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    Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia

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    Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia Empty Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia

    Mensaje por pablo13 Mar Jul 02, 2019 8:43 pm

    Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia. Por Facundo Martín Quiroga

    Por Facundo Martín Quiroga

    Los campos científico, intelectual, cultural y académico, son el escenario de una disputa de la que el común de la sociedad parece no estar enterada, o bien se alimenta de sus destellos. Se trata de la controversia en torno al género, al feminismo y su influencia doctrinaria. En este artículo sostenemos que el sistema científico y académico nacional se encuentran bajo un asedio neocolonial en donde la punta de lanza globalista es el conglomerado de teorías reduccionistas socioculturales, que se encuentran condicionando de manera creciente la producción intelectual y académica soberana.
    Las presiones a la ciencia en el norte global

    Comencemos con un importante antecedente: el 30 de noviembre de 2018, el Doctor Colin Wright, en la revista Quillette (el artículo traducido al castellano, en el siguiente link: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] publicó una nota titulada “Los nuevos negacionistas de la evolución”. Se trata de una crítica muy sesuda a las teorías de género reduccionistas socioculturales que, aún cuando desde hace muchos años se vienen refutando de manera categórica, reproducen sin cambiar una linea, la teoría que Stephen Pinker denominó de la “tabla rasa”, que indica que los seres humanos llegamos al mundo como una página en blanco, que es completamente formateada por la cultura: ni los millones de años de evolución puramente biológica, ni los complejos acontecimientos intrauterinos, tienen la más mínima influencia en las conductas individuales. Es así como esta teoría le confiere una relevancia casi absoluta a las construcciones culturales, incluso llegando a medios de divulgación como la revista Nature o la National Geographic, que invitaban a abandonar toda definición de la sexualidad que tomase en cuenta a la biología por razones de corrección política y no por razones científicas.

    Se llega de este modo a introducir el reduccionismo culturalista incluso en el ámbito de las ciencias naturales. Esta operatoria da cuenta de la influencia enorme y la capacidad de presión que ejercen los constructos nacidos en escuelas como el psicoanálisis o el posestructuralismo, que constituyen los endebles cimientos de la academia posmoderna francesa y anglosajona: conceptos tales como “el poder” (que -y esto es muy importante- jamás explican; el posmodernismo no aporta ninguna teoría convincente y/u original sobre el poder, sólo lo presupone, reversiona y reacomoda conceptos anteriores de otros autores como hace con Maquiavelo, Marx o Gramsci), el “discurso” (con el embaucador Lacan y su prestidigitación como vanguardia), “el patriarcado” (mezcla confusa de antropología y política -de ésta área proviene dicho concepto, que jamás debería haber salido de allí-, que se confunde con el concepto de división sexual del trabajo a niveles escandalosos), la “heteronorma” (otra invención simplificadora: no existe como mandato; emperadores y figuras de la historia política básica fueron homosexuales, lo que jamás les prohibió arribar al poder ni expandir sus dominios), se han popularizado de semejante forma que ya en el mundo académico suena a monstruosa herejía -no utilizamos este término por casualidad- criticar su lógica y su rigor.


    Wright denuncia justamente la forma imprudente en la que estos conceptos son aplicados y reproducidos, al punto tal que investigaciones del campo mismo de las ciencias naturales e incluso las exactas, se ven contaminados por su presencia, y determinadas orientaciones investigativas con sus figuras científicas (como por ejemplo las investigaciones en torno al dimorfismo sexual y los factores prenatales) se ven silenciadas o se les quita presencia, o se les ridiculiza, lo que lo lleva a concluir que lo políticamente correcto condiciona de manera creciente el desarrollo independiente del campo científico. Ya son numerosos los ejemplos en todo el mundo de censura a académicos que siquiera osen señalar la importancia de las diferencias biológicas, incluso siendo ellas de un peso innegable al hablar de condicionantes sexuales en el desarrollo de, por ejemplo, enfermedades y tratamientos para combatirlas. El fundamentalismo de creer que los seres humanos somos exactamente iguales en cuanto a la conducta sexual y que las diferencias biológicas no tienen ningún peso ni en la contextura neurológica ni en la psicológica, ejerce una presión tan pero tan grande que científicos independientes ya están desarrollando canales de socialización alternativos que les garanticen que no serán perseguidos por el lobby posmoderno.

    La imposición de una sola mirada en la academia y la ciencia locales. En cuanto a ciencia y academia se refiere, veamos algunos casos que confirman la llegada y reproducción de las teorías de género:

    El CONICET, en lo que constituye su área de Ciencias Sociales (esto pasando por alto la discusión de si es necesaria o no la integración de este campo de estudios a dicho organismo) se estructura una ciencia dependiente cada vez más de los paradigmas de género; poco y nada se admite del hecho de que ni un sólo investigador que adscriba a estas tendencias haya sido desplazado ni negado en la continuidad de sus trabajos, siempre y cuando se traten de esta área y en términos apologéticos.

    Tan es así que se ha elegido a un ferviente impulsor de las teorías de género y compromiso con la legalización del aborto en la Dirección de dicho organismo: El Doctor Mario Pecheny (compromiso comprobado también desde lo institucional y económico, tal como señala esta nota de El Disenso [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Interesante doble discurso de la militancia de género, que aduce vaciamiento, desfinanciamiento, y demás perjuicios, cuando en realidad lo que está ocurriendo es que el relato de género se solidifica y radicaliza cada vez más dentro de los claustros universitarios y las instituciones públicas de la ciencia.
    Otro ejemplo del campo académico es el reciente lanzamiento de la Diplomatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (cuya Decana es ni más ni menos que Graciela Morgade, una de las máximas autoridades en tema género) en Educación Sexual Integral (http://novedades.filo.uba.ar/novedades/diplomatura-de-extensi%C3%B3n-en-educaci%C3%B3n-sexual-integral-esi-inscripci%C3%B3n-2019), que casi de inmediato rebalsó de inscriptos. Analizando el plan de estudios, es total su adscripción a las teorías de género, y no precisamente desde una mirada moderada.

    El 20 de abril del año pasado se abrió una Subsecretaría de Políticas de Género dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Recordemos que uno de los organismos de investigación en Ciencias Sociales más importantes del país es el Instituto Gino Germani, dependiente de dicha casa de estudios. Es muy escueta la información que se da de sus funciones, sólo que “la Subsecretaria viene a funcionar como un engarce entre los grupos de trabajo preexistentes en torno a feminismos, géneros y diversidad sexual y una mayor institucionalización”, según cuenta su Decana Carolina Mera (https://www.pagina12.com.ar/110932-crean-subsecretaria-de-genero-en-fsoc).


    Estos son sólo algunos ejemplos ilustrativos de un operar que se está expandiendo desde hace ya algunos años en las Universidades Nacionales: creación de instituciones a su interior, financiamientos que no se explican (el Doctor en intolerancia Daniel Jones me bloqueó al ser interpelado respecto del mismo y la función de dicha Subsecretaría, más su apoyo a las políticas progresistas impulsadas por Soros), perspectivas que no dialogan de forma interdisciplinaria, autores que se citan entre ellos… esto ha dado pie a investigaciones muy legitimadas institucionalmente que llegan a posicionarse desde una mirada “de género” para con campos como las neurociencias (las barbaridades dichas por investigadoras tendenciosas como Lucía Ciccia o Mercedes D’Alessandro no tendrían cabida en ninguna institución científica competente de sus áreas) o las ingenierías. Y cada vez que uno lee los abstracts o algunos papers se da cuenta de que lo que justamente no hay en esos trabajos son, precisamente, neurociencias o ingenierías… ¡pero se publican como trabajos de dichas disciplinas!
    El lobby de género en medios progresistas, con rockstars incluidas
    Existe también una creciente articulación entre cátedras de género en Universidades Nacionales y producciones mediáticas con dicha perspectiva. Por ejemplo, el programa “TODES”, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, o “Caja de Herramientas”, de la Universidad Nacional de General Sarmiento.

    Siendo breves, y sin intentar cansar a los lectores, la cantidad de lugares comunes torpes e injustificables, pero fácilmente reproducibles y asimilables sobre todo por los adolescentes y jóvenes, que figuran en dichos programas, es enorme: el idioma por entero es machista, el patriarcado es la dominación de todos los hombres heterosexuales sobre las mujeres, la biología tiene prácticamente nula influencia en las decisiones de los sujetos sobre su conducta sexual, existen tantas identidades de género como personas en el mundo, la violación y la violencia hacia las mujeres son pura consecuencia de ese sistema omnipresente, la “cisheteronorma” es un mandato producto de las relaciones de poder masculinas, a las mujeres se les paga un salario menor por el mismo trabajo, la violencia de género es sólo del varón hacia la mujer, todo deseo sexual es pura y exclusivamente una construcción social… en fin, la lista podría extenderse casi infinitamente.

    Lo injustificable, lo infame, es que estos contenidos son producto de Universidades, de casas de estudios en donde debería haber una problematización acorde al nivel de las mismas; todos estos lugares comunes son continuamente puestos en cuestión no por el sentido común, sino por pares, por intelectuales y científicos que no encuentran eco en los claustros, y mucho menos en los medios. Uno de los fines más importantes de todo esto es construir un sentido común en donde toda plataforma material y biológica que una al ser humano con algo que lo supera, sea descartada, que las infinitas posibilidades de autopercibirse y autotransformarse puedan convertirse en un derecho, desligando al sujeto, atomizado, frágil, de sus marcas identitarias, infinitos yoes en constante indefinición, que puedan ingresar en el mundo del capital global, bajo el engaño de una revolución inexistente.
    Es de notar cómo, al compás de la construcción y reproducción de estos programas, numerosas Universidades invitan a grandes referentes de las teorías de género a charlas, conferencias, agitaciones varias. Sin pretender movilizar al tedio, invitamos a los lectores a que busquen en las redes las charlas que ofrecieron Beatriz (Paul) Preciado, María Galindo, Rita Segato y, sobre todo, Judith Butler, además de leer algunos de sus textos claves. Un “extraño” hilo conductor mueve sus discursos en dichas conferencias: una constante crítica a los estados nacionales, por un lado, y un no menos constante llamado a transnacionalizar el feminismo y las luchas de lo que llaman “disidencias sexuales”. Respecto de lo primero, se logra entrever esta articulación entre el intento de desprestigiar toda cultura nacional sustentada en un estado sólido (términos negativizadores como “criollismo” en Segato y las derivaciones a veces delirantes del análisis del panóptico de Foucault, juegan un papel muy importante en la producción teórica de género) y en cuanto a lo segundo, es de notar la constante alusión a una “marea” que busca generar una causa común que no tenga en cuenta frontera ni construcción de sentido nacional alguna. Interesante similitud con el capitalismo neoliberal globalista y transhumanista, gran prestidigitación manipuladora de consciencias, que moviliza a “les sujetes” a optar por las endebles definiciones de “mujer”, “LGBTIQ” o “disidencias” para luchar contra un simulado orden existente opresivo para con dichas minorías, cuando en realidad lo que se está haciendo justamente es reproducir el orden opresivo real, acabando con la potencialidad movilizadora de, por ejemplo, la argentinidad. Por algo se insiste tanto, pero tanto, en la transformación del lenguaje, en endilgar a una supuesta hispanidad patriarcal hasta la imposición de la estructura y la sintaxis del idioma.

    Algunas figuras intelectuales y mediáticas como Roxana Kreimer (con quien, desde lo político y epistemológico tenemos profundas diferencias, pero su trabajo de divulgación de las críticas a las teorías de género es fundamental), o del campo del pensamiento nacional y popular como Nancy Giampaolo o Romina Rocha, esporádicamente realizan algunos aportes muy iluminadores sobre el discurso de género casi dominante al cien por ciento en todos, todos los medios, oficialistas, opositores, independientes (y peor, ¡en casi todos los medios comunitarios y populares!). Pero estos casos son contados con los dedos de una mano. Sería interesante que la militancia de género logre dar cuenta de cómo el grueso de la sociedad, lejos de adscribir a su radicalismo, se aleja cada vez mas de él. En este sentido, el lobby académico cumple ni más ni menos que el rol de trinchera y fuerza de choque. Claro que con muy jugosos financiamientos e influencia mediática.
    El campo pedagógico en disputa

    En torno a lo que ha sido nuestra experiencia en ESI, realizamos algunas apreciaciones del campo educativo en Formación Docente y talleres para la comunidad, que, en última instancia, es lo que más nos interpela: la perspectiva o enfoque de género es un paquete de estrategias pedagógicas, lecturas sesgadas de la realidad, y conspiranoia feminista validada por mera retórica. No estamos diciendo que no se deba construir ningún conocimiento con dicha perspectiva, el problema es que justamente no se construye, sino que se absorbe, y se busca generar asimilación automática. Gran parte del contenido de la ESI es precisamente administrado con una nula problematización de la rigurosidad de sus categorías, no hay un sólo momento que uno haya protagonizado (habiendo formado parte de un equipo de construcción de dichas dinámicas, y lo enfatizamos lo suficiente: fuimos protagonistas de dicha construcción, hablamos con conocimiento teórico y experiencia práctica) de talleres, o capacitaciones, o reuniones, en donde se hable con contenidos actualizados, con revisión de pares, con autocrítica respecto de la forma de interpelar a estudiantes y familias. Y, nuevamente para peor, cada vez es mayor la incidencia de agrupaciones no docentes en dichos talleres.

    Uno de los principales errores que noto es la confusión entre contextos de explicación y de justificación: inmediatamente uno explica -siempre en pequeños grupos o con algún colega al paso- las importantes diferencias psicológicas y neurológicas entre sexos (por ejemplo: que las mujeres tienen desarrollados mecanismos de apego que condicionan -no determinan- sus elecciones de carrera, algo además profusamente demostrado por trabajos que aún no pueden refutarse de parte de los estudios de género), automáticamente esas explicaciones se perciben o son entendidas como justificaciones del machismo, la violencia, la violación, y un largo etcétera. Son muy comunes no sólo en medios de comunicación escuchar frases como “vos defendés a los violadores”, “vos querés que la mujer se quede en la casa”, o “querés obligar a las mujeres a ser madres”, y demás. La ignorancia que se tiene de autores como Simon Baron-Cohen, Stephen Pinker, Heléna Cronin, David Buss, Robert Trivers, Marta Iglesias Julios, y un enorme etcétera, es absoluta; repito: absoluta. Y cada vez que se los cita, que se los toma como referentes científicos de innegable peso (invitamos nuevamente a los lectores a acercarse a sus ideas, darán cuenta de la enorme importancia de conocerlos), las reacciones de difamación, de agresión, de ataque a la persona, son automáticas, y precisamente en ese automatismo queda plasmada la eficacia del adoctrinamiento. El problema es que el campo académico, el científico y, obviamente, el pedagógico, deberían estar resguardados de dichos deslices.

