Introducción al materialismo dialéctico
cuadernillo de formación editado por Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) — año 2013
copiado del blog Periodismo incendiario
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publicado en el Foro en 2 mensajes
En este cuadernillo queremos introducir a la filosofía materialista dialéctica. Esta filosofía es propia del marxismo, pero como veremos más adelante, es una filosofía general útil para comprender cualquier fenómeno de la vida real. ¿Por qué "materialismo dialéctico"? Porque los dos elementos básicos de esta filosofía son el materialismo y la dialéctica. En este cuadernillo queremos explicar de manera sencilla y clara estos dos términos, así como dejar abierto el camino a todo aquel que quiera profundizar más en este conocimiento. Un par de aclaraciones antes de empezar. Sin embargo, no podemos empezar a estudiar la filosofía marxista sin hacer primero dos aclaraciones: Existe la tendencia general a rechazar el término filosofía y, sin embargo, lo que el marxismo entiende como filosofía se aleja mucho de ese conocimiento inabordable e incomprensible o de ese saber que remite a cuestiones totalmente apartadas de la realidad, sin vinculación alguna con el ser humano y el mundo. En primer lugar, la filosofía no es más difícil de estudiar que cualquier otra ciencia, tal como veremos más adelante. Además, todo militante revolucionario tiene el compromiso de comprender y contribuir a transformar la realidad que le rodea, independientemente de que este mundo sea complejo y, en ocasiones, resulte complicado de analizar. Por otro lado, la filosofía, al igual que otras ciencias, ha estado dominada durante mucho tiempo por corrientes no científicas que se alejaban de "lo real". Así, de la misma manera que se afirmaba en la Astronomía que el Sol giraba en torno a la Tierra, se afirmaban en la filosofía dogmas muy cercanos a la religión.
La filosofía en el marxismo
Sin embargo, éste no es el papel que la filosofía juega en el marxismo. La filosofía es, o tiene que ser, el enfoque correcto que se da a la realidad. ¿Por qué? La realidad es muy compleja, y de un lado tenemos la apariencia de las cosas, y por otro lado tenemos su esencia. La filosofía ha de ser la lente con la que se enfoque la realidad, una lente que nos permita ver la esencia: lo que las cosas son "en el fondo". Pero, ¿cómo llegan Marx y Engels a estas conclusiones? ¿Son ellos nuevos filósofos tratando de crear un dogma original? Marx y Engels buscaban una concepción científica del mundo.
Y es natural: para poder luchar con éxito con el fin de transformar la sociedad, es necesario saber cómo, conforme a qué leyes regulares se va desarrollando la sociedad, cuál es su estructura, de qué modo se efectúa la interacción entre las distintas "partes" de este complejo organismo social... Por tanto, Marx y Engels perseguían el conocimiento de la esencia de la sociedad, un método de análisis valido para todas las sociedades, para todas las épocas.
Para ello, Marx y Engels examinaron los progresos revolucionarios que se estaban dando en el conocimiento de las distintas ciencias. Como ejemplo, podemos tomar la teoría darwinista de la evolución. Darwin acabó con el criterio que se tenía de que las especies animales (y variedades vegetales) eran especies ocasionales, sin la menor relación entre sí, "creadas por Dios" e inmutables. Echó así los cimientos de la biología teórica, que antes de Darwin era prácticamente una ciencia descriptiva, y demostró que las especies animales y vegetales tienen un origen común, a partir del cual han evolucionado. Partiendo del punto de vista de la selección natural, Darwin explicó científicamente la estructura relativamente adecuada de los organismos y su "adaptación" a las condiciones de existencia (del entorno), rechazando la interpretación mística de este hecho, típica de las teorías idealistas.
Pues bien, Marx y Engels estimaban que la teoría de la evolución formulada por Darwin era, en esencia, una teoría materialista y dialéctica, subrayando, no obstante, que Darwin no era un dialéctico consciente. La ley de la conservación y la transformación de la energía, la estructura celular de los organismos vivos,... el conocimiento científico, según avanza, se acerca más y más a los supuestos materialistas dialécticos. Para establecer leyes objetivas y teorías de conocimiento válidas, el conocimiento científico parte de principios materialistas dialécticos, pues estos son el enfoque correcto con el que se ha de analizar la realidad. El desarrollo de la ciencia no deja de confirmarlo.
