por lolagallego Sáb Abr 24, 2021 10:30 am
Dentro del monumental legado literario de Federico García Lorca (1898-1936), el mismo que lo consolidó como un prosista de excepción y lo encumbró como uno de los poetas más relevantes del siglo XX, quizá sea en su vertiente como dramaturgo donde logró llevar más lejos su visión trágica del mundo. El suyo es un teatro descarnado y poético, tradicional y moderno al mismo tiempo.
Marcada a partes iguales por la elegancia del teatro modernista y la aspereza del neopopularismo, la obra dramática de Lorca se desarrolla desde las farsas y las comedias de juventud, Mariana Pineda (1927) o La zapatera prodigiosa (1927), hasta las tragedias y los dramas de la madurez, Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) o La casa de Bernarda Alba (1936). Todas ellas obras fundamentales de la historia de la literatura española y firmadas por un autor según el cual: «El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana».