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10 personas sospechosas de efectuar actos de espionaje a favor de Rusia, fueron detenidas por la policía estadounidense. A todas ellas ya se les han presentado acusaciones formales de haber realizado operaciones de inteligencia ilegal en el territorio de Estados Unidos, comunica la agencia Intefax citando al comunicado del Ministerio de Justicia de ese país.
“En total son 11 personas, entre las cuales 10 arrestados son acusados de dos delitos penales de conspiración, con el fin de desempeñarse en calidad de agentes ilegales para Rusia en el territorio de EE. UU.”, dice el documento. Ocho de ellos fueron detenidos el domingo 27 de junio en 4 Estados diferentes.
Según los datos proporcionados por el contraespionaje estadounidense, las personas arrestadas, cuyas nacionalidades aún no han sido reveladas, han trabajado en el país durante muchos años recogiendo información que interesaba a las autoridades rusas. A todos los detenidos se les ha acusado de actuar como agentes de un gobierno extranjero, lo que supone una pena máxima de hasta 5 años de cárcel.
En el caso de ocho de estos ciudadanos apresados, han sido acusados de blanqueo de dinero por lo que su pena podría acumular hasta 20 años más de prisión.
En el pasado Rusia y EE. UU. ya tuvieron algunos conflictos en este ámbito. Así en el año 2008, el agregado militar de Rusia en Canadá fue deportado desde Ottawa acusado de espionaje. Cuando se dirigió a Estados Unidos, la parte norteamericana se negó a recibirle. Como respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso exigió que el general estadounidense, quien por aquel entonces era el agregado militar en Moscú, se fuera de Rusia inmediatamente.
Otro caso parecido tuvo lugar el mes pasado (en el tribunal de Moscú) un ruso fue condenado a cuatro años de cárcel por espionaje, en este caso para la parte contraria. Según los datos, el hombre entregaba mapas secretos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia al Ministerio de Defensa norteamericano.
“En total son 11 personas, entre las cuales 10 arrestados son acusados de dos delitos penales de conspiración, con el fin de desempeñarse en calidad de agentes ilegales para Rusia en el territorio de EE. UU.”, dice el documento. Ocho de ellos fueron detenidos el domingo 27 de junio en 4 Estados diferentes.
Según los datos proporcionados por el contraespionaje estadounidense, las personas arrestadas, cuyas nacionalidades aún no han sido reveladas, han trabajado en el país durante muchos años recogiendo información que interesaba a las autoridades rusas. A todos los detenidos se les ha acusado de actuar como agentes de un gobierno extranjero, lo que supone una pena máxima de hasta 5 años de cárcel.
En el caso de ocho de estos ciudadanos apresados, han sido acusados de blanqueo de dinero por lo que su pena podría acumular hasta 20 años más de prisión.
En el pasado Rusia y EE. UU. ya tuvieron algunos conflictos en este ámbito. Así en el año 2008, el agregado militar de Rusia en Canadá fue deportado desde Ottawa acusado de espionaje. Cuando se dirigió a Estados Unidos, la parte norteamericana se negó a recibirle. Como respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso exigió que el general estadounidense, quien por aquel entonces era el agregado militar en Moscú, se fuera de Rusia inmediatamente.
Otro caso parecido tuvo lugar el mes pasado (en el tribunal de Moscú) un ruso fue condenado a cuatro años de cárcel por espionaje, en este caso para la parte contraria. Según los datos, el hombre entregaba mapas secretos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia al Ministerio de Defensa norteamericano.