El mérito de Marx y Engels consiste en haber descrito este método, en haber sistematizado este enfoque hacia la realidad que había permitido a los científicos de su época hacer progresar el conocimiento muy por encima de los límites que las concepción religiosas habían permitido hasta entonces. Este enfoque materialista dialéctico, por supuesto, no es un algo acabado. Con cada nuevo descubrimiento, el materialismo dialéctico se actualiza, lo cual no niega la validez que tenía hasta entonces, sino que completa con mayor rigurosidad lo ya conocido. Así, cuando se descubren los electrones, protones y neutrones se avanza increíblemente en el conocimiento que se tenía acerca de las composición celular. Eso sí, se actualiza un conocimiento anterior: la célula ya no es el elemento de vida más pequeño. De la misma manera, el materialismo dialéctico se actualiza constantemente con cada nuevo descubrimiento.
La aplicación práctica de la filosofía marxista.
En su famosa "11ª tesis contra Feuerbach", Marx lanza la siguiente afirmación: "Hasta hoy, los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, nos toca ahora transformarlo". Pues bien, todo lo dicho anteriormente tiene una aplicación práctica. Como hemos visto, el materialismo dialéctico es el método común al que tienden (muchas veces inconscientemente) todos los científicos según avanzan en el conocimiento de cualquier ciencia.
No es una afirmación gratuita, el materialismo dialéctico no exige a las ciencias que se adapten a él, sino que el materialismo dialéctico "surge" de las ciencias: el materialismo dialéctico se forma mediante los postulados de todas las ciencias. Siempre tendrá vigencia, ya que el conocimiento es algo inagotable. Simplificando, podríamos decir que el materialismo dialéctico es la actitud científica hacia la realidad, es lo común a todas las ciencias en su conjunto.
Ahora bien, si el materialismo dialéctico había hecho progresar todas las ciencias de manera vertiginosa, era impensable que las ciencias sociales permanecieran bajo dogmas metafísicos e idealistas. La sociedad ha surgido y evoluciona como parte integrante del mundo material. Por tanto, no cabe analizarla como algo inmutable, ocasional, una mera sucesión de hechos aislados.
Marx y Engels aplicaron el materialismo dialéctico a la sociedad para demostrar así que es fruto de un largo desarrollo histórico, que hay leyes objetivas que determinan su desarrollo; para descubrir, en fin, su esencia. Por ello, es importante la filosofía en el marxismo. Sin el enfoque adecuado que permite descubrir el fondo de la realidad, estaríamos de nuevo en la estaticidad científica de la Edad Media. Lenin decía que "sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria". No podemos separar la reflexión filosófica y la lucha revolucionaria. Pero sin duda, la compresión adecuada de la realidad social es un arma con la que el marxismo cuenta y de la que no debemos prescindir. Bajo estas premisas surge este cuadernillo.
El Materialismo
Tradicionalmente, la filosofía ha tenido un problema básico, que vamos a tratar de resumir.
El problema filosófico básico: las relaciones entre lo espiritual y lo material.
El problema filosófico básico, y el principal, es la relación entre la conciencia y el ser, entre lo espiritual y lo material.
Este problema surge en los hechos fundamentales de nuestra vida: existen efectivamente fenómenos materiales, como los físicos o los químicos, pero a la vez existen también fenómenos espirituales, como el pensamiento. Si examinamos un fenómeno concreto, por ejemplo un rayo que cae en la montaña, podemos ver en él una dimensión objetiva (el rayo existe, realmente) y otra dimensión subjetiva (yo, como observador, tengo una determinada percepción del rayo).
Sin embargo, sería absurdo afirmar que no hay ninguna relación entre lo que el observador percibe y lo que ha sucedido en realidad. Es obvio que existe una relación de dependencia. Pero, ¿Qué depende de qué? ¿Cuál es la causa y cuál el efecto? ¿Existe el rayo porque existe en mi mente, o existe en mi mente porque he visto el rayo?
Respondiendo a estas preguntas, los filósofos se separaban en dos corrientes opuestas: los materialistas y los idealistas. Todos, sin excepción, se adhieren de alguna manera a una de estas dos corrientes, aún sin declararse explícitamente seguidor de ella.
Precisamente es así, porque es el problema filosófico básico.
