De la Resistencia y la deportación
Neus Catalá - año 1984
formato pdf de suficiente calidad para lectura - 143 páginas dobles
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En este libro se recoge el testimonio de mujeres antifascistas, que tras exiliarse en Francia continuaron la lucha contra el nazismo en la Resistencia, muchas de ellas fueron detenidas, torturadas y encarceladas en campos de concentración nazis, donde continuaron la lucha. Unas cayeron en este combate y solo unas pocas sobrevivieron. Que la lectura de este libro sea, como señala Neus Catalá, nuestro homenaje y condecoración a la entrega y conciencia de miles de mujeres antifascistas que lucharon contra el fascismo en la guerra nacional revolucionaria en España y después continuaron la lucha contra el nazismo allí donde se encontraban. Nada mejor que añadir las conclusiones con que termina Neus Catalá:
«Alguien se preguntará que se hizo de aquellas españolas que arrostraron el peligro y la muerte, ¿fueron conscientes del papel que en adelante deberían jugar en la sociedad? ¿reivindicaron para sí el sitio igualitario a que se habían hecho acreedoras? Salvo unas cuantas excepciones, no.
Pero que no se nos juzgue con demasiado apremio. Vino la liberación de Francia y seguimos siendo “refugiadas” sin el más mínimo reconocimiento de nuestras capacidades ni intelectuales ni profesionales, sin derechos cívicos, ni electorales ni elegibles…
Es posible que no hayamos hablado como feministas, pero es que nosotras ya lo hemos demostrado con los hechos que lo fuimos y lo somos y si el objetivo de estos relatos no estuviera circunscrito a una época determinada podríamos demostrar que no se acabaron en 1945 nuestras andanzas. Son muchas aún las que alejadas de la patria en un penoso y largo exilio no se rinden a la quietud de la tercera edad; si se les escuchara, algunos se asombrarían de la juventud espiritual que poseen, la justeza de sus réplicas, su forma de participar en las áreas que se nos permite a los extranjeros; son tan firmes como audaces.
Nosotras fuimos feministas a carta cabal ya en la contienda del 36-39 y mucho antes. Mujeres solidarias de los presos del Bienio Negro, ardientes organizadoras de un amplio frente de mujeres que jugarían un gran papel en defensa de la República, propagandistas de la paz contra la guerra, defensoras de la democracia contra el fascismo. Mujeres Antifascistas Españolas, Unió de Dones de Catalunya fue el motor de la aportación de las mujeres en los frentes de la economía, en toda la infraestructura de la sociedad durante la guerra y hasta en los frentes con las milicianas camilleras y hospitales de sangre.
Desde el advenimiento de la República empezamos a resquebrajar los moldes arcaicos de nuestra condición. Aprendimos muchas cosas, a opinar por nosotras mismas, a buscar los caminos de la justicia social y política. Teníamos que inventarnos y lo logramos. Tanto es así que en nuestra lucha antifascista no se pudo prescindir de nosotras. Y si de un plumazo en Burgos se nos arrebató todo aquello que vivíamos y vislumbrábamos, tuvimos el privilegio de ser iguales en las mazmorras y en los piquetes de ejecución.
Centenares de mujeres españolas combatientes antifascistas murieron en el infierno nazi. Nadie ha podido reivindicar sus nombres. Solo un grupo de mujeres supervivientes de estos campos y de resistentes emprendimos, a los casi treinta años del fin de la II Guerra Mundial, su búsqueda. ¡Demasiado tarde! En Ravensbrück los nazis destruyeron todos los archivos. La diáspora de los guerrilleros españoles ha enmarañado todas las piezas del puzzle. Serían necesarios muchos medios y mucho tiempo, tiempo que ya no queda.
Si alguien se interesa por estas vivencias será la mejor condecoración que se nos otorgue.»
Neus Catalá - año 1984
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En este libro se recoge el testimonio de mujeres antifascistas, que tras exiliarse en Francia continuaron la lucha contra el nazismo en la Resistencia, muchas de ellas fueron detenidas, torturadas y encarceladas en campos de concentración nazis, donde continuaron la lucha. Unas cayeron en este combate y solo unas pocas sobrevivieron. Que la lectura de este libro sea, como señala Neus Catalá, nuestro homenaje y condecoración a la entrega y conciencia de miles de mujeres antifascistas que lucharon contra el fascismo en la guerra nacional revolucionaria en España y después continuaron la lucha contra el nazismo allí donde se encontraban. Nada mejor que añadir las conclusiones con que termina Neus Catalá:
«Alguien se preguntará que se hizo de aquellas españolas que arrostraron el peligro y la muerte, ¿fueron conscientes del papel que en adelante deberían jugar en la sociedad? ¿reivindicaron para sí el sitio igualitario a que se habían hecho acreedoras? Salvo unas cuantas excepciones, no.
Pero que no se nos juzgue con demasiado apremio. Vino la liberación de Francia y seguimos siendo “refugiadas” sin el más mínimo reconocimiento de nuestras capacidades ni intelectuales ni profesionales, sin derechos cívicos, ni electorales ni elegibles…
Es posible que no hayamos hablado como feministas, pero es que nosotras ya lo hemos demostrado con los hechos que lo fuimos y lo somos y si el objetivo de estos relatos no estuviera circunscrito a una época determinada podríamos demostrar que no se acabaron en 1945 nuestras andanzas. Son muchas aún las que alejadas de la patria en un penoso y largo exilio no se rinden a la quietud de la tercera edad; si se les escuchara, algunos se asombrarían de la juventud espiritual que poseen, la justeza de sus réplicas, su forma de participar en las áreas que se nos permite a los extranjeros; son tan firmes como audaces.
Nosotras fuimos feministas a carta cabal ya en la contienda del 36-39 y mucho antes. Mujeres solidarias de los presos del Bienio Negro, ardientes organizadoras de un amplio frente de mujeres que jugarían un gran papel en defensa de la República, propagandistas de la paz contra la guerra, defensoras de la democracia contra el fascismo. Mujeres Antifascistas Españolas, Unió de Dones de Catalunya fue el motor de la aportación de las mujeres en los frentes de la economía, en toda la infraestructura de la sociedad durante la guerra y hasta en los frentes con las milicianas camilleras y hospitales de sangre.
Desde el advenimiento de la República empezamos a resquebrajar los moldes arcaicos de nuestra condición. Aprendimos muchas cosas, a opinar por nosotras mismas, a buscar los caminos de la justicia social y política. Teníamos que inventarnos y lo logramos. Tanto es así que en nuestra lucha antifascista no se pudo prescindir de nosotras. Y si de un plumazo en Burgos se nos arrebató todo aquello que vivíamos y vislumbrábamos, tuvimos el privilegio de ser iguales en las mazmorras y en los piquetes de ejecución.
Centenares de mujeres españolas combatientes antifascistas murieron en el infierno nazi. Nadie ha podido reivindicar sus nombres. Solo un grupo de mujeres supervivientes de estos campos y de resistentes emprendimos, a los casi treinta años del fin de la II Guerra Mundial, su búsqueda. ¡Demasiado tarde! En Ravensbrück los nazis destruyeron todos los archivos. La diáspora de los guerrilleros españoles ha enmarañado todas las piezas del puzzle. Serían necesarios muchos medios y mucho tiempo, tiempo que ya no queda.
Si alguien se interesa por estas vivencias será la mejor condecoración que se nos otorgue.»
Última edición por RioLena el Sáb Abr 25, 2020 8:23 pm, editado 1 vez