El Comunismo de Marx como una Asociación de Individuos Libres: Una Revisión
Texto de Seongjin Jeong
Publicado en 2017 por Marxismo crítico
Traducción: Cristián Peña Madrid del Núcleo de Estudios Marxistas de la Universidad de Chile
►en el Foro en varios mensajes
La idea de comunismo desarrollada por Marx es usualmente considerada como la erradicación de la propiedad privada y la creación de una economía planificada o estatización[1][2][3]. Sin embargo, en gran parte de su vida, Marx describió a la sociedad comunista como una asociación de individuos libres (en adelante, AIL). Pese a ello, los discursos que se refieren al comunismo rara vez han puesto atención a los aspectos de esta idea de AIL desarrollada por Marx. En efecto, la edición japonesa de las obras completas de Marx y Engels (Marx-Engels-Werke) traduce el concepto marxiano de asociación en más de veinte diferentes palabras[4]. Estudiando los textos de Marx que se refieren a la futura sociedad y basándome en trabajos recientes realizados en Japón sobre el concepto de AIL en Marx[5], me centraré en tres aspectos del comunismo tal como fueron desarrollados por Marx, a saber, libertad, individualidad y asociación. A su vez, pondré énfasis en la naturaleza concreta y no-utópica de la AIL, mostrando que los brotes de esta idea ya emergen desde el mismo modo de producción capitalista. Finalmente, sostendré que reducir la AIL de Marx a una suerte de modelo planificado del cálculo del tiempo de trabajo (labor-time calculation planning model) contradice la idea original de la AIL en tanto en cuanto un modelo abierto (open-model), uno que avanza hacia la abolición del trabajo en el comunismo desarrollado.
El Comunismo de Marx como una Asociación de Individuos Libres —AIL—
Libertad
A menudo se cree que la idea de comunismo desarrollada por Marx atenta contra la libertad. No obstante, en la Ideología Alemana, en El Manifiesto del Partido Comunista y en el volumen 1 de El Capital, Marx y Engels escriben: “la sociedad comunista, la única sociedad en la cual el libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”[6]; “En lugar de la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clases, deberíamos tener una asociación, en la cual el libre desarrollo de cada uno es la condición para el libro desarrollo de todos”[7]; “una alta forma de sociedad, una sociedad en la cual el completo y libre desarrollo de todas las formas individuales constituye la regla general.”[8]
Libertad entendida bajo el prisma del comunismo marxiano, quiere decir emancipación de toda opresión y explotación ejercida por las clases dominantes, así como también, la auto-realización de los seres humanos en tanto en cuanto seres-genéricos. A su vez, Marx definió el comunismo como la transición desde el reino de la necesidad al reino de la libertad, argumentando por la expansión del tiempo libre, el acortamiento del tiempo de trabajo y el desarrollo de las fuerzas productivas como sus prerrequisitos.
