El origen del mito de la conspiración judía (Sí, se originó como mito)
Fuente: el mito de la conspiración judía de Norman Cohn
Cierto día durante los tiempos de la Revolución Francesa, el buen abate Agustín Barruel se reunió con John Robison, el cual le comentó que estaba escribiendo un libro titulado " Proofs of a Conspiracy against all the Religions and Governments of Europe". A Barruel le gustó esa idea, por lo que decidió "robarla" y escribir un libro propio y, de ser posible, publicarlo antes que Robinson, lo cual logró y tuvo un éxito enorme. En este libro titulado "Memorias para servir a una historia del jacobinismo", Barruel argumenta que la Revolución Francesa fue provocada por la acción conjunta de la Orden medieval de los Templarios (actuando como sociedad secreta antimonárquica, contraria al papa etc), los masones y los Iluminados de Baviera. Pero, por supuesto, son puras supercherías: Los templarios existieron solo hasta el siglo XIV y no hay pruebas de que hayan actuado en la Revolución Francesa, los Iluminados de Baviera se disolvieron en 1786 y el papel de los masones (en parte "rivales" de los Iluminados) fue tremendamente exagerado. Es cierto que los masones compartían la preocupación por la reforma humanitaria que se suele relacionar con la Ilustración: por ejemplo, contribuyeron a la abolición de la tortura judicial y de los juicios por brujería, y a mejorar las escuelas. Pero por otra parte, casi todos los masones eran católicos y monárquicos; de hecho, el rey Luis XVI y sus hermanos (Carlos X, por ejemplo) eran todos ellos masones; mientras que durante el Terror, los masones murieron a centenares (ponte tú, el mismo Luis XVI y Luis XVII) y se persiguió a su organización, el Gran Oriente.
En 1806, un tal J. B. Simonini (el cual no se sabe nada más y tampoco Barruel pudo contactarse con él aunque lo intentó) envió una carta a nuestro abate en el cual elogia su trabajo, pero estima conveniente precisar un matiz: se ha olvidado de la secta más peligrosa de todas: los judíos. Simonini explica que n día, conoció a unos judíos a los cuales les dijo, falsamente, que él tambien era judío. Al oir esto, ellos reaccionaron ofreciendole beneficios: "hazte masón y te haremos general" (Simonini petenecía al ejército), le contaron secretos como que la masonería y los iluminatis estaban fundados por judíos (falso también (el fundador de los Iluminados, Adam Weishaupt, ciertamente era de origen judío, pero se convirtió al cristianismo y ese tiempo ser judío era una cuestión religiosa), y lo más importante para nosotros: que los judíos provocaron la Revolución Francesa (junto con los masones, pero en la época de la carta de Simonini muchas logias seguían sintiendo renuencia a aceptar miembros judíos) Evidentemente, Simonini jamás existió. La carta se pudo haber escrito en el contexto del "Gran Sanedrín" reunión convocada por Napoleón, (para LIQUIDAR el sistema de préstamos el cual controlaban los judós, pues como todos sabemos, el mundo cristiano los obligó a trabajar en estas cosas (estaban sujetos a restricciones legales, de hecho) y como el préstamo de dinero estaba prohibido a los cristianos, pues ellos acapararon todo el espacio.) con fines, evidentemente, políticos, pero Joseph Fouché y la policía francesa, pudo haberla falsificado para influir en Napoleón contra los judíos, pues se pensaba que que él era una suerte de anticristo, útil a los judíos: El periódico L’Ambigú, de los emigres franceses de Londres, comentaba: «¿Es que espera convertir a estos hijos de Jacob en una legión de tiranicidas? ... El tiempo lo revelará. No podemos hacer más que observar cómo este Anticristo combate los decretos eternos de Dios; ése debe ser el último acto de diabólica existencia». En Moscú, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa escribía: «Hoy se propone reunir a los judíos, a los que la ira de Dios había desperdigado por lafaz de la Tierra, exhortarlos a que destruyan la Iglesia de Cristo y a que proclamen a un falso Mesías en su persona» 5. La carta de Simonini, con su mención del Anticristo y su tono profètico, encajaba perfectamente en un ambiente así. Barruel, naturalmente, la hizo distribuir por círculos influyentes de Francia, con el obje tivo expreso «de impedir el efecto que podría producir el “ Sanedrín”» Y de hecho, más adelante, siguió desarrolando el mito y hablaba de un Gran Maestre que dirigía la conspración , cosa que se puede asimilar al rey judío que dominaría el mundo, según Los Protocolos.
No sé si una carta de un anónimo que dice que tantas afirmaciones carentes de fundamentación y sentido común (que los judíos, que quizá quienes eran, te revelen secretos es algo que pasa todos los días o no?) sea una buena fuente, pero eso sí, unida al trabajo de Barruel, el cual publicó la carta a su tiempo, formaron la médula, el origen de lo que hoy es el mito de la Conspiración Judía. Es la primera vez que se les cita unidos a los masones, como revolucionarios, como liberales, como cualquier cosa que moleste a los "conservadores".
Obviamente, el mito no surgió de la nada, sino que tiene su base en el antijudaismo religioso medieval. Desde la competición religiosa de la iglesia y la Sinagoga en los siglo II y IV (y los cristianos satanizando a los judíos)y la marginalización judía en la sociedad medieval, que los volvió seres extraño a los ojos europeos. La crisis del mundo tradicional que provocó la Revolución Francesa fue tierra fertil para que creciera este mito con resultados tan nefastos, y con el cual los antisemitas miran e interpretan el mundo.