"La sal de la Tierra (Salt of the Earth)" - película-documental sobre una huelga de mineros en Nuevo México - dirigida por Herbert J. Biberman - año 1954

Es hora de evocar "La sal de la tierra" (Noticias, Miércoles 05 de abril de 2006. Núm. 10513)

De la reciente tragedia ocurrida en la mina 8 de Unidad Pasta de Conchos, Coahuila, parte la crítica de arte para evocar en este artículo la lucha de los mineros mexicano-norteamericanos que ganaron una huelga en Nuevo México, Estados Unidos, exigiendo condiciones igualitarias con los obreros anglos; y cuenta la historia del filme que testimonió el hecho, donde participaron como actores los propios mineros y el papel protagónico femenino fue representado por Rosaura Revueltas. La cinta recibió la censura en México, y la actriz fue vetada en el cine nacional



RAQUEL TIBOL/APRO

MÉXICO, DF

El domingo 14 de marzo de 1954, la Independent Productions Corporation y la International Union of Mine, Will and Smelter Workers de los Estados Unidos presentaron en el Teatro Grande de Nueva York la película La sal de la tierra (Salt of the Earth), que había dirigido Herbert J. Biberman, sobre un argumento de Michael Wilson; el productor ejecutivo fue Paul Jarrico y la productora asociada Sorja Dahal. Sólo cinco actores profesionales: Rosaura Revueltas y cuatro que estaban en las listas negras del macartismo, al igual que Biberman, quien había pasado casi un año en la cárcel, acusado de actividades antinorteamericanas. Todos los demás actores eran trabajadores mineros, sus mujeres y sus hijos.

Ese estreno fue un gran acontecimiento tanto por razones cinematográficas como humanas. Estas últimas, las humanas, muy ligadas a la tragedia ocurrida en la mina 8, Unidad Pasta de Conchos, Coahuila, con su urgente necesidad de parar la voracidad usurera de compañías que explotan a los obreros, poniendo cotidianamente sus vidas en peligro. La sal de la tierra es la única película que ha abordado, con la más austera estética neorrealista, un tema semejante al que hoy enluta a ese sector de la sociedad mexicana que clama contra corrupciones y privilegios mal habidos. En ella se relata una larga huelga sostenida por los mineros mexico-americanos de la local 890 de la Unión Internacional de Trabajadores de Minas, Molinos y Fundiciones de Bayard, Nuevo México. La reconstrucción documental celebraba el triunfo de una larga lucha por salarios semejantes al de los trabajadores anglos, adecuadas condiciones de seguridad en las labores, viviendas que no fueran casuchas insalubres, servicios médicos. Para el triunfo contó la solidaridad combativa de las mujeres y aun de los niños.

Previendo las dificultades que se suscitarían al filmar una película independiente de tales contenidos en los Estados Unidos dominados por el terror macartiano, sus promotores la habían ofrecido en México a la Dirección de Cinematografía de México, cuya Oficina de Censura la rechazó por considerarla de tinte comunista. Poco después Biberman volvió a México en busca de una actriz que hablara el inglés y cuyo tipo físico respondiera a los requerimientos del papel protagónico femenino: Esperanza. Rosaura Revueltas firmó el contrato en el mes de septiembre de 1952. La película se empezaría a rodar en noviembre en Silver City. El protagónico masculino (Ramón, esposo de Esperanza) recayó en Juan Chacón, presidente de la sección 890 de la Unión de Trabajadores Mineros, la cual era coproductora de la película.