“El reino de la libertad comienza realmente sólo donde acaba el trabajo determinado por la necesidad y la conveniencia externa; (el reino de la libertad) descansa, en virtud de su propia naturaleza, más allá de la esfera de la producción material propiamente tal. Tal como el salvaje debe luchar con la naturaleza para satisfacer sus necesidades, así mismo el hombre civilizado debe hacerlo para mantener y reproducir su vida, y lo debe hacer en todas las formas de sociedad y bajo todos los modos de producción posibles. Este reino de la necesidad natural se expande con el desarrollo (del ser humano), porque sus necesidades así lo hacen también; (…) El verdadero reino de la libertad – el desarrollo de las potencias humanas como un fin en sí mismo – comienza más allá de esto, aunque sólo puede florecer teniendo como su base este reino de la necesidad. La reducción de la jornada laboral es el prerrequisito básico.”[9]
Mientras que el comunismo de Marx es antitético al capitalismo, no se opone a la idea de libertad que sostiene la democracia burguesa. Por el contrario, para Marx el comunismo radicaliza la idea democrático-burguesa de libertad, llevándola hasta sus límites. Los ideales universales de democracia liberal, cuando son proseguidas a su conclusión lógica, inevitablemente se enfrentan a las características institucionales del capitalismo, tales como la propiedad privada de los medios de producción, la explotación, la represión, etc.[10] Dentro del capitalismo, la libertad (freedom) no puede ser realizada en tanto la libertad (liberty) de un individuo auto-desarrollado y socialmente expresado, sino que se detiene en la frontera de la propiedad activa y los derechos pasivos; la libertad en el capitalismo termina como un individualismo auto-alienado. Por lo tanto, la lucha por la libertad real y efectiva se demuestra inseparable de la lucha por el socialismo en contra del capitalismo. La emancipación política –la más alta forma de emancipación lograble en el capitalismo– sólo constituye una fase inicial del proceso de emancipación humana en su totalidad. En 1844, Marx señaló que los límites de la emancipación política pueden ser superadas en virtud de la realización de la libertad social y de la organización “de todas las condiciones de la existencia humana con la presuposición de la libertad social”.[11] Asimismo, en La Ideología Alemana, Marx y Engels sostienen que “en una comunidad real y efectiva los individuos obtienen su libertad en y a través de sus asociaciones”.[12] Como vemos, el comunismo para Marx constituye la ampliación y la profundización de los principios de libertad y liberalidad, por lo tanto, lejos de ser inconsistente con dichos principios, “Marx fue el primer líder y pensador socialista, que llego a esta idea a través de la lucha por la democracia liberal”.[13]
Individualidad
Marx y Engels afirmaron que el comunismo es “la única sociedad en la cual el genuino y libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”, y que un genuino y libre desarrollo de los individuos requiere tanto de la “necesaria solidaridad del libre desarrollo de todos” o de la “conexión de los individuos”[14], así como también del “carácter universal de la actividad de los individuos”. El comunismo – según Marx – es la asociación construida por las relaciones que establecen los individuos trabajadores en tanto seres humanos libres. Así es como en los Grundrisse Marx afirma que:
“La individualidad libre, basada en el desarrollo universal de los individuos y en su subordinación tanto a lo comunal como a la productividad social en tanto su riqueza social. (…) (en el comunismo) el punto de partida es (…) el individuo social libre. (…) la rica individualidad, la cual es omnímoda tanto en su producción como en su consumo, cuyo trabajo aparece, por lo tanto, ya no más como trabajo, sino como el completo desarrollo de dicha actividad en cuanto tal”[15]
En la sección sobre La Tendencia Histórica de la Acumulación Capitalista del volumen 1 de El Capital, Marx formula la esencia del comunismo como el restablecimiento de la propiedad individual:
“El modo capitalista de apropiación que brota del modo capitalista de producción, produce la propiedad privada capitalista. Esta constituye la primera negación de la propiedad privada individual, en tanto fundada en el trabajo de su propietario. Sin embargo, la producción capitalista engendra –con la inexorabilidad de un proceso natural– su propia negación. Esta es la negación de la negación. No reestablece la propiedad privada, sino que, de hecho, establece la propiedad individual sobre la base de los logros de la era capitalista, a saber: la co-operación y la posesión en común de la tierra y de los medios de producción producidos por el trabajo mismo.” [16]
En este parágrafo, Marx representa a la propiedad de los medios de producción en el comunismo en tanto en cuanto propiedad individual de los trabajadores, y no como propiedad social o estatal. De acuerdo con Marx, el restablecimiento de la propiedad individual mediante la negación de la negación no se limita al consumo individual de bienes, sino que se extiende a los medios de producción. En el comunismo, la propiedad de los medios de producción es la propiedad de los individuos sociales asociados y, de nuevo, no social ni estatal. Así, Marx discute no sólo la propiedad sobre los bienes de consumo individual, sino que también la propiedad de las condiciones de producción.[17]
No obstante, en el Anti-Dühring (1878), Engels interpreta el parágrafo de Marx de la siguiente manera: “por un lado, apropiación social directa, en tanto medios para el mantenimiento y extensión de la producción; por otro lado, apropiación individual directa, en tanto medios de subsistencia y de disfrute. (…) El proletariado se apodera del poder político y convierte los medios de producción – en primera instancia – en propiedad estatal.”[18] Lenin adoptó la interpretación de Engels[19] y estableció la ecuación del comunismo como la propiedad común o estatización de los medios de producción. Sin embargo, el texto de Marx no puede ser leído de esa manera[20], por el contrario, Marx incluso llegó a describir a las relaciones de propiedad en el comunismo temprano no en tanto propiedad del Estado, sino en tanto propiedad común de los productores asociados, o como la propiedad co-operativa de los trabajadores.