De esta manera, los materialistas reconocen la prioridad de la materia sobre la conciencia, reconociendo así la existencia de un mundo material independientemente de nuestra conciencia (de nuestro pensamiento). El mundo material no depende del albedrío humano, sino que tiene sus propias leyes que la ciencia se encarga de probar. Para los materialistas, la conciencia existe, como propiedad de la materia altamente organizada. Surge sólo en cierta fase del desarrollo de la materia, no es algo inmutable, sino que se desarrolla.
La conciencia refleja los objetos que existen en la realidad. Simplificando mucho, podríamos decir que pensamos en un rayo precisamente porque en la realidad hemos visto rayos. Nuestra conciencia refleja aquello que en la realidad existe, y que además existe al margen de que lo estemos percibiendo o no. Cabría matizar que la conciencia no se forma por la mera contemplación pasiva de la realidad, sino mediante la práctica activa, la actividad, el trabajo...
La práctica tiene prioridad sobre la teoría, el trabajo sobre la conciencia. Por oposición, dentro de las corrientes idealistas existen varias teorías. Los idealistas objetivos afirman que existe lo espiritual fuera e independientemente de la conciencia de los hombres. Es ésta una especie de "razón mundial", que muchas veces se asocia a un determinado Dios.
Estos idealistas afirman que las leyes que descubre la ciencia en el mundo material son fruto de esa voluntad divina, que existía ya antes de existir el mundo material. Otros, los idealistas subjetivos afirman que el hombre trata sólo con fenómenos de su propia conciencia, y cualquier cosa fuera de su conciencia no es real, o bien no se puede determinar si es real o no. Para ellos, las leyes de la naturaleza y de la sociedad que la ciencia descubre, son sólo la sucesión de los fenómenos que tienen lugar en nuestra conciencia. Esta corriente subjetiva, llevada al extremo, se denomina solipsismo, cuando el sujeto solo admite la realidad de su propia conciencia, rechazando la existencia de otras conciencias al margen de la suya.
Resumiendo:
Por esquematizar lo dicho, podría decirse que...
Para el idealismo:
-Es el espíritu el que crea la materia.
-La materia no existe fuera de nuestro pensamiento.
-Nuestras ideas son las creadoras, en última instancia, de las cosas.
Para el materialismo:
-La materia es la que produce el espíritu.
-La materia existe fuera de todo espíritu.
-Somos capaces de conocer el mundo, pues podemos ir descubriendo lo que ignoramos.
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En este cuadernillo queremos introducir a la filosofía materialista dialéctica. Esta filosofía es propia del marxismo, pero como veremos más adelante, es una filosofía general útil para comprender cualquier fenómeno de la vida real. ¿Por qué "materialismo dialéctico"? Porque los dos elementos básicos de esta filosofía son el materialismo y la dialéctica. En este cuadernillo queremos explicar de manera sencilla y clara estos dos términos, así como dejar abierto el camino a todo aquel que quiera profundizar más en este conocimiento. Un par de aclaraciones antes de empezar. Sin embargo, no podemos empezar a estudiar la filosofía marxista sin hacer primero dos aclaraciones: Existe la tendencia general a rechazar el término filosofía y, sin embargo, lo que el marxismo entiende como filosofía se aleja mucho de ese conocimiento inabordable e incomprensible o de ese saber que remite a cuestiones totalmente apartadas de la realidad, sin vinculación alguna con el ser humano y el mundo. En primer lugar, la filosofía no es más difícil de estudiar que cualquier otra ciencia, tal como veremos más adelante. Además, todo militante revolucionario tiene el compromiso de comprender y contribuir a transformar la realidad que le rodea, independientemente de que este mundo sea complejo y, en ocasiones, resulte complicado de analizar. Por otro lado, la filosofía, al igual que otras ciencias, ha estado dominada durante mucho tiempo por corrientes no científicas que se alejaban de "lo real". Así, de la misma manera que se afirmaba en la Astronomía que el Sol giraba en torno a la Tierra, se afirmaban en la filosofía dogmas muy cercanos a la religión.
La filosofía en el marxismo
Sin embargo, éste no es el papel que la filosofía juega en el marxismo. La filosofía es, o tiene que ser, el enfoque correcto que se da a la realidad. ¿Por qué? La realidad es muy compleja, y de un lado tenemos la apariencia de las cosas, y por otro lado tenemos su esencia. La filosofía ha de ser la lente con la que se enfoque la realidad, una lente que nos permita ver la esencia: lo que las cosas son "en el fondo". Pero, ¿cómo llegan Marx y Engels a estas conclusiones? ¿Son ellos nuevos filósofos tratando de crear un dogma original? Marx y Engels buscaban una concepción científica del mundo.