    La cantidad de grupos que, sin experiencia docente, provenientes de la militancia, se están encargando de realizar talleres de Educación Sexual Integral con “perspectiva de género” en todos los niveles, e incluso sacrificando espacios curriculares como Historia Argentina, es enorme. Ellos aducen que se realizan, nuevamente, por la falta de una política nacional de ESI, lo que es absolutamente falso: El Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) ofrece cursos sobre ESI con dicha perspectiva de una manera profusa en su página, esto sin mencionar la enorme maquinaria de propaganda de la ESI y la diversidad sexual de ciudades como Buenos Aires o Rosario y sus Ministerios de Educación. De hecho, en proporción respecto de todas las demás temáticas, es la de mayor cantidad de capacitaciones del INFoD. La falacia de la militancia feminista salta a la vista al dar cuenta de que ni un sólo curso de capacitación se ofrece en, por ejemplo, enseñanza de Historia Argentina.

    Como decíamos más arriba, analizando las bibliografías de los programas de capacitaciones en ESI, podemos observar que la perspectiva de género es omnipresente, sin presentar un sólo autor o autora de perspectiva crítica, ya sea desde la visión evolutiva o desde la geopolítica, o simplemente desde visiones informadas científicamente que no sean del consenso de género. Eleonor Faur, Laura Fainsod, Graciela Morgade, Rita Segato, por sólo mencionar algunas autoras (todas ellas con una postura fervientemente opositora al gobierno de ocupación macrista, es decir, más doble discurso), son la lectura obligatoria de todos y cada uno de dichos planes. Tanto se habla de interdisciplinariedad… ¿por qué no se puede abordar, por ejemplo, la problemática del aborto como derecho y el globalismo antinatalista tan en auge desde las usinas coloniales? Y no necesariamente podemos remitirnos a autores tildados falsamente de reaccionarios, como los mencionados más arriba; simplemente podemos invitar a los estudiantes a leer las páginas 18, 19 y 20 de Las venas abiertas de América Latina, ya que tan “de izquierda” nos asumimos…

    En abril de este año quien suscribe publicó una nota de crítica a la ESI tal cual está planteada y reproducida hasta el hartazgo (https://kontrainfo.com/una-critica-a-las-teorias-de-genero-que-subyacen-a-la-esi-por-facundo-martin-quiroga/). En ella se desarrollan algunos de los puntos flacos de la ESI a la luz de los descubrimientos en psicología evolucionista, antropología biológica y neurofisiología, sin mención a postura religiosa o moral alguna, mencionando que quien suscribe se asume agnóstico. Se ha socializado a varios sitios de redes sociales de ESI, incluso a autoras como Morgade, Ciccia y demás. Aún no ha habido respuesta alguna.
    Conclusión… dialogar, pero sin dejar de resistir

    En el contexto del desarrollo científico global, se reconoce desde hace tiempo que quien no desarrolle un conocimiento progresivo en las disciplinas conocidas como STEM (Ciencia, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas, por sus siglas en inglés), quedará rezagado en el juego geopolítico. Nos seguimos preguntando si no se percibe como una acción de colonialismo epistemológico el hecho de que tan profusamente se promocionen dentro de los campos abordados en esta nota las teorías de género, el feminismo en todas sus variantes, la teoría queer… Hacemos un llamado a la reflexión y a la autocrítica a quienes se dedican religiosamente a expandir la doctrina de género utilizando las instituciones públicas como cabeza de playa. No estamos en contra de la problematización de las relaciones de opresión, o del posible contenido misógino que puede emerger de las mismas, estamos en contra de la difusión de contenidos sesgados, y también estamos bastante hartos de los mecanismos de defensa ad hominem de parte de la militancia. Los invitamos, vengan, dialoguen, pero para lograr ese diálogo constructivo es necesario dejar de confundir contextos de explicación y justificación, y pensar en la integridad y complementariedad de los saberes, para que, a expensas de las ciencias e ingenierías nacionales y soberanas posibles y potenciales, deje de desarrollarse la única ingeniería que le importa al globalismo: la ingeniería social.

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    Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia Empty Re: Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia

    Mensaje por Dragon Rojo Sáb Jul 20, 2019 7:04 am

    pablo13 escribió:
    Los dueños de la diversidad… y la necesaria resistencia. Por Facundo Martín Quiroga

    Por Facundo Martín Quiroga

    Los campos científico, intelectual, cultural y académico, son el escenario de una disputa de la que el común de la sociedad parece no estar enterada, o bien se alimenta de sus destellos. Se trata de la controversia en torno al género, al feminismo y su influencia doctrinaria. En este artículo sostenemos que el sistema científico y académico nacional se encuentran bajo un asedio neocolonial en donde la punta de lanza globalista es el conglomerado de teorías reduccionistas socioculturales, que se encuentran condicionando de manera creciente la producción intelectual y académica soberana.
    Las presiones a la ciencia en el norte global

    Comencemos con un importante antecedente: el 30 de noviembre de 2018, el Doctor Colin Wright, en la revista Quillette (el artículo traducido al castellano, en el siguiente link: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] publicó una nota titulada “Los nuevos negacionistas de la evolución”. Se trata de una crítica muy sesuda a las teorías de género reduccionistas socioculturales que, aún cuando desde hace muchos años se vienen refutando de manera categórica, reproducen sin cambiar una linea, la teoría que Stephen Pinker denominó de la “tabla rasa”, que indica que los seres humanos llegamos al mundo como una página en blanco, que es completamente formateada por la cultura: ni los millones de años de evolución puramente biológica, ni los complejos acontecimientos intrauterinos, tienen la más mínima influencia en las conductas individuales. Es así como esta teoría le confiere una relevancia casi absoluta a las construcciones culturales, incluso llegando a medios de divulgación como la revista Nature o la National Geographic, que invitaban a abandonar toda definición de la sexualidad que tomase en cuenta a la biología por razones de corrección política y no por razones científicas.

    Se llega de este modo a introducir el reduccionismo culturalista incluso en el ámbito de las ciencias naturales. Esta operatoria da cuenta de la influencia enorme y la capacidad de presión que ejercen los constructos nacidos en escuelas como el psicoanálisis o el posestructuralismo, que constituyen los endebles cimientos de la academia posmoderna francesa y anglosajona: conceptos tales como “el poder” (que -y esto es muy importante- jamás explican; el posmodernismo no aporta ninguna teoría convincente y/u original sobre el poder, sólo lo presupone, reversiona y reacomoda conceptos anteriores de otros autores como hace con Maquiavelo, Marx o Gramsci), el “discurso” (con el embaucador Lacan y su prestidigitación como vanguardia), “el patriarcado” (mezcla confusa de antropología y política -de ésta área proviene dicho concepto, que jamás debería haber salido de allí-, que se confunde con el concepto de división sexual del trabajo a niveles escandalosos), la “heteronorma” (otra invención simplificadora: no existe como mandato; emperadores y figuras de la historia política básica fueron homosexuales, lo que jamás les prohibió arribar al poder ni expandir sus dominios), se han popularizado de semejante forma que ya en el mundo académico suena a monstruosa herejía -no utilizamos este término por casualidad- criticar su lógica y su rigor.