Más aún, lo que sugiere Marx con la lógica de la negación de la negación en el parágrafo reproducido más arriba, no es la transición determinista de propiedad social a propiedad privada enajenada de los capitalistas a propiedad de los individuos sociales asociados. De hecho, en los Manuscritos Económicos de 1861-63, Marx escribe:
“Esto es representado en el modo de producción capitalista por el hecho de que el capitalista – el no-trabajador – es el dueño de estas masas sociales de medios de producción. De hecho, el dueño de estos medios de producción nunca representa para con los trabajadores su unificación, su unidad social. Por lo tanto, tan pronto como esta forma contradictoria deja de existir, surgen las condiciones para que los trabajadores posean (besitzen) socialmente estos medios de producción, no en tanto individuos privados. La propiedad capitalista es sólo una expresión contradictoria de su propiedad social –i.e. de su propiedad individual privada– en las condiciones de producción. (…) La propiedad enajenada del capitalista en este trabajo sólo puede ser abolida convirtiendo su propiedad en la propiedad de lo no-individual en su singularidad independiente, por tanto, de la propiedad individual social, asociada.”[21]
En este lugar, Marx enfatiza que no es la propiedad privada capitalista la que se confronta con la propiedad social, sino que la propiedad privada capitalista, a pesar de su forma antagonista, ya manifiesta la propiedad social. De acuerdo con Marx, la negación de la propiedad capitalista revela la verdad de la propiedad social, la cual ya se ha constituido como potencial bajo la forma de la propiedad capitalista.[22] En su crónica sobre la Comuna de París realizada en 1871, dice Marx:
“La comuna intentó abolir la propiedad con carácter de clase, la cual hace del trabajo de muchos la riqueza de unos pocos. Apuntaba hacia la expropiación de los expropiadores. Buscaba hacer de la propiedad individual una verdad transformando los medios de producción, la tierra y el capital –ahora principalmente concebidos como los medios de explotación y esclavización del trabajo– en instrumentos puros del trabajo libre y asociado.”[23]
La propiedad individual mencionada más arriba debería ser entendida como la propiedad de los individuos asociados. En la medida en que los individuos asociados no constituyen otra cosa que la sociedad, la propiedad de los individuos asociados es –al mismo tiempo– propiedad social, o propiedad en tanto propiedad directamente social. Pues bien, para Marx el restablecimiento de la propiedad individual implica no sólo la tenencia de los medios de producción o de los productos, sino que también la creación de los prerrequisitos para el desarrollo de los individuos humanos en tanto seres genéricos.