En la cinematografía mundial son escasos los ejemplos de obras realizadas en condiciones extremadamente hostiles. Muchos libros se han escrito en la cárcel, en el exilio, en la clandestinidad; sería imposible realizar una película en semejantes condiciones, pues se trata de un tipo de elaboración artística que requiere del trabajo de mucha gente y de complejos equipos apropiados. De ahí que haya que apreciar como verdaderamente heroico el esfuerzo de quienes lograron realizar La sal de la tierra a pesar de las múltiples trabas. Poco después de iniciada la filmación la prensa local desató una campaña acusando al grupo de "comunistas", con lo cual alimentaron la furia colectiva concretada en agresiones; la sala de cine que se había alquilado para ver los rushes no permitió el acceso; la vigilancia en torno al mineral abandonado de Bayar, donde se realizaban los exteriores, era constante. Además, como los mineros se habían reintegrado a sus labores, había que cambiar constantemente los planes de filmación. Las represalias llegaron a un punto culminante cuando Rosaura Revueltas fue detenida y aún no terminaba el trabajo que le correspondía. Fue llevada a una comisaría en El Paso, Texas, interrogada como un criminal, encerrada en un cuarto de hotel con vigilancia permanente. El proceso duró diez días y, asesorada por el abogado Ben Margolis, prefirió ser expulsada y no ser remitida a Washington dentro de un enredo legaloide incierto.

Pero ni Biberman ni Rosaura Revueltas se dieron por vencidos. Precavidamente ella metió entre su ropa los vestidos de Esmeralda. Por su parte Biberman se las ingeniaba para hacerle llegar con toda precisión cómo debía realizarse en México las tomas que faltaban, tarea en la que colaboraron el cineasta norteamericano Bill Miller, entonces radicado en México, el teatrista Asa Satz, en aquel tiempo esposo de la coreógrafa Waldeen, y el poeta Manuel Altolaguirre.

En el periódico Cine Mundial (febrero 26, 1953) salieron unas declaraciones de Diego Rivera: "Rosaura Revueltas fue detenida porque estaba filmando una película en la que se muestra clara y concisamente la situación de los trabajadores mexicanos en la Unión Norteamericana. Tal cinta no conviene a los intereses estadunidenses y por todos los medios pretenden que su filmación sea suspendida. El argumento de la película que filmaba Rosaura nada tiene de comunista. Es simplemente veraz y decente y de buena calidad artística; pero tal parece que para los imperialistas todo aquello que sea veraz y decente resulta comunista."

La propia Rosaura opinó: "La sal de la tierra es una película digna, una hermosa obra de arte cinematográfico, hecha por trabajadores, sobre trabajadores y producida por trabajadores mexico-norteamericanos, que muestra sus problemas, sus triunfos y su gran dignidad como seres humanos y como trabajadores."

Herbert Biberman volvió a México para revelar las escenas que aquí se habían filmado y para grabar en los antiguos estudios Clasa la narración que a lo largo de la película va haciendo Esperanza. Una vez que estuvo cortada, editada, ajustado el sonido, es decir, lista para su proyección, todavía debió soportar La sal de la tierra una última piedra en su camino: no había sala que quisiera exhibirla. Diligencias, tramitaciones y empecinamiento ayudaron a salvar el último obstáculo: el domingo 14 de marzo de 1954, frente a un pequeño teatro que tenía el nombre de Grande, se apiñaba un público ansioso por ver la película que tantas veces fuera noticia. Programada una sola vez para su día de estreno debió ser proyectada dos veces.

La crítica especializada la recibió muy bien:

The New York Times (Bosley Crowther): "Emoción cruda y poderosa en un importante drama... Una compañía improvisada, compuesta en su mayoría por mineros verdaderos y sus familias, actúa excepcionalmente bien... La calidad vigorosa y realista de la fotografía y del estilo de la película completa su carácter de ajustado documento social."

Daily News (Kate Cameron): "Tratándose de una producción profesional, la película tiene notas brillantes... Relata una historia de injusticia y desigualdad que despierta simpatía en el espectador."

New York Heral Tribune: "La técnica de la película es excelente. En la locación fotográfica de una comunidad desesperadamente pobre se observa una belleza severa que produce afecto y simpatía enormes hacia esos americanos de piel morena que fueron quienes actuaron en mayoría como auténticos miembros del Sindicato Internacional de Trabajadores de Minas, Molinos y Fundiciones que patrocinó la película."