    Wright denuncia justamente la forma imprudente en la que estos conceptos son aplicados y reproducidos, al punto tal que investigaciones del campo mismo de las ciencias naturales e incluso las exactas, se ven contaminados por su presencia, y determinadas orientaciones investigativas con sus figuras científicas (como por ejemplo las investigaciones en torno al dimorfismo sexual y los factores prenatales) se ven silenciadas o se les quita presencia, o se les ridiculiza, lo que lo lleva a concluir que lo políticamente correcto condiciona de manera creciente el desarrollo independiente del campo científico. Ya son numerosos los ejemplos en todo el mundo de censura a académicos que siquiera osen señalar la importancia de las diferencias biológicas, incluso siendo ellas de un peso innegable al hablar de condicionantes sexuales en el desarrollo de, por ejemplo, enfermedades y tratamientos para combatirlas. El fundamentalismo de creer que los seres humanos somos exactamente iguales en cuanto a la conducta sexual y que las diferencias biológicas no tienen ningún peso ni en la contextura neurológica ni en la psicológica, ejerce una presión tan pero tan grande que científicos independientes ya están desarrollando canales de socialización alternativos que les garanticen que no serán perseguidos por el lobby posmoderno.

    La imposición de una sola mirada en la academia y la ciencia locales. En cuanto a ciencia y academia se refiere, veamos algunos casos que confirman la llegada y reproducción de las teorías de género:

    El CONICET, en lo que constituye su área de Ciencias Sociales (esto pasando por alto la discusión de si es necesaria o no la integración de este campo de estudios a dicho organismo) se estructura una ciencia dependiente cada vez más de los paradigmas de género; poco y nada se admite del hecho de que ni un sólo investigador que adscriba a estas tendencias haya sido desplazado ni negado en la continuidad de sus trabajos, siempre y cuando se traten de esta área y en términos apologéticos.

    Tan es así que se ha elegido a un ferviente impulsor de las teorías de género y compromiso con la legalización del aborto en la Dirección de dicho organismo: El Doctor Mario Pecheny (compromiso comprobado también desde lo institucional y económico, tal como señala esta nota de El Disenso [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Interesante doble discurso de la militancia de género, que aduce vaciamiento, desfinanciamiento, y demás perjuicios, cuando en realidad lo que está ocurriendo es que el relato de género se solidifica y radicaliza cada vez más dentro de los claustros universitarios y las instituciones públicas de la ciencia.
    Otro ejemplo del campo académico es el reciente lanzamiento de la Diplomatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (cuya Decana es ni más ni menos que Graciela Morgade, una de las máximas autoridades en tema género) en Educación Sexual Integral (http://novedades.filo.uba.ar/novedades/diplomatura-de-extensi%C3%B3n-en-educaci%C3%B3n-sexual-integral-esi-inscripci%C3%B3n-2019), que casi de inmediato rebalsó de inscriptos. Analizando el plan de estudios, es total su adscripción a las teorías de género, y no precisamente desde una mirada moderada.

    El 20 de abril del año pasado se abrió una Subsecretaría de Políticas de Género dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Recordemos que uno de los organismos de investigación en Ciencias Sociales más importantes del país es el Instituto Gino Germani, dependiente de dicha casa de estudios. Es muy escueta la información que se da de sus funciones, sólo que “la Subsecretaria viene a funcionar como un engarce entre los grupos de trabajo preexistentes en torno a feminismos, géneros y diversidad sexual y una mayor institucionalización”, según cuenta su Decana Carolina Mera (https://www.pagina12.com.ar/110932-crean-subsecretaria-de-genero-en-fsoc).


    Estos son sólo algunos ejemplos ilustrativos de un operar que se está expandiendo desde hace ya algunos años en las Universidades Nacionales: creación de instituciones a su interior, financiamientos que no se explican (el Doctor en intolerancia Daniel Jones me bloqueó al ser interpelado respecto del mismo y la función de dicha Subsecretaría, más su apoyo a las políticas progresistas impulsadas por Soros), perspectivas que no dialogan de forma interdisciplinaria, autores que se citan entre ellos… esto ha dado pie a investigaciones muy legitimadas institucionalmente que llegan a posicionarse desde una mirada “de género” para con campos como las neurociencias (las barbaridades dichas por investigadoras tendenciosas como Lucía Ciccia o Mercedes D’Alessandro no tendrían cabida en ninguna institución científica competente de sus áreas) o las ingenierías. Y cada vez que uno lee los abstracts o algunos papers se da cuenta de que lo que justamente no hay en esos trabajos son, precisamente, neurociencias o ingenierías… ¡pero se publican como trabajos de dichas disciplinas!
    El lobby de género en medios progresistas, con rockstars incluidas
    Existe también una creciente articulación entre cátedras de género en Universidades Nacionales y producciones mediáticas con dicha perspectiva. Por ejemplo, el programa “TODES”, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, o “Caja de Herramientas”, de la Universidad Nacional de General Sarmiento.

    Siendo breves, y sin intentar cansar a los lectores, la cantidad de lugares comunes torpes e injustificables, pero fácilmente reproducibles y asimilables sobre todo por los adolescentes y jóvenes, que figuran en dichos programas, es enorme: el idioma por entero es machista, el patriarcado es la dominación de todos los hombres heterosexuales sobre las mujeres, la biología tiene prácticamente nula influencia en las decisiones de los sujetos sobre su conducta sexual, existen tantas identidades de género como personas en el mundo, la violación y la violencia hacia las mujeres son pura consecuencia de ese sistema omnipresente, la “cisheteronorma” es un mandato producto de las relaciones de poder masculinas, a las mujeres se les paga un salario menor por el mismo trabajo, la violencia de género es sólo del varón hacia la mujer, todo deseo sexual es pura y exclusivamente una construcción social… en fin, la lista podría extenderse casi infinitamente.