De la misma manera, también es importante no equiparar propiedad individual con propiedad privada. En la propiedad privada capitalista, los trabajadores individuales son escindidos de las condiciones objetivas del trabajo, las cuales –en cambio– los subsumen. Para Marx, la esencia de la propiedad privada capitalista no es la propiedad individual, sino la separación de los productores directos de las condiciones obejtivas de producción. Por lo tanto, según Marx, la propiedad privada puede ser abolida solamente por la reapropiación social y directa de las condiciones de producción llevada a cabo por una AIL[24]. En otras palabras, los individuos trabajadores expropiados por los capitalistas deben deshacerse de la propiedad privada capitalista con el objetivo de restablecer la propiedad individual comunista y relacionarse entre ellos como individuos libres.[25]
►Fin del mensaje nº 1
Texto de Seongjin Jeong
Publicado en 2017 por Marxismo crítico
Traducción: Cristián Peña Madrid del Núcleo de Estudios Marxistas de la Universidad de Chile
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La idea de comunismo desarrollada por Marx es usualmente considerada como la erradicación de la propiedad privada y la creación de una economía planificada o estatización[1][2][3]. Sin embargo, en gran parte de su vida, Marx describió a la sociedad comunista como una asociación de individuos libres (en adelante, AIL). Pese a ello, los discursos que se refieren al comunismo rara vez han puesto atención a los aspectos de esta idea de AIL desarrollada por Marx. En efecto, la edición japonesa de las obras completas de Marx y Engels (Marx-Engels-Werke) traduce el concepto marxiano de asociación en más de veinte diferentes palabras[4]. Estudiando los textos de Marx que se refieren a la futura sociedad y basándome en trabajos recientes realizados en Japón sobre el concepto de AIL en Marx[5], me centraré en tres aspectos del comunismo tal como fueron desarrollados por Marx, a saber, libertad, individualidad y asociación. A su vez, pondré énfasis en la naturaleza concreta y no-utópica de la AIL, mostrando que los brotes de esta idea ya emergen desde el mismo modo de producción capitalista. Finalmente, sostendré que reducir la AIL de Marx a una suerte de modelo planificado del cálculo del tiempo de trabajo (labor-time calculation planning model) contradice la idea original de la AIL en tanto en cuanto un modelo abierto (open-model), uno que avanza hacia la abolición del trabajo en el comunismo desarrollado.
El Comunismo de Marx como una Asociación de Individuos Libres —AIL—
Libertad
A menudo se cree que la idea de comunismo desarrollada por Marx atenta contra la libertad. No obstante, en la Ideología Alemana, en El Manifiesto del Partido Comunista y en el volumen 1 de El Capital, Marx y Engels escriben: “la sociedad comunista, la única sociedad en la cual el libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”[6]; “En lugar de la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clases, deberíamos tener una asociación, en la cual el libre desarrollo de cada uno es la condición para el libro desarrollo de todos”[7]; “una alta forma de sociedad, una sociedad en la cual el completo y libre desarrollo de todas las formas individuales constituye la regla general.”[8]
Libertad entendida bajo el prisma del comunismo marxiano, quiere decir emancipación de toda opresión y explotación ejercida por las clases dominantes, así como también, la auto-realización de los seres humanos en tanto en cuanto seres-genéricos. A su vez, Marx definió el comunismo como la transición desde el reino de la necesidad al reino de la libertad, argumentando por la expansión del tiempo libre, el acortamiento del tiempo de trabajo y el desarrollo de las fuerzas productivas como sus prerrequisitos.
“El reino de la libertad comienza realmente sólo donde acaba el trabajo determinado por la necesidad y la conveniencia externa; (el reino de la libertad) descansa, en virtud de su propia naturaleza, más allá de la esfera de la producción material propiamente tal. Tal como el salvaje debe luchar con la naturaleza para satisfacer sus necesidades, así mismo el hombre civilizado debe hacerlo para mantener y reproducir su vida, y lo debe hacer en todas las formas de sociedad y bajo todos los modos de producción posibles. Este reino de la necesidad natural se expande con el desarrollo (del ser humano), porque sus necesidades así lo hacen también; (…) El verdadero reino de la libertad – el desarrollo de las potencias humanas como un fin en sí mismo – comienza más allá de esto, aunque sólo puede florecer teniendo como su base este reino de la necesidad. La reducción de la jornada laboral es el prerrequisito básico.”[9]