Cabe destacar que la mayoría de esos mineros eran de ascendencia mexicana, pero no eran inmigrados, sus antepasados habían habitado en esos lugares, eran los dueños de las lagunas, los riscos, de todo lo que ahora pertenecía a la Compañía. Fueron pastores y agricultores y legaron a sus hijos veneración por un antecedente y un carácter nacional. Los recién llegados eran los anglos, entre los que no sólo se contaban los patrones, sino obreros y policías también, como había obreros mexico-norteamericanos y delatores mexico-norteamericanos. El conflicto estalló cuando los mexico-norteamericanos deciden protestar contra la discriminación que afecta su seguridad en el trabajo, exigiendo a la vez igualdad de salarios. A este reclamo se une el de las mujeres, que exigen condiciones de habitación y auxilio sanitario semejantes a las que disponen las familias de los obreros anglos. Luego surge el choque entre hombres y mujeres. Incluso los más esforzados luchadores se resisten a aceptar la participación de la mujer. Pero el desarrollo de la huelga hace forzosa su intervención. Entonces el drama se transforma en un verdadero canto de alabanza a las esposas y las madres de los obreros. Con su acción la mujer convence al hombre de la impostergable necesidad de luchar todos unidos en defensa de sus derechos elementales a nacer y desarrollarse como seres humanos. Y por esa unidad, que ha ido surgiendo en la lucha misma sin distinción de sexos, color de edad, los mineros ganan la huelga.

Como la película abordaba el problema de la discriminación de los mexicanos en los EE.UU, debió soportar en México toda clase de coartadas. No quiso exhibirla ninguno de los cines que estrenaban en el Distrito Federal las películas norteamericanas ni tampoco la cadena que presentaba las cintas mexicanas. Al fin debió refugiarse en una sala independiente, el Teatro Iris, donde sólo se proyectó siete días, mientras que Rosaura Revueltas (la mujer-Esperanza, La Sal de la tierra) quedó vetada del cine mexicano durante veinte años.

Author: Libero Della Piana People's Weekly World Newspaper, 11/13/03 14:40

Anita y Lorenzo Torrez eran una pareja recién casada que se encontraron en medio de la huelga de la compañía Empire Zinc, en Hanover, Nuevo Méjico, en 1950. Se radicalizaron durante el curso de la huelga, y se hicieron miembros del Partido Comunista EUA. Más tarde, participaron en la histórica película, Sal de la Tierra (Salt of the Earth), actuando papeles menores en la misma. Este año marca el 50 aniversario de esta película clásica pro-sindicalista.

Durante este año del aniversario, Lorenzo y Anita Torrez han estado hablando públicamente por todo el país sobre sus papeles en la huelga y la película. Tuvimos la oportunidad de entrevistarlos durante su visita más reciente a Nueva York.

Pregunta: ¿De donde vino la idea de esta película?

Lorenzo: En Hollywood había cierto número de escritores y productores progresistas. Algunos habían sido del Partido [Comunista], y desafiaron a los tribunales y fueron encarcelados. Se negaron a contestar las preguntas de los investigadores. Decidieron formar su propia compañía, y estaban buscando hacer una película interesante. Descubrieron a la huelga. Así que estos escritores y directores que estaban en la “lista negra” vinieron y la filmaron en el condado de Grant. Esperaban problemas. Filmaron lo que pudieron en Nuevo Méjico, pero se filmaron a otras escenas en Méjico y en Los Ángeles, y luego se juntaron las distintos partes de la película. Era demasiado peligroso como para filmar toda la película en Nuevo Méjico.

Pregunta: ¿Quienes fueron los actores?

Anita: Casi todos mineros, trabajadores. Solo habían unos pocos actores profesionales.