    Lo injustificable, lo infame, es que estos contenidos son producto de Universidades, de casas de estudios en donde debería haber una problematización acorde al nivel de las mismas; todos estos lugares comunes son continuamente puestos en cuestión no por el sentido común, sino por pares, por intelectuales y científicos que no encuentran eco en los claustros, y mucho menos en los medios. Uno de los fines más importantes de todo esto es construir un sentido común en donde toda plataforma material y biológica que una al ser humano con algo que lo supera, sea descartada, que las infinitas posibilidades de autopercibirse y autotransformarse puedan convertirse en un derecho, desligando al sujeto, atomizado, frágil, de sus marcas identitarias, infinitos yoes en constante indefinición, que puedan ingresar en el mundo del capital global, bajo el engaño de una revolución inexistente.
    Es de notar cómo, al compás de la construcción y reproducción de estos programas, numerosas Universidades invitan a grandes referentes de las teorías de género a charlas, conferencias, agitaciones varias. Sin pretender movilizar al tedio, invitamos a los lectores a que busquen en las redes las charlas que ofrecieron Beatriz (Paul) Preciado, María Galindo, Rita Segato y, sobre todo, Judith Butler, además de leer algunos de sus textos claves. Un “extraño” hilo conductor mueve sus discursos en dichas conferencias: una constante crítica a los estados nacionales, por un lado, y un no menos constante llamado a transnacionalizar el feminismo y las luchas de lo que llaman “disidencias sexuales”. Respecto de lo primero, se logra entrever esta articulación entre el intento de desprestigiar toda cultura nacional sustentada en un estado sólido (términos negativizadores como “criollismo” en Segato y las derivaciones a veces delirantes del análisis del panóptico de Foucault, juegan un papel muy importante en la producción teórica de género) y en cuanto a lo segundo, es de notar la constante alusión a una “marea” que busca generar una causa común que no tenga en cuenta frontera ni construcción de sentido nacional alguna. Interesante similitud con el capitalismo neoliberal globalista y transhumanista, gran prestidigitación manipuladora de consciencias, que moviliza a “les sujetes” a optar por las endebles definiciones de “mujer”, “LGBTIQ” o “disidencias” para luchar contra un simulado orden existente opresivo para con dichas minorías, cuando en realidad lo que se está haciendo justamente es reproducir el orden opresivo real, acabando con la potencialidad movilizadora de, por ejemplo, la argentinidad. Por algo se insiste tanto, pero tanto, en la transformación del lenguaje, en endilgar a una supuesta hispanidad patriarcal hasta la imposición de la estructura y la sintaxis del idioma.

    Algunas figuras intelectuales y mediáticas como Roxana Kreimer (con quien, desde lo político y epistemológico tenemos profundas diferencias, pero su trabajo de divulgación de las críticas a las teorías de género es fundamental), o del campo del pensamiento nacional y popular como Nancy Giampaolo o Romina Rocha, esporádicamente realizan algunos aportes muy iluminadores sobre el discurso de género casi dominante al cien por ciento en todos, todos los medios, oficialistas, opositores, independientes (y peor, ¡en casi todos los medios comunitarios y populares!). Pero estos casos son contados con los dedos de una mano. Sería interesante que la militancia de género logre dar cuenta de cómo el grueso de la sociedad, lejos de adscribir a su radicalismo, se aleja cada vez mas de él. En este sentido, el lobby académico cumple ni más ni menos que el rol de trinchera y fuerza de choque. Claro que con muy jugosos financiamientos e influencia mediática.
    El campo pedagógico en disputa

    En torno a lo que ha sido nuestra experiencia en ESI, realizamos algunas apreciaciones del campo educativo en Formación Docente y talleres para la comunidad, que, en última instancia, es lo que más nos interpela: la perspectiva o enfoque de género es un paquete de estrategias pedagógicas, lecturas sesgadas de la realidad, y conspiranoia feminista validada por mera retórica. No estamos diciendo que no se deba construir ningún conocimiento con dicha perspectiva, el problema es que justamente no se construye, sino que se absorbe, y se busca generar asimilación automática. Gran parte del contenido de la ESI es precisamente administrado con una nula problematización de la rigurosidad de sus categorías, no hay un sólo momento que uno haya protagonizado (habiendo formado parte de un equipo de construcción de dichas dinámicas, y lo enfatizamos lo suficiente: fuimos protagonistas de dicha construcción, hablamos con conocimiento teórico y experiencia práctica) de talleres, o capacitaciones, o reuniones, en donde se hable con contenidos actualizados, con revisión de pares, con autocrítica respecto de la forma de interpelar a estudiantes y familias. Y, nuevamente para peor, cada vez es mayor la incidencia de agrupaciones no docentes en dichos talleres.

    Uno de los principales errores que noto es la confusión entre contextos de explicación y de justificación: inmediatamente uno explica -siempre en pequeños grupos o con algún colega al paso- las importantes diferencias psicológicas y neurológicas entre sexos (por ejemplo: que las mujeres tienen desarrollados mecanismos de apego que condicionan -no determinan- sus elecciones de carrera, algo además profusamente demostrado por trabajos que aún no pueden refutarse de parte de los estudios de género), automáticamente esas explicaciones se perciben o son entendidas como justificaciones del machismo, la violencia, la violación, y un largo etcétera. Son muy comunes no sólo en medios de comunicación escuchar frases como “vos defendés a los violadores”, “vos querés que la mujer se quede en la casa”, o “querés obligar a las mujeres a ser madres”, y demás. La ignorancia que se tiene de autores como Simon Baron-Cohen, Stephen Pinker, Heléna Cronin, David Buss, Robert Trivers, Marta Iglesias Julios, y un enorme etcétera, es absoluta; repito: absoluta. Y cada vez que se los cita, que se los toma como referentes científicos de innegable peso (invitamos nuevamente a los lectores a acercarse a sus ideas, darán cuenta de la enorme importancia de conocerlos), las reacciones de difamación, de agresión, de ataque a la persona, son automáticas, y precisamente en ese automatismo queda plasmada la eficacia del adoctrinamiento. El problema es que el campo académico, el científico y, obviamente, el pedagógico, deberían estar resguardados de dichos deslices.

    La cantidad de grupos que, sin experiencia docente, provenientes de la militancia, se están encargando de realizar talleres de Educación Sexual Integral con “perspectiva de género” en todos los niveles, e incluso sacrificando espacios curriculares como Historia Argentina, es enorme. Ellos aducen que se realizan, nuevamente, por la falta de una política nacional de ESI, lo que es absolutamente falso: El Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) ofrece cursos sobre ESI con dicha perspectiva de una manera profusa en su página, esto sin mencionar la enorme maquinaria de propaganda de la ESI y la diversidad sexual de ciudades como Buenos Aires o Rosario y sus Ministerios de Educación. De hecho, en proporción respecto de todas las demás temáticas, es la de mayor cantidad de capacitaciones del INFoD. La falacia de la militancia feminista salta a la vista al dar cuenta de que ni un sólo curso de capacitación se ofrece en, por ejemplo, enseñanza de Historia Argentina.

