Ñángara digital

Declaración de principios

En medio de la lucha que libramos los pueblos del mundo por nuestra liberación, nosotras y nosotros nos rebelamos ante un sistema que intenta justificar el robo sistemático de las riquezas que generan las grandes mayorías por parte de una minoría que se aprovecha de la explotación como instrumento para lograr sus objetivos: la burguesía. Un sistema que promueve diversas formas de opresión, perpetuando el hambre, la miseria y el desprecio hacia millones de personas de todas las edades. Un sistema que cuenta con una poderosa superestructura que pretende legitimar un modo de producción que genera plusvalía y, con ella, gran desigualdad. Un sistema en el que millones están condenadas y condenados a perecer por no tener acceso a la salud y a la educación, derechos de todas y todos; mucho menos al conocimiento liberador que les permita adquirir conciencia de clase. Un sistema que antepone la acumulación del capital al bienestar social, sin importarle la destrucción continua del ambiente, que es de toda la humanidad. Es el sistema capitalista, que se nos presenta en la actualidad en su estadio superior: el imperialismo.

Concientes de que la toma del poder para transformar esta realidad y construir el socialismo, como etapa de transición hacia la sociedad sin clases, no se puede hacer de manera aislada, hemos decidido conformar un colectivo social revolucionario que luche por la emancipación de los pueblos y por los intereses de las grandes mayorías; un colectivo social de cuadros en el sentido que reivindica la vanguardia organizada y la formación integral permanente.

Luchamos contra toda forma de injusticia y toda forma de discriminación, en cualquier parte del planeta, sobre la base del internacionalismo proletario. Luchamos por la propiedad social sobre los medios de producción de bienes y servicios, y contra la concepción mercantilista de la producción. Luchamos por un mundo en el que los seres humanos convivamos en armonía con nuestro entorno, ya que sólo así garantizaremos nuestra sobrevivencia en el planeta.

Aplicamos el materialismo histórico y el materialismo dialéctico como herramientas de análisis para la comprensión de la sociedad y la construcción del socialismo científico, como aportes de Marx y Engels. Practicamos la disciplina y la subordinación conscientes, la unidad en la acción y la dirección colectiva, enmarcadas en el centralismo democrático; respondemos a un plan y un programa de lucha, como aportes de Lenin.

Reivindicamos el pensamiento y las acciones de Bolívar que giran en torno a la unificación de los pueblos de América, al antiimperialismo como principio y define el carácter anticolonialista y popular de la guerra independentista, al incorporar a afrodescendientes, pardas, pardos, mujeres y otros sectores oprimidos a la lucha.

Reivindicamos de nuestros pueblos originarios y afrodescendientes la resistencia ante la invasión española, que se ha extendido hasta la actualidad, en todos los ámbitos; así como la práctica de valores como la solidaridad, la complementariedad y el respeto a la pacha mama, que enriquecen la construcción socialista.

Reivindicamos la lucha de las mujeres y los hombres por la equidad y la igualdad de género. Promovemos y practicamos el respeto a la diversidad sexual.

Para enseñar con el ejemplo, promovemos y practicamos, dentro y fuera de la organización, la solidaridad, la honestidad, el respeto mutuo, la responsabilidad, la austeridad, el altruismo, la humildad y el internacionalismo proletario, con permanente crítica y autocrítica revolucionaria, como principios morales comunistas.

Luchamos por no reproducir -y además combatimos- las desviaciones que han dividido a la izquierda, como el oportunismo, el chovinismo, el infantilismo de izquierda, el dogmatismo, el sectarismo, el vanguardismo, el espontaneísmo, el individualismo, el idealismo, el liberalismo y el centralismo burocrático. Esto sólo es posible identificando dichas prácticas tanto fuera como dentro de la organización, desde la evaluación colectiva de nuestras acciones y la de sectores aliados.

Somos un colectivo social que, junto a otras organizaciones, contribuimos a crear espacios políticos donde las revolucionarias y los revolucionarios, como parte del pueblo, buscamos, a través de la construcción de la unidad revolucionaria, que las grandes mayorías históricamente excluidas, oprimidas y explotadas asumamos el protagonismo social y político por encima de cualquier liderazgo individual. Reivindicamos todas las formas de lucha que pongan en práctica los pueblos para su liberación, entendiendo esto como la vía para alcanzar una sociedad donde la solidaridad, la justicia social, la igualdad y la ética revolucionaria sean los valores que prevalezcan.