Pregunta: ¿Estaban usted en la película?

Anita: Sí. En aquellos momentos, tuvimos a dos niños, y estábamos nosotros los cuatro. A mí me entrevistaron por uno de los papeles principales.

Pregunta: Díganos algo sobre Juan Chacón.

Lorenzo: No pudieron encontrar a un estrella masculino en Hollywood. Fueron a Méjico a buscar a un actor principal masculino. No lo pudieron encontrar. Biberman, el director, vino a Nuevo Méjico y dijo que el único recurso que le quedaba fue entrevistar a los mismos mineros. Así es como encontró a Juan Chacón. Era un natural.

Anita: Juan era miembro del Partido Comunista. En esos tiempos fuimos a reuniones del Partido. Estaba muy difícil reunirnos. Yo no sabía que existía una organización así, pero poco a poco comprendí que estuve asistiendo a reuniones comunistas. Y yo me dije, “Si esto es ser una comunista, entonces sí la soy, porque los comunistas luchan por la igualdad.

Pregunta: La película fue puesta en la lista negra.

Lorenzo: Sí, los monopolios de Hollywood nunca iban a permitir su exhibición. Decían que iba fomentar “disturbios raciales.” Pero se fue exhibido por toda Europa, y ganó premios. Estrenó en Nueva York un año después de su creación. La unión de trabajadores pagó los boletos de avión a todo el equipo de actores, para estar presente por el estreno.

Pregunta: Hace 50 años que se produjo “Sal de la Tierra.” ¿Cómo nos puede explicar su influencia, sobre todo con los jóvenes?

Anita: Los jóvenes de hoy se enfrentan a las mismas luchas que nosotros enfrentábamos. Las luchas no han terminado. Es aún más relevante ahora que cuando se filmó. Es muy importante exhibirla una y otra vez. En aquella época, toda la familia – abuelos, padres e hijos, trabajaban en las mismas minas, pero esos trabajos ya se perdieron. Muchos jóvenes toman a esos beneficios como algo natural, y no saben nada de la lucha que se tuvo que llevar acabo para ganar esos beneficios. Y ahora, las corporaciones están quitando esos beneficios. Es por eso que es tan importante ver esta película. Tienen que comprender que estos beneficios no se nos concedieron fácilmente. Tuvimos que pelear por ellos. Y la película muestra qué se necesita para luchar y para ganar.

Lorenzo: Hay que unirse. Hace falta una unión para ganar. Si estás solo, no tiene poder. Es por eso que esta película ha ganado tanta popularidad. También hay un cambio de medio ambiente. Mucha gente progresista pasó por las luchas de los años 1930. Y luego llegó la época de McCarthy. Ya mucha gente se está dando cuenta qué tan grande es el error de replegarse frente a las cazas de brujas. Ven a esta película y dicen, aquí habían mujeres que se pusieron de pie frente a la policía y a las cortes.

Hay muchas lecciones para hoy. Esta no fue simplemente una huelga entre una corporación y sus empleados. Fue un atentado corporativo para aplastar una unión militante, progresista.

No vamos a poner fin a esta administración ultraderechista de Bush si todos andamos por sendas distintas. Esta película muestra la fuerza de la unidad multinacional y multirracial, y la unidad entre mujeres y hombres.

Yo estaba hablando a los estudiantes de Northridge College en California sobre la película, y un estudiante me dijo, “Tú has estado en el movimiento desde hace mucho. Otros se meten por unos pocos años, y luego salen ‘quemados.’ ¿Qué es lo que te da fuerza para seguir después de tantos años?” Y yo le dije que soy militante de un partido, el Partido Comunista EUA. Esto es lo que me da fuerza para seguir.

Traducido por Owen Williamson.

