Carta de Rosa Luxemburgo a Franz Mehring
escrita el 27 de febrero de 1916 con motivo del setenta cumpleaños de Mehring
Mi venerado amigo:
Tiene usted que permitirme que reproduzca aquí las pocas palabras con las que he intentado transmitirle verbalmente por qué su personalidad y su obra me resultan y me seguirán resultando siempre tan caras.
Desde hace muchos años, ocupa usted cerca de nosotros, por derecho propio, un puesto que nadie le puede disputar: el de representante de la auténtica cultura del siglo en todo su brillo y esplendor. Y si según Marx y Engels el proletariado alemán es el heredero histórico de la filosofía alemana clásica, usted es el albacea de esa herencia.
Ha salvado usted del campo de la burguesía para traerlo al nuestro, al campo de los socialmente desheredados, todos los tesoros que aún guardaba la cultura en otro tiempo espiritual de la burguesía. Sus libros y sus artículos han familiarizado íntimamente al proletariado alemán no solo con la filosofía alemana clásica, sino también con los poetas clásicos, no solo con Kant y Hegel, sino también con Lessing, Schillery Goethe.
Con cada línea escrita por su pluma maravillosa, ha enseñado usted a nuestros obreros que el socialismo no es, precisamente, un problema de cuchillo y tenedor, sino un movimiento cultural, una concepción grande y soberana del mundo. Defenderla, permanecer en su altura a pie firme, es la misión que usted se ha impuesto desde hace más de una generación. Es cierto que hoy -desde la espantosa bancarrota de la guerra mundial- los herederos de la filosofía clásica andan como míseros mendigos llenos de carencias. Pero las férreas leyes de la dialéctica histórica que usted ha sabido exponer ante el proletariado, día tras día, con mano maestra, harán que los mendigos, los “desarrapados" de hoy, vuelvan a erguirse y sean, otra vez, feroces e indomables luchadores.
Tan pronto como el espíritu del socialismo vuelva a soplar en las filas del proletariado alemán, su primer movimiento será para alargar la mano hacia sus obras, hacia los frutos del trabajo de su vida, cuyo valor es imperecedero y en los que fluye siempre el mismo aire de ideas fuertes y nobles. Hoy, cuando las inteligencias de origen burgués nos traicionan y desertan de nosotros en manada para retornar al pesebre de los que mandan, podemos verlos marchar con una sonrisa de desprecio y decirles: ¡Se han ido en buena hora!
Qué nos importa que se vayan, si le hemos arrancado a la burguesía alemana lo último y lo mejor que le quedaba de espíritu, talento y carácter: a Franz Mehring.
Siempre suya, cordialmente,
R. Luxemburgo
escrita el 27 de febrero de 1916 con motivo del setenta cumpleaños de Mehring
Mi venerado amigo:
Tiene usted que permitirme que reproduzca aquí las pocas palabras con las que he intentado transmitirle verbalmente por qué su personalidad y su obra me resultan y me seguirán resultando siempre tan caras.
Desde hace muchos años, ocupa usted cerca de nosotros, por derecho propio, un puesto que nadie le puede disputar: el de representante de la auténtica cultura del siglo en todo su brillo y esplendor. Y si según Marx y Engels el proletariado alemán es el heredero histórico de la filosofía alemana clásica, usted es el albacea de esa herencia.
Ha salvado usted del campo de la burguesía para traerlo al nuestro, al campo de los socialmente desheredados, todos los tesoros que aún guardaba la cultura en otro tiempo espiritual de la burguesía. Sus libros y sus artículos han familiarizado íntimamente al proletariado alemán no solo con la filosofía alemana clásica, sino también con los poetas clásicos, no solo con Kant y Hegel, sino también con Lessing, Schillery Goethe.
Con cada línea escrita por su pluma maravillosa, ha enseñado usted a nuestros obreros que el socialismo no es, precisamente, un problema de cuchillo y tenedor, sino un movimiento cultural, una concepción grande y soberana del mundo. Defenderla, permanecer en su altura a pie firme, es la misión que usted se ha impuesto desde hace más de una generación. Es cierto que hoy -desde la espantosa bancarrota de la guerra mundial- los herederos de la filosofía clásica andan como míseros mendigos llenos de carencias. Pero las férreas leyes de la dialéctica histórica que usted ha sabido exponer ante el proletariado, día tras día, con mano maestra, harán que los mendigos, los “desarrapados" de hoy, vuelvan a erguirse y sean, otra vez, feroces e indomables luchadores.
Tan pronto como el espíritu del socialismo vuelva a soplar en las filas del proletariado alemán, su primer movimiento será para alargar la mano hacia sus obras, hacia los frutos del trabajo de su vida, cuyo valor es imperecedero y en los que fluye siempre el mismo aire de ideas fuertes y nobles. Hoy, cuando las inteligencias de origen burgués nos traicionan y desertan de nosotros en manada para retornar al pesebre de los que mandan, podemos verlos marchar con una sonrisa de desprecio y decirles: ¡Se han ido en buena hora!
Qué nos importa que se vayan, si le hemos arrancado a la burguesía alemana lo último y lo mejor que le quedaba de espíritu, talento y carácter: a Franz Mehring.
Siempre suya, cordialmente,
R. Luxemburgo
Última edición por RioLena el Vie Ene 10, 2020 4:36 pm, editado 1 vez