Y es natural: para poder luchar con éxito con el fin de transformar la sociedad, es necesario saber cómo, conforme a qué leyes regulares se va desarrollando la sociedad, cuál es su estructura, de qué modo se efectúa la interacción entre las distintas "partes" de este complejo organismo social... Por tanto, Marx y Engels perseguían el conocimiento de la esencia de la sociedad, un método de análisis valido para todas las sociedades, para todas las épocas.
Para ello, Marx y Engels examinaron los progresos revolucionarios que se estaban dando en el conocimiento de las distintas ciencias. Como ejemplo, podemos tomar la teoría darwinista de la evolución. Darwin acabó con el criterio que se tenía de que las especies animales (y variedades vegetales) eran especies ocasionales, sin la menor relación entre sí, "creadas por Dios" e inmutables. Echó así los cimientos de la biología teórica, que antes de Darwin era prácticamente una ciencia descriptiva, y demostró que las especies animales y vegetales tienen un origen común, a partir del cual han evolucionado. Partiendo del punto de vista de la selección natural, Darwin explicó científicamente la estructura relativamente adecuada de los organismos y su "adaptación" a las condiciones de existencia (del entorno), rechazando la interpretación mística de este hecho, típica de las teorías idealistas.
Pues bien, Marx y Engels estimaban que la teoría de la evolución formulada por Darwin era, en esencia, una teoría materialista y dialéctica, subrayando, no obstante, que Darwin no era un dialéctico consciente. La ley de la conservación y la transformación de la energía, la estructura celular de los organismos vivos,... el conocimiento científico, según avanza, se acerca más y más a los supuestos materialistas dialécticos. Para establecer leyes objetivas y teorías de conocimiento válidas, el conocimiento científico parte de principios materialistas dialécticos, pues estos son el enfoque correcto con el que se ha de analizar la realidad. El desarrollo de la ciencia no deja de confirmarlo.
El mérito de Marx y Engels consiste en haber descrito este método, en haber sistematizado este enfoque hacia la realidad que había permitido a los científicos de su época hacer progresar el conocimiento muy por encima de los límites que las concepción religiosas habían permitido hasta entonces. Este enfoque materialista dialéctico, por supuesto, no es un algo acabado. Con cada nuevo descubrimiento, el materialismo dialéctico se actualiza, lo cual no niega la validez que tenía hasta entonces, sino que completa con mayor rigurosidad lo ya conocido. Así, cuando se descubren los electrones, protones y neutrones se avanza increíblemente en el conocimiento que se tenía acerca de las composición celular. Eso sí, se actualiza un conocimiento anterior: la célula ya no es el elemento de vida más pequeño. De la misma manera, el materialismo dialéctico se actualiza constantemente con cada nuevo descubrimiento.
La aplicación práctica de la filosofía marxista.
En su famosa "11ª tesis contra Feuerbach", Marx lanza la siguiente afirmación: "Hasta hoy, los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, nos toca ahora transformarlo". Pues bien, todo lo dicho anteriormente tiene una aplicación práctica. Como hemos visto, el materialismo dialéctico es el método común al que tienden (muchas veces inconscientemente) todos los científicos según avanzan en el conocimiento de cualquier ciencia.
No es una afirmación gratuita, el materialismo dialéctico no exige a las ciencias que se adapten a él, sino que el materialismo dialéctico "surge" de las ciencias: el materialismo dialéctico se forma mediante los postulados de todas las ciencias. Siempre tendrá vigencia, ya que el conocimiento es algo inagotable. Simplificando, podríamos decir que el materialismo dialéctico es la actitud científica hacia la realidad, es lo común a todas las ciencias en su conjunto.
Ahora bien, si el materialismo dialéctico había hecho progresar todas las ciencias de manera vertiginosa, era impensable que las ciencias sociales permanecieran bajo dogmas metafísicos e idealistas. La sociedad ha surgido y evoluciona como parte integrante del mundo material. Por tanto, no cabe analizarla como algo inmutable, ocasional, una mera sucesión de hechos aislados.
