No es fácil de leer, pero resulta bonito, emocionante. Para ser médico no tenía muy mala letra o es que escribía el diario con verdadero interés. Este cuaderno de notas del revolucionario argentino-cubano abarca el período entre su llegada al país y hasta el 7 de octubre de 1967, dos días antes de su muerte.
Da algún problema el link (la gente se cree que es broma cuando digo que América y España están lejos, incluso para internet, pero hay cantidad de sitios americanos a los que es prácticamente imposible acceder como no tengan servidores poderosos y una línea telefónica capaz), pero insistiendo ...
Se puede descargar la edición facsimil en ese mismo sitio:
También se puede descargar una cuidada edición del Diario en formato pdf con Introducción de Fidel Castro y una historia de los avatares sufridos por el Diario:
Gracias por la información, tovarichPlaton y tovarichvilenin. Joder, tiene su morbo eso de poder darle las gracias al propio Vladimiro Ilich Ulianov. Salud.
Por convertirse Bolivia en el ciclo último de su lucha revolucionaria, el diario escrito durante la contienda guerrillera desarrollada en ese país de noviembre de 1966 a octubre de 1967, representa una especie de testamento histórico en el que se expresa la epopeya inconclusa de un pequeño grupo de hombres encabezados por el Che, además de reflejar el tesón y la voluntad de entregar para la posteridad, aun sin proponérselo, páginas que forman parte de la gran gesta libertaria de la América Nuestra.
Era costumbre del Che en su vida guerrillera anotar cuidadosamente en un Diario personal sus observaciones de cada día. En las largas marchas por terrenos abruptos y difíciles, en medio de los bosques húmedos, cuando las filas de los hombres, siempre encorvados por el peso de las mochilas, las municiones y las armas, se detenían un instante a descansar, o la columna recibía la orden de alto para acampar al final de fatigosa jornada, se veía al Che —como cariñosamente lo bautizaron desde el principio los cubanos— extraer una pequeña libreta y con su letra menuda, escribir sus notas. Lo que pudo conservar de esos apuntes le sirvió luego para escribir sus magníficas narraciones históricas de la guerra revolucionaria en Cuba, llenas de contenido revolucionario, pedagógico y humano. Esta vez, gracias a aquel invariable hábito suyo de ir anotando los principales hechos de cada día, podemos disponer de una información pormenorizada, rigurosamente exacta e inapreciable de aquellos heroicos meses finales de su vida en Bolivia.