Mientras que el comunismo de Marx es antitético al capitalismo, no se opone a la idea de libertad que sostiene la democracia burguesa. Por el contrario, para Marx el comunismo radicaliza la idea democrático-burguesa de libertad, llevándola hasta sus límites. Los ideales universales de democracia liberal, cuando son proseguidas a su conclusión lógica, inevitablemente se enfrentan a las características institucionales del capitalismo, tales como la propiedad privada de los medios de producción, la explotación, la represión, etc.[10] Dentro del capitalismo, la libertad (freedom) no puede ser realizada en tanto la libertad (liberty) de un individuo auto-desarrollado y socialmente expresado, sino que se detiene en la frontera de la propiedad activa y los derechos pasivos; la libertad en el capitalismo termina como un individualismo auto-alienado. Por lo tanto, la lucha por la libertad real y efectiva se demuestra inseparable de la lucha por el socialismo en contra del capitalismo. La emancipación política –la más alta forma de emancipación lograble en el capitalismo– sólo constituye una fase inicial del proceso de emancipación humana en su totalidad. En 1844, Marx señaló que los límites de la emancipación política pueden ser superadas en virtud de la realización de la libertad social y de la organización “de todas las condiciones de la existencia humana con la presuposición de la libertad social”.[11] Asimismo, en La Ideología Alemana, Marx y Engels sostienen que “en una comunidad real y efectiva los individuos obtienen su libertad en y a través de sus asociaciones”.[12] Como vemos, el comunismo para Marx constituye la ampliación y la profundización de los principios de libertad y liberalidad, por lo tanto, lejos de ser inconsistente con dichos principios, “Marx fue el primer líder y pensador socialista, que llego a esta idea a través de la lucha por la democracia liberal”.[13]
Individualidad
Marx y Engels afirmaron que el comunismo es “la única sociedad en la cual el genuino y libre desarrollo de los individuos deja de ser una mera frase”, y que un genuino y libre desarrollo de los individuos requiere tanto de la “necesaria solidaridad del libre desarrollo de todos” o de la “conexión de los individuos”[14], así como también del “carácter universal de la actividad de los individuos”. El comunismo – según Marx – es la asociación construida por las relaciones que establecen los individuos trabajadores en tanto seres humanos libres. Así es como en los Grundrisse Marx afirma que:
“La individualidad libre, basada en el desarrollo universal de los individuos y en su subordinación tanto a lo comunal como a la productividad social en tanto su riqueza social. (…) (en el comunismo) el punto de partida es (…) el individuo social libre. (…) la rica individualidad, la cual es omnímoda tanto en su producción como en su consumo, cuyo trabajo aparece, por lo tanto, ya no más como trabajo, sino como el completo desarrollo de dicha actividad en cuanto tal”[15]
En la sección sobre La Tendencia Histórica de la Acumulación Capitalista del volumen 1 de El Capital, Marx formula la esencia del comunismo como el restablecimiento de la propiedad individual:
“El modo capitalista de apropiación que brota del modo capitalista de producción, produce la propiedad privada capitalista. Esta constituye la primera negación de la propiedad privada individual, en tanto fundada en el trabajo de su propietario. Sin embargo, la producción capitalista engendra –con la inexorabilidad de un proceso natural– su propia negación. Esta es la negación de la negación. No reestablece la propiedad privada, sino que, de hecho, establece la propiedad individual sobre la base de los logros de la era capitalista, a saber: la co-operación y la posesión en común de la tierra y de los medios de producción producidos por el trabajo mismo.” [16]
En este parágrafo, Marx representa a la propiedad de los medios de producción en el comunismo en tanto en cuanto propiedad individual de los trabajadores, y no como propiedad social o estatal. De acuerdo con Marx, el restablecimiento de la propiedad individual mediante la negación de la negación no se limita al consumo individual de bienes, sino que se extiende a los medios de producción. En el comunismo, la propiedad de los medios de producción es la propiedad de los individuos sociales asociados y, de nuevo, no social ni estatal. Así, Marx discute no sólo la propiedad sobre los bienes de consumo individual, sino que también la propiedad de las condiciones de producción.[17]
No obstante, en el Anti-Dühring (1878), Engels interpreta el parágrafo de Marx de la siguiente manera: “por un lado, apropiación social directa, en tanto medios para el mantenimiento y extensión de la producción; por otro lado, apropiación individual directa, en tanto medios de subsistencia y de disfrute. (…) El proletariado se apodera del poder político y convierte los medios de producción – en primera instancia – en propiedad estatal.”[18] Lenin adoptó la interpretación de Engels[19] y estableció la ecuación del comunismo como la propiedad común o estatización de los medios de producción. Sin embargo, el texto de Marx no puede ser leído de esa manera[20], por el contrario, Marx incluso llegó a describir a las relaciones de propiedad en el comunismo temprano no en tanto propiedad del Estado, sino en tanto propiedad común de los productores asociados, o como la propiedad co-operativa de los trabajadores.