Marx y Engels aplicaron el materialismo dialéctico a la sociedad para demostrar así que es fruto de un largo desarrollo histórico, que hay leyes objetivas que determinan su desarrollo; para descubrir, en fin, su esencia. Por ello, es importante la filosofía en el marxismo. Sin el enfoque adecuado que permite descubrir el fondo de la realidad, estaríamos de nuevo en la estaticidad científica de la Edad Media. Lenin decía que "sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria". No podemos separar la reflexión filosófica y la lucha revolucionaria. Pero sin duda, la compresión adecuada de la realidad social es un arma con la que el marxismo cuenta y de la que no debemos prescindir. Bajo estas premisas surge este cuadernillo.
El Materialismo
Tradicionalmente, la filosofía ha tenido un problema básico, que vamos a tratar de resumir.
El problema filosófico básico: las relaciones entre lo espiritual y lo material.
El problema filosófico básico, y el principal, es la relación entre la conciencia y el ser, entre lo espiritual y lo material.
Este problema surge en los hechos fundamentales de nuestra vida: existen efectivamente fenómenos materiales, como los físicos o los químicos, pero a la vez existen también fenómenos espirituales, como el pensamiento. Si examinamos un fenómeno concreto, por ejemplo un rayo que cae en la montaña, podemos ver en él una dimensión objetiva (el rayo existe, realmente) y otra dimensión subjetiva (yo, como observador, tengo una determinada percepción del rayo).
Sin embargo, sería absurdo afirmar que no hay ninguna relación entre lo que el observador percibe y lo que ha sucedido en realidad. Es obvio que existe una relación de dependencia. Pero, ¿Qué depende de qué? ¿Cuál es la causa y cuál el efecto? ¿Existe el rayo porque existe en mi mente, o existe en mi mente porque he visto el rayo?
Respondiendo a estas preguntas, los filósofos se separaban en dos corrientes opuestas: los materialistas y los idealistas. Todos, sin excepción, se adhieren de alguna manera a una de estas dos corrientes, aún sin declararse explícitamente seguidor de ella.
Precisamente es así, porque es el problema filosófico básico.
De esta manera, los materialistas reconocen la prioridad de la materia sobre la conciencia, reconociendo así la existencia de un mundo material independientemente de nuestra conciencia (de nuestro pensamiento). El mundo material no depende del albedrío humano, sino que tiene sus propias leyes que la ciencia se encarga de probar. Para los materialistas, la conciencia existe, como propiedad de la materia altamente organizada. Surge sólo en cierta fase del desarrollo de la materia, no es algo inmutable, sino que se desarrolla.
La conciencia refleja los objetos que existen en la realidad. Simplificando mucho, podríamos decir que pensamos en un rayo precisamente porque en la realidad hemos visto rayos. Nuestra conciencia refleja aquello que en la realidad existe, y que además existe al margen de que lo estemos percibiendo o no. Cabría matizar que la conciencia no se forma por la mera contemplación pasiva de la realidad, sino mediante la práctica activa, la actividad, el trabajo...
La práctica tiene prioridad sobre la teoría, el trabajo sobre la conciencia. Por oposición, dentro de las corrientes idealistas existen varias teorías. Los idealistas objetivos afirman que existe lo espiritual fuera e independientemente de la conciencia de los hombres. Es ésta una especie de "razón mundial", que muchas veces se asocia a un determinado Dios.
Estos idealistas afirman que las leyes que descubre la ciencia en el mundo material son fruto de esa voluntad divina, que existía ya antes de existir el mundo material. Otros, los idealistas subjetivos afirman que el hombre trata sólo con fenómenos de su propia conciencia, y cualquier cosa fuera de su conciencia no es real, o bien no se puede determinar si es real o no. Para ellos, las leyes de la naturaleza y de la sociedad que la ciencia descubre, son sólo la sucesión de los fenómenos que tienen lugar en nuestra conciencia. Esta corriente subjetiva, llevada al extremo, se denomina solipsismo, cuando el sujeto solo admite la realidad de su propia conciencia, rechazando la existencia de otras conciencias al margen de la suya.
Resumiendo:
Por esquematizar lo dicho, podría decirse que...
Para el idealismo:
-Es el espíritu el que crea la materia.
-La materia no existe fuera de nuestro pensamiento.
-Nuestras ideas son las creadoras, en última instancia, de las cosas.
Para el materialismo:
-La materia es la que produce el espíritu.
-La materia existe fuera de todo espíritu.
-Somos capaces de conocer el mundo, pues podemos ir descubriendo lo que ignoramos.
Última edición por RioLena el Dom Mar 08, 2020 8:22 pm, editado 4 veces