    Como decíamos más arriba, analizando las bibliografías de los programas de capacitaciones en ESI, podemos observar que la perspectiva de género es omnipresente, sin presentar un sólo autor o autora de perspectiva crítica, ya sea desde la visión evolutiva o desde la geopolítica, o simplemente desde visiones informadas científicamente que no sean del consenso de género. Eleonor Faur, Laura Fainsod, Graciela Morgade, Rita Segato, por sólo mencionar algunas autoras (todas ellas con una postura fervientemente opositora al gobierno de ocupación macrista, es decir, más doble discurso), son la lectura obligatoria de todos y cada uno de dichos planes. Tanto se habla de interdisciplinariedad… ¿por qué no se puede abordar, por ejemplo, la problemática del aborto como derecho y el globalismo antinatalista tan en auge desde las usinas coloniales? Y no necesariamente podemos remitirnos a autores tildados falsamente de reaccionarios, como los mencionados más arriba; simplemente podemos invitar a los estudiantes a leer las páginas 18, 19 y 20 de Las venas abiertas de América Latina, ya que tan “de izquierda” nos asumimos…

    En abril de este año quien suscribe publicó una nota de crítica a la ESI tal cual está planteada y reproducida hasta el hartazgo (https://kontrainfo.com/una-critica-a-las-teorias-de-genero-que-subyacen-a-la-esi-por-facundo-martin-quiroga/). En ella se desarrollan algunos de los puntos flacos de la ESI a la luz de los descubrimientos en psicología evolucionista, antropología biológica y neurofisiología, sin mención a postura religiosa o moral alguna, mencionando que quien suscribe se asume agnóstico. Se ha socializado a varios sitios de redes sociales de ESI, incluso a autoras como Morgade, Ciccia y demás. Aún no ha habido respuesta alguna.
    Conclusión… dialogar, pero sin dejar de resistir

    En el contexto del desarrollo científico global, se reconoce desde hace tiempo que quien no desarrolle un conocimiento progresivo en las disciplinas conocidas como STEM (Ciencia, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas, por sus siglas en inglés), quedará rezagado en el juego geopolítico. Nos seguimos preguntando si no se percibe como una acción de colonialismo epistemológico el hecho de que tan profusamente se promocionen dentro de los campos abordados en esta nota las teorías de género, el feminismo en todas sus variantes, la teoría queer… Hacemos un llamado a la reflexión y a la autocrítica a quienes se dedican religiosamente a expandir la doctrina de género utilizando las instituciones públicas como cabeza de playa. No estamos en contra de la problematización de las relaciones de opresión, o del posible contenido misógino que puede emerger de las mismas, estamos en contra de la difusión de contenidos sesgados, y también estamos bastante hartos de los mecanismos de defensa ad hominem de parte de la militancia. Los invitamos, vengan, dialoguen, pero para lograr ese diálogo constructivo es necesario dejar de confundir contextos de explicación y justificación, y pensar en la integridad y complementariedad de los saberes, para que, a expensas de las ciencias e ingenierías nacionales y soberanas posibles y potenciales, deje de desarrollarse la única ingeniería que le importa al globalismo: la ingeniería social.

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    Impresionante artículo camarada Pablo, gran aporte, Facundo Quiroga es un gran escritor e investigador del tema, sobre todo hace hincapié en aportar datos concretos con argumentos sólidos siempre citando fuentes y realizando un análisis materialista, no es un vendehumo como Agustín Laje y demás fascistoides "neo-con" estilo Bolsonaro que quieren hecharle la culpa al "marxismo cultural" por el frenesí de la ideología de género cuando en realidad Marx jamás denfendió un lobby de homosexuales ni feminazis abortófilas ya que el marxismo siempre fue totalmente crítico y opositor al malthusianismo, y por eso nunca hubo lobby LGTB ni feminismo en la URSS, ni en la China de Mao, ni en la Yugoslavia de Tito ni en el Vietnam de Ho Chi-Minh ni en la Corea de Kim Il-Sung como tampoco en la actualidad con Kim Jong-Un. Los países socialistas nunca tuvieron idealismo sexista como lo es el lobby LGTB/feminista y su ideología de género que niega la biología y por lo tanto niega a la ciencia y a la filosofía materialista; por el contrario la ideología de género crece únicamente en países capitalistas judeocristianos occidentales, como los títeres de la masonería y del sionismo que son, gobernados por políticos anticomunistas fanáticos del imperialismo y defensores de la globalizaSión como lo son Macri y Bolsonaro. Mientras los neonazis culpan al "marxismo cultural" lo que hacen es negar que en realidad la ideología degenerada es "Sionismo Cultural" ya que solo los sionistas como Macri y Bolsonaro son los que siguen perpetuando la ideología degenerada imponiendola en las universidades y escuelas públicas de los paises capitalistas bajo su gobierno, en cambio éste fanatismo por la hypersexualizaSión y el culto a las parafilias sexuales eran totalmente impensables en tiempos del leninismo en Rusia o del maoísmo en China.

    No deja de sorprenderme que en Kontrainfo a pesar de ser un medio con sesgo filokirchnerista sin embargo dejan publicar a periodistas comunistas como Facundo Quiroga y como lo fue Martín Licata, asesinado por publicar la lista negra de políticos financiados por la "ONG" non-santa del banquero judío George Soros, que financia desde el Rabino Bergman de Cambiemos hasta la feminazi Myriam Bregman del FIT, prueba irrefutable de que el trotskysmo es malthusianista, idealista, anticientífico, y por lo tanto antimarxista, si hasta reciben financiamiento de un multimillonario capitalista judío, y por lo tanto un burgués religioso fanático del malthusianismo, que eso de "materialista", "ateo" y "comunista" no tiene absolutamente NADA.

    Sigo sin entender por qué Kontrainfo le da lugar a materialistas como Quiroga o D'Amico o a las autoproclamadas "feministas disidentes" como Nancy Giampaolo y Romina Rocha, a pesar de que Kontrainfo ha defendido a los K y como sabemos los K son capitalistas neokeynesianos y fue bajo sus gobiernos progresistas antimarxistas los que permitieron el ingreso de la imperialista e idealista "ideología de género", si hasta en la actualidad la señora Cristina Fernandez de Kirchner hace campaña con las "Actrices Argentinas" que son un matriarcado de feministas kirchneristas opositoras al socialismo científico y al materialismo marxista, sinceramente no entiendo como Kontrainfo puede apoyar a los K a pesar de que en su equipo hay periodistas que cirtican el idealismo sexista y le sacan los trapos sucios al sol denunciando a Soros, Rockefeller, Bill Gates, el Banco Mundial, y demas entidades financieras multinaSionales que impulsan al lobby LGTB y al feminismo que tanto es defendido por los "progres" tanto del kirchnerismo como los de la izquierda troskoluxemburguesa reviSionista neomalthusiana.

    No obstante los artículos de Quiroga, Giampaolo y Rocha son muy buenos, es saludable que haya críticos así, todos sistemáticamente censurados por la televiSión del capitalismo, nunca los vas a ver ni en C5N ni en TN, al menos en estos medios de prensa "under" se pueden leer:

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    Lo mas repugnante es ver como la izquierda se suicidó "deconstruyendose" al punto tal de que por mucho que sigan autodenominándose "marxistas-leninistas", ya no lo son, por el simple hecho de que están defendiendo políticas malthusianistas financiadas por la burguesía capitalista multinaZional, no hay nada mas antimarxista que eso. El imperialismo busca abortar al proletariado para que no haya revolución proletaria, y gracias al trotskysmo y su defensa del idealismo sexista, lo están logrando en cada país capitalista donde el gobierno burgués pone el dinero y los troskos ponen a los militantes, así entre ambos coforman la masa de posmodernos deconstructivistas fanáticos del idealismo sexista financiandose con dinero de burgueses capitalistas para abortar al proletariado y evitar una futura revolucion proletaria, justo lo que el imperio yanki tanto necesita. Ese cura anglicano/masón burgués de Thomas Malthus decía que "para erradicar la pobreza hay que erradicar a los pobres", con razón Marx lo odiaba, pero los yankis lo aman, y los troskos no se dan cuenta que su amor por el feminazismo no solo no proviene de los libros de Marx, sino que proviene del idealismo burgués de un cura masón anticomunista defensor de la elite capitalista:

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    las estupideces pseudocientíficas como el "lenguaje inclusivo" son desmentidas por verdaderos profesionales en la materia, pero al feminismo no le importa mucho la ciencia porque el feminismo no es una ciencia, no se basa en el método científico ni tiene evidencia empírica para nada de lo que sostiene, por eso niegan que el masculino genérico en el idioma español no tiene nada que ver con el "machismo", de hecho el español es un idioma ya de por sí "solidario" con las mujeres al otorgarles palabras femeninas específicas como "doctora" o "maestra", por ende el masculino en el idioma no es por ser unilateral con el hombre sino que es el genérico común como tantos idiomas tienen, el inglés por ejemplo, sin embargo en inglés no se inventaron palabras específicas para el género femenino (salvo excepciones) mientras que en el español sí se inventaron, o sea que el femenino del español ya es una consideración especial para mujeres que las feministas no están teniendo en cuenta, y quieren deformar el lenguaje con fonemas impronunciables como "todxs" cuando eso no sirve de nada, ya que en inglés al no haber division de género entre palabras se supone que no debería haber "violencia de género" segun las teorías idealistas del feminismo, y sin embargo los yankis matan mujeres todos los días, desde asesinos seriales como Ted Bundy hasta las tropas yankis que invaden Irak, pero claaaaro, a las feministas no les importan las tropas yankis porque el ejército yanki es un ejército multicultural lleno de mujeres y hombres de diversidad sexual donde se permite a los homosexuales y trans de todas las razas viajar unidos a una "dictadura islámica" para "liberarla" matando y violando a sus pobladores autóctonos acusandolos de "machistas heteropatriarcales homolesbotransfóbicos", justo lo que la idelogía de género tanto defiende: "abortá al hetero".

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    Las universidades capitalistas de los países gobernados por burgueses sionistas titeres del imperialismo se la pasan censurando a los académicos que defienden el materialismo y critican a la ideología degenerada desde un punto de vista científico y objetivo, como pasa con Mario Bunge, que si bien su desvinculación con el marxismo clásico puede ser cuestionable y tiene puntos criticables, lo que no se puede negar es que como buen ateo sigue siendo materialista y al menos conserva de su pasado como marxista todo lo referente al análisis materialista de la ciencia y la filosofía, por eso tuvo que exiliarse hace añares y desde afuera del país puede darse el lujo de demostrar que el materialismo filosófico desacredita totalmente a las pseudociencias como la psicología y el feminismo (ambos favoritos del posmodernismo deconstructivista que tanto defienden los "progres" de la Escuela de Frankfurt y demás socialdemócratas antimarxistas de las universidades burguesas). Dudo que a Bunge le dieran nota si se encontrara presente acá en el país junto a los neurocientíficos apoyados en el materialismo filosófico y la ciencia empírica que demuestran el fraude de la ideología de género y de la pseudociencia de la psicología judía salida de la Kabbalah y demás supersticiones defendidas por Freud: kabbalhista del siglo XIX miembro de la secta judeomasónica B'Nai B'Rith, actuales financistas de la ideología de género junto con Soros, Rochefeller, y otros correligionarios de su mismo credo defensores de la teocracia capitalista israelí (no por nada la bandera del lobby LGTB usa los colores de las "tribus perdidas de Israel", usadas tambien por el Oblast Autónomo Hebreo, y múltiples partidos políticos sionistas, Cambiemos incluído, todos con sus banderitas y logos donde usan los colores "del arcoiris" que en realidad son los colores que tanto los gays como los partidos burgueses usan por ser colores originalmente provenientes del simbolismo judío de las "tribus perdidas", por eso las banderas LGTB y Cambiemos usan los mismos colores que el logo de la DAIA y el Oblast Hebreo, incluso los gays tienen banderas LGBT con la Estrella de David, así que de "ateos" no tienen NADA):

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    La ideología de género no es una ciencia, no es una rama de la biología ni de la medicina, no se basa en el método científico ni presenta evidencia empírica para ninguna de sus teorías, no tiene ninguna prueba objetiva para nada de lo que sostiene, solo impone sus dogmatismos idealistas que niegan la biología y se oponen a la concepción materialista de la historia (marxismo), y todo mediante el poder hegemónico del Estado burgués financiado por los grandes capitalistas al servicio de la casta de plutócratas multinazionales que se refugian escondiéndose detrás de sus cofradías religiosas para no ser criticados, acusando de "conspiranoico" o "antisemita" a cualquiera que critique el rol dominante de las religiones como la masonería y el sionismo en el rol doctrinal de la globalización capitalista, tal como la iglesia católica acusa de "hereje" o "satanista" a quienes los critican, todos los religiosos sectarios emplean falacias ad hominem con fines de descalificación peyorativa a fin de intentar desacreditar a los materialistas que desenmascaran sus fines espurios mediante el análisis crítico objetivo, como hacen los científicos y biólogos que desacreditan la ideología de género, no desde la religión sino desde la ciencia, demostrando que la oposición a la ideología de género no es monopolio de evangelistas de derecha, sino que al contrario, esa es la falsa disidencia fabricada por el imperialismo para lavarle el cerebro a las masas colocandolas en dos posiciones bipartidistas funcionales a la burguesía capitalista: la derecha conservadora y la izquierda progre, ambos capitalistas financiados por el sionismo, como Bolsonaro que por mucho que prometió "acabar" con la ideología de género, nunca disolvió el "Ministerio de la Mujer" creado por el feminismo para adoctrinar a "les brasileres", sino que al contrario, Bolsonaro al ser amante de Israel va a seguir permitiendo que prolifere la ideología de género bajo su gobierno tal como Macri que se endeudó por $200 millones con el BID para destinarlos únicamente a la propagación de la ideología de género como bien hacen las universidades públicas argentinas bajo gobierno del liberal Macri siguiendo sus idealismos burgueses, mientras que a los científicos materialistas los censuran por demostrar que la ideología de género no solo es anticientífica y antimaterialista, sino que ademas es el feminazismo y el homosexualismo el que funciona como una secta religiosa adoctrinando mentes mediante imposicion de dogmas idealistas y lavado de cerebro:

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    Como si esto no fuera suficiente, queda demostrado el destructivo poder de la ideología de género por los propios partidarios de su doctrina en sus intentos fallidos por "demostrar" su efectividad: el doctor "Juan Dinero" fue el creador de la "cirugía de cambio de sexo" bajo el pretexto idealista de que "el genero es una construcción social" (mismo discurso anticientífico del feminazismo actual), y en su intento de demostrarlo empleó como conejillos de indias a dos gemelos a los cuales gracias a la circunciSión (cuando no ¬¬) mutiló el pene de uno de ellos castrándolo alegando que fue "accidental" y que la única solucion era hacerle la cirugía de "reasignacion" de sexo para "convertirlo en mujer" y que sus padres nunca le dijeran que habia nacido hombre. Para crear su "refuerzo positivo" intentó lavarles el cerbero a ambos gemelos sometiendolos a actos de homosexualismo pedofílicoincestuoso a fin de reafirmar la "feminidad" de la "niña trans", en un claro caso de abuso sexual infantil que las feministas y homosexualistas niegan y ocultan hasta el día de hoy. El resultado fue catastrófico: la "niña Brenda" que en realidad era un niño y se llamaba Bruce, nunca se sintió "mujer", no aceptó su "condición", en el fondo sabía la verdad, orinaba de pie, peleaba con otros varones, se quería quitar la ropa de mujer que su madre le obligaba a usar por ordenes del "doctor" John Money (mas que "doctor" es un sexologo degenerado), y el resultado fue fatal acabando con el suicidio de ambos gemelos por los abusos sexuales que ambos sufrieron por las "sesiones" del "doctor":