Más aún, lo que sugiere Marx con la lógica de la negación de la negación en el parágrafo reproducido más arriba, no es la transición determinista de propiedad social a propiedad privada enajenada de los capitalistas a propiedad de los individuos sociales asociados. De hecho, en los Manuscritos Económicos de 1861-63, Marx escribe:
“Esto es representado en el modo de producción capitalista por el hecho de que el capitalista – el no-trabajador – es el dueño de estas masas sociales de medios de producción. De hecho, el dueño de estos medios de producción nunca representa para con los trabajadores su unificación, su unidad social. Por lo tanto, tan pronto como esta forma contradictoria deja de existir, surgen las condiciones para que los trabajadores posean (besitzen) socialmente estos medios de producción, no en tanto individuos privados. La propiedad capitalista es sólo una expresión contradictoria de su propiedad social –i.e. de su propiedad individual privada– en las condiciones de producción. (…) La propiedad enajenada del capitalista en este trabajo sólo puede ser abolida convirtiendo su propiedad en la propiedad de lo no-individual en su singularidad independiente, por tanto, de la propiedad individual social, asociada.”[21]
En este lugar, Marx enfatiza que no es la propiedad privada capitalista la que se confronta con la propiedad social, sino que la propiedad privada capitalista, a pesar de su forma antagonista, ya manifiesta la propiedad social. De acuerdo con Marx, la negación de la propiedad capitalista revela la verdad de la propiedad social, la cual ya se ha constituido como potencial bajo la forma de la propiedad capitalista.[22] En su crónica sobre la Comuna de París realizada en 1871, dice Marx:
“La comuna intentó abolir la propiedad con carácter de clase, la cual hace del trabajo de muchos la riqueza de unos pocos. Apuntaba hacia la expropiación de los expropiadores. Buscaba hacer de la propiedad individual una verdad transformando los medios de producción, la tierra y el capital –ahora principalmente concebidos como los medios de explotación y esclavización del trabajo– en instrumentos puros del trabajo libre y asociado.”[23]
La propiedad individual mencionada más arriba debería ser entendida como la propiedad de los individuos asociados. En la medida en que los individuos asociados no constituyen otra cosa que la sociedad, la propiedad de los individuos asociados es –al mismo tiempo– propiedad social, o propiedad en tanto propiedad directamente social. Pues bien, para Marx el restablecimiento de la propiedad individual implica no sólo la tenencia de los medios de producción o de los productos, sino que también la creación de los prerrequisitos para el desarrollo de los individuos humanos en tanto seres genéricos.
De la misma manera, también es importante no equiparar propiedad individual con propiedad privada. En la propiedad privada capitalista, los trabajadores individuales son escindidos de las condiciones objetivas del trabajo, las cuales –en cambio– los subsumen. Para Marx, la esencia de la propiedad privada capitalista no es la propiedad individual, sino la separación de los productores directos de las condiciones obejtivas de producción. Por lo tanto, según Marx, la propiedad privada puede ser abolida solamente por la reapropiación social y directa de las condiciones de producción llevada a cabo por una AIL[24]. En otras palabras, los individuos trabajadores expropiados por los capitalistas deben deshacerse de la propiedad privada capitalista con el objetivo de restablecer la propiedad individual comunista y relacionarse entre ellos como individuos libres.[25]
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Última edición por RioLena el Miér Ene 30, 2019 8:12 pm, editado 1 vez