PUNTO DE MIRA
(One of the Hollywood ten)

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Dirección y guión: Karl Francis.
Paises: España / Reino Unido.
Año: 2000.
Duración: 109 min.
Interpretación: Jeff Goldblum (Herbert Biberman), Greta Scacchi (Gale Sondergaard), Ángela Molina (Rosaura Revueltas), Christopher Fulford (Riffkind), Antonio Valero (Juan Chacon), John Sessions (Paul Jarrico), Geraint Wyn Davies (Michael Wilson), Sean Chapman (Edward Dmytryk), Peter Bowles (Jack Warne).
Producción: Karl Francis, Juan Gordon y Stuart Pollack.
Música: Víctor Reyes.
Fotografía: Nigel Walters.
Montaje: John Richards.
Diseño de producción: Hayden Pearce.
Dirección artística: Vincent Mateu-Ferreur.
Vestuario: Bina Daigeler.
Decorados: Frazer Pearce.

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SINOPSIS



Thriller político que narra la historia de Herbert Bibermann (Jeff Goldblum), un joven y prome-tedor director que fue encarcelado y persegui-do durante el periodo de la "caza de brujas" en EE.UU (fue uno de "Los diez de Hollywood"), y su lucha por rodar "La Sal de la Tierra", emotivo filme sobre la libertad y la lucha por la democracia. Biberman y su mujer, la actriz Gale Sondergaard (Greta Scacchi) son tachados de subversivos, y arriesgando sus vidas consiguen llevar a cabo el rodaje de la pelí-cula a pesar de las trabas orquestadas y dirigidas por el Gobierno de los EEUU, el FBI, el Servicio de Inmigración y las altas esferas de Hollywood

Y algo muy interesante la historia de como se fraguo el proyecto, tambien een esa pagina y con este avance:

NOTAS DE PRODUCCIÓN de Morena Films


El veterano escritor y director Karl Francis se topó con la idea original de PUNTO DE MIRA, por casualidad. "Fui a visitar a unos amigos en Los Angeles, y la Biblioteca de la Academia de Hollywood quedaba cerca", afirma. "Entré y no estaba muy seguro de lo que hacía allí, pero pensé en echar un vistazo… comencé a sacar unos cuantos artículos de prensa de la época, y di con la historia…"


Francis estaba absorbido por Herbert Biberman, especialmente por el hecho de arriesgar su propia vida durante el rodaje de LA SAL DE LA TIERRA. "Supongo que lo que me interesó en un principio fue ver cuánta intromisión hubo en la filmación de LA SAL DE LA TIERRA. Pero creo que la verdadera razón tenía que ver con mi experiencia personal como realizador, con la censura, el hecho de provenir de una familia de mineros, y el ver cómo se había tratado en la película a la clase obrera."


Se sumergió de lleno en la investigación de la historia de Biberman, así como de las convulsiones socio-políticas que se apoderaban de EEUU a finales de los años 40 y principios de los 50. Las semanas se convirtieron en meses, y los meses en años mientras Francis daba vueltas a unos 20 borradores diferentes del guión, cada uno de ellos ponía énfasis de un aspecto concreto de esta compleja historia. "Soy de ideas fijas, y me he comprometido seriamente a realizar esta película" explica Francis.


En 1997, Francis conoció al productor Juan Gordon de Morena Films, afincado en Madrid – en un mercado de cine Europeo. Gordon expresó inmediatamente interés en el proyecto e invitó a participar en él a Stuart Pollok, compañero de estudios del Programa Peter Stark de la Universidad de California del Sur donde Juan Gordon se formó. "Nos gustó el guión y pensamos que era una idea muy interesante", dice Gordon. "No es muy común para los productores europeos encontrar una historia tan emocionante y al mismo tiempo desconocida para el público general. Combina elementos de thriller absolutamente comerciales con un mensaje oportuno acerca de valores y principio casi olvidados hoy en día."

pedrocasca escribió:[se puede ver en VOS en español en el enlace: (probablemente haya que activar los subtítulos en la opción correspondiente)

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