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    Otros casos mas recientes son los ocultados por la televiSión y encubiertos por los partidos de derecha a izquierda, todos fanaticos de la ideología de género que encubren los hechos de abuso sexual perpetrados por homosexuales adoptantes o los que mandan a fabricar hijos artificiales pagando jugosos dolares a empresas capitalistas con fin de lucro (que casualmente siempre les fabrican hijos "arios" a las "familias homoparentales", curioso parecido con la eugenesia nazi):

    Homosexuales estadounidenses violan al niño que adoptaron:
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    Activista LGTB James Rennie condenado a prisión por pedófilo:
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    ¿Por que la televiSión no menciona los casos de pedofilia en el lobby gay?:
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    Mas delitos cometidos por el lobby LGTB de los que las feminazis de izquierda y liberales de derecha no dicen ni una palabra:
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    La troskofeminazi Romina Del Pla se abstiene de endurecer leyes contra pedofilos,claramente porque su amo Soros le paga para defender al lobby gay:
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    A esto quieren llegar los burgueses malthusianos y sus amiguetes los troskos posmodernos:
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    En definitiva, los marxistas verdaderos tenemos que dejar de ser condescendientes y "políticamente correctos"; como sabrán yo no lo soy, pero hablo en general, no se puede ser cómplice de la degeneración y la depravación como lo son los troskos y los socialdemócratas defendiendo pederastas y feminazis bajo el pretexto de acusar de "homofóbico" y "machista" a los que criticamos con argumentos a la ideología de género porque conocemos el origen burgués y el caracter idealista y anticientífico de esta pseudociencia obsesionada con el individualismo sexista y el "empoderamiento" de los parafílicos que le rinden culto a sus parafilias sexuales y quieren hacer de ellas una religion con la cual adoctrinar al resto de la sociedad, incluso avalando la corrupcion de menores al intentar homosexualizar y transexualizar menores de edad, eso es inadmisible para un verdadero marxista-leninista defensor del socialismo científico y del materialismo histórico; dentro de poco los troskos van a acusar de "burgofóbico" a cualquiera que le critique una coma a la burguesía, ¿que van a hacer en ese caso los "bien intencionados" autoproclamados "comunistas" que ahora defienden el aborto malthusiano y el mencheviquismo sexista?.

    El Marxismo es algo bien definido, no es cualquier chorrada deconstructivista que se les ocurra a los posmodernos reviSionistas fanáticos del idealismo sexista, para neohippies ya están los liberales y los progres de la izquierda socialdemócrata, los troskos se sumaron a defender a esos mismos idealistas ultrasexualizados defendidos por la izquierda keynesiana y financiados por burgueses liberales escudados tras sus logias y cofradías sectarias, eso no es marxismo, es antimarxismo, quien quiera ser marxista tendrá que oponerse al idealismo y al malthusianismo, tenemos que ser conscientes que en la actualidad el capitalismo no gobierna unicamente por derecha sino tambien por el "Soft Power" de la izquierda progre y deconstructivista. El deconstructivismo es el arma del posmodernismo para fragmentar a la sociedad en mil pedazos poniendo a "cada loco con su tema" a fin de dividir a la clase obrera poniendolos a matarse ente ellos por sus preferencias individualistas en vez de unirse por la conquista de los intereses materialmente comunes de toda la sociedad, por ende del deconstructivismo es anticomunista, no se puede ser parte de esa corriente fabricada por burgueses, el deconstrutivismo posmodernista apela a la "libertad" individualista que tanto defienden los liberales, ese es el idealismo de una "sociedad abierta" como la que propone el anticomunista Karl Popper a quien tanto admira George Soros y en tributo a quien nombró "Open Society" a su fundación de lobby con la que financia a los partidos de todo el espectro político para que gane quien gane, todos sean malthusianistas anticomunistas trabajando para el capitalismo de la globalizaSión multinazional:

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    PD: Si los comunistas que realmente se precien de serlo no se desvinculan de la destructiva "ideología de género", entonces van a terminar como los troskos que hacen un silencio cómplice ante los casos donde el feminismo mata; y no hablo de casos como Nahir Galarza que mató a su novio bajo la excusa feminista de que ella sufría "violencia de género" y que el feminismo la adoctrinó con "machete al machote", "mata a tu marido", "macho muerto un femicidio menos", "ante la duda, tú la viuda" y "hétero te vamos a matar" (y a eso no le dicen "violencia de género" ¬¬ que conveniente ¬¬), me refiero a casos aún peores donde el "lesbianizate" y el "abortá al hétero" que promociona el feminismo terminan convirtiendose en misandria o androfobia: odio acérrimo contra el hombre heterosexual, solo por el hecho de serlo... por mas que se trate de un niño, que a priori cuando somos niños no sabemos nada de sexo y por ende somos asexuales, pero a las feminazis el concepto de asexualidad les es ajeno porque es un concepto científico y antisexista, y lo que "ellxs" defienden es el sexismo exacerbado (siempre que sea sexismo feminista y homosexualista), llegando al punto de cometer asesinatos contra sus propios hijos, como hicieron las lesbianazis brasileras que castraron a su propio hijo mutilandole el pene y los testiculos para improvisarle una "vagina" debido a su culto matriarcal por el sexo femenino y lésbico; no soportaban tener un hijo varón heterosexual, le recordaba el pasado heterosexual de la madre del niño que se hizo feminista y se convirtió al lesbianismo, querían "castigar" al padre del niño por ser "hombre heterosexual/varón patriarcal" y no tuvieron mejor ideal que homosexualizar al niño, el padre se opuso a que un niño de NUEVE AÑOS sea sometido al "cambio de sexo" así que las feminazis matriarcales lo mutilaron castrandolo y un año despues lo mataron acuchillándolo, descuartizándolo, decapitándolo y le prendieron fuego para intentar ocultar la evidencia, y a todo esto Bolsonaro finge estar "horrorizado" pero sigue sin disolver el "Ministerio de la Mujer" y sigue siendo títere del sionismo israelí que es el principal financista de la homosexualización de los "goyim" (pero en Israel solo quiere a los gay de turistas y no permite el "gaymonio", no sea cosa que la reduccion de la tasa de natalidad provocada por la homosexualizacion vaya a fabricar menos colonizadores judios que tanto los necesita el sionismo para usurpar tierra Palestina). Esto es cosa seria, la izquierda progre está encubriendo casos atroces de pedofilia y asesinatos cometidos por homosexuales, y la derecha se une a la izquierda en ese encubrimiento: ni los partidos trotskystas ni la televiSión capitalista dicen ni una sola palabra sobre las atrocidades de los fundamentalistas de la ideología degenerada:

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      Fecha y hora actual: Vie Nov 15, 2024 4:28 am