxación. El salto masivo de este jueves se produjo hacia las siete de la mañana y la Cruz Roja puso en marcha un dispositivo con todas sus ambulancias, dos vehículos de coordinación y dos de transporte asistido, así como 50 voluntarios, entre conductores, técnicos en emergencia, socorristas y enfermeros. El salto tuvo lugar en la zona fronteriza próxima a la conocida como Finca Berrocal, donde los inmigrantes tienen una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a zonas ciegas donde las cámaras no pueden detectarlos. Hacía meses que no se producía un asalto masivo por el perímetro fronterizo. La vía principal desde Marruecos estaba siendo marítima. Los inmigrantes se dirigieron al Centro de Estancia Temporal, que ya está a más del doble de su capacidad.